Mi mejor amigo se folla a mi madre (4)
Despues de las vacaciones mas surrealistas volvemos al pueblo a pasar el verano, sin embargo no podia imaginar que ese verano seria inolvidable... y un nuevo actor apareceria en escena.
MI MEJOR AMIGO SE FOLLA A MI MADRE (4)
Acabamos de venir de las vacaciones mas surrealistas que jamás hubiese imaginado, todavía no había asimilado ni daba crédito a lo que había pasado en esas vacaciones, sin embargo ahora comenzaba el veranito y tocaba pasarlo en el pueblo, pasarían unos meses hasta que volviese a ver de nuevo a mi amigo y no sabía cómo reaccionaría o qué pasaría con mi madre.
Sin embargo no podía imaginarme el verano tan intenso que me esperaba, nada que desmerecer a las vacaciones vividas, yo pensé que esto habia sido una cosa fugaz, una experiencia aislada que no se repetiría y después de esas vacaciones volvería la rutina, mi madre seria nuevamente esa mujer sencilla, recatada y ama de casa que solo está pendiente de atender las necesidades de su marido e hijo, ¡Pero qué equivocado estaba¡ nada más lejos de la realidad para mi madre se había abierto un mundo nuevo, un mundo olvidado, lleno de intensas emociones y sensaciones que la hacían sentirse viva, y que para nada tenía intención de volver a su monótona y aburrida vida, por lo menos no ese verano.
De hecho justo dos días después de haber vuelto de las vacaciones estábamos en una sobremesa en familia mi madre, mi padre y yo, cuando de repente sentí como una mano se posaba en uno de mis muslos, y como poco a poco la sentía subir hasta mi entrepierna, me sobresalte al principio, pero gracias a dios mi padre no se dio cuenta, era una pasada mi madre me estaba tocando el paquete mientras le reía un comentario gracioso a mi padre, el pobre no se percataba de nada y yo no daba crédito.
Mi padre después de reírse a gusto debió intuir que algo me pasaba ya que me pregunto si estaba bien, si me pasaba algo, me comento que estaba muy callado esa noche y tenía mala cara, mi madre dejo de sobarme el paquete y me puso la mano sobre la frente para ver si tenía fiebre.
Madre: “parece que estas caliente hijo”
No podía creer que mi madre fuese tan irónica y cínica a la vez, se estaba riendo de mi pobre padre, mientras jugaba con mis emociones, para colmo mi padre el muy ignorante me comentaba que estaba muy pálido, mire a mi madre y esta de forma divertida me cuco un ojo, yo sin embargo me sentía muy nervioso, sentía correrme el sudor por la espalda, la situación me superaba, ambos me miraban fijamente mi padre expectante y mi madre divertida, por lo que decidí excusarme, dar por terminada la sobremesa y marcharme a mi habitación.
Ya en la intimidad de mi habitación, no dejaba de darle vueltas al comportamiento de mi madre, como podía haber actuado así, su marido estaba delante y sin embargo no le importo jugar con su hijo, si en ese momento su marido ósea mi padre nos hubiese visto que habría pasado, no podía explicar lo que había pasado en esa mesa, estaba claro que para ella era un juego, le excitaba la idea de poder ser descubierta in fraganti, aunque fuese su propio marido, el morbo y la situación eran pura adrenalina para ella, al cabo de un rato y después de pensarlo bien deduje que si ella quería guerra tendría guerra.
A media noche me desperté, en el silencio de la noche podía oír unos ruidos, por lo que me levante, fui descalzo para evitar ser oído, esos ruidos provenían de la habitación de mis padres no había duda de que estaban jugando, mi corazón se acelero y mi curiosidad hizo que me acercase para verlo, mis padres siempre solían cerrar la puerta de su habitación pero hoy estaba abierta de par en par, por lo que podía oír claramente lo que pasaba en la habitación, me asome en el marco de la puerta de forma tímida y prudente, en la habitación vi a mis padres en la cama, mi padre tumbado boca arriba mientras mi madre estaba entre sus piernas, podía ver claramente como subía y bajaba su cabeza, estaba claro que se la estaba chupando, pero también tenía una hermosa imagen del culo de mi madre en pompa con esos pechos bailando y chocando entre ellos cada vez que subía y bajaba su cabeza.
Padre: “Uff cariño, como la chupas” “uff no sé lo que te pasa hoy pero estas diferente”
Mi madre dejo de mamársela, se saco la polla de la boca, mientras le masturbaba suavemente y le pregunto si acaso no le gustaba, se la veía risueña y mirando fijamente a mi padre con voz maliciosa y provocadora le pregunto si quería que parase, mientras le daba un lametazo al glande, a lo que mi padre le contesto casi de forma desesperada que le encantaba que era delicioso y que por favor por nada del mundo se le ocurriese parar.
Mi madre muy obediente siguió con lo que estaba haciendo, se la veía muy afanosa, mi padre lo estaba disfrutando como nunca antes, ya que no dejaba de alabar ese trabajo y la alentaba a continuar, hasta que al cabo de un rato, mi padre le pidió, casi le rogo que parase que si seguía así no tardaría en correrse, mi madre lejos de parar acelero su mamada, estaba claro que ella tenía otros objetivos, quería que se corriera, quería sentir ese hermoso néctar en su boca, pero lo que no esperaba es que mi padre en un movimiento rápido que la cogió desprevenida, se incorporara rápidamente y se colocara detrás de ella, mi madre al verse sorprendida por la reacción de mi padre decidió cederle la iniciativa.
Momento que aprovecho mi padre para abrirle bien las piernas y cogiéndose su erecta polla la coloco en la entrada, pude ver como con dos golpes secos y fuertes de cadera ayudado por la humedad de esta se la introdujo hasta las entrañas, sus huevos peludos chocaban contra la pelvis de mi madre, permaneció inmóvil un segundo, disfrutando el momento, hasta que se aferro fuertemente a sus caderas y comenzó a follarsela de forma violenta y salvaje.
La habitación olía a sexo, mi madre gemía y chillaba como una posesa, eso parecía alentar a mi padre para incrementar el ritmo, la espalda le brillaba fruto de las perlas de sudor que desprendía, y era evidente que en breve ambos se correrían ya que podía ver con claridad como un liquido viscoso blanquecino bañaba la barra de carne de mi padre y cada penetración se oía una especie de chapoteo cada vez más claro y evidente.
Yo estaba empalmado, y casi de forma mecánica me cogí mi polla y comencé a masturbarme de forma frenética, justo en el momento que mi padre se echo encima de mi madre y tensando todo su cuerpo le indicaba que se corría, mi madre hacia lo mismo y yo me agarraba la polla para evitar derramarme en el mismo pasillo.
Estaba a punto de marcharme para evitar ser descubierto, pero justo en el momento que me giraba para marcharme a mi habitación oí como mi padre le decía a mi madre que había sido el mejor polvo de su vida, esta se reía y le decía que era un exagerado, pero mi padre seguía alabándola y pude oír como mi padre le afirmaba que si siempre que volviese de vacaciones iba a ser así que se marchase mañana mismo, mi madre por el contrario le recrimino que si lo hiciesen más a menudo sería mejor, y tras esto alguno de ellos pareció levantarse de la cama, por lo que yo me fui a todo trapo para evitar ser descubierto.
