Mi mejor amigo se folla a mi madre (2)

Continuación de como mi amigo aprovecha nuestra relación para beneficiarse a mi madre.

-          Mi mejor amigo se folla a mi madre (2)

Eran las 8.00 h de la mañana del lunes, he iba camino de la universidad para ir a clases, pero ese no era un lunes cualquiera, ese era precisamente el primer lunes después de que mi mejor amigo se hubiese beneficiado a mi dulce madre durante todo el fin de semana, en mi propia casa aprovechando que eran las fiestas del pueblo y mi padre no estaba.

No solo eso, yo lo vi todo sin que mi madre se enterase, pude haberlo parado o por lo menos intentarlo, pero no lo hice y permití conscientemente que pasara, pero lo peor de todo es que mi amigo me descubrió observándolos y ahora me encontraba en una encrucijada ya que me pedía que lo ayudase a seguir disfrutando de los placeres carnales de mi hermosa madre.

Ya casi estaba en la universidad, aunque me sentía bastante cansado, no por el exceso de las fiestas, que supongo que también afectaría sino por lo poco y mal que dormí ese domingo, no dejaba de pensar todo lo que había ocurrido ese fin de semana, como había pasado y la solicitud de mi mejor amigo para que lo ayudase, mil sensaciones y sentimientos encontrados pasaron por mi cabeza y cuando quise dejarlo y dormir un rato el despertador me aviso de que era hora de mis obligaciones.

Sinceramente no sabía ni cómo iba a reaccionar cuando lo viese, mi cabeza era un hervidero y mi corazón latía a mil por hora, sentía vergüenza, no daba crédito a mi comportamiento ni mucho menos como podía haberme planteado colaborar con mi amigo en que esto se prolongase en el tiempo, sentía algo dentro de mí que me animaba a hacer lo correcto, pero por otro lado, en lo  más oscuro y depravado de mi ser, me hacia plantearme el no hacer nada, dejar que pasase e incluso más de una vez me sorprendí deseando que pasara, me intentaba engañar a mi mismo pensando que no había hecho nada malo, simplemente era un mero observador de lo que había ocurrido, sin embargo finalmente acababa culpabilizándome de lo ocurrido y eso me agobiaba y me hacía sentir fatal.

No tarde mucho en encontrarme con mis temores de frente, ya que me fui a la cantina para tomar un café y ahí estaba Fernando, con un par de colegas contándoles lo genial que se lo había pasado en las fiestas de mi pueblo.

Cuando me vio me saludo de forma efusiva, se le veía emocionado y contento para las horas que eran, me pregunto qué tal estaba y me puso al día de la conversación que mantenía con sus colegas sobre el fin de semana en el pueblo.

Yo simplemente asentía lo que decía, la conversación iba por un cono correcto por lo que no me incomodaba y pronto estuve como siempre, riendo y hablando de cualquier cosa con mis colegas.

Hasta que uno de ellos le pregunto a Fernando que tal estaban las mujeres del pueblo y si había conquistado alguna, entonces Fernando me echo la mano por encima de los hombros, momento que me incomodo muchísimo, no sabía ni que decir ni que hacer, no sabía dónde meterme, sentía como mis mejillas se encendían por momentos pero Fernando contesto que yo tenía razón, las mujeres en el pueblo eran preciosas, y que había conocido una mujer muy especial.

Los amigos se animaron y le pidieron más detalles, Fernando salió del paso indicándoles que todo caballero que se considere como tal nunca cuenta sus experiencias con una mujer, pero solo os diré que es única no solo por su belleza sino por su intensidad en la cama.

Los colegas le vitorearon e insistieron en que les contara más detalles pero este dio por zanjado el asunto y cambio de tema.

En ese momento aproveche para escapar de allí con la excusa de que tenía clase, mi corazón latía a mil por hora, me sentí muy incómodo, a fin de cuentas era mi madre, no una mujer cualquiera de la que estaban hablando.

