Mi mejor amigo se folla a mi madre (3)
Continuan las experiencias entre mi madre y mi mejor amigo, aunque esta vez todo se complicara un poco.. o no.
MI MEJOR AMIGO SE FOLLA A MI MADRE (3)
Nuevamente estábamos a lunes primera hora de la mañana y me dirigía hacia la universidad, mi cabeza me daba mil vueltas, los exámenes finales estaban a la vuelta de la esquina, tan solo me quedaba poco más de un mes para terminar mi año académico y yo solo podía pensar en lo ocurrido entre mi mejor amigo y mi madre ese fin de semana.
No había pasado muy buena noche, casi no había pegado ojo, mis sentimientos se agolpaban en mi cabeza y me generaban cierta ansiedad, no entendía la actitud de mi colega ni como mi madre aceptaba entrar en ese juego, también me sentía fatal por ser parte de toda esa farsa, bien es cierto que me gustaba verlo y en lo más profundo de mi ser deseaba que pasara, todos los días uno no podía disfrutar de un cuerpo así desatado a los placeres carnales y el deseo, pero no era menos cierto que esa mujer de la que estábamos hablando era mi madre, no era una desconocida o una amiga, era la mujer de mi padre, una mujer casada que se estaba dejando llevar por la pasión tórrida y unas emociones que le provocaba un chaval mucho más joven que ella, un chaval de la misma edad que su hijo y que para colmo era su mejor amigo.
La situación no tenia buena pinta, y mi colega no parecía tener intención de dejarlo estar, no tenía muy claro cuáles eran sus intenciones y eso me enojaba, me sentía furioso con mi amigo, no por sus intenciones que también, sino mas por el hecho de no parecer contar conmigo para sus futuros planes, si el otro día no quería encontrármelo o verlo por lo incomodo de la situación, hoy era todo lo contrario, deseaba estar con él y hablar claramente que es lo que estaba pasando, que era eso de invitar a mi madre a una fiesta universitaria, con el riesgo que eso conllevaba o irse de vacaciones solos, a donde y porque proponérselo sin decirme nada.
El caso es que el lunes paso y no coincidí con Fernando, por la tarde cuando me puse a estudiar no había manera de centrarme en el estudio, no dejaba de visualizar todo lo que había pasado el fin de semana, no podía quitarme de la cabeza el cuerpo de mi madre, ni como bailaban esos pechos duros con sus pezones amenazantes o como Fernando llenaba sus entrañas con ese pedazo de carne, no se las veces que me masturbe durante el día, tenía claro que disfrutaba tanto o más que ellos, quería que pasara, deseaba que pasara, pero Fernando parecía tener otras ideas, por lo que decidí llamarlo a media tarde y lo invite a cenar como otros muchos días, como si no hubiese pasado nada, como un día normal, a fin de cuenta éramos amigos.
El me cogió el teléfono como siempre, no lo sentía diferente y me dijo en que 30 minutos se pasaría por casa, así pues tras colgarle me puse a hacer la cena para cuando llegase estuviese todo preparado.
Justo en el momento que terminaba llamaron al timbre era Fernando, le abrí y tras los saludos de rigor le dije que pusiera la mesa la cena estaba a punto.
Durante la cena estuvimos hablando de cosas triviales, nada importante, teníamos la televisión de fondo y estaban dando las noticias, yo no sabía muy bien cómo afrontar el tema, y el no parecía muy dispuesto a sacarlo.
Yo estaba un poco frustrado, me crispaba ver como se hacía el loco, como si no hubiese pasado nada, pero vaya si había pasado, me sentía violento, a fin de cuentas era yo el que lo había invitado, pero como sacarle el tema, tampoco quería que viese que deseaba que me viese ansioso, ni que disfrutaba con toda esta situación, ya que en verdad no puedo negar que lo disfrutaba pero no es menos cierto que después cuando estaba solo mi conciencia y los remordimientos me hacían sentir incomodo, triste e incluso frustrado, sabía que eso no estaba bien y no podía acabar bien.
Pero también sabía en mi fuero interno que mas tarde o más temprano iba a pasar, hiciese lo que hiciese, yo sabía que iba a pasar, y todo por mi culpa, yo lo lleve a mi casa, los presente y para más inri estoy convencido que lo motive cuando vio como me fastidiaba el hecho de que tontease con mi madre, pero también es cierto que actualmente Fernando tenia a mi madre bebiendo de su mano, iba a pasar con o sin mí, Fernando ya no me necesitaba para disfrutar de los placeres carnales con mi madre, pero si yo colaboraba esa situación sería más fácil y yo quería seguir viéndolo, necesitaba verlo no sé porque, era como una droga para mí, sabía que estaba mal y que no me traería nada bueno pero no podía dejar de consumirla.
No veía el momento ni la situación para abordarlo sin que resultase violento para ambas partes, estaba en mi mundo, obsesionado en cómo exponerlo o presentarlo a Fernando que ni siquiera me había dado cuenta que se había hecho un silencio incomodo entre nosotros.
Un silencio solo roto por Fernando que me pregunto que me pasaba, que estaba muy raro, ausente, si estaba así por los exámenes o me pasaba algo más, que se lo podía decir para algo éramos amigos.
Para mí esa fue la señal, el momento deseado, ya que sin dudarlo un segundo mire directamente a mi amigo, y le pregunte como podía comportarse así después de todo lo que había pasado ese fin de semana.
Fernando en un principio, no decía nada, como valorando cual era la mejor contestación, sopesando las consecuencias de sus palabras, pero rápidamente me contesto.
Me dijo que sabía que estaba molesto, que me entendía, y que no quería perderme como amigo, que yo era su mejor amigo y le fastidiaría perderme, pero tampoco quería dejarlo con mi madre, y para no hacerme daño pensaba que lo mejor era mantenerme fuera, sin saber cuándo ni que pasaba y así no sufriría.
Sus palabras me parecieron sinceras o al menos deseaba que fuera así, entonces yo le conteste, no sé porque pero mis palabras salían de muy dentro, con sentimiento.
Le comente que lo que me dolía era el hecho de que me sacase de la ecuación, que no contase conmigo, y sobre todo que quisiera exponer a mi madre aun a riesgo de que la gente se enterase y afectase a nuestra situación familiar.
Fernando con una sonrisa enigmática y un gesto serio, me pregunto si me gustaba mi madre como mujer, sorprendentemente yo le dije que sí, al mismo tiempo que contestaba un hormigueo recorría mi estomago, mi corazón se aceleraba y parecía a punto de desbocarse, mientras una calentura se apoderaba de mis mejillas, sentía la mirada de mi amigo como un puñal, me hacía sentir mal, sabía que ese pensamiento no era correcto, era mi progenitora, pero después de las fiestas y este último fin de semana mi percepción sobre mi madre había cambiado considerablemente.
El al verlo todo el mando de la conversación y me dijo que era normal, que mi madre estaba buenísima, era una mujer de bandera y no le extrañaba que me gustase, yo no dije nada, no me salía nada, entonces Fernando siguió.
Me decía que mi madre era una mujer todavía joven con ganas de disfrutar la vida, reprimida y frustrada en el apartado sexual, estaba convencido de que podía dar mucho juego, no quiero sustituir a tu padre, ni se me pasa por la cabeza, tan solo quiero cubrir una necesidad de tu madre, quiero jugar y disfrutar con ella, llevarla hasta sus límites, que goce y descubra su verdadera sexualidad, que se vea como yo la veo.
Si no te he incluido en mis planes es por ti, porque hay cosas que un hijo nunca debería saber de su madre, entiendo que te pueda incomodar ver a tu madre en ciertas situaciones, y es por eso por lo que no quería que lo supieses, ni pasaras por ellas.
Como ya te dije anteriormente si tu estas con nosotros nadie dudaría, todo el mundo pensaría que es una madre con su hijo y su mejor amigo, pero también debes entender que hay situaciones en las que tu madre se cohíbe por el simple hecho de que estés cerca.
Además si todo va bien me gustaría probar nuevas experiencias con tu madre, experiencias que te pueden incomodar, siempre desde el respeto ya que como te digo tanto a ti como a tu madre os aprecio y respeto y nunca le hare nada que no quiera o desee.
He de reconocer que el capullo tenia labia, aparte de atractivo estaba claro que sabía hablar y era convincente, no me extrañaba que al final todos hiciéramos lo que él quería, se le veía muy seguro de si mismo, no estaba acostumbrado a que le llevasen la contraria, y sabia darle la vuelta a la situación y llevarla a su terreno.
Aunque probablemente no le faltaba razón, no se iba salir con la suya tan fácilmente por lo que le respondí:
Me parece muy bien todo lo que dices pero una amistad tiene su fuerza en el principio de la confianza, y excluirme no es precisamente confianza lo que me demuestras, además vaya amigo me demuestras que eres, mientras no estabas seguro de tener a mi madre me utilizaste para conseguir tu objetivo y ahora que lo tienes te olvidas de mi, si ya veo lo buen amigo que eres ya.
El se excuso diciendo que si hacia esto era por mí, yo no lo deje terminar y le conteste que no pensara tanto por mí, si verdaderamente pensaba tanto en mi madre como en mi no veía el problema de seguir como estábamos hasta ahora.
Entonces Fernando haciéndome un gesto me mando callar, yo lo hice y me quede mirándolo fijamente y tras un breve silencio, me comento que si yo estaba de acuerdo y no me afectaba lo que pudiera ver o pasar, bajo mi responsabilidad, pero una vez que me decida no habrá vuelta atrás, lo tendría que pensar y valorar.
Yo rápidamente le conteste que ya estaba todo pensado y que siempre que mi madre acceda de buen grado yo quería saberlo y participar.
Fernando se sonrió, y me indico que por eso no había problema, y siempre seria mi madre la que pusiera los limites, pero quiero que tengas claro que a partir de ahora tu madre es una bomba sexual, no sé hasta dónde llegara pero está en un punto de no retorno y yo voy a hacer todo lo posible para potenciarlo, quiero que tu madre experimente y disfrute sin límites de ese cuerpazo que Dios le ha dado, quiero ver su lado más salvaje y sensual, hasta donde está dispuesta a llegar, así que no me respondas tan rápidamente piénsalo bien esta noche y mañana me dices, ahora es tarde así que me voy para casa que mañana tenemos clases.
El muy cabron me dejo ahí con un palmo de narices, por la noche ya en la cama no dejaba de darle vueltas a todo lo que me había dicho Fernando, el muy cabron daba por seguro que mi madre aceptaría todas sus condiciones, eso me enfurecía pero también me excitaba, y en ese momento venían a mi cabeza todas las imágenes de ambos durante el fin de semana, o lo que ocurrió en las fiestas y lógicamente mi polla acababa entre mis manos masturbándome como un poseso.
No dormí mucho esa noche, quería ver a Fernando cuanto antes, y así como el lunes no lo vi en todo el día el martes a primera hora ahí estaba, esperándome con una sonrisa triunfal, estaba claro que me conocía y estaba seguro de cual iba a ser mi respuesta, pero quería poner alguna condición.
Cuando llegue a mi asiento, que era el que estaba al lado de Fernando le dije que aceptaba sus condiciones, el sin dejar de sonreírse me pregunto si estaba seguro, yo le dije que sí, pero quería poner unas condiciones.
Le comente que quería que este mes me diese una tregua, no quería distracciones en los exámenes finales, necesitaba estar tranquilo, con la mente limpia, si aprobaba sería fácil convencer a mi madre para irnos de vacaciones, a fin de cuentas nosotros somos estudiantes y ella ama de casa, mientras que mi padre trabajaba y no nos podría acompañar, yo me encargaría de ese punto, y en cuanto a la fiesta universitaria no se que tienes en mente exactamente pero en lugar de hacerlo en esta déjalo para la ultima, después de los exámenes, si apruebo todo le será difícil negarme esas vacaciones, pero necesito que me dejes centrarme en los exámenes y eso no lo puedo hacer si se que ambos estáis preparando algo.
Después de esto Fernando tenía la cara iluminada y me tendió su mano en señal de aceptación, por lo que con un apretón de manos cerramos el acuerdo, ya no había marcha atrás, ahí estábamos los dos cara a cara cerrando un acuerdo totalmente surrealista.
Fernando: “Amigo” no sabes cómo nos lo vamos a pasar, tú te encargas de las vacaciones, y yo de la fiesta universitaria, así que ya sabes a por todas.
Reconozco que ese mes mi objetivo no fue otro que preparar mis asignaturas a conciencia, solo pensaba en el premio, y puse todos mis sentidos en los exámenes, Fernando me respeto y también se centro en los exámenes, cuando terminábamos de estudiar comentábamos lo bien que nos lo íbamos a pasar ese verano.
Yo cuando solo faltaba una semana para terminar los exámenes me fui al pueblo para no despistarme y centrarme en el estudio, aprovechando que las clases ya habían terminado.
Uno de los días en los que estaba comiendo a solas con mi madre, le comente que estaba harto de tanto estudiar, que necesitaba unas vacaciones, mi madre me pregunto si tenía alguna idea, yo le dije que solo estábamos Fernando y yo, y no teníamos un duro así que difícilmente podría irme a ningún sitio.
Mi madre no dijo nada, solo escuchaba, yo no me esperaba una callada por respuesta, estaba resultándome más difícil de lo que había pensado, no me estaba dando bola así que decidí ser más directo, y le pregunte si no le apetecía irse de vacaciones, el año pasado no fuimos a ninguna parte y visto lo visto este tampoco
Mi madre trato de excusarse diciéndome que no era posible, sabía que mi padre no tenía muchos días de vacaciones y en el bar cuando mas trabaja es en vacaciones, así que sería difícil, yo le propuse porqué no nos íbamos nosotros, el hecho de que trabaje papa no quiere decir que nos tengamos que quedar nosotros también castigados en casa.
Venga va si apruebo todas dime que nos iremos de vacaciones, venga por favor, mi madre ante mi insistencia me dijo que sí, que si aprobaba todas nos iríamos de vacaciones, me pregunto que si ya tenía algún sitio pensado, yo le dije que de eso me encargaba yo que no se preocupase, ella se sonrió y me dijo que no fuera muy caro y solo en el caso de que aprobase todo.
Perfecto el plan iba sobre ruedas, las vacaciones ya estaban acordadas solo quedaban dos cosas la primera aprobar los exámenes y la segunda ver dónde íbamos.
Por fin llegaron los exámenes y aunque con alguna asignatura me lleve algún susto, por la incertidumbre de no llegar a la nota suficiente para aprobarla, no es menos cierto que aprobé todas, Fernando estaba más pendiente de mis notas que de las suyas propias y conforme iba viendo como las aprobaba las celebraba como si fuesen las suyas.
Así pues una vez nos dieron el último resultado Fernando y yo lo celebramos como si hubiésemos terminado la carrera, nos fundimos en un abrazo y Fernando me indico que ahora lo primero era organizar la fiesta fin de año y las vacaciones, yo le dije que bajase la voz y nos fuimos a mi casa, teníamos muchas cosas que organizar.
Una vez en mi casa y tras exponer un poco como plantearlo para hacerlo todo posible y que mi madre accediese, decidí llamarla para decirle que había aprobado todas, mi madre se alegro mucho por mí, Fernando estaba a escasos centímetros de mi con una sonrisa de oreja a oreja y cuando oyó a mi madre felicitarme vi como se cogía el paquete, se mordía el labio a la vez que se le dibujaba en la cara una mueca de deseo y me hacía gestos obscenos, yo le indique por signos que no hiciera ruido, mientras le decía a mi madre que preparase las maletas que nos íbamos de vacaciones.
De repente el silencio se hizo en la otra línea, mi madre parecía dudar, por lo que rápidamente le dije que me lo había prometido y yo había cumplido, podía ver como Fernando estaba expectante, diría que preocupado ante ese silencio.
Pero rápidamente mi madre me dijo que si que no me preocupase que me lo había prometido pero que no sabía cuando ni a donde, entonces yo le dije que no se preocupase que de eso me encargaba yo como le había dicho, mi madre entonces me dijo que ojo con lo que miraba que no estaba la cosa muy boyante, yo rápidamente le dije que no se preocupase que miraría algo económico, que lo único que tenía que hacer era preparar la maleta.