Al día siguiente mis padres se los veía felices, no dejaban de hacerse arrumacos, joder no entendía como mi madre podía flirtear o arriesgarse a perder esta relación, se los veía tan felices.
Por la tarde estaba tumbado en el sofá, aburrido cambiando de canales, hacía un calor infernal por lo que iba por casa tan solo con un pantalón corto y el pecho descubierto, no sabía qué hacer hasta que apareció mi madre, me pidió que me sentase bien en el sofá y que le hiciese un sitio, me incorpore y me senté obedientemente como me indico y ella también se sentó, me pregunto que estaba viendo y le comente que no había nada interesante, tras pasar varias canales decidí poner un canal de música y aborde a mi madre directamente.
Yo:” ¿Mama se puede saber que paso ayer?”
Mi madre me miro de forma maternal y coqueta y posando una de sus manos en mi muslo desnudo me pregunto.
Mama:” ¿acaso no te gusto?”
Desde luego la actitud de mi madre me descolocaba y no entendía como me estaba preguntando eso, y lo peor de todo es que no se le veía ningún síntoma de resentimiento, al contrario estaba relajada y se la veía que la situación le divertía.
Yo: “Por supuesto que me gusto, fue fascinante una situación única e increíble, pero no quita para saber que no está bien”
Mama: “Tampoco que un hijo espié a sus padres”
La respuesta me dejo helado, no supe contestar, sentí enrojecer mis mejillas mientras observaba como mi madre me miraba divertida viendo mi reacción, justo en ese momento volví a sentir su mano en mi entrepierna, me puse nervioso, no sabía qué hacer, donde mirar…
Mama:”Y por el tamaño de tu polla diría que te gusto lo que viste, o por lo menos recordarlo”
Estaba claro que para ella era un juego, no le importaba lo mas mínimo que fuese su hijo o que mi padre ósea su marido nos pudiera pillar, pero sentir esa dulce mano frotar mi paquete hizo que me excitase, mi corazón lo sentía desbocado, poco a poco un deseo desenfrenado se apoderaba de mi y sin darme cuenta me vi encima de mi madre comiéndole la boca y sobándole los pechos con frenesí y autentica devoción.
Mi madre tampoco perdía el tiempo, me había sacado la polla del pantalón y me estaba masturbando de forma cariñosa mientras con la otra mano la pasaba por mi pecho desnudo y cuando dejábamos de besarnos mirándonos a los ojos podía oírla decirme , “mi pequeño hombrecito como ha crecido, que feliz me haces”.
En un momento dado mi madre tomo las riendas de la situación, se incorporo se quito la ropa de una manera sensual y coqueta, dejándome ver ese par de tetas hechas para el deseo, cuando fui a levantarme para aferrarme a su cuerpo, ella me coloco uno de sus pies desnudos en el pecho, impidiendo que me levantase, cuando vio que no me movía, se arrodillo y me abrió las piernas metiendo su cabeza entre ellas, su mirada reflejaba el deseo, todo ella era pasión y lujuria, yo no hice absolutamente nada, estaba alucinado ante la actitud de mi madre, cuando se metió mi polla en la boca un escalofrió de placer recorrió todo mi cuerpo, era delicioso sentir esa boquita caliente atrapar mi polla, mientras su lengua jugaba por todo el tronco y glande, para después sentir como sus jugosos y carnosos labios recorrían cada centímetro de mi polla.
Si el paraíso existía yo lo estaba descubriendo en ese momento, ella cada vez estaba más encendida cada vez succionaba más rápido, más fuerte si seguía así no tardaría mucho en derramarme en su boca.
Ella debió de sentirlo y dejo de chupármela, eso me entristeció deseaba de corazón que siguiera no quería que parase, era una atentica delicia, pero cuando intuí sus intenciones me alegre de que parase, ya que montándose a horcajadas sobre mi cogió con una de sus manitas mi erecto mástil y lo oriento a la entrada de su cavidad y suavemente comenzó a bajar, sentir esa calentura en mi polla fue maravilloso aunque no más que verla desaparecer en sus entrañas, sentirla abrirse paso en su interior era una autentica delicia.
A la altura de mis ojos podía ver como esos hermosos pechos bailaban al son de sus movimientos, estaba hipnotizado por ese baile, hasta que los cogí con ambas manos y comencé a amasarlos, luego juguetee con ellos y me los lleve a la boca, los mordisquee y pellizque a mi antojo, eso parecía encender mas a mi madre que aceleraba sus envites, hasta que cuando sentí que me faltaba poco para correrme la cogí de la cintura y comencé a mover mis caderas para que la penetración fuese más profunda y placentera, cuando me fui a correr le avise y ella acelero más si cabe, a la vez que me animaba a hacerlo, comentando que ella también estaba a punto, y efectivamente un segundo antes de correrme en su interior sentí como chorros de viscoso y caliente liquido bañaban mi polla no había duda que mi madre estaba teniendo un intenso orgasmo, y sentirlo hizo que yo también me corriese.
Nos quedamos un segundo entrelazados con la polla incrustada en sus entrañas hasta la empuñadura, jadeando y sudorosos, hasta que sentí como mi polla empezó a perder su vigorosidad, mi madre cuando hubo recuperado un poco la respiración se desacoplo y me dio un beso maternal en la mejilla para marcharse hacia el baño dedicándome una hermosa sonrisa y una mejor imagen de su cuerpo desnudo.
Yo me recompuse la ropa y me quede viendo la TV, aunque reconozco que estaba muy relajado y dándole vueltas a todo esto, sin prestar el mas mínimo caso a la TV.
Mi madre no tardo mucho en volver al sillón, se la veía contenta y relajada, yo me sonreí, ella me miro y me pregunto qué tal estaba su niño, yo me sonreí de manera bobalicona y le dije que mejor que nunca.
Y nos pusimos a ver la TV, al cabo de un rato no sé porque pero mi cabeza iba a mil, necesitaba saber más, sentía curiosidad y esta me estaba matando, por lo que apague la televisión y mire a mi madre, esta se extraño por mi reacción y me pregunto qué me pasaba, yo le dije que me estaba dando cuenta de que no conocía a la que hasta la fecha había sido mi madre, que desde las vacaciones estaba inquieto por lo que nos había contado, mi madre me miro y me pregunto qué era lo que me tenía tan inquieto, teníamos confianza para hablar de lo que fuera así que no me lo callase, podía preguntarle lo que fuera ya que no había secretos entre nosotros.
Entonces se lo pregunte, quería saber de ese novio del pasado que la había echo sacar su lado más perverso, ese hombre que le marco y le hizo perder la cabeza de esa manera y que ahora gracias a mi colega ha vuelto a revivir y que parece no querer dejar.
Mi madre me miro fijamente, parecía estar valorando si me lo contaba o no, y tras unos segundos de tenso silencio, y ante mi insistencia decidió contármelo todo, vi como parecía haber una lucha interna en su interior, sus recuerdos se arremolinaban en su cabeza y su mirada parecía perdida, estaba absorta en sus pensamientos con sus preciosos ojos clavados en un punto infinito de la habitación.