Ya en clase mi cabeza no dejaba de darle vueltas a todo, me iba a volver loco, me sentía fatal, algo en mi interior se había roto, mi madre, mi dulce madre, la mujer que más quería, había sido infiel y parecía haberlo disfrutado, no vi que tuviese ningún remordimiento, mientras mi pobre padre estaba trabajando ella estaba retozando en el mismo lecho que horas más tarde compartiría con su marido, me sorprendió su actitud, su pasión y entrega a un desconocido y de la misma edad que su propio hijo, mientras yo lo observaba todo, y lo que más me avergonzaba es que lo había disfrutado, me había empalmado e incluso masturbado viéndolo.

La verdad es que las clases e incluso el día me pasaron volando, era como un zombi me encontraba ausente, en mi cabeza solo tenía lo sucedido en el fin de semana.

Fernando me llamaba constantemente pero yo lo rehuía no sabía muy bien cómo afrontar esta nueva situación, reconozco que disfrute mucho viéndolo pero ahora en frio la cosa cambiaba y de ahí a que sea colaborador y lo ayude va un mundo.

Estaba en mi piso preparándome algo para cenar cuando llamaron al timbre, fui abrir y vi que era Fernando, no era raro que hubiese venido, más bien era una cosa de lo más habitual, que cenásemos juntos o hiciésemos alguna fiesta en el piso, incluso alguna vez, alguna de sus conquistas las finalizaba en mi piso, ya que él vivía todavía con sus padres, pero hoy no era una visita de cortesía como cualquier otro día.

El tiempo que tardo en subir al piso fue eterno sentía un sudor frio y un escalofrió recorrió mi espalda, imaginaba el motivo de su visita y no sabía cómo iba reaccionar, su sola presencia me incomodaba.

El entro como siempre con toda la confianza del mundo como si estuviera en su casa y vino hasta donde yo me encontraba que no era otro sitio que en la cocina, me pregunto que donde me había metido todo el día, ya que casi no habíamos coincidido, mentí y le dije que estaba muy liado ya que pronto comenzarían los exámenes finales.

Lógicamente él no se creyó la excusa, me miró fijamente y con una media sonrisa me pregunto si estaba así por lo del fin de semana.

Yo no pude más y le conteste afirmativamente, diciéndole que llevaba dos días muy malos, que me sentía fatal y que el domingo apenas pegue ojo pensando en todo lo que había pasado.

El al oír mis argumentos se puso más serio, y me dijo que no tenía que tener ningún miedo, que él no iba a decir y hacer nada que me perjudicase, que éramos amigos.

Entonces yo de forma furibunda le conteste que eso no le impidió follarse a mi madre, me sorprendió el tono de mi voz, una rabia contenida salió de mi interior.

Mi reacción lo dejo algo descolocado, dudo que se esperase esa reacción por mi parte, estaba soltando todo lo que tenía en mi interior y me estaba matando y él me escuchó atentamente, sin interrumpirme, hubo un tenso silencio entre ambos, pero rápidamente contraataco diciéndome que mi madre tenía unas necesidades que ni ella misma probablemente hasta este fin de semana supiera, la rutina estaba asentada en su vida y él le había descubierto que todavía era joven, atractiva e interesante para el sexo opuesto.

Fernando no tenía ninguna duda que mi madre necesitaba eso, sentirse viva, y tener sexo con alguien, tu padre sin embargo prima el trabajar y ganar dinero antes que atender las necesidades de tu madre.

Tu madre es un bombón, un capricho de mujer y tarde o temprano esto iba a pasar, tú ya sabes cómo soy, no lo puedo evitar y no me voy a excusar por lo que hice, ya que no hice nada malo y  no la forcé, ambos queríamos.

La verdad es que no sé si porque había soltado todo lo que llevaba dentro o por la sarta de chorradas que Fernando me decía aunque debo reconocer que no le faltaba razón, pero el caso es que me encontraba mejor, estaba más tranquilo y estaba cansado de sentirme así.