Después de esto, mi madre iba ya haciendo sus planes para las vacaciones, pero quería ver su reacción cuando metiese a Fernando en la ecuación, por lo que la corte para preguntarle si no le importaba que se lo dijese a Fernando y que viniese con nosotros de vacaciones, ya que él este año según me había comentado se quedaba solo en la ciudad, y el coste sería más económico, ya que él se haría cargo de su parte.
Se volvió hacer el silencio en la línea, nos miramos Fernando y yo, ambos estábamos expectantes a la contestación de mi madre, esta me pregunto si no queríamos ir los dos solos, que no entendía que hacia ella con dos chavales jóvenes, les cortaría el royo, además a ti ¿no te incomodaría que este con vosotros?, yo para quitarle hierro le dije que no, las vacaciones eran en familia si ella iba a estar incomoda no le diría nada a Fernando, lo único que como se quedaba solo había pensado que querría venir, pero si tú no estás cómoda con nosotros dos pues nada no le digo nada y nos vamos tu y yo solos.
Entonces mi madre me dijo que no que a ella no le molestaba, y que estaba encantada de que su hijo quisiera ir todavía de vacaciones con su madre, siempre que a tu amigo o a ti no os molesta que vaya con vosotros perfecto, además quieras que no ya me había echo a la idea de irnos este año de vacaciones.
Yo le dije a mi madre como quitándole hierro al asunto que a lo mejor cuando se lo diga a Fernando es el que no quiere venir con nosotros o no puede, mientras decía esto miraba a Fernando y este con una sonrisa de oreja a oreja me levantaba los dos pulgares en señal de aprobación, y tras hablar de alguna cosa más sin importancia colgamos.
Una vez colgué, Fernando lo celebro por todo lo alto el hecho de que mi madre aceptase venir de vacaciones con nosotros, estaba eufórico, extasiado, su cabeza iba a mil no dejaba de decir todo lo que le iba hacer lo que lo íbamos a disfrutar, yo me reía como un tonto, pero en el fondo también estaba muy excitado, aun nos quedaba mucho por hacer.
Después de darle muchas vueltas a todo, decidimos que lo mejor sería irnos cuanto antes, ya que no quería darle la oportunidad a mi madre de que en frio lo pensase mejor, más teniendo en cuenta los antecedentes anteriores con Fernando y que se echara atrás.
Así pues decidimos que todo tenía que ser seguido, la fiesta universitaria y las vacaciones por lo que teníamos semana y media para organizarlo, estábamos tan excitados y alterados por el tema que nos dieron altas horas de la noche hasta que ya por fin teníamos todo preparado y cerrado, si todo salía bien la semana que viene podría ser la mejor semana de nuestras vidas.
Así pues como lo habíamos organizado, yo me fui para el pueblo, había que preparar las maletas y descansar bien ya que en los próximos días no tendríamos ocasión de hacerlo.
A mi madre se la veía muy ilusionada con estas vacaciones, sin embargo mi padre parecía más molesto ya que toda la semana estuvo de morros y recordándonos que mientras él trabajaba como un mulo otros se iban de vacaciones a gastarse el dinero que no teníamos, sin embargo a mi madre esos arrebatos de mi padre le parecían hacer gracia e incluso lo vacilaba lo que hacía que mi padre se encendiese más si cabe.
Por fin llegamos al viernes por la mañana, teníamos todo preparado, mi madre estaba muy nerviosa, preparando todo, comprobando que no se dejaba nada, que tenía todo preparado, y después de comer cogimos el coche y fuimos para mi piso en la ciudad, la idea era hacer noche en el piso y salir temprano para aprovechar el día y así recoger a Fernando.
Ya en el coche le dije que Fernando me estaba comentando que era la fiesta universitaria, ella me miro y me dijo que no tendríamos pensado en salir ya que si no perderíamos el día del sábado, ya que no nos levantaríamos pronto al día siguiente, yo le hice pucheros y le comente que era la última fiesta del año, todo el mundo saldría y en el caso de que nos pasásemos de la raya ella podría conducir mientras nosotros nos echamos una cabezadita en el coche.
Ella comenzó a protestar, y me comento que teníamos mucho morro y que queríamos todo, y no siempre se podía tener todo, estaba claro que no le parecía bien ni estaba de acuerdo, yo me sonreí y le pregunte si se animaría a ir a la fiesta, vi como se ruborizaba y se sonreía, pero me dijo que no, que pintaba ella con todo críos.
Yo proteste, le piropee un poco y le dije que no era tan mayor, que se conservaba muy bien y que ya le gustarían a muchas de mi edad conservarse tan bien, y que no lo pasarías mal con los críos.
El caso es que llegamos al piso, se la veía feliz, mientras ella buscaba un sitio para aparcar yo subí las maletas y avise a Fernando de que habíamos llegado, el plan estaba en marcha
Después de la cena me duche y me cambie, insistí a mi madre por si se animaba a venir a la fiesta, ella con una sonrisa denegó mi invitación y me dijo que me lo pasara muy bien pero con cabeza, que mañana nos iríamos pronto a la playa.
Tras despedirme de mi madre baje camine un par de manzanas y en un parque cercano espere a Fernando como habíamos quedado, allí Fernando me dijo que todo estaba preparado, yo estaba alucinado por la seguridad que trasmitía mi amigo, dudaba que mi madre saldría de casa después de lo que habíamos hablado antes de salir, pero como siempre Fernando iba por delante, me enseño el móvil y vi como había estado hablando con mi madre para salir de fiesta juntos, y lo más sorprendente es que mi madre había aceptado, yo estaba de una pieza Fernando había estado hablando a mis espaldas con mi madre y eso me molesto, aunque más me molesto que mi madre me mintiese con esa facilidad en mi propia cara con toda la naturalidad del mundo y no me hubiese dado cuenta, que ingenuo había sido, pero cuando fui a protestar Fernando me interrumpió contándome todo el plan, y a decir verdad no había dejado cabo suelto, lo más difícil ya lo había conseguido y era que mi madre se animase a ir de fiesta.
Tras esto Fernando fue a buscar a mi madre, me indico que si quería que todo saliese bien lo mejor sería que tuviese mucho cuidado y que mi madre no me viese ya que si no todo el plan se iría al traste.
Yo seguí a mi amigo a bastante distancia, me sentía muy nervioso y excitado, me quede en una esquina a bastante distancia pero con una vista inmejorable del portal de mi casa, Fernando subió y al cabo de 10-15 minutos bajaron, mi madre estaba preciosa, llevaba un vestido azul ceñido al cuerpo que no dejaba mucho a la imaginación, como si fuera una segunda piel se amoldaba a todas y cada una de las curvas de mi madre, verla así hizo que mi polla se empalmase de un golpe, pedía salir a gritos del pantalón, Fernando le dio su brazo a lo que mi madre se agarro a él con fuerza y se fueron a la zona de fiesta, yo los seguí a cierta distancia, los veía felices, reconozco que hacían una bonita pareja.
Pude ver como varias veces mi amigo echaba la vista atrás como buscándome, y una vez me encontraba podía ver como el capullo magreaba el culo de mi madre a su gusto y sin que esta le molestase.
No se cruzaron con mucha gente, pero los tres o cuatro hombres que se cruzaron giraron la cabeza para contemplar a mi madre, estaba claro que era el objetivo de todas las miradas, y ella lo sabía y a tenor de sus movimientos estaba claro que le gustaba sentirse observada.
Cuando llegaron a la zona de fiesta, ya había bastante gente afectada, ya que la fiesta había sido durante todo el día, pero aun así cuando mi madre pasaba por delante de ellos, todos se giraban para observarla y alguno le echaba algún piropo o improperio que mi madre les correspondía con la mejor de sus sonrisas.
Fernando se le veía orgulloso, a fin de cuentas era el macho alfa, el hombre que tenía en el brazo a la mujer más bonita de la zona.
Entraron en un bar al que íbamos muy a menudo, el bar era genial para nuestros planes, ya que tenía varias salas todas comunicadas entre sí con varios pilares, muchos cristales y poca luz, por lo que según donde se colocasen yo podría verlo todo sin ser visto.
El bar estaba hasta arriba, por lo que Fernando se apretó bien a mi madre, esta al sentirlo se volvió hacia él y le sonrió de forma lasciva, no había dudas de que mi colega estaba empalmado y mi madre lo había sentido.
Así fueron hasta la barra, se los veía muy felices, no dejaban de hablar y reír, varios chavales algo borrachos y animados fueron haciendo un corro a Fernando y mi madre, estos no parecían darse cuenta, solo tenían ojos el uno para el otro, sin embargo los chavales cada vez se envalentonaban mas y buscaban un pequeño roce una mirada furtiva, y comentaban entre ellos de lo buena que estaba, pero mi madre no reaccionaba solo tenía ojos para mi amigo, este mientras tanto no perdía el tiempo y le pedía chupitos de tequila, mi madre no se daba cuenta pero mientras ella se los bebía Fernando disimuladamente los tiraba.
Estuvieron un buen rato en el bar, ya llevaban varios chupitos y comenzaron a bailar, los chavales que estaban observando todo lo que estaba pasando, se habían acercado un poco mas y daban conversación a Fernando mientras algún valiente se animaba a bailar con mi madre, y la invitaban a chupitos.
Fernando me busco varias veces, hasta que me encontró, nuestras miradas se cruzaron, me sonrió y cogió a mi madre por la cintura, ella en ese momento estaba tomándose un chupito con un chaval bastante atractivo, y en un principio se sorprendió por ese movimiento brusco pero al ver que era Fernando se pego bien a él y comenzaron a bailar, ambos estaban mirando hacia mí, podía ver como mi madre cerraba los ojos y movía las caderas de forma sensual al ritmo de la música, Fernando aprovechaba para subir sus manos por la cintura de ella, lentamente, hasta llegar al nacimiento de sus pechos y comenzar a sobarlos suavemente, mi madre al sentir esos tocamientos se giro y le echo las manos a Fernando por encima de sus hombros buscando apasionadamente su boca, los chavales al igual que yo no perdíamos detalle, ellos por su parte seguían con su baile como si no hubiese nadie más, pero Fernando aprovecho que mi madre recostó su cabeza en uno de sus hombros para mirándome fijamente comenzó a sobarle el culo con ambas manos, sin ningún cuidado, los chavales los miraban se reían y comentaban lo buena que estaba, Fernando me miraba fijamente, yo estaba muy incomodo no sabía qué hacer, pero tampoco podía dejar de mirarlos
Fernando con maestría subía el vestido de mi madre de forma que se vieran esos glúteos fuertes y duros moverse al son de la música, yo estaba cardiaco perdido viendo toda la escena, Fernando se sonreía, mi madre no hacía nada por parar eso, acaso no se daba cuenta que estaba enseñándole el culo a medio bar.
Al cabo de un rato, mi madre se separo de Fernando se recompuso el vestido, algo le comento para después marcharse en dirección a los aseos, entonces Fernando me aviso de que en breves se marcharían, yo sabía a dónde iban, por lo que cambie de sitio para que no me vieran al salir, cuando mi madre llego del baño, se marcharon del bar, podía ver la cara de decepción de los chavales al ver como esa pareja que tan buen espectáculo les estaba dando se marchaba del bar.
Nuevamente les seguí a cierta distancia, mi madre ya no iba tan tiesa y parecía que le costaba mantenerse erguida en esos tacones infinitos que llevaba puestos, de no ser por el apoyo de Fernando no sé si podría andar correctamente, se la veía bastante afectada, el tequila estaba haciendo su función.
Los veía como hablaban y reían de forma risueña y animada, cada dos metros se paraban para magrearse y besarse como dos jóvenes enamorados, me daba envidia ver la facilidad de mi amigo con las mujeres, y más especialmente con mi madre.
Tras un buen rato llegaron al destino, era el chalet de un amigo, en el que siempre terminábamos las fiestas, debido a que estaba algo alejado no había problemas con vecinos ni horarios de cierre, a esas horas ya había bastante gente por el chalet, lógicamente todos compañeros de universidad, había varios bastante perjudicados en el jardín, otros en pleno apogeo bailando y con vasos de alcohol en la mano, sin embargo Fernando entro directo en la casa, yo fui detrás, este era el momento más crítico mi madre no podía verme allí sino se iría todo al traste.
Los vi a lo lejos, estaban hablando con el dueño del chalet un muy buen amigo de Fernando aunque sinceramente a mi no me caía nada bien, pero en fin el chalet en días de fiesta nos daba la vida así que de vez en cuando había que reírle las gracias.
Me acerque hasta que estuve lo bastante cerca de ellos para poder oír lo que decían sin ser visto.
En ese momento Fernando estaba presentando a mi madre, el colega la adulo con varios piropos que se veía que agradaban a mi madre, pronto varios amigos revolotearon cerca de la pareja, estaba claro que mi madre estaba causando furor y curiosidad, en nada 10 o 12 amigos estaban sobre mi madre, la conversación estaba siendo trivial, pero en un momento dado, Fernando hizo un aparte con el dueño del chalet aprovechando que mi madre estaba entretenida con varios amigos que no perdían ocasión en invitarla a beber y conocerla.
Entonces pude oír como Fernando le preguntaba si estaba la habitación preparada, el dueño asintió y le dijo la suerte que tenia de conocer semejante hembra, que de donde las sacaba, Fernando reía, le pregunto si me había visto, a lo que el dueño dijo que no.
Fernando fue a por mi madre, que por aquel entonces estaba absorbida por varios hombres que disimuladamente buscaban tocarla, manosearla, ella parecía no darse cuenta o si se daba cuenta parecía no importarle.
Fernando subió a la primera planta y todos miraban fijamente como mi madre se marchaba con Fernando a la planta de arriba, algunos giraban la cabeza para intentar ver la entrepierna de mi madre mientras otros parecían mirar con cierta envidia a Fernando, el caso es que mi madre acaparaba todas las miradas de los allí presentes.
Una vez se oyó la puerta del dormitorio, el grupo de chavales allí congregado pareció disolverse, pero pude ver como el dueño del local le decía algo a un par de amigos, no lo entendí muy bien, pero según oían lo que les decía el dueño pude ver como se excitaban y se reían de forma nerviosa, el dueño hizo la señal de silencio y subieron despacito hacia arriba, justo por el mismo que camino que hace un momento tomaron Fernando y mi madre, yo los seguí, vi como entraban a una habitación pequeñita, al entrar yo el dueño se volvió y me pregunto qué hacía allí, yo le dije que estaba buscando a Fernando, entonces el casi susurrando me dijo que lo siguiera pero que no hiciera ruido que en breves lo iba a ver.
Entramos a un baño, y apago la luz, para mi sorpresa ese baño era compartido por las dos habitaciones y al abrir la otra puerta pude ver como ante mi había una cama enorme en el centro de la habitación y en ella se podía ver a dos personas, no había duda eran Fernando y mi madre, la luz que entraba por la ventana nos permitía verlo todo con claridad, sin que ellos nos pudiesen ver ya que estábamos en lado más oscuro de la habitación y no se percataron de que estábamos allí.
No daba crédito ahí estaba mi madre comiéndole la polla a mi mejor amigo mientras a sus espaldas estaba su hijo y tres capullos mas sin perder detalle.
Fernando animaba a mi madre, la felicitaba por su maestría, mientras se veía como la cabeza de mi madre subía y bajaba cada vez más rápido.
No tardamos mucho los ahí presentes en tener nuestras pollas en la mano y comenzar a masturbarnos de forma frenética, algo debió de sentir Fernando ya que pareció levantar la cabeza y mirar hacia donde estábamos nosotros, automáticamente y por miedo a ser descubiertos dejamos de masturbarnos
Pensábamos que Fernando no nos había visto, ya que continuo con lo que estaba haciendo, al tiempo, cambio de posición a mi madre dejándola nuevamente de espaldas a nosotros y pidió que se masturbara para él, mi madre se sonrió mientras obedecía, pero Fernando estaba en otra cosa, estaba buscando algo en el bolsillo de sus pantalones, mientras mi madre estaba delante de mi amigo, con las piernas bien abiertas masturbándose de forma lenta, provocando a Fernando y a nosotros, Fernando cuando encontró lo que buscaba se incorporo llevaba el puño cerrado, no pude ver lo que era, se coloco detrás de mi madre, era un pañuelo y se lo estaba colocando, al sentirlo, se sonrió y le comento lo morboso y voyeur que era, Fernando sin hacer caso a lo que le decía mi madre, le coloco el pañuelo en los ojos, y en un susurro le dijo a mi madre que ya sabía lo que le gustaba jugar a eso.