Lo que me conto me dejo de una sola pieza, al final resulto que el antiguo novio de mi madre era un amigo de mi padre, un compañero de estudios que vivía en el pueblo de al lado, pero que actualmente residía en la ciudad, justo en la misma ciudad donde yo había estudiado.
Ese hombre parecía un verdadero sátiro a tenor por las historias que me contaba, cuando peor estaba y en lo que parecía una espiral sin salida apareció mi padre, una dulce y cálida luz en un mundo oscuro, y a base de paciencia amor y ternura la ayudo a salir de ese mundo de oscuridad y perversión.
Yo le pregunte si papa estaba al corriente de su antigua vida, fue entonces cuando ella me miro fijamente, me pareció atisbar incluso miedo en su mirada y con una firme respuesta me dijo que no, que no sabía nada y en verdad no éramos novios, solo follabamos pero en aquella época estaba muy mal visto que una mujer quedase a hurtadillas con un hombre y cuando se entero que tu padre y yo salíamos y que nuestra relación iba en serio, dejamos de vernos.
Y Fernando en cierto modo me recuerda mucho a él, no todos los momentos vividos con mi ex novio fueron malos, simplemente se nos fue de las manos, éramos jóvenes y no sabíamos lo que hacíamos, pero los comienzos fueron brutales nunca he disfrutado mas y me he sentido más cachonda que esos años, sabia llevarme a los limites del placer, cuando pensabas que no se podía superar la siguiente la superaba, el morbo y la excitación eran máximas pero como todo la situación se complico y no sabía cómo pararlo, hasta que como te digo apareció tu padre, era tan tierno y tan diferente a mi ex novio que me encandilo, era lo que necesitaba en ese momento y después apareciste tu lo más bonito que he tenido en esta vida y quiero que conste que con tu padre he sido y soy muy feliz, realmente tu padre es como un faro para mi, siempre me lleva por el buen camino y me hace ser mejor persona, fue una etapa de mi vida que creía olvidada hasta que apareció tu colega y me hizo sentir y recordar esos momentos.
Se la veía embelesada en sus pensamientos, lo recordaba con cierta ternura y afecto e incluso nostalgia, estaba claro que esa etapa de su vida la había marcado, entonces le volví a preguntar si después de eso había vuelto a ver a su ex novio, como se llamaba y si con Fernando era la primera vez que había sido infiel o si lo había sido con otros antes, no sé porque se lo pregunte, sentía curiosidad y quería saberlo por boca de ella.
Ella me miro nuevamente y se sonrió, me dijo que mi padre nunca supo que habíamos sido novios, sabía que nos conocíamos de antes pero no sabía que nos habíamos enrollado, por lo menos no por mi ya que yo nunca se lo comente y si lo sabe nunca me lo ha hecho saber.
La última vez que lo vi fue el día de tu bautizo y nos liamos por última vez, tu padre casi nos pilla y para colmo el vino con su mujer que estaba embarazada en ese momento y me sentí tan mal que le roge que nunca más volviese, y hasta la fecha salvo casos contados nunca más volvimos a tener contacto.
En cuanto a si le he sido fiel a tu padre excepto aquel día, si siempre, me he dedicado en cuerpo y alma a tu padre, pero últimamente no sé si por los años, la rutina o la cantidad de horas que trabaja el caso es que pocas veces tiene ganas de disfrutar del sexo y como te he comentado yo siempre me he considerado una mujer activa sexualmente y ahora metida en mi casa, con un montón de horas sola y aburrida digamos que estaba un poco depresiva y pensé que sería normal hasta que apareciste con Fernando, hizo que algo dentro de mi despertase, un viejo hormigueo recorría todo mi cuerpo, me hizo sentir mujer nuevamente, recobre mi interés por el sexo, me sentía nuevamente atractiva y deseada a los ojos de los hombres, es como una segunda juventud, y siento que mi apetito sexual va en aumento, pero con una diferencia, ahora con los años es diferente, no hay compromiso tengo el amor de tu padre y es cuanto necesito, pero también me gusta sentir ese hormigueo, ver como los hombres me miran con deseo y lascivia, pensar en lo que me harían me excita y me anima a disfrutar de nuevas experiencias pero sin compromiso solo disfrutar del sexo, como un juego.
Tras esto se nos hizo tarde mi padre estaba a punto de llegar a casa por lo que mi madre se fue hacer la cena y yo me subí a la habitación.
Los días fueron pasando, debido al trabajo de mi padre, provocaba que mi madre y yo estuviésemos muchas horas juntos por lo que nos daba libertad para ir conociéndonos más profundamente no había día en el que mi madre y yo no acabásemos follando, lo hicimos en todas las habitaciones, de todas las formas posibles.
Hasta que llego el día del cumpleaños de mi padre, hacia 45 años y los colegas le prepararon una fiesta sorpresa, mi madre les ayudo y como coincidió que era viernes, decidieron hacer la fiesta en casa, darle una sorpresa a mi padre cuando llegase del trabajo.
Esa tarde estuvimos preparando toda la casa con globos y fotos, fuimos a comprar bebida y comida, algunas cosas las hizo mi madre, el resto las pidió a un catering, cuando estuvo todo preparado nos fuimos a duchar y a prepararnos también nosotros para la fiesta.
Justo cuando estaba preparado comenzaron a venir los colegas del pueblo de mi padre e incluso algún amigo de la universidad, todos traían algo, el que no traía cervezas, traía vino o algún aperitivo, cuando mi madre bajo de la habitación, estaba preciosa, en la casa se hizo un silencio y todos los presentes mirábamos embelesados a la diosa que bajaba por las escaleras, pude comprobar cómo su mirada centelleaba sabiéndose el centro de atención, todas las miradas se clavaban en ella, y si a eso le añadimos lo coqueta y atrevida que se había vestido, la hacían muy deseable, en ese momento habría unas quince personas todos hombres y una sola mujer mi madre, estaba claro que era una dulce ovejita en medio de una manada de lobos, podía sentir esas miradas de deseo incluso oí algún comentario obsceno hacia mi madre, o la suerte que tenía mi pobre padre de disfrutar de un bombón así, el caso es que gracias a dios estaba a punto de llegar, ya que cuando llego al salón donde estábamos, prácticamente todos se abalanzaron sobre mi madre para saludarla, alguno más atrevido aprovechaba la ocasión y le daba los besos muy cerca de la comisura de sus labios e incluso alguno colocaba sus manos en la cintura baja casi en el culo de esta.
A mi madre parecía no importarle esas confianzas por parte de los amigos de mi padre, es más te diría que incluso lo disfrutaba, pero sin embargo a mi me reconcomía por dentro la actitud de mi madre, ya que no solo no le importaba que la manoseasen sino que como premio les agasajaba con la mejor de sus sonrisas.
En esas oímos abrir la puerta del garaje y como mi padre metía el coche, por lo que apagamos todas las luces y nos colocamos para recibirlo, yo me coloque cerca de mi madre y pude ver como una mano de uno de los mejores amigos de mi padre aprovechaba para posarse en su culo, esta al sentirla miro hacia él y se sonrió sin decirle nada, esto pareció envalentonar al amigo de mi padre que comenzó a sobárselo a placer hasta que mi padre encendió las luces y todos al mismo tiempo chillábamos ¡FELICIDADES¡ y mi madre se deslizo rápidamente para darle un apasionado beso y su particular felicitación mientras eran vitoreados por todos.