Fernando debió sentir que mi oposición reducía ya que justo en ese momento me abordo sobre lo que pensaba en ayudarlo, yo le dije que estaba cansado y que no me podía creer que me propusiera eso, era mi madre.

El volvió a callarse y tras un breve paréntesis, me dijo que no pensaba cejar en su empeño, mi madre era una mujer de bandera y un volcán sexual que no iba a dejar escapar, con o sin mi ayuda.

Yo lo mire fijamente, sabía que tenía a mi madre entre ceja y ceja y efectivamente no iba a dejarlo pasar, pero aun así le pregunte si yo me oponía o se lo pedía por nuestra amistad.

El sin dudarlo me respondió que la única forma de olvidarse es que mi madre le dijera que no, pero ambos sabíamos que eso no iba a pasar por lo menos por el momento.

Entonces no sé porque le hice esa pregunta pero la hice.

Yo: “Y en el caso, solo hipotéticamente, pero en el caso de que te ayudara… Que es lo que tendría que hacer”

Al oír esto Fernando sonrió se abalanzo sobre mí y con una sonrisa de oreja a oreja me decía que lo sabía, sabía que tu madre te ponía igual o más que a mí.

Yo intente quitármelo de encima y ponerme serio comentándole que solo era en un caso hipotético y por curiosidad.

Él se volvió a sentar en su sitio y con las mejores de sus sonrisas, me dijo que aparte de seguir manteniendo la misma amistad que nos une, ahora incluso más, tan solo tenía que ser la tapadera perfecta, estar ahí para que nadie dude ni sepa lo que pasa, el hecho de que una madre este con su hijo y un amigo de su hijo nunca da que pensar, además con la excusa de estar con su hijo los encuentros podrían ser más naturales y frecuentes y mucho menos forzados.

Sin embargo imagínate que alguien nos ve, a tu madre y a mi solos, en cualquier sitio no es necesario que nos vean en situación comprometida, simplemente en un centro comercial, en una cafetería o por la calle juntos, la que se podría montar seria grande, pero contigo quien iba a pensar que ocurre algo raro, simplemente seria una madre con su hijo y un colega nada raro sin malas lenguas ni situaciones comprometidas.

E de reconocer que su plan no era descabellado del todo, y tenía su lógica, y conforme más me contaba podía sentir como me invadía la curiosidad y mi excitación iba en aumento.

Esa noche finalmente se quedó a cenar como otras muchas noches, y hablamos del tema, lo que tenía pensado y como lo podríamos hacer, me hizo multitud de preguntas sobre mi madre, estaba claro que quería conocerla, saber que le gustaba y que no para poder abordarla, en pocas palabras jugar con ventaja, estaba claro que no quería dejar nada a la improvisación.

Finalmente cuando se marchó, yo estaba excitadísimo, no dejaba de recordar a mi madre con Fernando, como se movían, como disfrutaban el uno del otro, como sus cuerpos se fundían en uno solo, no cabía duda que Fernando había conseguido que viese a mi madre de otra forma totalmente diferente a como la veía hasta la fecha, y un gusanillo crecía en mi interior, sentía curiosidad, quería, es mas deseaba ver a mi madre con Fernando, ver como la conquistaba, como la comprometía, como ambos disfrutaban de sus cuerpos, ¿sería capaz mi madre de dejarse llevar y jugar a ese juego?, sabía que Fernando me estaba manipulando, me estaba utilizando para poder acercarse y beneficiarse a mi madre, pero aun así, el deseo de verlo, de comprobar que mi amigo hacía saltar todos los límites morales y se beneficiaba a mi hermosa madre me superaba, me deje llevar, yo no tenía que hacer mucho y me intrigaba como harían ambos para ocultarlo, para verse sin ser vistos, ¿Sería capaz Fernando de hacer que mi madre entrase en su juego?, ¿doblegarla a sus deseos?.

El caso es que otra noche más dormí bastante poco imaginando como seria, como lo harían, y ahí estaba nuevamente camino a la universidad con la mente en otro sitio y prácticamente deambulando.