Cuando se aseguro de que mi madre no veía nada, cogió su móvil y le indico que iba a poner algo de música ya que quería que bailase y se tocase para él, una vez puso una canción latina encendió una luz tenue pero suficiente para que la sala se alumbrara sacándonos de nuestro escondite, nos quedamos petrificados, pero Fernando tenía un dedo en su boca en señal de silencio, aunque pude ver en su rostro la sorpresa de encontrase a tanta gente, ahora podíamos ver a mi madre completamente desnuda con un pañuelo en los ojos y moviendo sus caderas de forma sensual, mientras nosotros estábamos con las pollas en nuestras manos.
He de reconocer que ver a mi madre así me ponía muy burro, quería cogerla echarla en la cama y follarla de forma brusca y violenta, mire a mis compañeros ninguno parpadeaba todos estábamos clavando nuestras miradas en el cuerpo de mi madre, en el contoneo que parecía tenernos hechizados, Fernando se había sentado en la cama lo estaba disfrutando, tras la sorpresa inicial de ver a tanta gente, se le veía una cara de superioridad y de triunfo, estaba en su papel de macho alfa, demostrándonos quien mandaba.
Mi madre lo estaba dando todo, se movía maravillosamente bien, cada vez se tocaba de forma más exagerada y podíamos oír algún que otro gemido, estaba centrada en su disfrute, hasta que Fernando decidió tomar las riendas de la situación y demostrándonos a todos los presentes la autoridad que ejercía sobre ella la cogió de los pelos y se la llevo hasta el ventanal, donde colocándose detrás de ella la penetro de forma violenta, mientras tiraba del pelo de mi madre, no me lo podía creer esa ventana daba al jardín donde estaba la fiesta si a alguien se le ocurría mirar hacia arriba vería como mi colega se estaba follando a mi madre, estaba convencido de ahora mismo no seriamos los únicos espectadores.
Fernando incrementaba el ritmo, las envestidas eran frenéticas, era evidente que la situación lo excitaba sobremanera, mi madre tenía ambas manos apoyadas en el cristal, no sé cómo aguantaban, los que estábamos allí presenciando la escena nos fuimos corriendo, hasta que Fernando bramando avisaba a mi madre que se corría, y sin sacarla inundo las entrañas de mi madre.
Nosotros viendo que estaba a punto de terminar el espectáculo salimos silenciosamente y de uno en uno por el mismo lugar que habíamos entrado, ya fuera mis compañeros estaban alucinando, flipando con lo que acababan de presenciar y envidiando la suerte que tenia Fernando de haber conocido a semejante mujer.
Yo no decía nada, y poco a poco me fui de allí, no quería que mi madre me viese al salir, por lo que me camufle entre la gente que había en el jardín aun de fiesta, al llegar allí intuitivamente mire hacia arriba buscando la ventana donde Fernando había empotrado a mi madre, y un colega me dijo que ya no estaba que llegaba tarde, yo me volví, conocía de vista al que me estaba hablando, este me dijo que la pava de las tetas grandes ya se había marchado, yo me sonríe y maldije mi mala suerte por habérmelo perdido, pero el rápidamente saco su móvil y me dijo que no me preocupase que lo había grabado y me lo enseño, ahí estaba mi madre con los pechos y cara contra el cristal mientras su amante la bombeaba con todas sus fuerzas, mientras me lo enseñaba el chaval no dejaba de alabar los pechos de mi madre y la suerte que tenía el cabron que se la estaba follando.
Justo cuando termino el video los vi salir, me despedí del colega agradeciéndole que me enseñara el video y me fui detrás de ellos a una distancia prudencial para no ser visto, hasta que llegaron a casa, durante el camino iban hablando distendidamente, una vez llegaron al portal vi que entraban juntos y al cabo de 10 minutos vi salir nuevamente a Fernando esta vez el solo, me mando un mensaje y salí de la calle en la que estaba, nos encontramos, estaba muy subidito, se le veía feliz y me hablaba de forma condescendiente, se despidió indicándome que subiera a casa y que mañana a las 8 pasáramos a buscarle.
Al día siguiente cuando sonó el despertador, me levante como un rayo, a pesar de que me había metido tarde y apenas había dormido la excitación y la adrenalina me hacían estar despierto y animado, fui a la habitación de mi madre, se la veía muy a gusto durmiendo, me acerque le di un beso y le susurre que se levantara que nos íbamos de vacaciones, le encendí la luz, a lo que protesto y me fui a la cocina para preparar el desayuno.
A las ocho tal y como habíamos quedado estábamos en la puerta de la casa de mi colega y ahí estaba el esperándonos con una gran sonrisa, nuestras ansiadas vacaciones estaban a punto de comenzar.
En un par de horas estábamos en nuestro destino, un pequeño pueblo de la costa valenciana, cerca de la albufera y a escasos quilómetros de valencia, era el lugar ideal para nuestros planes, no tuvimos mucho problema en encontrar el apartamento que habíamos alquilado y aparcar el vehículo.
El sitio era fantástico, recogimos las llaves dejamos las cosas en el apartamento y después de un rápido vistazo nos pusimos el bañador y nos bajamos a la playa, ya que el día acompañaba, Fernando y yo fuimos por delante y esperamos a mi madre abajo en la zona comunitaria donde había un chiringuito y una piscina bastante grande con zonas ajardinadas.
Mientras bajaba mi madre, ambos estábamos extasiados, Fernando no paraba de comentarme lo bien que lo íbamos a pasar y que a mi madre no le iba a faltar de nada, yo le pregunte como lo tenía pensado hacer, el se sonrió y me dijo que sobre la marcha pero que aquí no nos conoce nadie, lo único que yo le tenía que dejar algo de espacio.
Justo en ese momento apareció mi madre, estaba descomunal, ambos nos quedamos embobados viendo el escultural cuerpo de mi madre, como se movía, se sabía el centro de todas las miradas y parecía recrearse, cuando llego a nuestra altura fuimos a su encuentro y nos dirigimos a la playa, una playa larga con un agua azul cristalina y una arena blanca y fina, había un paseo con carril para bicicletas y una pasarela para cruzar las dunas que había justo antes de llegar a la playa, el sitio era precioso, no había grandes aglomeraciones para la fecha en la que estábamos, así que avanzamos un poco y pusimos las toallas para irnos Fernando y yo a dar un chapuzón, mientras mi madre mas tranquilamente se quedaba en las toallas echándose un poco de crema y recogiendo las ropas que nos habíamos quitado.
Al cabo de un rato, salimos del agua, y fuimos a las toallas, allí estaba mi madre boca arriba tostándose como un lagarto bajo un sol abrasador, Fernando se echo encima de mi madre, que al sentir la humedad de este se sobresalto y lo aparto de malas maneras.
Fernando y yo nos reíamos, mientras mi madre al darse cuenta de que éramos nosotros también se sonrió.
Mi madre aprovecho para ir al agua a refrescarse un poco mientras nosotros nos secábamos en las toallas, podíamos ver como mi madre se metía poco a poco en el agua producto de la impresión y tras mojarse lo justo volvió a la toalla, uff que visión mas hermosa, mi madre chorreando agua, venia rapidito hacia la toalla por lo que sus pechos se bamboleaban y sus pechos puntiagudos parecían pedir a gritos que los liberasen, ahí estábamos Fernando y yo contemplando como una mujer con un cuerpazo descomunal venia hacia nosotros con la mejor de sus sonrisas, cuando vino se coloco bien la toalla dándonos la espalda y permitiéndonos contemplar un culo redondito, se le había introducido la tela del bikini en su culo por lo que prácticamente podíamos contemplar sus glúteos duros al descubierto, mi polla empezaba a reaccionar, pero cuando esta se agacho y se tumbo en su toalla pude ver como los labios vaginales de mi madre estaban marcándose en la braga, ya en la toalla al sacarse la braga del culo por un segundo pude ver ese hermoso y deseado chochito, uff fue un segundo, pero fue maravilloso.
Fernando y yo nos miramos, estábamos alucinados, Fernando tenía la cara desencajada, se frotaba el paquete por encima del bañador y ponía caras obscenas, yo reía de forma bobalicona, pero rápidamente miraba otra vez la entrepierna de mi madre, ya que podíamos ver sin ningún problema como se marcaban esos labios vaginales, ahí estábamos dos adolescentes con las neuronas alteradas contemplando el cuerpo de mi madre, un cuerpo hecho para el deseo y el placer.
No sé si mi madre lo hizo de forma inconsciente o con toda la intención del mundo pero en esos momentos sino fuera mi madre me hubiese abalanzado sobre ella como un toro furioso y me la hubiese follado ahí mismo, no sé cómo podía contenerse Fernando.
En esas estaba cuando Fernando le pregunto a mi madre si le apetecía dar un paseo por la playa, a lo que mi madre se giro hacia él y le dijo que perfecto, un paseo antes de ir a comer estaría genial, yo quise acompañarlos pero efectivamente alguien se tenía que quedar en las toallas para que no nos robaran así que me toco a mí.
Los vi como se alejaban, iban hablando y riéndose, se los veía a gusto y eso me hacía sentir una punzada de celos, me fastidiaba no ser yo el que la acompañase, sabía que posiblemente algo pasaría, estaba furioso y empalmado, los seguí hasta donde me permitía la vista, cuando deje de verlos un montón de ideas se agolparon en mi cabeza, los imaginaba follando como locos, disfrutando de sus cuerpos, y lo que más me fastidiaba era no poder verlo, no sé lo que me estaba pasando, sentía como una especie de taquicardia, me sentía fuera de mi, no podía pensar en otra cosa ni relajarme, las imágenes me venían a mi cabeza solas.
Tardaron un buen rato en venir, yo me estaba poniendo malo y el sol que caía aplomo sobre mi cabeza no ayudaba, estuve tentado de coger las cosas y marcharme pero aguante como un campeón, hasta que por fin los vi venir, ahí estaban igual que se fueron, Fernando hablaba y mi madre le escuchaba como si lo que le estuvieran contando fuera lo más interesante que hubiese oído nunca, sonriente expectante y lo que más me alucino es que venían cogidos de la mano, como si fueran una pareja feliz, en que estaba pensando mi madre, tampoco llegaba a entender la actitud de mi madre, joder su hijo estaba delante suya e iba cogida de la mano de su mejor amigo.
A una distancia prudencial vi como se separaban yo cerré los ojos como si estuviese dormido, cuando llegaron a mi altura mi madre miro el reloj y al ver la hora nos dijo de ir al apartamento ya que era bastante tarde y había que comprar y hacer la comida.
Así pues a lo que íbamos al apartamento había un supermercado pequeño, y entramos a comprar, mi madre y Fernando se fueron por un pasillo y yo por otro la idea era comprar rápido, sin embargo algo en mi cabeza no dejaba de decirme que estos dos tenían otras intenciones, así que decidí buscarlos, y efectivamente los encontré a dos pasillos de distancia en el más alejado de todos al fondo con los productos de limpieza, la mano de mi amigo se perdía entre el pareo de mi madre, seguramente sobándole su entrepierna, mientras ella le comía la boca, era alucinante no les importaba una mierda que yo pudiera pillarles era alucinante, menos mal que mi madre pareció tener un poco de cabeza y se aparto de mi amigo apremiándole a realizar la compra y que su hijo, ósea yo estaba cerca y podía pillarles.
Yo me fui corriendo de allí, cogí unos yogures y algo de pan y dando voces para que me oyesen les pregunte donde estaban, son juntamos compramos todo lo que nos faltaba y fuimos para el apartamento.
Cuando llegamos allí metimos todo en la nevera, mi madre mientras tanto preparaba unos espaguetis a la carbonara para comer, Fernando no perdía ocasión y con la escusa de buscar o dejar algo se rozaba con mi madre, que al sentirlo se reía, se podía sentir la tensión sexual del momento, ambos se buscaban con la mirada. Una sonrisita por aquí una miradita por allá, poco o nada les importaba el que yo estuviese allí, es mas pasaba completamente desapercibido para ellos, era alucinante estaban tonteando delante de mis narices, no me lo podía creer, esto se nos estaba escapando de las manos.
Después de comer les dije que me iba a tumbar un poco aunque dudo que me oyesen ya que ellos seguían a lo suyo, me levante y me fui a mi habitación, la verdad es que fue tocar la cama y quedarme profundamente dormido, cuando me desperté estaba empapado en sudor, parecía que había dormido varias horas pero cuando mire el reloj tan solo habían pasado 20 minutos, iba a salir al baño cuando me di cuenta que en el apartamento no se oía ningún ruido, por lo que no me puse las zapatillas para no hacer ruido, que estarían haciendo la parejita, en el salón no se les veía, fui despacio a la habitación en la que debía estar mi madre y no había nadie, así que me dirigí a la de mi amigo era el único sitio que quedaba, sin embargo mi sorpresa fue mayúscula cuando al mirar en el interior vi que tampoco había nadie, estaba solo en el apartamento, a donde habían ido, y porque no me habían dicho nada.
Salí a la terraza hacia un calor abrasador, donde se abrían ido, las vistas eran maravillosas ahí por la noche se tenía que estar genial y al mirar hacia abajo los vi, se habían bajado a la piscina, ahora mismo estaban en el agua, estaban solos no había nadie y no me extraña porque el calor a esa hora pegaba a pleno, me retire un poco para que no me viesen en el caso de que mirasen para arriba y cuando me fije un poco más detenidamente vi como mi madre estaba apoyada en el borde de la piscina dándole la espalda a mi amigo, que estaba muy pegado a ella, desde donde estaba podía ver como mi amigo se movía rítmicamente, no había duda estaba penetrando a mi madre, mire a mi alrededor, no había nadie, era el único espectador, lo que en un principio era un leve movimiento comenzó a ser mas exagerado, parecía no importarles que pudieran ser descubiertos, mi madre se giro para colocarse cara a cara con mi amigo, vi como entrelazaba sus piernas a la cadera de este y echaba sus manos sobre el cuello para comerle la boca y evitar gritar, mientras este no dejaba de embestir cada vez con más fuerza, casi podía oír el chapoteo del agua desde donde me encontraba, volví a mirar a mi alrededor y ahora sí que vi como un par de personas más se habían sumado al espectáculo, incluso uno de ellos a juzgar por su movimiento parecía estar masturbándose con lo que estaba viendo.
Al cabo de un rato Fernando dejo de embestir, se quedaron un rato inmóviles, besándose de forma apasionada hasta que se separaron, cuando los vi salir de la piscina decidí dar por terminado el espectáculo y me metí nuevamente en mi habitación, no pasarían ni diez minutos cuando los oí entrar en el apartamento, entre risitas oí como Fernando le dijo a mi madre que ahora una siestecita que hoy era sábado y saldríamos un rato.
Me costó dormirme un rato, pero al final acabe durmiéndome nuevamente, cuando volví a despertar ya no había casi luz natural, mire el despertador eran casi las nueve, la parejita seguía durmiendo felizmente cada uno en su habitación, por lo que me fui a duchar, cuando salí de la ducha Fernando ya estaba levantado, me acerque a su habitación y al verme se le ilumino la cara y me pregunto dónde estaba mi madre, yo le dije que seguía dormida en su habitación, entonces el comenzó a hacer gestos obscenos mientras me indicaba lo que había disfrutado con mi madre en el día de hoy, que lo estaba dejando seco, que si era insaciable, me comento como me imaginaba que en la playa se fueron a un apartado y que cuando estaban follando cree que alguien los estaba observando, pero no estaba seguro ya que no vio a nadie, sin embargo el estar en un sitio público y pensar que estaba siendo observado lo había puesto como las motos y a mi madre también pareció gustarle ya que hoy por la tarde también lo habían hecho en la piscina, yo no decía nada, Fernando estaba fuera de sí, y mientras me contaba todo lo que habían hecho y donde lo habían hecho vi que sacaba su mochila, saco una bolsa vi que miraba hacia el pasillo, como verificando que mi madre no nos veía u oía y me enseño un montón de cosas que traía, cuando eche un vistazo a esa bolsa me quede petrificado, había de todo, esposas, pinzas, lubricantes, un consolador pequeño tipo huevo, rápidamente la cerro y con una sonrisa me confirmo que eran para mi madre, yo no daba crédito, no imaginaba a mi madre con todo eso, pero también es cierto que hasta hace poco tampoco pensé que sería infiel o estuviese con otro hombre mucho más joven que ella pero en fin, lo cierto es que no dejaban de sorprenderme ninguno de los dos.