Estaba claro que a mi padre todo eso le cogió totalmente desprevenido y por sorpresa, pero estaba muy contento, mientras todos lo felicitaban el tenia una sonrisa imborrable.
Tras los saludos y felicitaciones de rigor la comida y la bebida empezó a correr, sonaban canciones de los 80 para mí un coñazo pero lógicamente la más acorde a la fiesta.
Mi padre se disculpo y se dio una ducha rápida para bajar rápidamente a su fiesta, en un par de horas, el alcohol ya empezaba hacer mella en algunos, mi madre estuvo todo el rato muy bien acompañada, siempre con 4 o 5 buitres regalándole los oídos y llenándole la copa, alguno más atrevido o envalentonado por el alcohol buscaban el roce con el cuerpo de mi madre, ella les reía todas las gracias y siempre estaba con una hermosa sonrisa.
Hasta que cerca de las 12 llamaron al timbre, fui abrir y en la puerta estaba un señor que no conocía, muy atractivo con aire chulesco y una sonrisa profiden, que se presento como Carlos, al no conocerlo él me pregunto si era aquí la fiesta, entonces deduje que no se había equivocado y que sería un amigo de la universidad, así que lo invite a pasar.
La gente estaba desperdigada por toda la primera planta y el jardín, todos enfrascados en tediosas conversaciones, hasta que mi padre vio entrar a Carlos, entonces se fue a saludarlo de forma efusiva, estaba claro que mi padre se alegraba mucho de verlo, y le preguntaba que era de su vida y cuanto tiempo sin verlo, él le comento que le habían dicho lo de la fiesta de su cumpleaños y que no podía perdérsela, y le entrego una botella de vino que había traído, mi padre la cogió y se la llevo a la cocina.
En ese momento me fije en mi madre, estaba inmóvil, con la mirada clavada en Carlos, su sonrisa se había esfumado para dar forma a una mueca de sorpresa y asombro y aunque los amigos de mi padre seguían hablándole mi madre no les prestaba ninguna atención, solo tenía ojos para el nuevo invitado.
Mire a Carlos que estaba hablando con algún amigo de la Universidad, hasta que por fin se percato de mi madre, pude ver como sus miradas se cruzaron, saltaron chispas y una sonrisa se dibujo en la cara de Carlos que no tardo un segundo en ir al lado de mi madre y plantarle dos besos, en apariencia normales.
Sentí como mi madre se ruborizaba, ¿Estaba nerviosa?... ¿acaso no sería ese ex novio que tanto la había marcado?
Entonces me acerque tímidamente hasta ellos, mi madre al percatarse de que estaba ahí me presento, a lo que Carlos le dijo que ya nos conocíamos, mi madre me miro sorprendida, y Carlos con una bonita sonrisa le aclaro que era yo quien había abierto, mi madre se sintió aliviada y se sonrió.
Tras unos primeros minutos algo tensos entre ellos, pude ver como poco a poco se relajaban y comenzaron a hablar más relajados y de todos los temas, incluso mi padre se unió a la conversación.
En un momento dado mi madre se disculpo y se fue al baño, yo fui tras ella y espere a que saliese para abordarla y preguntarle quien era ese Carlos, a lo que mi madre con una sonrisa nerviosa me contesto que ya lo sabía.
No hicieron falta más palabras, como había intuido Carlos era la persona que había echo que mi madre en una tierna juventud perdiese el norte, una sensación de desconfianza se apoderaba de mi, ese capullo había vuelto a aparecer en la vida de mi madre en el peor momento, esto no podía ser bueno.
La noche transcurrió con normalidad, el alcohol hacia su trabajo, yo a una distancia prudencial no le quitaba ojo ni a mi madre ni a Carlos.
Mi padre al estar tanta gente no pudo estar con Carlos todo lo que hubiese deseado, y mi madre y el estuvieron toda la noche juntos, se les veía relajados, a gusto, siempre muy formales pero sin ninguna situación comprometida que hiciese pensar mal.
Mi padre por el contrario se le veía algo más perjudicado, no dejaba de beber y contar batallitas de su juventud.
Sobre las 3.00 de la mañana los últimos amigos del pueblo se despidieron y se marcharon a sus casas, tan solo quedamos mi padre, mi madre, Carlos y yo, mi padre estaba en evidente estado de embriaguez y casi colgándose del hombro de Carlos le comentaba que no se podía marchar que casi no habían estado juntos que se quedase este fin de semana que tenían mucho que hablar y contarse, Carlos se sonreía y le decía que no le parecía adecuado, pero mi padre de forma persistente y cabezón le dijo que no, que no había discusión que esta noche por lo menos se quedaba y ya mañana seria otro día.
Tras esto mi madre disculpándose con Carlos cogió a mi padre y se dispuso a llevarlo a la cama, pero entonces Carlos al ver que mi padre se le apoderaba a mi madre, y para ella era muy complicado llevarlo hasta la habitación, cogió a mi padre y amablemente se ofreció a llevarlo él, mi madre se lo agradeció y lo guio hasta la habitación, allí desnudaron a mi padre y lo metieron en la cama.
Mi madre se disculpo y fue a la habitación de invitados para prepararla, sin embargo Carlos insistió a mi madre que no era necesario que casi no había bebido y que se marchaba a su casa, mi madre insistió y le dijo que no era molestia y que además ya conocía a su amigo y no quería tener mañana una discusión con el porqué te has marchado y no son horas de coger el coche.
Entonces Carlos me miro y me dijo que mientras mi madre preparaba la habitación nosotros recogeríamos un poco la casa, y así hicimos, bajamos y comenzamos a recoger todo, cuando mi madre termino de hacerle la cama bajo a ayudarnos, al cabo de un rato teníamos todo más o menos bien, y nos fuimos a dormir.
Ya en mi habitación en la intimidad de la oscuridad, estaba excitado por fin conocía al ex novio de mi madre, por fin ponía cara a ese semental que la hizo perder la cabeza en su infancia, y la verdad es que no me extrañaba por lo poco que había visto era un hombre apuesto y de buena percha, seguro de sí mismo educado y muy atento sobre todo con mi madre, decidí que tenía que contárselo a Fernando y le mande un mensaje indicándole que había conocido a Carlos y la impresión que este me había dado.
En esas estaba cuando oí pasos por el pasillo, afine el oído para saber quién era pero por la distancia deduje que mi madre ya que los ronquidos de mi padre se podían oír claramente por toda la casa, no debí de ser el único que oyó los pasos ya que pude sentir como en la habitación de al lado, la de los invitados también había movimiento, la cama crujió y oí perfectamente como había pasos.
Efectivamente no tardaron mucho en juntarse ambos mi madre y Carlos por el pasillo justo frente a la puerta de mi habitación que al estar entreabierta pude verlos fácilmente y oír lo que decían, mi madre iba con un pijama muy cortito y trasparente donde se podía ver e intuir sin mucha dificultad las hermosas curvas de su bonito cuerpo, mientras que Carlos tan solo llevaba un bóxer por pijama, por lo que pude ver el cuerpo escultural que tenia sin una pizca de grasa.
Carlos:” ¿No puedes dormir?”