Ese día coincidía a primera hora con Fernando en una de las asignaturas, como era habitual nos pusimos al final de la clase, y como supondréis prácticamente no hicimos ni caso a lo que el profesor nos decía ese día el tema central era mi madre, podía ver a Fernando muy excitado, estaba claro que tenía un objetivo y ese no era otro que mi madre.

La verdad es que oírlo hablar así de mi madre, de todo lo que le haría, me ponía muy bruto, me excitaba solo el hecho de oírlo y pensar que podía conseguirlo, pero me fastidiaba que lo viese, así que me sentía como un subnormal riéndole todas sus ocurrencias, y poco o nada aportaba, era un monologo de Fernando.

Los días fueron pasando, y Fernando no perdía la esperanza, me proponía mil opciones para coincidir con mi madre, pero las opciones que proponía me parecían muy arriesgadas y aunque disfrutaba oyéndolas también tenía que procurar que nadie se enterase, y mucho menos mi padre, si realmente llegaba a pasar algo, tenía muy claro que mi padre no debía estar cerca, había veces que dudaba que Fernando le importase mucho el hecho de que era mi madre y si alguien se enteraba mi familia seria cualquier cosa menos eso una familia, para él solo era un juego, un nuevo reto que conseguir, incluso veía como disfrutaba humillándome, disfrutaba comentando todo lo que iban hacer él y mi madre gracias a mi.

Yo me hacia el tonto, la verdad es que esas conversaciones me excitaban, y en mis ratos de soledad los imaginaba y me empalmaba, ya las veía con normalidad, incluso llegue a masturbarme más de una vez imaginando esas situaciones, pero en mi interior no veía claro que eso pudiese llegar a pasar algún día, así que en cierta manera mi lucha interna se había apaciguado, tan solo era un juego, una ensoñación sin más.

Hasta que un día, llego la primera oportunidad, como prácticamente todas las noches llame a mi casa para dar el parte, me gustaba llamar cuando estaba preparando la cena o llegando a casa y como cada noche hablamos de cómo me había ido el día, lo que había hecho, cosas sin mucha importancia vamos.

Aproveche para decirle a mi madre que seguramente me quedaría ese fin de semana en el piso y no bajaría al pueblo, teníamos fiesta el viernes y el resto del fin de semana aprovecharía a quedarme a estudiar ya que no quedaba mucho para los exámenes finales y no iba muy bien.

Sentí como mi madre se callaba y un silencio incomodo se hacía, por lo que le pregunte si pasaba algo, ella pareció dudar un segundo y me comento que había una obra de teatro que le hacía mucha ilusión ir a verla pero que mi padre no quería ir con ella y había pensado que igual me apetecía a mi ir con ella, yo le pregunte qué día era, y ella me dijo que el sábado, yo le dije que sí que no había problema que si venia yo la acompañaba y se podía quedar a dormir en el piso.

Ella cuando lo oyó se alegró mucho, me pregunto si no me importaba de verdad ir con ella, sino me ocasionaba mucho trastorno, yo le dije que no había problema y que así también me vendría bien para despejarme un poco después de todo el día de estudio, que el sábado nos veíamos, entonces ella me dijo que no me pasara el viernes en la fiesta y con un sonoro beso se despidió.

Tras colgar me di cuenta que ese era el momento que estaba esperando, mi madre estaría sola, sin su marido, fuera del pueblo, sin miedo a ser vistos por nadie conocido, y aunque nos viesen no seriamos más que una madre su hijo y un amigo de este.

Solo pensarlo me excite, y cogiendo el móvil le envié un wasap a Fernando indicándole que no hiciese ningún plan para el sábado ya que su oportunidad había llegado.

Aún no había dejado el móvil en la mesa cuando vi como la pantalla de mi móvil se encendía, era Fernando que me estaba llamando, se lo cogí y me pregunto si era cierto lo que le acababa de mandar y yo le conteste afirmativamente, y le comente los planes que había organizado con mi madre para el fin de semana, tras esto Fernando se le veía radiante, extasiado en una nube dándome las gracias mil veces por la oportunidad tan buena que le brindaba.