Justo cuando recogía la bolsa con los juguetes oímos a mi madre preguntar si estábamos despiertos mientras aparecía por la puerta de la habitación.
Fernando miro el reloj y nos apremio para movernos ya que era sábado y había que salir de fiesta.
Al estar yo duchado prepare la cena mientras ellos se preparaban, la cena fue sencilla una tortilla de patata, al final entre unas cosas y otras cuando terminamos de cenar ya eran casi las once por lo que cada uno nos metimos en nuestra habitación para cambiarnos, lógicamente Fernando y yo nos cambiamos rápido y como hicimos por la mañana bajamos a la zona comunitaria, en el chiringuito había bastante gente, nos pedimos unas cervezas y le pregunte a Fernando que plan tenia para esta noche, a lo que me indico que hoy no era día de grandes cosas, yo le dije que era sábado y que pensaba que hoy sería el día grande, Fernando se sonrió y me dijo que todos los días iban a ser grandes pero hoy no era plan de hacer nada interesante, mejor en los próximos días, en los que habrá menos gente y podremos estar más a gusto y tranquilos.
Justo cuando decía esto vi aparecer a mi madre, me quede alucinado, no daba crédito a lo que estaba viendo, estaba preciosa, se había puesto un vestido de fiesta con abertura lateral, sin mangas con cuello drapeado y espalda abierta, se había pintado poco pero lo suficiente para resaltar sus encantos, era evidente que no llevaba sujetador y no tenía muy claro que llevase bragas, si acaso un tanga tipo hilo porque la abertura llegaba hasta la cintura.
Tarde un poco en reaccionar pero cuando le comente a Fernando que mi madre no parecía tener las mismas ideas que él, se volvió y cuando la vio llegar se le escapo un taco y vi como sus ojos parecían salírsele de las cuencas, tenía la boca abierta, estaba embobado como yo y todas las personas con las que se cruzo, era un imán para las miradas, un terremoto haya por donde pasaba.
Si hermosa se la veía a lo lejos que decir cuando estuvo a escasos centímetros nuestros, al llegar hasta donde estábamos nosotros nos pregunto qué tal estaba, mientras giraba sobre sí misma, haciendo que la abertura lateral se abriese dejando poco o nada a la imaginación, ambos de forma automática le dijimos que espectacular, a lo que ella se sonrió y nos dio un beso a cada uno diciéndonos que nosotros también íbamos muy atractivos.
Nos quedamos un rato en el chiringuito entre otras cosas porque la bebida no era muy cara por lo que después de un rato y varias cervezas miramos un poco por internet que zonas de marcha había por esa zona, ya que no queríamos coger el coche e irnos a Valencia, eso supondría que uno de nosotros no bebiera y no era la idea, vimos que había un par de zonas de marcha en el mismo pueblo, por lo que decidimos preguntar al camarero del chiringuito, tras las explicaciones oportunas nos dirigimos a la zona que estaba en el paseo marítimo, de camino a esa zona vimos dos o tres bares de fiesta en los que paramos y nos tomamos unos chupitos, por lo que cuando llegamos a la zona de fiesta ya estábamos bastante calentitos, mi madre se la veía muy animada, Fernando no le quitaba ojo y se tocaba el paquete en cuanto podía, y siempre que yo lo miraba.
Al llegar a la zona pudimos comprobar que estaba en plena ebullición aunque se veía que eran bastante jóvenes y en estados de embriaguez avanzada, sin embargo y como era evidente mi madre era el centro de atención, en cada bar que entrabamos la gente se volvía para mirarla, varias veces oímos comentarios obscenos que mi madre no oía u obviaba, en cada local nos tomábamos varios chupitos, yo estaba animado, casi achispado pero mi madre se la veía algo mas perjudicada, con una mirada vidriosa y sonrisa fácil, sus movimientos eran descoordinados, el caso es que todo su cuerpo supuraba sexualidad y deseo, Fernando también se lo veía animado, cada vez se pegaba mas a mi madre, la sobaba sin ningún miramiento, mi madre de vez en cuando me miraba y reprendía a Fernando pero este poco o ningún caso le hacía y seguía a lo suyo, mi madre se sonreía de forma nerviosa e intentaba sacárselo de encima sin mucho éxito.
La noche iba avanzando y cada vez íbamos más animados no se los chupitos que nos llegamos a beber, lo estábamos pasando bien, mi madre cada vez estaba más desinhibida, se reía por todo y de todo de forma nerviosa, ya había desistido en evitar que Fernando la sobase, este lógicamente no ceso en su empeño y seguía a lo suyo, no disimulaba en absoluto, es mas en una ocasión mientras mi madre estaba hablando conmigo, Fernando me hacía señas para que viese como le metía mano sin ningún disimulo, se colocaba detrás de ella para frotarse contra el culo de mi madre y hacía gestos, se burlaba de mi, de la situación, y lo peor era que yo estaba a escasos centímetros de ellos hablando con ella mientras tenía un empalme de caballo.
Yo en un arrebato de celos, cogí a mi madre y me la lleve a bailar, para poder alejarla del pulpo de mi amigo que no se estaba cortando un pelo, ella me lo agradeció con la mirada, pero poco o nada duro ya que Fernando apareció nuevamente detrás de mi madre y continuo con su asedio, por un momento mi madre quedo entre Fernando y yo, por lo que fue inevitable que sintiera mi excitación, yo sentía enrojecer mis mejillas pero no me retire, vi como mi madre abría los ojos como platos al sentir mi polla en todo su esplendor, ambos sabíamos que era por ella, mientras Fernando iba a lo suyo y magreaba sin ningún disimulo a mi madre.
Tras unos segundos que se hicieron eternos mi madre y yo nos miramos a los ojos, como si no hubiese nadie más a nuestro alrededor, como si no hubiese música y Fernando no estuviese manoseándola, yo estaba alucinando, y aunque me sentía muy nervioso e inseguro pose una mano suavemente en la cintura de mi madre, para ir subiéndola poco a poco, pero mi madre en un alarde de raciocinio, me cogió la mano justo en el nacimiento de su pecho en señal de que parara y con un movimiento rápido y ágil salió de ese hermoso sándwich con la excusa de ir al baño.
Fernando me cuco un ojo, y me dijo que lo siguiera, yo estaba excitadísimo y a la vez súper avergonzado, cuando llegamos a la entrada de los servicios vimos que no tenían puerta principal, me dijo que le diera dos minutos y que entrase con cuidado, en ese tiempo no dejaba de pensar porque lo había hecho y la expresión de mi madre me pasaba una y otra vez por mi cabeza, era una expresión que no podía descifrarla.
En la zona de los servicios el volumen de la música era más normal se podía oír mejor, sentí que tenía algo taponados los oídos, no había mucha gente en los baños cosa que agradecí, pude oír como mi madre al ver a mi amigo le preguntaba qué estaba haciendo, que su hijo estaba ahí mismo, la sentía bastante ofendida, pero Fernando no decía nada, supongo que se fue directo a por mi madre, la voz de mi madre era cada vez más suave, mas entrecortada, casi un susurro, yo me tenía que acercar cada vez más para entender lo que estaban diciendo.
Al cabo de un rato el tono de voz de mi madre parecía haberse suavizado, la oía hablar solo a ella, parecía estar pensando en alto, y le pregunto a Fernando si había visto lo que acababa de pasar entre nosotros hace un momento, la contestación de Fernando cogió por sorpresa tanto a mi madre como a mí, ya que le pregunto a mi madre que esperaba, acaso no es un hombre, tú has visto como has salido hoy, dime qué hombre en su sano juicio no querría follarte.
Mi madre al segundo reacciono, pero que es mi hijo, a lo que Fernando le contesto que antes que su hijo era un hombre y cuando la sangre llega aquí (imagino que se señalaría la polla) no hay parentesco que valga.
Mi madre entre gemidos le dijo a mi amigo que no fuera tan cerdo, que era su hijo a lo que Fernando le contesto que esa era mi desgracia ya que tener una madre tan espectacular y no poder catarla es una putada, amén de la poca suerte que tu hijo tiene con las mujeres.
Mi madre entre gemidos le preguntaba sobre mis experiencias con el sexo opuesto, Fernando no hacía mucho caso, y le decía que me preguntase directamente, ella le dijo que como iba hablar con su hijo de esas cosas.
Fernando le dijo que quien mejor que ella para abrirle un poco los ojos a su hijo, entonces ella le pregunto si era virgen, a lo que Fernando le contesto que no creía pero que desde que me conocía pocas veces me había visto con alguna chica así que tampoco sabría decirme.
Y mientras hablaban de mi oí como Fernando le decía a mi madre que se corría, y esta le contestaba que tranquilo que se corriese donde quisiera ya que había vuelto a tomar la píldora.
Cuando oí esto me fui de allí como alma que la lleva el diablo, me fui a la barra y me pedí una cerveza, no tardaron mucho en aparecer ambos, vinieron hasta donde yo estaba, Fernando se le veía muy contento y orgulloso, mientras que a mi madre la vi más nerviosa y algo distante de echo cuando nuestras miradas se encontraron ella aparto la suya.
Preferí hacer como que no me había enterado de nada y seguimos bebiendo, hasta que nos cerraron y nos fuimos a casa, de camino a casa Fernando seguía igual de sobón, mi madre ya no se molestaba, y él me comentaba si me había fijado en lo guapa y preciosa que era mi madre, en la suerte que tenía mi padre de poder disfrutar de una mujer así, mi madre parecía bastante incómoda con los comentarios de Fernando, yo me sonreía como un bobalicón pero no decía nada, por lo que Fernando continuaba y me preguntaba si había visto alguna mujer más hermosa que mi madre, yo no decía nada, las mejillas me ardían y vi como mi madre me miraba de forma esquiva, como si tuviera curiosidad por saber que pensaba o iba a decir.
Fernando cogió a mi madre por sorpresa y levantándole el vestido le dio un cachete en una de sus nalgas y le me pregunto si había visto alguna vez un culo como este, o si me gustaría catar ese culo.
Mi madre dio un pequeño chillo y con esa sonrisa nerviosa le dijo que no fuera tonto que parase que podía ser su madre, a lo que Fernando le contesto que si fuera su madre no la dejaría salir de casa y estarían a todas horas follando, a lo que mi madre le contesto que no fuera tan zalamero y burro que ya estaba bien.
Así llegamos a casa, yo me fui a la habitación, no me lave los dientes ni nada, quería desaparecer la situación me superaba y si seguía así dudaba que me pudiese contener.
Por el contrario a los dos segundos de meterme en mi habitación Fernando fue directo a la habitación de mi madre, estaba fuera de sí, yo me quede flipado, no me lo podía creer, no iba a esperar a que me durmiera, podía oír como mi madre le reprendía, hablaba muy bajo, seguramente para evitar que yo lo oyese, pero a Fernando le daba igual, se le oía claramente, y le decía que ya era mayorcito y que hoy había salido pidiendo guerra y la iba a tener, si él no quiere participar allá él, pero yo no puedo más.
No daba crédito a lo que estaba oyendo, mi madre parecía resistirse pero poco duro esa resistencia ya que al poco tiempo pude oír como comenzó a gemir, Fernando no se cortaba un pelo, supondría que yo estaba despierto y lo estaría oyendo todo, y así era, el no dejaba de alabar el cuerpo de mi madre, lo hermosa que era y todo lo que le iba hacer.
Yo estaba bloqueado, como un crio de 10 años estaba metido en mi cama, empalmado y sin moverme por miedo, Fernando seguía dándome todo tipo de detalles de lo que hacía, a veces podía oír como se le escapa algún suspiro a mi madre, pero lo que más me alucinaba era como se oían los muelles de la cama, era una pasada que esa cama estuviese todavía en pie.
Yo estaba en la cama algo mareado, con un sudor frio, necesitaba ir al baño, levantarme de la cama, pero no me atrevía, no quería encontrármelos, enfrentarme a esa situación, entonces Fernando como si me estuviese leyendo la mente comenzó a llamarme, al principio de forma normal, para ir subiendo el volumen, podía oír como mi madre le reprendía le decía que parase que no hiciese el tonto, pero Fernando no le hacía caso y seguía a lo suyo, me decía el show que me estaba perdiendo, que si me quería animar, que fuera para que aprendiese algo, que me daría una lección gratis.
No se la dé chorradas que salían de su boca, incluso alguna de sus ocurrencias hacían que mi madre se las riese, lo que provocaba que se envalentonase y siguiese diciendo todo tipo de chorradas, soltaba lo primero que le pasaba por cabeza.
Hasta que tras una descripción clara por parte de Fernando de cómo se corría en el interior de mi madre, se hizo el silencio, reconozco que lo agradecí, y al poco sentí como Fernando cambiaba de habitación, no sin antes mirar hacia la mía con un aire de superioridad que me incomodo bastante pero esta vez no dijo nada y se marcho a dormir, el silencio duro poco ya que no pasaron ni dos segundos cuando pude oír como roncaba, no daba crédito a lo que acababa de pasar, había sido completamente surrealista, y eso que solo era el primer día, que iba a pasar de ahora en adelante, y mi madre como podía tener tan poca cabeza, vale que tuviese una aventura, no era la primera ni sería la última mujer infiel de este mundo, tampoco que se fuera con un chaval joven, pero ese chaval era el mejor amigo de su hijo, y para colmo eran bastante imprudentes, no sé que tenía mi madre en la cabeza para actuar de esa manera y mas estando yo presente.
En esas estaba cuando sentí que alguien salía, era mi madre, yo cerré los ojos y me hice el dormido, mi madre al rato tras ver que estaba bien se metió en el baño y estuvo un buen rato, no sé cuando salió exactamente ya que finalmente me quede dormido.
Al día siguiente cuando desperté tenía un dolor de cabeza que me estaba destrozando, vi que mis compañeros de viaje seguían durmiendo, así que me di una ducha rápida y me puse a desayunar, cuando tenía el café preparado apareció mi colega, llevaba un empalme de caballo y yo lo recrimine diciéndole que se cortara un poco, el me miro se sonrió y me dijo que eso se lo provocaba mi madre y haciéndome el signo de silencio fue hasta la puerta de la habitación de mi madre y entro, yo no daba crédito, que iba hacer, no pensaría hacer lo que creía que iba hacer, no podía reaccionar, no dije ni hice nada, solo miraba, el silenciosamente se acerco hasta la cama de mi madre, seguía durmiendo, no se enteraba de nada, con mucho cuidado Fernando le quito la sabana con la que se tapaba y ambos nos quedamos alucinados, ya que mi madre tan solo llevaba puesto una camisa de baloncesto por pijama, por lo que podíamos verle todo el culo, Fernando se metió en la cama con toda la suavidad de la que era posible, cuando estuvo en la cama comenzó a sobarle un pecho por encima de la camisa, mi madre dio un suspiro y se giro hacia el otro lado, entonces mi amigo comenzó a subirle la camisa dejando a mi madre completamente desnuda de cintura para abajo, mientras le comenzó a susurrar algo al oído a mi madre, pero mi madre no reaccionaba, no daba crédito que se proponía hacer mi amigo.
Entonces mi madre como si un rayo de consciencia la fulminase abrió los ojos como platos y se incorporo, pero Fernando se abalanzo, impidiéndole moverse por el peso de su cuerpo, pero por un segundo nuestras miradas se encontraron, pude sentir como una expresión de miedo y horror se dibujaba en su cara, mientras mi amigo parecía un pulpo y no dejaba un centímetro de su hermoso cuerpo sin manosear.
Yo retire la mirada, y sentí como una punzada de rabia y vergüenza me embargaba, hasta ese momento mi madre suponía que no sabía nada pero ahora ya todo estaba sobre la mesa, por lo que me fui a mi habitación cogí mis zapatillas, una toalla y me marche de allí, podía oír a mi madre como intentaba deshacerse de mi colega sin mucho éxito y justo cuando cerraba la puerta del apartamento, vi salir a mi madre completamente desnuda pidiéndome que me quedase, yo no le hice caso, y diciéndole que necesitaba estar solo, me marche a la playa al mismo sitio que estuvimos el día anterior.