Madre: “Uff tu amigo se ha pasado esta noche con la bebida y está dándolo todo””Es imposible con esos ronquidos dormir a su lado”
Ambos se rieron por la respuesta de mi madre, a la vez que un nuevo y atronador ronquido salía de la habitación.
Madre: “¿y tú por qué no estás durmiendo?”
Carlos: “Uff hace mucho calor, y la verdad ahora que estamos tu y yo solos, he de confesarte que desde el primer momento que te he visto, no dejo de pensar lo hermosa que estas y me he puesto melancólico recordando lo bien que lo hemos pasado juntos en el pasado, ¿Qué hubiera pasado si hubiésemos terminado juntos?”
Mi madre escuchaba atenta lo que Carlos le decía, no decía nada, hasta que se hizo un tenso silencio, imagino que Carlos esperaba una respuesta de mi madre, que no obtuvo, sin embargo tras un breve paréntesis vi como Carlos buscaba la mano de mi madre, entrelazaron sus dedos, mi madre no reaccionaba, por lo que Carlos al ver que no la rechazaba, se envalentono y se acerco aun mas a mi madre, y colocando sus labios a escasos centímetros del oído de mi madre.
Carlos: “Que bien lo pasamos juntos ¿Verdad?” “Dime ¿me has echado de menos?” “Por que yo a ti mucho, no ha habido día que no me haya echado de menos”
Y mientras decía esto se colocaba detrás de mi madre, con una mano le retiraba el pelo para darle suaves besitos por su nuca y cuello, mientras con la otra en un leve roce con las yemas de sus dedos subía por su brazo y cuello hasta llegar a uno de sus pechos al que se aferro, a la vez que movía sus caderas para frotarse su polla con el culo de mi madre.
Mi madre seguía inmóvil, dejándose hacer, sin hablar sin moverse, simplemente podía oír como su respiración se agitaba, y como Carlos comentaba lo duros que tenia esos pezones mientras los pellizcaba.
Mi madre pareció reaccionar, y le pidió a Carlos que parase, que no estaba bien, que su marido e hijos estaban ahí, pero Carlos no paro, al revés pareció excitarle mas, y en un movimiento rápido la volteo quedando ambos uno frente al otro, entonces Carlos de forma hábil metió una de sus manos en la entrepierna de mi madre y comenzó a masturbarla.
Carlos:”Uff que buena estas, los años te han tratado genial, ¿de verdad quieres que pare?” “Te acuerdas de nuestros encuentros, no me digas que no te da morbo aquí, ahora en tu casa a escasos centímetros de tu marido e hijo, que situación puede ser mas morbosa y excitante”
Justo cuando hizo ese comentario mi madre abrió los ojos de par en par y los clavo en mi habitación, una sensación de estremecimiento recorrió todo mi cuerpo, ¡joder parecía que podía verme¡ como si estuviese buscando mi mirada, mi implicación, es como si pudiese sentir que estaba ahí viéndolo todo.
La imagen era cuanto menos espectacular y sumamente excitante para mi, ya que mientras mi madre se aferraba a la barandilla de las escaleras con las piernas abiertas mientras un semental blanco de cuerpo escultural la masturbaba y manoseaba cada centímetro de su hermoso cuerpo, ella tenía la mirada clavada en mi habitación como sintiendo que yo estaba allí, haciéndome participe de su disfrute, una mirada vidriosa y lasciva que reflejaba vicio y pasión a raudales mientras por esa hermosa boquita entre abierta salían dulces suspiros de placer e incluso algún gemido prueba de que nuestro amante estaba realizando bien su trabajo.
No tarde mucho en oír como una especie de chapoteo, fruto de que el orgasmo estaba cerca de llegar, y al igual que yo Carlos debió de intuirlo y acelero su masturbación, mientras mi madre se aferraba a esos musculosos brazos y mordía uno de sus hombros a la vez que se corría brutalmente.
Tras un segundo en la que pude ver la mano derecha de Carlos completamente humedecida y a mi madre descompuesta y desmadejada por el intenso orgasmo que acababa de tener sujetándose a duras penas para mantenerse en pie, Carlos se bajo los bóxer y cogiéndose una gruesa y larga polla la oriento hasta la entrada de mi madre que al sentirla para ayudarle en la penetración abrió aun mas sus piernas y echo sus manos sobre el cuello de Carlos mientras movía sus caderas buscando el roce con ese mástil caliente.
Con un solo golpe seco y duro de cadera le introdujo media polla en las entrañas de mi madre, esta dio un chillo mitad dolor mitad sorpresa, que Carlos intento silenciar con un tórrido beso, sin dejar de taladrar violentamente esa húmeda cavidad, hasta que ese enorme pedazo de polla gruesa, larga y nervuda desapareció completamente en el interior de mi madre, que al sentirla enrollo sus piernas sobre la cintura de su macho, entonces cogiéndola de las caderas y llevándola en volandas vi como desaparecían camino a la habitación de invitados, no tarde mucho en oír gemir a mi madre y como crujía la cama a cada embestida de Carlos.
No podía creérmelo, poco o nada les importaba que estuviesen en casa y que hubiese más gente, ellos simplemente estaban disfrutando de sus cuerpos sin importarles otra cosa, estaba excitadísimo necesitaba seguir viéndolo por lo que con todo el cuidado del mundo me levante, como deduje no se molestaron en cerrar la puerta por lo que me acerque descalzo para evitar hacer ruido y ser descubierto, me quede a una cierta distancia prudencial, pero suficientemente cerca como para poder ver como mi madre estaba completamente espatarrada en la cama mientras Carlos encima de ella la penetraba de forma brutal, estuve un rato ahí de pie observándolo todo, hasta que no pude mas y me marche a mi habitación a masturbarme para poder aliviar mi tensión.
No tarde mucho en oír como mi madre salía de la habitación sigilosamente, para introducirse en mi habitación, yo pensaba que venía a comprobar si estaba dormido, pero una vez más me equivoque ya que se acerco hasta mí y mientras me cogía la polla de forma tierna me susurraba al oído.
Mama:”Veo que te ha gustado lo que has visto” “descansa cariño”
Y se marcho de mi habitación dándome un tierno beso en la mejilla, mientras yo me hacia el dormido, y me quedaba completamente alucinado por la afirmación de mi madre, ¿Acaso me había visto?, había tomado todas las precauciones y no me parecía que me hubiese descubierto pero después de lo que acababa de decirme era evidente que no.
A la mañana siguiente, cuando me levante fui a la cocina para desayunar y ahí estaban Carlos y mi padre, poniéndose al día de todo, hablando de forma distendida, mientras mi madre preparaba la comida y se paseaba con unas mallas que le hacían un culito muy bonito, ninguno pudimos evitar no fijarnos en ese culito tan perfecto y con forma de cereza, pero lo que mi padre no se percato fue de esas miradas furtivas y cargadas de deseo y complicidad que se cruzaban entre Carlos y mi madre.
La mañana paso rápidamente, la comida fue amena y distendida, con una conversación fluida Carlos nos animo varias veces a que si algún día nos animábamos a ir por la ciudad no dejásemos de ir a su casa, mi padre se excusaba ya que hacía tiempo que no iba por motivos de trabajo, entonces Carlos miro a mi madre y le dijo que si un día iba de compras sin problemas podía pasar e incluso quedarse a dormir si a mi padre le parecía bien, la verdad es que era una persona muy agradable y he de reconocer que las horas pasaron rápidas.