Su cabeza iba a mil, y todo lo que le pasaba por ella me hacía participe, al cabo de un rato lo frene y le dije que pensara muy bien como lo iba hacer y mañana lo hablábamos en clase y tras despedirnos dimos la conversación por terminada.

Tras cenar y recoger las cosas me fui a la cama estaba nervioso no podía dormirme, nuevamente mis pensamientos estaban turbados, en mi interior había una lucha interna, mis sentimientos estaban enfrentados, por un lado quería que pasase, deseaba que pasara, ver cómo se las ingeniaba Fernando para que mi madre cayese en sus fauces, el morbo de la situación, de saber que está prohibido, el riesgo de ser pillados infraganti, pero por otro cuando recordaba que esa mujer era mi madre, la mujer de mi padre, esa mujer cariñosa y atenta que me había cuidado y siempre estaba cuando la necesitaba, era la que estaba exponiendo y ofreciendo a un lobo hambriento como Fernando, un sentimiento de culpabilidad y congoja se apoderaba de mí, me hacía sentir mal, sucio e incómodo.

Al día siguiente, cuando llegue a clase ahí estaba Fernando en la puerta esperándome con un aire chulesco y de confianza en sí mismo casi insultante, y con una sonrisa imborrable, sin embargo a mi ese carácter arrollador me intimidaba e incomodaba a partes iguales así que tras los saludos de rigor entramos en clase, y como siempre nos pusimos en la última fila, Fernando comenzó a comentarme lo que había pensado, yo lo escuchaba atentamente, la verdad tengo que reconocer que lo tenía todo muy bien pensado, casi había terminado la clase y yo prácticamente no había abierto la boca.

Y por fin llego el día, era sábado y como habíamos quedado Fernando y yo decidimos no ir a la fiesta para estar en plenitud el sábado, me levante pronto y aproveche para estudiar, a media mañana como habíamos quedado mi madre y yo apareció en mi piso, y tras los saludos de rigor le dije que me ponía un rato más a estudiar, ella me dijo que no me preocupase que aprovechaba para hacer la comida y limpiar un poco, cosa que agradecí ya que así me dejaba más tiempo para estudiar y seamos serios el tema de limpiar fastidia bastante, y aunque el piso no estaba sucio sí que necesitaba un toque femenino.

Así pues sobre las 14.30h mi madre vino a mi habitación para indicarme que la comida estaba preparada, por lo que al cabo de 5 minutos salí de mi agujero, la verdad es que la casa parecía otra, estaba limpísima y era de agradecer, tras comer y recoger juntos decidimos cambiarnos e irnos de compras para hacer tiempo, cuando estaba en mi habitación y como había quedado con Fernando le dije que nos íbamos de casa que íbamos de compras, rápidamente me envió un mensaje y me dijo que fuéramos a un centro comercial en las afueras y que allí nos encontraríamos.

Tras leerlo pude sentir como un gusanillo se instauraba en mi tripa, estaba nervioso, excitado, preocupado, todo en uno, solo esperaba que todo fuese bien y no hubiese ningún problema.

A los pocos minutos ambos estábamos camino del centro comercial, cuando le dije al que íbamos mi madre se extrañó un poco ya que siempre que venía íbamos a otro, yo me excuse diciendo que me habían hablado muy bien de ese centro y además había menos agobios, por cambiar una vez no pasaba nada y ella pareció quedarse complacida con mi justificación.

Una vez estuvimos en el centro comercial, avise por wasap a mi amigo, este me respondió de inmediato indicándome que estaba en Springfield, que fuéramos a Zara.

Y siguiendo sus instrucciones oriente a mi madre hacia Zara, cuando estábamos llegando observe que Springfield estaba justo en frente de Zara por lo que Fernando podría vernos venir sin ser visto.