Por un lado me sentía culpable de toda esta situación, realmente era participe de que esto sucediese, había deseado que sucediese y di mi visto bueno, pero tampoco pensaba que esto se me fuera de las manos de esa manera, podía entender a mi amigo, el morbo de estar con una mujer casada, madre de su mejor amigo y lo que le pondría el saberme participe, pero mi madre, que le pasaba a mi madre, parecía a ver perdido la cordura, nunca imagine que entraría en el juego y menos de esa forma.
No sé el rato que estuve dándole vueltas a mi cabeza, sin saber que hacer exactamente, ahora evidentemente ya no estaría de incognito, era evidente que mi madre sabia que los había descubierto, pero que hacer, como reaccionar y sobre todo que iba a pasar a partir de ahora.
En esas estaba cuando vi aparecer a mi madre, me pareció verla preocupada y que se alegraba imagino por haberme encontrado, conforme llegaba a mi vi como reducía su ritmo y supongo que las dudas la asaltarían, así como la incertidumbre de saber cómo reaccionaría, cuando llego a mi altura me dijo que aquí estaba, yo mire hacia otro lado, no dije nada, pero mi madre insistió, me decía que le hablase que le dijese algo, que estaba preocupada por mí, yo la mire y le pregunte donde estaba Fernando, ella retiro entonces su mirada y me dijo que se había quedado en casa por si aparecías.
Yo estaba rabioso, a pesar de que veníamos aquí para eso, me enfurecía la actitud de mi madre, la facilidad con la que se abría de piernas y accedía a todos los deseos y caprichos de mi amigo, lo que no hace mucho era una mujer casada, digna y ama de su casa, se había convertido en una golfa y un puton.
Como si escupiera las palabras le pregunte a mi madre porque, ella agacho la cabeza no dijo nada, pero yo no pensaba dejarlo e insistí, porque mama, papa no es suficiente para ti, porque con mi mejor amigo, y que va a pasar ahora, os vais a separar papa y tu, que se supone que tengo que hacer yo.
Mi madre me miro, tenía los ojos humedecidos, y me pidió perdón, verla así me destrozo, y ahora era el sentimiento de culpa el que me sacudía, no pude contener su mirada, por lo que baje la mirada, sabiéndome responsable y participe de haber llegado a esta situación.
Mi madre con un hilillo de voz me dijo que sentía muchísimo que yo me hubiese enterado así, que fuera mi amigo, pero que ella quería a mi padre, que no tenía intención de dejarlo, pero que hacía mucho tiempo que mi padre había perdido la atención por ella, tan solo lo hacían un día o dos al mes, ya no se le levantaba y aunque sabía que no era escusa, nunca antes había sido infiel, Fernando había despertado en ella unos sentimientos casi olvidados, sentía que tenía unas necesidades pendientes, no era amor era sexo y no tenia porque haberme enterado, hemos jugado un juego muy peligroso Fernando y yo y ahora nos había estallado en la cara.
Yo estaba alucinando mi madre miraba al infinito con los ojos inundados de lagrimas y con la voz quebrada, se estaba sincerando, se estaba abriendo a su hijo, a pesar de la situación mi madre estaba preciosa, no daba crédito como podía estar pensando en lo hermosa que estaba mi madre mientras esta se estaba sincerando conmigo.
Por un momento dejo de hablar y nuestras miradas se encontraron, un silencio se hizo entre nosotros, parecíamos dos luchadores dentro de un rin valorando la situación, hasta que decidí romperlo, preguntando que iba a pasar ahora, que iba hacer y cuál era su siguiente paso.
Mi madre se encogió de hombros y sin dejar de mirarme me dijo que no sabía que iba a pasar a partir de ahora, hasta este mismo momento no había pensado en las consecuencias, simplemente me estaba dejando llevar, aunque creo que también dependía de mi, ya no era una decisión solo suya a partir de ahora también era una decisión mía.
Cuando pensaba que nada mas podría sorprenderme, me suelta esta bomba, que me estaba diciendo, yo le pregunte si pensaba seguir con Fernando, a lo que mirándome muy seriamente me dijo que si a mí no me importaba si que pensaba seguir con Fernando, entonces le dije que iba a dejar a mi padre, ella sin mutar el gesto de la cara me dijo de forma muy contundente que no tenia tampoco intención de dejar a mi padre ya que lo quería con todo el alma.
Yo no entendía muy bien lo que pretendía mi madre, ella pareció leerme el pensamiento, y me comento que si a mí no me parecía mal, quería seguir jugando con Fernando, la hacía sentir viva y despertaba algo en su interior que deseaba seguir explorando, pero por otra parte también quiero a tu padre a pesar de que el no puede darme todo lo que me da Fernando en la cama.
Aquí hizo un paréntesis como buscando las palabras que iba a decir, valorando como decirlo y de qué forma decirlo sin que yo me escandalizara.
Si tú me ayudas, y te olvidas de este incidente, nadie tiene porque enterarse, sería nuestro secreto.
NO podía creerme lo que me estaba proponiendo mi madre, ósea que no iba a cambiar nada, ella seguiría con Fernando y dormiría con mi padre, siempre y cuando yo me mantuviese callado.
Un silencio tenso se hizo entre nosotros, yo no salía de mi asombro, con quien se creía mi madre que estaba hablando, sin embargo me sorprendió más mi contestación, ya que le pregunte tras esto como podía mirar a mi padre, ósea su marido a los ojos y que ganaba yo con todo esto.
Mi madre se sonrió, desde luego esa respuesta hacía presagiar que aceptaba su propuesta, por lo que de manera melosa me pregunto qué quería, yo le dije que quería estar al tanto de todas sus corredurías con mi amigo, poder estar presente, participar o que me las contase, no quería que me tuviesen al margen, si yo estaba allí podríamos entre los tres evitar que nadie más se enterase y así papa no tendría porque enterarse y sufrir innecesariamente.
Hijo te das cuenta que soy tu madre, yo la mire y con una voz autoritaria le dije que ahora mismo no la veía simplemente como mi madre, sino como mujer y para ser sinceros una mujer muy atractiva.
Mi madre se sonrojo y dándome un beso inocente en los labios me dijo que nos fuéramos para casa que ya era tarde y Fernando estaría preocupado, yo me sonreí y le dije que seguro que estaba preocupadísimo, y ambos nos reímos a gusto.
Por el camino nos dimos la mano no como madre e hijo, sino como una pareja, nos mirábamos y nos sonreíamos, ambos estábamos nerviosos y no sabíamos muy bien cómo reaccionar.
Cuando llegamos a casa, Fernando tenia la comida preparada una ensalada de pasta, y al verme entrar se abalanzo sobre mí y me pregunto qué tal estaba, que porque me había ido, yo le dije que lo dejara que ya sabía todo, y le cuque un ojo, el se sonrió y dejo de preguntarme, y nos indico que entonces si todo está solucionado a comer.
Después de comer le pedí a mi madre que me dejara a solas con mi colega que tenía que hablar con él al igual que había hablado con ella, mi madre se sonrió, me dio un beso en la mejilla y me dijo que se iba a tomar el sol un rato a la piscina mientras sus machos arreglaban sus diferencias, la oír eso mi polla se puso durísima, ya me consideraba uno de sus machos, uff eso me puso muy perro.
Nada más salir del apartamento, fui hacia la habitación de mi colega, ahí estaba tumbado en la cama, cuando me vio entrar se incorporo rápidamente y me pregunto qué me había pasado, que había alucinado con mi reacción, yo le sonreí y le dije que no se preocupase que ya estaba todo solucionado y que a partir de ahora no habría ningún problema, mi madre me ha contado todo lo vuestro y me ha pedido que sea su confidente, entonces mi amigo se sonrió y chocándonos las manos me dijo que íbamos a disfrutar como enanos este verano.
Tras esto nos pusimos unos bañadores y bajamos a la piscina, hay estaba mi madre tostándose al sol, una vez más contemplaba ese cuerpazo que dios le había dado, me sentía pletórico la jugada sin quererlo me había salido perfecta, mi situación había cambiado 360 grados, ya no me tendría que esconder, podría verlo todo en primera fila, pero por otro lado no sabía exactamente qué pasaría ahora, aunque reconozco que confiaba en Fernando y su saber hacer, para que esta tensión inicial fuese pasando.
Y no tardo mucho en ponerse manos a la obra, ya que nada más llegar a la altura de mi madre, la cogió por la cintura y le dio un morreo que me dejo helado, mi madre lo recibió como si tal cosa, sin embargo no me lo esperaba a pesar de saberlo y acordar que a partir de ahora se comportarían delante de mí con total normalidad, no es menos cierto que me cogió por sorpresa.
Mi madre al verme se separo un poco de Fernando y me miro algo preocupada, Fernando mirándonos a ambos nos dijo que era normal poco a poco nos quitaríamos el miedo, y la situación se normalizaría.
Mi madre me pregunto si estaba bien, yo le sonreí y le dije que si solo que me ha sorprendido un poco sin más.
Ella se sonrió y desabrochándose la parte de arriba del bikini lo que nos dejo a la vista ese precioso par de tetas y dándose la vuelta me pidió que le echara un poco de crema, yo obedientemente me coloque encima de ella, podía sentir su culo en mi entrepierna y echándole un buen chorro de crema se la esparcí por toda la espalda, me recree bastante, y cuando pasaba cerca de sus pechos los rozaba con mis dedos, ella no dejaba de decirme que manos tenia, hasta que un comentario me dejo cortado, ya que me dijo riéndose que vaya herramienta gastaba, yo mire hacia mi paquete, joder no me había dado cuenta y estaba completamente empalmado, sentía como me enrojecían por momentos mis mejillas y de mi boca tan solo salió un lo siento bastante avergonzado por la situación.
Mi madre se reía y me decía que no sintiese nada, que ya lo sentía ella y que no pasaba nada, eran las hormonas que me traicionaban, yo le di una fuerte nalgada y me fui corriendo hasta la piscina para tirarme de cabeza, Fernando que ya estaba en ella se acerco a mí, y me pregunto qué tal estaba y como lo llevaba, que me quitara el miedo y me tirara al ruedo, si jugaba bien mis cartas disfrutaría de una mujer fantástica.
Yo no salía de mi asombro, ¿qué quería decirme Fernando que podía follarme a mi madre?, una cosa era ser su confidente, ayudarla a esconder su infidelidad, y poder ver o enterarme de sus corredurías, pero de ahí a follarmela iba un mundo.
Estuvimos toda la tarde en la piscina, tomando el sol y dándonos unos chapuzones, la tarde paso rápida y de forma amena, hasta que mi amigo nos dijo de ir a comprar algo para esta noche, para hacer un quinito ya que anoche nos dejamos una pasta y si vamos a ese ritmo nos vamos a gastar lo que no tenemos.
A todos nos pareció buena idea, por lo que fuimos al supermercado del otro día y compramos bebida y algún hielo para esa noche, así como alguna cosa más para comer los días que nos quedaban.
Ya en el apartamento nos duchamos, hicimos la cena y recogimos todo, la verdad es que el calor era insoportable, casi irrespirable dentro del apartamento y más después de haber cocinado, por lo que salimos a la terraza con unas cervecitas, ahí estábamos los tres contemplando las vistas mientras disfrutábamos de la brisa y esas cervezas.
Pero Fernando no iba a dejar pasar esta oportunidad, y nos dijo que nos preparásemos para el quinito, había que salir animados ya de casa para que no nos saliese la noche tan cara, mi madre se rio y nos dijo que ella pasaba de beber tanto como ayer ya que aun sentía las consecuencias de dicho exceso, Fernando la cogió de la cintura la atrajo hacia él y le dijo en un susurro que eso no era por la bebida y ambos enganchados como dos enamorados se reían de forma nerviosa mientras yo lo contemplaba todo a escasos centímetros.
Fernando entonces se fue a por unos naipes, la bebida y varios vasos, mientras mi madre se acerco a mí y me preguntaba que tal estaba, como lo llevaba.
Yo la mire me sonreí y le di un beso en la mejilla, le dije que me gustaba verla así de alegre y risueña, ella me puso una de sus manos en la cintura, y me atrajo hacia ella, dándome las gracias por el esfuerzo que estaba realizando por ella y nos quedamos embobados mirando al infinito.
Entonces salió Fernando era todo nervio, vamos parejita nada de hacer apartados, a la mesa el juego está a punto de empezar, mi madre y yo nos miramos, nos sonreímos y nos sentamos, Fernando ya tenía todo preparado.
Cuando estuvimos todos sentados, mi madre pregunto a que íbamos a jugar y que tuviese en cuenta que ella no sabía jugar a muchos juegos, mi amigo se sonrió y le dijo que este juego era muy sencillo y que cualquiera podía jugar, entonces yo le dije que dejara de hacerse el interesante y que nos dijera en qué consistía.
Fernando se sonrió, y nos lo explico, realmente era muy sencillo, se repartían todas las cartas entre los jugadores y luego sacábamos cada uno una carta de nuestro montón pero sin saber de qué carta se trataba, hasta que no le diésemos la vuelta todos a la vez, una especie de guerra, el que sacaba la carta más pequeña bebía, la carta más alta tenía que elegir entre confesión o prueba, y el que quedase en medio decidiría la pregunta o la prueba a realizar.
Mi madre y yo nos miramos y nos sonreímos, este Fernando no tenía idea buena, insistía en que nos lo teníamos que tomar en serio, no vale echarse atrás si lo jugamos será con todas las consecuencias.
Así pues nos pusimos a jugar, en la primera tirada a Fernando le toco beber y a mi elegir entre confesión o prueba, me decidí por la confesión, entonces mi madre me pregunto si era virgen, la pregunta me descoloco, Fernando se descojonaba y mi madre me miraba muy fijamente, yo no sin cierta vergüenza conteste que no era virgen, no lo había hecho con muchas como Fernando pero tampoco era virgen.
Volvimos a jugar y esta vez a mi me toco beber y Fernando saco la carta más alta, por lo que nuevamente mi madre haría la pregunta o decidiría la prueba de Fernando según decidiese.
Fernando decidió confesión, entonces mi madre le pregunto si había probado el sexo con otros hombres, Fernando se reía, no dejaba de decir que esto estaba tomando un cariz muy erótico y eso que estaban siendo las primeras tiradas, mi madre y yo estábamos expectantes a su contestación, e incluso mi madre lo apremio a contestar.
Fernando se puso serio y contesto que no, nunca, entonces mi madre le pregunto que si estaría dispuesto o aceptaría probarlo, a lo que Fernando con una sonrisa picara le dijo que eso era otra pregunta y tendría que esperar otro turno para saberlo
A la tercera por fin le toco a mi madre, yo bebí nuevamente y ahora era mi madre la que tenía que decidir si confesión o prueba, como habíamos hecho antes nosotros eligió confesión, entonces Fernando le pregunto si había practicado alguna vez sexo anal, a lo que mi madre de manera muy natural contesto afirmativamente, lo que nos descoloco a ambos al oír su contestación.
Yo estaba flipando que recordase con Fernando nunca lo había hecho, ni me había comentado que lo hubiesen hecho, y al ser él quien realizo la pregunta supuse que no lo habían hecho Fernando se sonreía, estaba claro que a partir de ese momento ese sería uno de sus objetivos.
Sus miradas reflejaban la tensión que había entre ellos, por un momento me sentí fuera, así que los interrumpí con un carraspeo y les dije si íbamos a seguir o habíamos terminado.
Esta tirada era crucial ahora ninguno podíamos elegir confesión, ya que no se podía repetir por lo que el próximo que perdiese le tocaba prueba, y esa fue nuevamente mi madre y el que decidía la prueba era Fernando, este se sonrió y le dijo que quería que bajase al chiringuito con lo que usaba como pijama sin ropa interior y pidiera un vaso de hielos.