Después de comer mi padre comento que estaba cansado y que no estaba acostumbrado a beber y por la noche se había excedido y ahora lo estaba pagando y le dolía la cabeza por lo que se excuso y se fue a echar la siesta, mi madre antes de que se metiese en la habitación le comento que le apetecía aprovechar el día y que se daría un baño y tomaría el sol un rato, Carlos comento que el de buena gana se daría un baño pero no había traído bañador, entonces mi padre le dijo que le dejaba uno que no había problema.
Me fije como mi madre miro de manera lasciva a Carlos cuando pasaba por detrás de mi padre y se subió para la habitación, Carlos le dijo a mi padre que no creía que le estuviesen los bañadores de mi padre, por lo que le dije que igual uno mío si le estaba, y tras esto me subí a la habitación y le deje uno de mis bañadores, como supuse le quedaba como anillo al dedo, y cuando vi el cuerpazo que tenía ese cabron a pesar de los años entendí que fuera un mujeriego ya querría para mi ese cuerpo y más a su edad.
Tras esto le di una toalla y le dije que yo también me echaría una cabezadita ya que anoche dormí bastante mal.
El me miro extrañado ante el comentario de que había dormido mal esa noche, diría que se sintió algo incomodo, y la verdad es que era mi intención la de incomodarlo un poco, meterle una pullita, pero no dijo nada, la capeo muy bien, se veía que tenia tablas.
Justo en ese momento mi madre apareció con un bikini blanco que la hacían estar espectacular y muy deseable, poco o nada dejaba a la imaginación, la parte de arriba tan solo tenía un triangulito de tela que tapaba poco más que sus pezones, que para entonces ya estaban duros y se marcaban claramente, mientras que la braguita del bikini no tenía mucha más tela y un triangulito que apenas tapaba la raja de mi dulce madre, que venía con varias toallas para nosotros, que por ese momento estábamos embobados contemplando sin ningún pudor las curvas de mi hermosa madre.
Cuando se dio la vuelta para marcharse de la habitación indicando que se iba al jardín para darse un chapuzón y que nos esperaba pudimos contemplar lo mejor de ese bikini ya que era tipo tanga y el cordel desaparecía entre los cachetes del culo de mi madre, dejándonos unas vistas envidiables de un culito duro y firme sin un solo ápice de grasa, ella sintiéndose observada se marcho lentamente y moviéndose de manera coqueta y sensual, teniéndonos a ambos hipnotizados.
Cuando me gire pude ver como la mirada de Carlos había mudado a una mirada de vicio y deseo, estaba clarísimo lo que iba a pasar lo que no entendía era como mi padre no se daba cuenta.
Lo que me dejo helado fue cuando mi madre ya no estaba, Carlos me miro fijamente, y me comento la suerte que tenia de tener una madre tan hermosa, y diciendo esto cogió una de las toallas y se fue tras mi madre.
Yo espere un segundo y también baje tras ellos, pero me quede en la cocina, ya que desde allí podía ver por una de las ventanas prácticamente todo el jardín así como la piscina sin que ellos me pudiesen ver a mí.
Mi corazón se aceleró y mi pene creció cuando me asome y la vi, ahí estaba ella en la ducha de la piscina, sus pezones parecían que iban a romper la tela, el frio del agua estaba haciendo estragos, podía verlas con total claridad ya que se trasparentaban, ver el agua caer sobre ese hermoso cuerpo la hacía totalmente deseable, ese cuerpo estaba hecho para el deseo, para dar y recibir placer y de eso se iba a encargar el amigo de mi padre, ya que sigilosamente se acerco a mi madre por detrás para meterse en la ducha mientras se aferraba a los pechos de mi madre y restregaba su polla en el culo, no podía oír lo que decían pero pude ver como Carlos le susurraba algo a mi madre que parecía gustarle ya que girándose hacia él le regalo la mejor de sus sonrisas, para fundirse en un apasionado beso.
Tras un rato magreandose sin ningún pudor a ser pillados, con mi padre descansando a escasos metros de donde se encontraban ellos humillándolo sin pudor, ni remordimientos, Carlos tomo la iniciativa y cogiendo a mi madre la tiro a la piscina para tirarse el detrás de ella, tras unos instantes en los que se los podía ver jugueteando y haciéndose aguadillas hasta que al cabo de un rato se fundieron sus cuerpos nuevamente en un abrazo, Carlos de forma sutil sin dejar de besarla la llevo hasta una esquina de la piscina en la parte menos profunda donde el agua llegaba hasta media cintura, podía ver como sus cuerpos se agitaban, como el mordisqueaba los pechos de mi madre, mientras ella buscaba su para entonces dura polla y la masturbaba, hasta que Carlos cogió cambio sus dedos por su polla y comenzó a follarsela, a cada embestida de este el cuerpo de mi madre golpeaba contra la pared de la piscina, mi madre estaba disfrutando no dejaba de gemir y animar a su amante a que la siguiese follando, tras un rato así, Carlos la coloco en el borde de piscina, le abrió bien las piernas y comenzó a comerle el coño con glotonería, mi madre se aferraba a su cabeza y no paraba de gemir, hasta que Carlos decidió volver a follarsela, saliendo de la piscina le abrió bien las piernas y apresando uno de sus pechos fuertemente mientras que con la otra presionaba su cuello sin dejar de bombear, mi madre lo estaba disfrutando, mientras la cara de su amante se desencajaba y su cuerpo se perlaba en sudor.
Al cabo de un rato manejando el cuerpo de mi madre como si fuese una muñeca de trapo, la llevo hasta la tumbona la coloco boca abajo le puso las toallas bajo el vientre para que su culo quedase en pompa y tras unos lametazos a punto su polla y haciendo uso de su fuerza se la introdujo por su culo, mi madre comenzó a gemir, casi chillar implorándole que fuese con cuidado, que le dolía, pero Carlos poco o nulo caso le hacía, y seguía bombeando con fuerza y violencia el hermoso culo de mi madre, que para evitar que chillase más de la cuenta trataba de taparle la boca sin mucho éxito, hasta que sintió que se corría, se la saco y cogiendo a mi madre la coloco de rodillas y se la metió en la boca, no era una mamada al uso, se estaba follando su boca, ya que le cogía de la cabeza y la aprisionaba contra su pelvis hasta que comenzó a correrse de manera abundante en la boca de mi madre, que seguía succionando con suma glotonería, hasta que no le quedo una gota de semen.
Después de esto mi madre se metió en el agua, mientras Carlos se daba una ducha fría y se fue a la tumbona a por la toalla, momento que aproveche para irme corriendo a mi habitación, para evitar ser visto, al cabo de 5 minutos Carlos subió a la habitación, me saludo y se fue a su habitación para echarse un rato.
Yo baje rápidamente a estar con mi madre, sentía curiosidad por su reacción, cuando llegue ya estaba en la tumbona tomando el sol, al verme venir se incorporo un poco y me recibió con la mejor de sus sonrisas.
Cuando llegue a su altura, le pregunte qué tal, ella con una sonrisilla nerviosa me dijo que genial, aunque tenía el culito un poco irritado de la caña que le había metido.