Ya en Zara cuando mi madre estaba mirando unos pantalones apareció Fernando haciéndose el encontradizo, nos saludamos como siempre y Fernando le dio dos besos a mi madre, esta al verlo pude ver como se ruborizaba, estaba incomoda seguramente recordando lo que había pasado entre ambos la última vez que coincidieron, Fernando nos preguntó que hacíamos por aquí y porque no le había avisado, yo le indique que teníamos intención de ir a una obra de teatro y para hacer tiempo nos habíamos venido a pasar el rato al centro comercial.

Tras esto los tres nos dedicamos a ir de tiendas, la tarde paso de forma rápida y animada, Fernando se deshacía en atenciones hacia mi madre, y esta se la sentía muy a gusto con su presencia y sus halagos, pero quitando algún roce “casual” y las chispas que saltaban cuando sus miradas se cruzaban, que hacían sentir la tensión sexual entre ambos, no pasó nada y eso me desanimo bastante la verdad, me sorprendió mi actitud, pero estaba ansioso porque pasara algo entre ese par de tortolitos.

A que estaba esperando Fernando, se le veía seguro con el gesto tranquilo y relajado y no había duda de que mi madre babeaba por él, yo varias veces desaparecí de la escena con la excusa de que iba a ver algo a otro sitio para dejarles solos pero aun así no parecía avanzar la situación, es cierto que hablaban de forma distendida y mi madre se la notaba relajada y a gusto e incluso diría que le gustaba que Fernando flirtease con ella y le reía las gracias, pero no pasaban esa línea.

A media tarde mi madre comento que habría que ir pensando en ir a casa ya que había que ponerse guapa, e ir al teatro.

Fernando como no aprovecho para regalarle los oídos a mi madre con un piropo, y se ofreció a llevarnos a casa, y si no nos parecía mal acompañarnos al teatro, mi madre me miro y movió los hombros como signo que por ella no había inconveniente en que viniese, por lo que rápidamente le indique que por nuestra parte no había ningún problema en que vendría con nosotros.

Fuimos a por el coche al parking, cuando llegamos a la altura del coche comprobé que  era un Audi negro enorme con las lunas tintadas, era un coche de alta gama, vi como mi madre lo miraba y le decía lo bonito que era, Fernando le regalo la mejor de sus sonrisas y le dijo que no más que ella, a lo que mi madre sonrió como una colegiala, estaba claro que Fernando aprovechaba la que tenía y a mi madre lejos de molestarle le agradaba.

Yo ajeno a sus juegos, le pregunte de quién era ese coche, ya que normalmente a la universidad venía con un golf (que tampoco era mal coche) él se sonrió y me dijo que de su padre, y tras esto me pregunto si quería conducirlo, yo estaba loco por probarlo y lógicamente me hizo muchísima ilusión y le conteste afirmativamente, mientras él me lanzaba las llaves y yo iba hacia el asiento del piloto pude ver como Fernando abría la puerta a mi madre, para después sentarse atrás con ella, no sé porque pero me descoloco, porque se sentaba atrás, cuando tiene el asiento del copiloto libre.

Al entrar vi que había un paquete en el copiloto y me pregunto Fernando si me importaba que se sentase atrás ya que era por no cambiar el paquete.

Yo me sonreí, el cabron lo tenía todo controlado, y le dije que me daba igual donde se sentase siempre que me dejara conducir ese hermoso vehículo.

Él se sonrió y me dijo que cerca había un polígono si quería probarlo como se merecía ese era el lugar, yo le dije que por mi genial, mi madre fue a protestar pero Fernando le dijo que no se preocupase el Polígono caía de camino a casa y era un momento, teníamos tiempo de sobra.

Efectivamente a los cinco minutos estábamos en un Polígono con calles dobles de rectas eternas en las que disfrute del coche, mientras Fernando disfrutaba de los placeres de mi madre aunque de eso último me entere más adelante.