Mi madre se reía y le decía que estaba loco, que no podía bajar así hasta ahí abajo, esa camisa no tapaba mucho y además había bastante gente, Fernando se enfado y le dijo que las normas eran claras y que tenía que cumplirlas, yo estaba con Fernando y lo apoye, mi madre nos miraba buscando ayuda pero lógicamente no la encontró, así que se fue a la habitación y se cambio, antes de salir Fernando intento levantarle la camisa, mi madre se zafo rápidamente y protesto pero Fernando dijo que había que confirmar que cumplía con las reglas, entonces ella ni corta ni perezosa se levanto la camisa hasta el cuello y vimos ambos ese cuerpazo completamente desnudo.
Cuando iba a salir Fernando la paro, mi madre lo miro extrañada y le pregunto qué quería ahora, el le comento que faltaba un detalle y cuando se acerco a mi madre le dio un apasionado beso y cuando mas despistada estaba, le paso un hielo por sus pechos lo que provocaron que se endureciesen y se marcasen por encima de la tela, al separarse mi madre se dio cuenta de la situación y le dijo que era un cabron pervertido.
Mi madre paso la prueba nosotros desde arriba vimos como se acercaba al chiringuito y como todos los allí presentes se la comían con la mirada, cuando subió estaba completamente ruborizada y nos amenazo con que esta se la íbamos a pagar.
La siguiente ronda perdí yo y fue mi madre la que me mando la prueba, que no fue otra que bajar a por hielos vestido de mujer, Fernando le recrimino la poca imaginación, a lo que mi madre se defendió indicando que no se preocupase que para él tenía una mucho mejor, Después de pasarlas canutas para meterme en el vestido me mire en el espejo me sentía bastante ridículo, en el chiringuito sentía todas las miradas sobre mí, y oía como se reían y se giraban para verme, yo una vez conseguí los hielos subí a toda velocidad hasta la habitación, mi madre y Fernando estaban descojonados en el sillón.
Estuvimos así durante un buen rato, la verdad es que nos lo pasamos de miedo, en una de estas por fin le toco a mi madre elegir la prueba para mi amigo y vaya que era mejor que la mía, ya que a Fernando le toco bajar en pelotas tirarse a la piscina hacer un largo y subir, el problema fue que después de salir de la piscina se encontró con el de seguridad y no le quedo otra que salir corriendo en pelotas seguido por el de seguridad que gracias a dios pudo esquivar.
Casi estábamos terminando, cuando mi madre perdió era prueba y le tocaba a Fernando elegir, y vaya elección, ya que le dijo a mi madre que me diese un morreo, un beso con lengua que durase por lo menos treinta segundos que serian cronometrados por él, al principio nos negamos pero Fernando nos recordó que él había tenido que ir en pelotas, que tan solo era un beso, al final con resignación accedimos, sentir los labios de mi madre, me excito sobre manera pero cuando abrí la boca y sentí su lengua caliente jugar con la mía fue como si una descarga recorriese todo mi cuerpo, no me lo podía creer besaba de miedo.
Fue Fernando el que nos tuvo que separar ya que para mi esos treinta segundos fueron como tres segundos, tras esto al abrir los ojos y encontrarme directamente con la mirada de mi madre, vi como se sonrojaba y me sonreía diciéndome que besaba muy bien, Fernando se reía y metía más leña al fuego.
La siguiente fue Fernando el que perdió, y a mí al que le toco elegir la prueba, no sé exactamente porque lo dije, si porque estaba cachondo o borracho, pero el caso fue que le dije que tenía que demostrar sus dotes de mujeriego y que tenía que hacer que mi madre tuviese un orgasmo antes de tres minutos, a Fernando esa proposición hizo que se iluminaran los ojos, mi madre me miro muy seria, y me pregunto si estaba seguro de lo que había pedido, una vez comenzara no habría vuelta atrás.
Yo me sonreí cogí mi móvil y poniendo el reloj indique que el tiempo comenzaba ya.
Fernando se coloco detrás de mi madre, dulcemente comenzó a besarle el cuello, sus manos se deslizaban por todo su torso de forma hábil y suave, mientras mi madre permanecía impasible, yo no perdía detalle de lo que pasaba entre ellos, después de un rato Fernando levanto a mi madre de su silla suavemente y hábilmente la despojo de la poca ropa que tenia, dejándome a escasos centímetros ese hermoso y escultural cuerpo, vi como metió una de sus manos en su entrepierna mientras le sobaba un pecho, pellizcándole el pezón y le metía su larga lengua en uno de los oídos, mi madre abría la boca pero de esta no salía ningún sonido, me miraba fijamente podía ver como sus ojos brillaban, estaba encendida, la maestría que tenia Fernando con sus manos era digna de estudio.
Yo estaba hipnotizado no podía dejar de mirar, Fernando cogía y amasaba los duros y turgentes pechos de mi madre mientras jugueteaba con sus pezones haciendo que estos se endureciesen, a escasos centímetros de mi cara, mi madre tampoco perdía el tiempo y se pegaba a mi compañero haciendo que su culo chocase con su polla y al sentirla comenzó a restregarse sobre ese falo de forma sensual buscando que su macho dominante se excitase al igual que se estaba excitando ella, poco a poco se fueron acercando hasta donde yo me encontraba, con un movimiento brusco pero certero de Fernando hizo que mi madre fuese hacia delante, apoyándose en mis muslos para evitar caer, estaba desatada, desmelenada, abrió bien las piernas, para que mi amigo la masturbase, en esa situación nuestras caras estaban a escasos centímetros, ahora mi madre gemía, estaba excitada, pero sin dejar de mirarme a los ojos, como si de un juego se tratase yo tampoco apartaba la mirada, era excitante ver el brillo en sus ojos que demostraban la excitación y la lujuria que tenía en ese momento, la tensión era máxima, en esas estaba cuando mi madre saco su lengua y de forma muy sensual se la paso por sus labios, era evidente que me estaba calentando, no me pude contener y nos besamos de forma apasionada e intensa.
La situación era indescriptible un torrente de lujuria y pasión nos arrastraban sin pensar mucho en las consecuencias, ahí estaba yo con una mano en sus pechos mientras le comía la boca y mi amigo por detrás jugueteando con la entrepierna de mi madre.
Fernando sin avisar se saco la polla y de un solo golpe se la introdujo en su encharcado y sonrojado chochín, lo que hizo que no pudiera continuar besándome para comenzar a suspirar y gemir, yo seguía jugando con esos hermosos y duros pechos, estiraba sus pezones, Fernando estaba fuera de sí y comenzó un frenético mete saca que hacía que mi madre se apoyase en mi, su cabeza varias veces rozaba mi polla, ya por entonces dura como el acero.
En uno de esos envites en los que mi madre choco con mi falo tieso se aferro con fuerza a ella y entre envite y envite me miraba con una sonrisa maliciosa y unos ojos llenos de deseo y lujuria, mientras me sobaba la polla por encima del pantalón, hasta que la libero de la prisión en la que estaba y se la introdujo en su boca, uff ese momento fue indescriptible para mi, sentir como mi madre se introducía mi polla en su boca era lo máximo, esa cavidad caliente que ahora mismo estaba obsesionada en darme placer, y vaya si me estaba dando placer, yo no quería que eso acabase nunca, pero si mi madre seguía con ese ímpetu no tardaría mucho en derramarme en su interior, fue el momento en el que levante la vista y vi a mi amigo con la cara desencajada sudando como los cerdos, perforando duramente el coño de mi madre mientras levantaba un pulgar en señal de aprobación o victoria.
Casi al mismo tiempo que Fernando avisaba que se corría, yo me vaciaba en la boca de mi madre, que trago sin ningún problema todo lo que salió de mis entrañas, ese momento fue indescriptible la sensación y el gusto que me dio fue espectacular, nunca imagine que llegaría a disfrutar de una situación semejante y ahora que lo estaba disfrutando no podía compararla con nada si el cielo existía tenía que ser algo parecido.
Tras esto mi madre nos pidió perdón y se marcho al baño a asearse un poco, pero antes de irse me toco la cara suavemente con cariño y cuando nuestras miradas se cruzaron no había más que felicidad e implicación, estaba claro que nuestra relación había cambiado, habíamos pasado al siguiente nivel, habíamos sobrepasado una línea de no retorno.
Una vez que nos quedamos solos, Fernando me pregunto qué tal, que me había parecido, no tuve que decirle mucho pues mi cara hablaba por mí, yo estaba en un estado de embriaguez sexual, mis deseos más oscuros se estaban cumpliendo y mi felicidad era máxima, estaba tranquilo relajado, mientras mi amigo era todo lo contrario, estaba animado extasiado, maquinando todo lo que podríamos realizar a partir de ahora.
En esas llego mi madre, miro el reloj y nos dijo que ya era tarde para ir a ningún sitio, ambos asentimos, Fernando cogió a mi madre de la mano y le dijo que para lo que tenía pensado ahora no hacía falta salir del apartamento, sin embargo mi madre se quedo quieta, mirándome como esperando mi aprobación, yo con una sonrisa en la boca hice un gesto casi imperceptible con la cabeza en señal de aceptación, y les dije que para mí por hoy ya había tenido demasiadas emociones, a lo que mi madre respondió dándome un beso en la mejilla y diciéndome que lo había pasado genial.
Yo recogí un poco todo mientras oía como la pareja disfrutaba de sus cuerpos, nuevamente esos muelles hacían su aparición, yo me fui a mi cama y me recree con todo lo que había pasado ese día y lo que a partir de ahora se abría frente a mí.
Al día siguiente como estaba siendo norma habitual fui el primero en despertar, cuando salí de mi habitación comprobé que Fernando no estaba en la suya, por lo que deduje que el muy cabron se había quedado directamente a pasar la noche con mi madre, la verdad es que era una cosa muy normal después de los hechos acontecidos pero no por eso dejaba de fastidiarme, es como una punzada de celos directa a mi orgullo.
Después de desayunar decidí ir a despertar a esa pareja, había salido un día esplendido había que aprovecharlo y me apetecía ir a la playa, así que sin avisar abrí la puerta y dándoles la luz les dije que a levantarse que ya era hora, sin embargo la sorpresa que me lleve fue mayúscula, ya que me encontré que estaban despiertos y mi madre estaba haciéndole una mamada espectacular a Fernando que al verme ahí quieto en la puerta me contesto con la mejor de sus sonrisas, que mi madre ya estaba desayunando que cuando terminase ella de desayunar saldrían.
Mi madre me miraba de forma divertida sin dejar de atender el miembro de mi amigo, yo no sabía qué hacer, no esperaba encontrarme con eso, eso me pasa por no llamar, así que me quede ahí quieto viendo como mi madre disfrutaba de ese miembro candente, Fernando sin embargo la cogió por los pelos y cogiendo su cabeza empezó a mover su cadera, mi madre estaba aprisionada, Fernando comenzó a follarse literalmente su boca mientras comentaba lo rico que lo hacía, y el gusto que le daba que lo despertaran así.
Cuando se corrió en la boca de esta se levanto con la polla aun tiesa y pasando delante de mí mientras se iba al baño, yo miraba a mi madre, estaba preciosa, con la cara congestionada y los ojos rojos, al verme me hizo una seña para que fuera hacia ella, cosa que hice, se incorporo y me dio un beso.
La verdad es que me dio un poco de asco saber que se había tragado el semen de mi amigo hace un momento y que ahora me estaba besando, pero no lo pensé mucho tiempo, ya que mientras hacía esto cogió mi polla y la comenzó a sobar, lógicamente de ver el show de ambos estaba bastante dura, así que diciéndome que tenía ganas de otro vasito de leche me bajo los pantalones y se metió de un solo golpe la mitad de mi polla en su boca, ahí estaba mi madre sobre la cama completamente desnuda comiéndole la polla a su hijo.
Ver como mi barra de carne desaparecía entre sus labios, como su cabeza se movía mientras tenía ese cuerpo desnudo encima de la cama sin un gramo de grasa a mi entera disposición me animo y comencé a sobarlo, hasta que llegue a su culo, lo estrujaba a mi gusto y le daba algún cachete que provocaba que se sonrojase, al ver que no me decía nada y que se excitaba ya que a cada cachete que le daba ella emitía un suspiro y aceleraba su mamada, decidí ir más allá y comencé a jugar con su orificio anal, al principio solo abría y cerraba los cachetes de su culo, luego le pasaba uno o dos dedos por su orificio hasta que me anime a pasar mi lengua por él, note como mi madre daba un respingo y hacia serios esfuerzos para introducirse toda mi polla en su dulce boca.
Al rato le introduje un dedo, era una pasada estaba muy cerradito, mi madre se movía y abría mas sus piernas para facilitarme la penetración, por lo que me permitía verle su bonito y arreglado coño, no tenía ni un solo pelito, y estaba suave con sus labios vaginales abiertos permitiéndome ver ese hinchado clítoris, cada vez que lo rozaba parecía darle una descarga al cuerpo de mi madre, no aguante mucho mas mi madre se la veía muy caliente y estaba destrozándome de placer por lo que sin mucha demora inunde de leche toda su boca, que nuevamente tragaba sin ninguna dificultad, pero no por eso dejo de succionar mi polla, al revés parecía acelerar dicha succión, el placer era máximo, sentía una tremenda sensibilidad en todo mi glande, pero ahí estaba yo con un dedo en su culo y dos en su coño masturbándole con toda la rapidez y fuerza que era posible mientras ella seguía atendiendo mi hambrienta polla, hasta que por fin ella arqueando la espalda comenzó a correrse, mis dedos quedaron impregnados de un liquido viscoso que aproveche para seguir frotando ese botón sonrojado e hinchado, mientras ella cerraba sus piernas e intentaba zafarse de ese toqueteo.
Después de eso mi madre se quedo tirada en la cama, desmadejada, con la respiración acelerada, los pelos le tapaban la cara, se estaba relajando y disfrutando ese intenso orgasmo que acababa de tener, por lo que aproveche para ir al baño y limpiarme un poco.
En esas estaba cuando mi madre entro al baño, me abrazo por detrás y con la mejor de sus sonrisas mirándonos a través del espejo me dijo que lo había pasado genial, que para ser novato con las mujeres era muy diestro y me dio un tierno beso en la mejilla.
Cuando salí Fernando me miraba, yo le sonreí, y ambos nos reímos, nos preparamos y bajamos a la playa, le dijimos a mi madre que estaríamos en el mismo sitio del otro día, que no cogiese nada que solo bajase en bañador, para poder irnos todos juntos a pasear y poder dejar las toallas.
Cuando llegamos a la playa estaba genial, no había casi gente, bien por el día ya que era entre semana, bien por la hora pero el caso es que la playa era toda para nosotros, la poca gente que había estaba muy distanciada unos de otros.
No tardo mucho mi madre en aparecer por allí iba con un bikini blanco que poco o nada dejaba a la imaginación y su única vestimenta eran unas sandalias y unas gafas negras, estaba arrebatadora y los pocos viandantes que se cruzo se la comían con la mirada, cuando llego donde estábamos nosotros Fernando le hizo sitio para colocarla en medio de los dos, mi madre se sonrió, cuando se dio la vuelta nos dejo a ambos de un aire ya que la braga del bikini era tipo tanga, y el hilo se le metía por el culo, era indescriptiblemente arrebatadora, Fernando le dio una nalgada que hizo que se le coloreara mi madre protesto con una sonrisita, a lo que Fernando le dijo lo zorra que era, que era una autentica calienta pollas, y que no tenía bastante con un par de hombres que le gustaba sentirse observada y saberse el centro de todas las miradas.
Mi madre se sonreía, y no decía nada, así que ya se sabe el que calla otorga.
Al cabo de un rato comenzamos a sudar como cochinos, no se podía estar en la toalla por lo que Fernando comento que se iba al agua, a lo que le comente que le acompañaba, Fernando miro a mi madre y le dijo que si se animaba, entonces contesto que alguien tendría que quedarse en las toallas, Fernando le dijo que estábamos ahí mismo y que solo teníamos toallas, poco o nada nos podían robar así que no tenia excusa para que se animase.