Yo me sonreí y le pregunte como podía ser tan puta, y como se arriesgaba de esas maneras teniendo a papa y a mi tan cerca.
Mi madre se encogió de hombros y para cambiar de tema me dijo que le diese un poquito de crema en la espalda que no quería quemarse, mientras se tumbaba boca abajo y se deshacía el nudo del bikini, me senté en el bordillo de la tumbona me unte las manos de crema y la extendí suavemente por toda la espalda dándole un placentero masaje, aplicaba crema en la espalda y con firmeza le expandía la crema arriba y abajo por la espada. Seguí masajeando los hombros, los brazos y volví a bajar hasta la cintura. Después de 15 minutos así, mi polla estaba más dura que nunca era un placer sentir la suavidad de su piel, le pregunte si quería que siguiera por las piernas, no dijo nada, se la veía a gusto y adormilada y tan sólo se oyó un ruidito procedente de su garganta como señal de aprobación, no me hizo falta nada mas, así pues baje a las piernas, me volví a untar las manos de crema y comencé por los tobillos, apretaba el gemelo, para subir hasta los muslos y las pantorrillas. Cada vez me acercaba más y más a su culo, ese culo que me tenia hipnotizado, lo veía bailar al compas de mis masajes y ver como esa tira se perdía entre sus piernas me ponía cardiaco, además fruto de la violenta follada que Carlos le había propinado se le veía abierto y sonrojado, varias veces masajee sus glúteos a mi gusto abriéndole esos cachetes para verle aparecer la tira del bikini y el agujerito trasero deformado, sin embargo ella no decía nada, parecía a gusto, por lo que en una subida decidí introducirle mi dedo índice por dentro de su bikini.
Empecé a rozar mi dedo por la rajita de su coño, pero sus piernas estaban algo cerradas. Era la hora de la verdad, apostarlo todo o nada, me aparté un poco, cogí una de sus piernas y la separé, quedando en primer plano sus piernas abiertas y la braga del bikini clavándose en su coño, marcándose esos abultados labios. Deseaba arrancarle el bikini y follarla con agresividad, igual que había echo Carlos, sin embargo no sé como lo hice pero me contuve. Volví a las pantorrillas y cada vez acercaba mis manos más y más a su coño, lo notaba muy caliente, su vagina estaba ardiendo la tela estaba humedecida y con solo acercar mi mano ya notaba la humedad. Empecé a subir las manos por su culo y ella ni se inmutaba, volví a bajar al coño y metí nuevamente un dedo en esa caliente vagina. Estaba alucinando, le estaba tocando el coño a mi madre, la sentía mojada y empecé a meterle otro dedo despacio. Como un salido sin nombre que soy, metí mi nariz entre sus piernas para olerle el coño. Ya estaba fuera de mi, no tenía otra idea en mi cabeza que follarme a mi progenitora, ese cuerpazo tenía que disfrutarlo y el olor que desprendía su sexo me cautivaba, se notaba la excitación, así como la irritación y deformación de ambos orificios provocada por su amante no hacia ni veinte minutos en ese mismo lugar. Retire a un lado el bikini y seguí masturbándola suavemente, a pesar de que entraban con mucha facilidad.
Por primera vez salió de lo más profundo de su garganta sus primeras palabras.
Mama:” Uff pero que cabron eres, para estoy dolorida y cansada, venga por favor luego te lo compensare, además tu padre tiene que estar a punto de despertarse.
Yo obvie lo que mi madre me decía, me tumbé encima de ella, empecé a besarle la espalda, y fui bajando con mi lengua hasta su culo, cogí el tanga de su bikini por los laterales y se lo fui quitando lentamente, la visión era espectacular, ver salir ese hilillo de sus cachetes me excito más si cabe, cuando el tanga llego a sus rodillas, levanto un poco las piernas, saqué el bikini al completo, y metiendo mi cabeza entre sus piernas empecé a lamerle la vagina.
Mi lengua se movía de arriba a abajo, recogiendo y tragándome todos sus flujos vaginales y ella gemía en voz baja. Me quité mi bañador, mi polla salió como un resorte completamente congestionada y babeando y me volví a colocar encima de ella, colocando la punta de mi polla hasta la estrecha entrada de su coño y me deje caer sintiendo como la penetraba.
Lo hacía tan despacio que disfrutaba de cada momento, cada milímetro de penetración, cada exhalación de aliento. Ella comenzó a mover el culo, se notaba que quería más, estaba excitada por lo que empecé a follarla más rápido, tenía unas inmensas ganas de correrme sólo de ver su culo, moviéndose arriba y abajo, parecía poseída, era como si quiera acabar cuanto antes, y si seguía así estaba claro que conseguiría su objetivo.
La cogí del pelo, y tirándole hacia atrás empecé a follarla más fuerte, se levantó un poco poniéndose a cuatro patas, la penetración era más profunda más violenta, disfrutaba oyendo como cada vez sonaban más mis huevos al chocar contra su coño, y una especie de chapoteo se escuchaba a cada embestida. Yo estaba a punto hasta que mi madre en un susurro me avisaba de que se corría.
Los dos llegamos al orgasmo casi al mismo tiempo, sentí como las paredes de su vagina presionaban mi miembro mientras disparaba potentes chorros de semen en su interior. Me corrí dentro de ella como un toro. Al sacar mi polla de su coño, vi como caía mi semen por sus piernas.
Después de esto decidimos meternos en la piscina para limpiarnos, yo estaba completamente bañado en sudor, por lo que fue muy gratificante sentir el frescor del agua sobre mi piel, a la vez que podía sentir como mi cuerpo se relajaba.
Cuando mire a mi madre la vi que me miraba de forma picara, con una sonrisa preciosa, se la veía relajada y feliz, yo la cogí de la mano, la acerqué a mí y le di un beso en la boca mientras nuestros cuerpos volvían a fundirse, cuando estábamos así sentí como si alguien estuviese observándonos, por lo que abrí los ojos y justo donde había estado yo antes me pareció ver movimiento, pero no pude ver nada ni a nadie, un escalofrió recorrió todo mi cuerpo.
Tras esto salimos de la piscina, nos secamos nos recompusimos las ropas y entramos para casa, cuando subía para mi habitación salía mi padre de la suya, uff nos habíamos librado por los pelos, tenía cara de dormido y al verme con una sonrisa de oreja a oreja me dijo lo a gusto que había dormido y la falta que le hacía, y tras esto me pregunto que donde estaban los demás, a lo que yo le respondí que Carlos también se había echado un rato y mama estaba en la cocina, y rápidamente me metí en la habitación.
A eso de la media tarde sobre las 20,30 h estábamos todos por el salón, entonces Carlos nos comunico que ya era hora de irse, mi padre insistió en que se quedase hasta el domingo y así probaría una de sus famosas barbacoas, sin embargo Carlos insistió en que ya era hora de marcharse para casa, y que ahora éramos nosotros los que teníamos que devolverle la visita, mi madre le dio dos besos y le dijo que la próxima vez que fuera de compras a la ciudad le llamaría para tomar una cerveza, él le dijo que no tenia ningún problema en acompañarla, a lo que mi padre se sonrió y le dijo que a el no lo pillaban para eso.