Con una sonrisa se levanto y echo a correr diciendo maricon el último, la verdad es que la imagen fue maravillosa ya que si verle botar esos pechos libremente eran una delicia, no fue peor la imagen de su culo cuando nos adelanto, solo con eso hizo que mi polla reaccionara, menos mal que nos metimos en el agua y no se entero nadie, una vez dentro me fije que a mi madre se le transparentaba el bañador, se le podían ver claramente esas aureolas negras y fruto del frio agua hacia que sus pechos se endureciesen, Fernando al verlo fue directa hacia ella, y comenzó a jugar con sus pechos, le quito la parte de arriba del bañador, a lo que mi madre se apretó a él y se dieron un apasionado beso, yo me quede un segundo inmóvil, no sabía muy bien que hacer pero enseguida vi a mi amigo que me hacía señas para que me acercase a donde estaban ellos.
Lentamente me acerque y cuando estuve a escasos centímetros de mi madre la cogí suavemente por la cintura, ella pareció asustarse cuando sintió mis manos, pero al ver que era yo dejo de besarse con Fernando y se echo a mis brazos, comenzó a comerme la boca, yo intentaba tocarle esos pechos, pero ella estaba muy pegada a mí, así que decidí cogerla del culo y apretarme yo también para que sintiera mi excitación, podía sentir como mi glande rozaba con sus labios vaginales, ella al sentirla, bajo una de sus manos la introdujo dentro de mi bañador, sentir esa manita en mi polla hizo que un escalofrió recorriese todo mi cuerpo.
Fernando por detrás se pegaba a mi madre lógicamente quería frotar su miembro en su culo, mas de una vez sentí su polla en mis manos, pero me daba igual, mi madre estaba muy excitada, y lo que hizo me dejo un poco descolocado ya que saco mi polla del bañador y colocándose a horcajadas encima mío comenzó a buscarla para introducírsela dentro, no daba crédito por fin iba a disfrutar de los placeres carnales de mi madre, casi me corro ahí mismo, pero la polla no quería entrar, así que mi madre dejo de besarme para cogerme la polla y orientarla a la entrada de su coño, cuando sentí que entraba como un puñal en su interior, una sensación enorme de felicidad me abordaba, sentir como esas paredes oprimían mi polla mientras se iban abriendo, sentirme dentro de ella casi hace que me corra en ese mismo momento, mire fijamente a mi madre, estaba fuera de sí, sus hermosos ojos se clavaban en los míos, parecía retarme, mientras ella misma aceleraba el ritmo de sus caderas contra mi polla.
Yo estaba fuera de mi, y cogiéndola fuertemente de la cintura comencé a follarla con toda mi alma, ella también se movía, estábamos totalmente compenetrados, nos habíamos olvidado de todo lo que estaba a nuestro alrededor, solo estábamos ella y yo, disfrutando de nuestros cuerpos.
En un momento dado mi madre se soltó echándose hacia atrás apoyándose en el pecho de Fernando, yo me aferre firmemente a sus caderas, pero mi madre era puro pelvis bailaba encima de mi polla, hasta que nos corrimos de forma conjunta y se echo nuevamente a mis brazos, quedándonos completamente inmóviles, sin sacársela de sus entrañas, como si no quisiera que ese momento acabase nunca, disfrutaba de ese momento, ella entre jadeos me decía de forma repetida y en un susurro al oído mi niño, mi dulce niño, mientras podía sentir como su pecho se hinchaba y se deshinchaba producto de su respiración entrecortada.
Aprovechando que estábamos quietos, Fernando se pego a mi madre, y le comento que ahora le tocaba a él, y apuntando su polla al culo de mi madre me pidió que la sujetase fuerte, que impidiese que se moviera, cosa que hice, ya que la amarre contra mi pecho mientras el con un fuerte golpe de cadera le introdujo solo el capullo de su polla en el culo, mi madre al sentir la intromisión dio un chillo de dolor, yo como si de una niña se tratara la animaba a aguantar, que se relajase, sin embargo a ella se le escapaba alguna lagrima se aferraba mas fuerte a mí y nos decía que no estaba lubricado, que le dolía, nos rogaba que parasemos, pero Fernando estaba fuera de sí, y no cejo en su empeño de culear a mi madre.
Y si tenemos que ser sinceros yo podía sentir la polla de mi colega en su culo, tan solo una fina membrana nos separaba, y conforme sentía la polla de mi amigo rozar la mía hizo que recuperase su vigorosidad.
Era indescriptible tener a mi madre empalada por sus agujeros, sentir la polla de mi colega, ver como mi madre se contraía y clavaba sus uñas en mi espalda, incluso me mordía en el hombro evitando chillar, su respiración estaba totalmente acelerada, su rigidez apretaba mi polla en su interior, el placer era máximo, ni en mis mejores sueños pensé que esto pudiese pasar.
Mi madre sin embargo no parecía disfrutarlo mucho, se la sentía tensa y violentada, por lo que decidí jugar con su clítoris, hasta que poco a poco el lloriqueo de mi madre se fue tornando en pequeños suspiros, sus extremidades se relajaban y Fernando al sentirlo comenzó a bombearle ese dulce culo de forma más violenta, mientras yo seguía inmóvil intentando darle algo de placer que disminuyese su dolor.
Estuvimos un buen rato así, hasta que primero Fernando y luego yo nos corrimos en el interior de mi madre, tras un rato placentero en el que mi madre descansaba en mi hombro, Fernando me dijo que se iba para la toalla, yo pregunte a mi madre que tal estaba, ella no decía mucho estaba muy callada, pero me dijo que tranquilo que estaba bien que podíamos salir, por lo que salimos del agua, un poco más tarde después de que mi madre se hubiese limpiado y relajado salió del agua lentamente y con algo de dificultad, salió simplemente con la braga del bikini, en topless, entonces Fernando me enseño que tenía el sujetador.
Justo en ese momento un señor mayor que paseaba por ahí reprendió a mi madre por ser tan desvergonzada, y le dijo que la playa de nudistas estaba un poco más lejos, que esta era publica y había niños, mi madre llego completamente roja como un tomate por la reprimenda recibida y le quito el sujetador del bikini a Fernando para colocárselo rápidamente.
Después de esto el resto del día transcurrió con total normalidad, después de cenar decidimos terminar con la bebida que nos quedaba y dar una vuelta por el pueblo, ver la otra zona de fiesta que nos comentaron, y como iba a ser en plan tranquilo, nos organizamos para ir el día siguiente a un parque acuático que había cerca de donde estábamos a tirarnos por los toboganes.
Así pues recogimos todo nos dimos un baño y comenzamos a beber, de forma tranquila hablando un poco de todo, como tres amigos de toda la vida, disfrutando de la pausa que nos daba el calor y gozando de esa brisilla que corría en la terraza.
Después de cambiarnos nos fuimos de fiesta, esta vez mi madre aunque estaba preciosa no iba tan provocativa ni sensual como la última vez, a pesar de todo pude ver como varios hombres y alguna que otra mujer que nos cruzamos hasta llegar a la zona de fiesta se volvían de forma descarada para mirarla de forma lasciva.
Cuando llegamos a la zona de fiesta no había mucha gente y la media de edad tampoco era tan juvenil como el sábado, pero poco o nada nos importo, ahí íbamos nosotros tres cada vez más animados y con ganas de fiesta, llegamos a un bar donde ponían buena música con una terraza muy acogedora y bien decorada y allí nos quedamos, Fernando no hacía más que sacar chupitos, y con lo que ya habíamos bebido estaba claro que nos estaba empezando a afectar.
La conversación comenzó a subir de tono, Fernando no paraba de preguntarle cosas a mi madre que no tenía ningún problema en responder a pesar de estar yo allí.
El caso es que al cabo de un rato vimos que había un futbolín y nos fuimos a jugar, lógicamente empezamos a jugar mi madre y yo contra Fernando, pero no tardaron mucho en acercarse hasta el futbolín un grupo de chavales más mayores que nosotros, pero más jóvenes que mi madre, de muy buen ver, atractivos y con buena percha, que pidieron poder jugar, ellos también eran tres por lo que podríamos jugar en parejas sin ningún problema, el caso es que les dejamos jugar y pusieron varias monedas y no pararon de traer bebida, lógicamente los tres habían echado el ojo a mi madre, y esta parecía hacerle ojitos al que parecía el cabecilla del grupo, el tío estaba mazado y tanto a Fernando como a mí nos sacaba una cabeza, la verdad es que parecían los típicos chulitos de playa.
Fernando no parecía estar muy cómodo, su rol parecía haber pasado a segundo plano, ya no parecía ser el macho dominante y eso no parecía gustarle mucho, lo veía hablar y hacer muy buenas migas con el que le había tocado como pareja en el futbolín pero muy atento a todo lo que mi madre hacia, a su vez mi madre no dejaba de hablar y bailar con el cabecilla del grupo, se veía que le gustaba y el otro iba a full a por mi madre.
Mientras tanto yo estaba con el otro chaval, fue quien me comento que al igual que nosotros estaban de paso, y no tenían el alojamiento muy lejos de donde estábamos nosotros, por lo que esa noche estuvimos juntos e hicimos buenas migas, aunque no les dijimos que ella era mi madre, les comentamos que éramos muy buenos amigos, aunque Fernando quiso enfatizar que mi madre era su novia, vi que a mi madre le hacía gracia y no lo contradijo, y el musculitos que estaba con mi madre se sonrió, estaba claro que teníamos dos gallitos en el corral y un solo objetivo, ¿Quién se llevaría a la chica esta noche?.
Afortunadamente al ser entre semana los garitos cerraron pronto y Fernando nos recordó que mañana teníamos que madrugar así que nos despedimos de los musculitos y nos fuimos para casa.
Cuando llegamos Fernando se encaro con mi madre, estaba furioso y bastante borracho, le recriminaba a mi madre lo que le gustaba tontear con los hombres que era una calienta pollas, y que esta semana era solo para ellos, para nadie más, mi madre se reía no se tomaba en serio a Fernando pero me daba la sensación de que lo decía muy serio, de hecho nunca lo había visto perder así los papeles, mi amigo cada vez estaba más alterado y mi madre no hacía más que echar más leña, yo estaba callado observando todo lo que sucedía entre ellos pero sinceramente no sabía cómo acabaría el asunto.
Entonces Fernando cogió a mi madre y la beso de forma apasionada, de forma ruda la puso contra la pared y comenzó a sobarla todos los rincones de su precioso cuerpo, yo no daba crédito, mi madre parecía estar muy cachonda ya que tampoco perdía el tiempo y comenzó a quitarle la ropa, Fernando cogió a mi madre por los brazos y se los aprisiono con uno de sus brazos mientras con la otra mano le subió la camisa a mi madre hasta arriba, tapándole la cara con ella debido a que no se la podía quitar sin soltarla, entonces le dio una cachetada en uno de sus pechos haciendo que mi madre se intentase tapar aunque Fernando la tenia perfectamente inmovilizada contra la pared, volvió nuevamente a darle una cachetada al pecho haciendo que bailasen y se sonrojaran, mi madre tenía la boca abierta, entonces Fernando me pidió que fuera a su habitación y le trajera su bolsa, yo obedientemente fui a su habitación y cogí la bolsa, cuando salí me dijo que se la acercara, cuando la tuvo cerca sin soltar a mi madre cogió las esposas que había traído, yo viéndolo todo no sabía que pensaba hacer.
Entonces arrastro a mi madre hasta su habitación la tiro al suelo y se echo encima de ella, mi madre se calló, dejo de reírse, parecía algo asustada, pero no decía nada, tampoco le podía ver la cara ya que la tenia tapada, y le coloco las esposas, pero la tenia atada a la pata de la cama, cuando la sintió segura, la soltó, mi madre al verse atada se sonrió y le decía que iba hacer ahora, mi madre seguía provocándolo, pensando que era un juego, entonces Fernando le saco el pantalón y la dejo con una preciosa tanga negra que se la arranco de un tirón, cogió sus piernas y la coloco a lo perrito en el suelo, solo que las esposas hacían que mi madre se inclinase hacia delante dejando su hermoso culo en pompa y completamente ofrecido a mi amigo, que separándole de forma brusca las piernas de mi madre cogió su polla dura como una piedra la oriento a su coño y tirándose encima de ella comenzó a bombearle con toda la fuerza que era posible, mi madre de primeras la cogió de sorpresa, le pidió que no fuese tan brusco que no estaba lubricada, Fernando pasaba de ella, estaba fuera de sí, pellizcaba y estrujaba sus pechos con bastante rudeza, no estaba teniendo en cuenta para nada el placer de mi madre solo estaba pensando en el, mientras le decía lo puta y lo zorra que era, que no tenía más que lo que merecía, yo no daba crédito a lo que estaba viendo ni entendía porque trataba así a mi madre.
Me llamo y me dijo que le pasara la bolsa, saco una especie de pinza con cascabel, y le coloco la pinza en el pezón, esta al sentirlo dio un chillo y protesto, pero Fernando no se lo quito, y siguió follandosela de forma violenta, sin importarle si mi madre estaba bien o no, solo estaba pendiente de su propio disfrute, veía como su espalda se perlaba en sudor mientras no dejaba de tirar de la pinza o mordisquearle el otro pecho, hasta que se corrió.
Entonces dándole una cachetada en los pechos sonrojados de mi pobre madre, se marcho de allí dejándola atada a la pata de la cama, rezumando su semen por sus piernas, cayendo varios goterones al suelo, y al cruzarse me dijo que era mi turno.
Yo fui hacia mi madre, le quite la pinza, sus pechos estaban verdaderamente marcados, se veían varias dentelladas y muy sonrojados, su coño completamente dilatado pude ver cómo le resbalaba por sus piernas varios goterones de semen, busque la llave y le quite las esposas, mi madre se quito la camisa de la cara, tenía los ojos vidriosos, y me miraba como preguntándome que había pasado.
Yo me agache y la abrace para darle un poco de calor que mi madre agradeció, estuvimos un rato abrazados y me pidió que me quedase a dormir con ella, que no quería dormir sola.
Yo me quede y abrazados como estábamos nos quedamos dormidos, al día siguiente fue Fernando el primero en levantarse y vino a llamarnos, como si no hubiese pasado nada, cogió las esposas y la pinza y las recogió, y nos insto a darnos prisa si queríamos ir al parque acuático.
Yo estaba pendiente de ver la reacción de mi madre, esta se levanto y como si nada comenzó a vestirse y me apremio para que yo hiciese lo mismo, yo me quede un poco sorprendido pero agradecí que no pasara a mayores la actitud de mi amigo, así que rápidamente me fui a la habitación y nos fuimos.
En el parque lo pasamos genial, disfrutamos tirándonos por los toboganes, jugábamos como críos en las piscinas haciéndonos aguadillas y comentando lo bien que lo estábamos pasando estos días, hasta que haciendo cola en uno de los toboganes para tirarnos vimos a los tres chavales de la noche, al vernos vinieron a donde estábamos nosotros, al parecer habíamos tenido la misma idea.
La verdad es que por la noche ya se podía ver que esos tres tenían unos cuerpos muy trabajados, pero ahora en bañador se confirmaban, a pesar que tanto Fernando como yo no teníamos mal cuerpo comparándonos con esos tres éramos unos tirillas, mi madre parecía impresionada con esos cuerpos, estaba en estado de shock mirando esos pectorales y tocando esos musculosos brazos, mientras hacía comentarios ridículos y se reía de forma nerviosa, al igual que por la noche el cabecilla del grupo comenzó a centrar su atención en mi madre, se la comía con la mirada, estaba pendiente de ella y le agasajaba sus oídos con piropos.
Fernando pareció mosquearse y decidió marcharse de allí, poniendo como escusa que prefería irse a otra atracción con menos cola, los compañeros del musculitos les pareció buena idea y lo acompañaron, yo me quede ahí, me sentía un poco brusco, era como si no estuviera allí presente, mi madre y el musculitos seguían a lo suyo sin importarles nada más.
Llego mi turno por fin y de tire por el tobogán, pero cuando llegue abajo me vi solo, no veía ni a mi madre ni al musculitos, pensé que vendrían detrás mío pero no fue así, vi salir del tubo cuatro o cinco personas y ninguno era mi madre, por lo que imagine que al final se había echado para atrás, fui a donde empezaba la cola con la esperanza de encontrármelos allí, pero tampoco los vi, ¿Dónde se habían metido? Esto ya sí que me mosqueaba, mi madre nunca se había comportado así, que estaba pasando, porque se comportaba de esa manera, en que estaba pensando, porque esa actitud, lo cierto es que estaba algo preocupado, valore la situación, donde me hubiese ido yo, vi unos carteles que indicaban unas duchas y unos baños así que me dirigí hacia allí con la esperanza de estar equivocado y que les hubiese surgido una necesidad.
Cuando llegue no los vi, estaba algo preocupado y desesperado, no sabía qué hacer ni a donde ir, cuando me dirigía a las toallas con la esperanza de que estuviesen allí, casi por casualidad a unos doscientos metros de allí vi como varios chavales de unos 15 años estaban mirando de forma curiosa detrás de unos arbustos, a lo que me acercaba vi como un par de chavales bajaban riéndose y comentando lo buena que estaba la tía.
No sé porque pero creo que sabía de qué tía hablaban, me acerque a donde aún quedaban un par de chavales y me asome con mucho cuidado para ver qué es lo que estaban mirando, y efectivamente ahí estaba mi madre de rodillas comiéndole la polla al musculitos, los chavales cuando me vieron me miraron de forma curiosa y se sonreían de forma nerviosa y excitados por lo que estaban viendo, podía ver como sus pollas pedían salir a gritos de sus bañadores, yo les sonreí y cucándoles un ojo, les hice un gesto de silencio.
Ahí estaba yo entre unos setos observando como mi madre le comía la polla al típico chulo de playa más preocupado de su cuerpo que de otra cosa, con un par de críos con las neuronas alteradas como espectadores de lujo.
No entendía en que estaba pensando mi madre, que ostias estaba pasando, me sentía furioso, ya me costaba asimilar la nueva situación pero esto, a santo de que, acaso mi madre era una puta, o peor aun una ninfómana, es como si se hubiese quitado un peso de encima como si hasta ahora unas cadenas invisibles la impidiesen realizar sus fantasías más oscuras y la aparición de Fernando la hubiese liberado de esas cadenas y ahora todo el monte fuese orégano.
El musculitos estaba disfrutando de la ocasión, no dejaba ni un solo centímetro del cuerpo de mi madre sin manosear, no dejaba de atusarle el pelo y decirle lo buena que era y lo bien que lo iban a pasar
Diciendo esto cogió a mi madre la levanto del suelo y apoyándola contra una de las palmeras se escupió en una de sus manos y se froto la polla para apuntando a la entrada del coño de mi madre introducírsela, se quedo un rato inmóvil disfrutando de esa caliente cavidad, tras esto se aferro a las caderas de mi madre y comenzó a follarsela mas fuerte, mi madre comenzó a gemir y animarlo, pero no tardo mucho el musculitos en comenzar a bramar y decirle que se corría, y sacando rápidamente la polla del interior de mi madre le pringo el culo y la espalda de semen.
Pude ver en el rostro de mi madre una especie de mueca, diría que de frustración por el poco fuelle del musculitos, que a su vez estaba emocionado y exhausto preguntándole a mi madre que tal, mi madre no dijo nada se coloco un poco la ropa ya que el musculitos no había perdido el tiempo ni en quitarle la ropa y se marcho de allí sin esperarlo.
Yo la seguí a cierta distancia, para ver que hacía, no quería que me viese, sin embargo al poco rato se volvió para mirar atrás y me vio, yo me sentía apurado no sabía qué hacer o decir, por lo que la salude como si acabara de verla, no me parecí muy convincente, pero cuando llegue a su altura le reprendí por marcharse sin decirme nada, la verdad es que estaba furioso, ella me dijo que se había ido al baño, la verdad es que me mosqueo que me mintiese, y le pregunte que donde estaba el musculitos, ella se encogió de hombros, la sentí incomoda, esquiva, así que fui directo al grano.
Mama lo he visto todo, y no logro entender porque, mi madre se sonrojo, y me dijo que no sabía porque lo había hecho pero necesitaba hacerlo, y tras esto vi como miraba al suelo, con la mirada perdida, yo no lo entendía, porque necesitabas hacerlo, mi madre me miro y me pregunto si realmente quería saberlo, yo lo tenía claro y le dije que sí que quería saberlo, la curiosidad me estaba matando, porque se comportaba así.
Mi madre se sentó en un banco que había en el paseo y comenzó a decirme que antes de conocer a mi padre, había tenido solamente un par de relaciones, antes no era como ahora, sin embargo con el ultimo novio antes de tu padre, realice cosas e hice cosas que nunca pensé que sería capaz, era un hombre que sacaba lo peor de mi, después cuando conocí a tu padre me enamore perdidamente de él, pero él no es muy activo sexualmente, nunca lo ha sido, y al principio de dio igual lo quería y estaba dispuesta a aceptarlo, después viniste tu y ya me olvide de todo, pero antes de conocer a Fernando tenía muchas dudas, tu padre prácticamente no se fijaba en mi y una sensación rara que no se describir se apoderaba de mi, sentía que mi tiempo había pasado y me faltaba algo, cuando vino tu amigo a casa despertó ciertas sensaciones en mi interior que me hicieron recordar días pasados, no digo que sean mejores que con tu padre o que por esto no quiera a tu padre, simplemente son diferentes, me hacen sentirme viva, atractiva, saber que alguien quiere estar conmigo hace que se me estremezcan hasta las uñas de los pies
Hizo un silencio y me miro fijamente, me dijo que podía entender que yo no lo comprendiese era joven y tenía el mundo en mis manos, quizás más adelante, pero ella sentía como que era la última oportunidad de sentirse mujer, viva y atractiva para los demás, puede que sea su última parada y quería disfrutar de ese viaje, estaba abierta a todas las experiencias posibles, el morbo y la adrenalina me hacían sentir viva y el hecho de sentirme deseada por un hombre me hacía sentir joven.
Tras esto se hizo el silencio, por lo que después de un rato en el que intente asimilar sin mucho éxito lo que mi madre me había contado, le pregunte qué pasaba con papa, ella me miro y me dijo que no tenia porque pasar nada, ella quería a mi padre pero no le daba lo que necesitaba y lo estaba obteniendo por otro lado.
Yo era lo que quería oír, no pensaba separarse de mi padre y eso me gusto, así que le di un abrazo y le dije que mientras fuera prudente y no hiciese daño a mi padre podría contar con mi apoyo y lo que quisiese, ella con una sonrisa me cogió de la polla y me dijo que con esta ya se conformaba, ambos nos reímos a gusto y decidimos ir para las toallas, ya era tarde y no sabíamos dónde estaría Fernando.
Al llegar a las toallas estaba Fernando y nos pregunto dónde nos habíamos metido, yo le dije que nos habíamos tirado en un par de toboganes más con su correspondiente espera y ahora habíamos decidido dar un paseo por el parque.
Mi madre parecía agradecida por no contarle nada del tema del musculitos a Fernando, recogimos las cosas y volvimos al apartamento tranquilamente.
Una vez llegamos al apartamento y nos duchamos, estábamos bastante cansados no nos apetecía hacer la cena así que decidimos ir a cenar por ahí, nos fuimos a nuestras habitaciones y nos cambiamos para irnos a dar una vuelta.
Fernando y yo estábamos preparados esperando a mi madre, cuando Fernando me dijo que tenía una idea y se fue corriendo a su habitación, yo sentía curiosidad y fui tras él, estaba buscando algo en su mochila, hasta que dio con lo que estaba buscando, era el consolador, tenia forma de bala, no era muy grande, entonces mi amigo cuando se volvió y me vio se le ilumino la cara y me pregunto si me apetecía divertirme.
Salió disparado a la habitación de mi madre que estaba pintándose, y le pregunto si tenía ganas de jugar, mi madre lo miro extrañado y le pregunto a qué tipo de juego, Fernando se sonrió, y se coloco detrás de ella, mi madre sonreía pero no dejaba de pintarse, y pedía a Fernando que se estuviese quieto.
Este no hacía mucho caso e iba a lo suyo, se frotaba contra el culo de mi madre, mientras sobaba los pechos de esta, entonces le enseño el consolador, mi madre se quedo quieta mirándolo, yo estaba en el marco de la puerta observando lo que pasaba en el interior, Fernando cogió a mi madre le levanto la falda y pudimos ver el tanga que se había puesto, le hizo abrir las piernas y se coloco entre ellas, le bajo suavemente el tanga y le dio un besito en su coño, lo que provoco que mi madre suspirase, Fernando intento meter el consolador, pero mi madre protesto indicándole que estaba muy seca que le estaba haciendo daño, entonces Fernando saco un botecito era lubricante, se entretuvo masajeando toda la zona con el lubricante y después probo a introducirle nuevamente el consolador, que ahora no tuvo ningún problema en introducir en su interior, cuando lo tuvo metido Fernando se alejo y le dijo que ya podía volver a vestirse, mi madre se quedo un poco perpleja no entendía muy bien que estaba pasando, Fernando al verla dudar, le dijo que esta noche saldría con el consolador, mi madre no estaba muy convencida pero sin hacer muchas preguntas se coloco la ropa y nos dijo que ya nos podíamos marchar.
Fernando justo cuando íbamos a salir por la puerta se volvió y mirando fijamente a mi madre le dijo que pasara lo que pasara no podía quitarse el consolador, mi madre con una sonrisa movió levemente la cabeza en clara aceptación y empujo a Fernando para que saliese.
Cuando estábamos bajando las escaleras y aprovechando que mi madre iba por delante y no nos veía Fernando me dio un golpe con el codo para llamar mi atención y saco el mando del consolador, con una sonrisa vi como apretaba el botón y al segundo mi madre daba un respingo y un pequeño chillo de sorpresa, a la vez que se giraba para mirarnos, Fernando estaba riéndose a carcajada limpia, a mí también me hizo gracia el bote que dio mi madre, ella nos miraba asombrada mientras intentaba cerrar las piernas, y nos decía el gusto que le estaba dando el aparato.
Cuando llegamos al restaurante estaba prácticamente lleno, nos dieron la mesa y uno de los camareros nos acompañaba, nuevamente Fernando le dio al botón y nuevamente mi madre dio un respingo y un pequeño chillo, que cogió por sorpresa al camarero y le pregunto si estaba bien, mi madre se sonrojaba por momentos, intentaba contestar lo más digna posible, el camarero no parecía entender nada pero mi madre andaba de forma rara y miraba hacia atrás rogándonos con la mirada para que parasemos.
La verdad es que la cena estuvo genial todo estaba riquísimo y no fue muy caro, cuando estábamos con los cubatas, el restaurante ya estaba prácticamente vacío, Fernando volvió a darle al botón esta vez al estar sentada se podía oír un zumbido, mi madre cruzaba las piernas, se revolvía en su silla, mientras le pedía a Fernando que parase, cuando paso un camarero se quedo mirando seguramente por el ruido del consolador, mi madre estaba apurada, los colores hacían su aparición en sus mejillas, su respiración comenzaba a ser más acelerada, y no dejaba de pedirle a Fernando que parase el aparatito.
Cuando nos levantamos de la mesa mi madre fue a pagar, mientras nosotros salíamos del local, ya fuera veíamos a mi madre con el camarero pidiéndole la cuenta, cuando Fernando volvió a accionar el aparato, vimos como mi madre cruzaba las piernas, y se volvía mirando donde estábamos, cuando nos vio nos pedía con la mirada que parasemos, pero Fernando lejos de parar le dio más intensidad, mi madre se la veía incomoda, no dejaba de moverse, cuando salió fue directa a por Fernando, este se reía y le preguntaba qué tal, ella le dijo que estaba empapadisima, que quería ir a casa ya, pero Fernando tenia juguete nuevo y lógicamente era pronto para irse a casa.
Estuvimos dando una vuelta por el paseo y cada vez que nos cruzábamos con alguien Fernando le daba al botón, haciéndoselo pasar canutas a mi madre, también estuvimos en un bar y la hizo ir todo el rato a por la bebida y lógicamente aprovecho cada viaje para darle al botón.
Mi madre ya estaba desesperada, nos dijo que se había corrido por lo menos un par de veces, que sentía flojera en las piernas y que quería ir a casa, necesitaba ir a casa, y nos lo estaba implorando.
Así pues nos fuimos a casa, si mi madre estaba encendida que decir de Fernando, ambos estaban animados, yo volvía a ser un mero espectador de lo que sucedía entre ellos y como lo sabía ya no se molestaban en esconderse, por lo que fueron todo el camino manoseándose y besándose, cuando llegamos a casa Fernando se metió en la habitación de mi madre y de forma ruda y precipitada le quito toda la ropa, la tiro a la cama y le comía los pezones con deleite y glotonería, mientras mi madre estaba afanosa intentándole quitar los pantalones, este le dio nuevamente al botón a máxima potencia, lo que hizo que mi madre cerrase las piernas, se contorsionaba sobre sí misma y gemía y blasfemaba sin parar, Fernando se lo estaba pasando genial con su nuevo aparatito, cogió el lubricante y se embadurno toda la polla a conciencia, dejo un momento de darle al botón para colocar a mi madre a cuatro patas, se embadurno varios dedos y jugueteo con el orificio anal de mi madre, para dilatarlo, hasta que al cabo de un rato decidió cambiar esos dedos por su polla, por lo que se cogió la polla y apuntando hacia el culo de mi madre comenzó a perforarla suavemente.
Mi madre tenía la respiración entre cortada, se aferraba a las sabanas mientras le pedía a Fernando que fuera con cuidado, la imagen era brutal, podía ver con total claridad como el culito de mi madre se tragaba esa enorme barra de carne.
Fernando estaba teniendo mucho cuidado, introducía un trozo y paraba para que mi madre se adaptara a la intrusión, mientras Fernando la animaba y le decía el gustazo que le estaba dando.
Cuando Fernando consiguió introducirle todo ese pedazo de carne hasta la empuñadura en el interior se quedo completamente quieto, no tenia duda de que lo estaba disfrutando como nunca antes.
No tardo mucho en comenzar a sacársela un poco para introducirla nuevamente, hasta que cuando sintió que mi madre estaba más relajada acciono el botón del vibrador que llevaba en el coño, al sentirlo mi madre se contrajo de forma violenta, Fernando se aferro a las caderas de mi madre, que viéndose atrapada se dejo caer en la cama, seguido por Fernando.
Mi madre chillaba y jadeaba, intentaba escaparse de esa hermosa tortura, mientras Fernando comenzó a incrementar el ritmo de la follada anal y maltrataba los cachetes de mi madre con sonoras palmadas, mi madre le pedía que parase, a lo que Fernando me llamo para que lo ayudase, me dijo que la hiciera callar, yo fui hasta la cama, no entendía lo que me estaba pidiendo, como la hacía callar, hasta que mi madre me echo la mano al paquete y comenzó a sobarlo por encima del pantalón.
Yo no daba crédito la escena era espectacular, mi madre estaba siendo enculada mientras tenía un vibrador en el coño y me estaba intentando sacar la polla de su prisión.
Yo la ayude me saque la polla completamente empalmada y ella se abalanzo sobre esta para introducírsela en la boca, el gusto que me estaba dando era indescriptible, animado por las embestidas de Fernando que hacía que se tragase más si cabe mi polla en su boca.
Debido a que habíamos bebido aguantamos bastante y casi al mismo tiempo nos corrimos Fernando y yo, nos quedamos un rato los tres inmóviles, sudorosos y relajados disfrutando de la buena sesión de sexo que habíamos tenido, hasta que Fernando saliendo de mi madre le hizo darse la vuelta, vimos como las sabanas estaban completamente empapadas, signo evidente de que mi madre se había corrido al igual que nosotros, y cuando le saco el vibrador este estaba completamente mojado.
Estuvimos toda la noche jugando los tres disfrutando de nuestros cuerpos, usamos todos los agujeros de mi madre, y así fue el resto de las vacaciones, exploramos nuestros cuerpos, realizamos todas nuestras fantasías sexuales, hasta que tristemente llego el momento de volver a casa, una vez que dejamos a Fernando en su casa aun teníamos una hora hasta el pueblo, en esa hora casi no cruzamos palabra entre mi madre y yo, mi madre conducía e iba concentrada, mientras yo estaba en mis pensamientos, no me podía creer lo rápido que había pasado todo, lo bien que lo habíamos pasado y todo lo que habíamos realizado, pero una sombra entristecía mi felicidad, ¡ a partir de ahora que pasaría¡
Espero que les guste y se aceptan ideas si tiene buena aceptacion se procedera a una 4 parte.