Y cuando le toco despedirse de mí nos dimos un apretón de manos y Carlos me pregunto si seguía estudiando, yo le dije que acababa de terminar la carrera pero seguramente el año que viene haría un máster o prácticas así que me tocaba seguramente estar por allí, entonces el muy amablemente me dio su teléfono y me dijo que para lo que necesitase no dudase en llamarlo, yo le hice una perdida para que también tuviese mi numero y se marcho no sin antes insistir en que no pasase tanto tiempo sin vernos.
Cuando nos quedamos solos mi madre, mi padre y yo comentamos lo bien que lo habíamos pasado en la fiesta de cumpleaños, mi padre estaba como un niño con zapatos nuevos se lo veía feliz y contento, y sobre todo de haber coincidido con Carlos, me encantaba verlo así la verdad, pero si él lo había pasado bien que os voy a contar de cómo lo pasamos el resto, a mi madre también se la vea muy feliz aunque algo mas cansada, y gracias a dios mi padre no se entero de nada.
Después de cenar, nos fuimos en familia a ver la televisión, a pesar de ser sábado me quede en casa, no tenía ganas de salir por lo que nos hicimos unas palomitas y estuvimos viendo una peli, nada del otro mundo, mi padre no tardo mucho en quedarse dormido y se fue para la habitación.
Cuando paso un tiempo razonable para que mi padre se hubiese dormido, me pase al sofá en el que estaba mi madre, esta al verme las intenciones se sonrió y me comento que estaba cansada, yo hice caso omiso y comencé a sobarle un pecho comprobé que debajo de la camiseta no llevaba sujetador, pude sentir como su pezón se endurecía entre mis dedos, ella al sentir mis caricias cerró los ojos y se dejo hacer mientras una de sus manitas se posaba en uno de mis muslos, estábamos completamente a oscuras de no ser por la luz que salía del televisor, yo rápidamente al ver como mi madre accedía a mis sobeteos introduje una de mis manos en su vagina, esta al sentirla saco la pelvis un poco hacia afuera y abrió mas sus piernas permitiéndome jugar de manera mas cómoda con su hinchado botoncito, mientras le introducía primero un dedo y luego dos en su humedecido chochín.
La respiración de mi madre se aceleraba, seguía inmóvil con los ojos cerrados y la boca entreabierta, esa boquita de labios carnosos y apetecibles, mientras sus pechos se hinchaban al son de su respiración y sus pezones se endurecían y amenazaban con cortar el aire, me fije en ellos y pude ver algún moratón e incluso alguna marca provocado por algún mordisco más fuerte de lo normal y eso me hizo ponerme más bruto y con mi boca aprese uno de esos hinchados pezones para juguetear con mi lengua.
Sentía como mi madre se revolvía inquieta en el sofá, pero cuando descendí hasta su vagina y pase mi lengua de arriba abajo por sus labios vaginales para terminar en su clítoris y dedicarme a él en exclusividad mientras que aprovechaba a pellizcar esos duros pezones, mi madre comenzó a gemir, podía oler ese intenso aroma que desprendía su coño, y que cada vez estaba más humedecido por sus flujos, hasta que cogiéndome de los pelos y apresando mi cabeza contra su pelvis la sentí correrse de forma intensa, yo intentaba sorber todos sus jugos, darle todo el placer del que era posible, hasta que se quedo inmóvil con la respiración agitada y me soltó la cabeza, estaba claro que se había quedado muy relajada, sin embargo yo no iba a permitir que eso terminase ahí y seguía succionando ese botoncito de deseo, cada vez que le pasaba mi cálida lengua por encima sentía como mi madre le diese un calambre por todo su cuerpo y se retorcía de placer, me pedía que parase que no podía mas, sentía sus piernas aprisionar mi cabeza e intentaba que dejase de accionar ese botón que la estaba matando de placer.
Entonces ella en un movimiento rápido se salió del sillón puso sus manos en mis hombros y me pidió que me relajase que ahora era mi turno, yo me senté en el sofá y la deje hacer, ella cogió mis pantalones del pijama y los deslizo hacia abajo, para que me los pudiese quitar bien levante un momento el culo y los deslizo hasta mis tobillos, después de eso mi madre se arrodillo y se metió entre mis piernas quedándole mi polla completamente empalmada y desafiante a escasos centímetros de su cara, ella la contemplaba como embobada, mientras una de sus manos cogía el tallo de mi polla y la otra jugueteaba con mis pelotas, en un momento dado me miro fijamente y una bonita sonrisa ilumino su cara y su lengua comenzó a juguetear con mi glande, mientras su manita deslizaba hábilmente el pellejo de mi prepucio hacia abajo.
Esa lengua hacía estragos pasaba del glande al tallo, e incluso alguna vez se introducía uno de mis huevos en su boquita caliente y lo succionaba mientras me masturbaba dulcemente.
El placer que me estaba dando era indescriptible, no tardaría mucho si seguía con esa maestría, así que le pedí que parase, esta me miro con una sonrisa picara y paro, yo le dije que estaba a punto de correrme y quería follarmela, pero ella me dijo que estaba muy irritada que este fin de semana había sido intenso con ambos machos si no me importaba que siguiese chupando, a lo que con una sonrisa bobalicona le dije que sí pero con la condición de que se tragase como mi néctar.
Ella sin decir nada pero con una gran sonrisa reinicio su mamada con una intensidad inusitada, el placer que me estaba dando era indescriptible, ella estaba afanosa en su tarea, como si quisiera acabar cuanto antes, pasaba sus uñas por mis huevos o tripa y la sensación me encantaba, hasta que sentí como varios chorros de semen inundaban la boquita de mi madre, que al sentirlas paro un segundo para después continuar succionando, mi polla más concretamente el glande estaba muy sensible y que continuase en su empeño hacia que me provocase un placer indescriptible.
Cuando paro, me miro y abrió la boca, todo mi semen descansaba en su boca, con una sonrisa cerro la boca trago y la volvió abrir para demostrarme que se había tragado todo, mientras se relamía.
Tras esto nos quedamos un rato sentados en silencio disfrutando del calor de nuestros cuerpos, hasta que le pregunte que iba a pasar este verano, que iba hacer, ella se sonrió y me dijo que nada, disfrutar del verano y afrontar lo que venga de la mejor manera posible, pero ahora nos vamos a la cama que ya es tarde, y tras esto apago la televisión y nos fuimos para la cama.
Al llegar a mi habitación mire mi móvil había un mensaje, era de Carlos, me extraño que me mandase un mensaje, cuando lo abrí me quede helado.
Carlos:” ¿Desde cuando te follas a tu madre?”
No daba crédito a su pregunta, era evidente que nos había visto en la piscina, por culpa de nuestra imprudencia Carlos nos había descubierto, que pasaría por su cabeza, un sudor frio recorrió todo mi cuerpo, que iba a pasar a partir de ahora, que podía hacer, ¿debería decírselo a mi madre? esto no pintaba nada bien, esa noche no pude pegar ojo pensando que sucedería a partir de ahora, ¿qué pasaría si mi padre llegase a enterarse?, ya había bastante gente involucrada aunque gracias a dios ninguno era próximo a mi padre ni vivían en el pueblo.
Espero que les haya gustado y según sus votos y comentarios continuaremos con la quinta parte.
Se aceptan sugerencias.