Cuando llegamos a casa Fernando subió con nosotros, mi madre se fue rápidamente a su habitación y fue ahí cuando Fernando me conto como había masturbado a mi madre en el coche mientras yo disfrutaba de su coche, Fernando se reía y me decía que teníamos que repetirlo, el morbo y la excitación que le había producido eran máximas, yo simplemente con su comentario hizo que mi polla diese un respingo, justo en ese momento mi madre nos indicaba que entraba en la ducha, por lo que nosotros nos quedamos en el cuarto de estar comentando como había evolucionado el día y los planes que Fernando tenia para esta noche, y a decir verdad la cosa prometía.

Cuando salió mi madre de la ducha me aviso de que el baño estaba listo que si me iba a duchar rapidito, entonces tanto Fernando como yo miramos hacia el pasillo y ahí estaba mi madre con un par de toallas una sobre su cabeza y la otra sobre su cuerpo, anudada por encima de sus pechos lo que nos dejaba ver sus largas, contorneadas e infinitas piernas.

Fernando me dio un golpe que hizo que saldría de mis pensamientos y me apremio para que fuese a la ducha, como un autómata, me levante y fui a mi habitación, cogí la ropa y le dije a mi madre que me metía a la ducha.

Antes de entrar, mire hacia el cuarto de estar y ahí estaba Fernando nervioso, expectante, mirando hacia el pasillo, observando cómo me metía en el baño.

Cuando me fui a meter en la ducha un presentimiento me paso por la cabeza, no se algo en Fernando me hizo dudar, si fue capaz de masturbar  a mi madre en el coche a escasos centímetros de mi que no sería capaz de hacer ahora, por lo que deje el agua caer y en calzoncillos como estaba salí del baño, mire hacia el cuarto de estar y Fernando no estaba, mis peores temores se estaban confirmando, me gire hacia la habitación de mi madre y vi como la puerta de esta estaba volteada, pero sin cerrar del todo, por lo que deduje que estaría en la habitación, no podía estar en ningún otro sitio, fui descalzo e intentando no hacer ruido, cuando ya estaba frente la puerta podía oír como efectivamente Fernando estaba con mi madre, los podía oír pero no entendía lo que hablaban ahí dentro ya que estaban más bien susurrando, seguramente para evitar que me enterase, tampoco podía ver nada, así que  con mucho miedo a ser visto, pero con una curiosidad corroyéndome las entrañas, me coloque de forma que podría ver por el hueco que quedaba en la puerta entreabierta, era más la excitación de saber lo que pasaba en esa habitación que el hecho de ser pillado.

Lo que vi me dejo helado, hay estaban los dos mi madre de espaldas a mi frente a mi amigo completamente desnuda y expuesta a los más bajos deseos de Fernando, tenía las piernas completamente abiertas mientras la mano de mi amigo jugaba con su sexo, podía ver desde mi posición como la mano de Fernando estaba en su entrepierna, los labios vaginales de mi madre se abrían y permitían que los dedos de mi amigo jugasen con su clítoris, lo que provocaba que mi madre tuviese  convulsiones y que su voz se entrecortase, ahora si podía oír lo que se comentaba en la habitación.

Mi madre le pedía, le rogaba a Fernando que parase que no estaba bien que yo podía salir en cualquier momento y pillarlos, que pensase en mi y en el hecho de que estaba casada y esto no podía seguir por estos derroteros, por el contrario Fernando saco su mano de su entrepierna y se la acerco a mi madre a su boca mientras le indicaba de forma jocosa que su cuerpo no sentía lo mismo que decía, mi madre tenía ahora dos dedos de Fernando en su boca y esta se los chupaba de forma golosa, mientras este se acercó a su oído y con una voz melosa le decía a mi madre, que por mi estuviese tranquila ya que siempre me costaba mínimo un cuarto de hora ducharme.

Tras esto le saco los dedos de su boca y volvió a introducírselos en su interior, la estaba masturbando, podía ver desde mi posición como introducía y sacaba esos dos dedos de su interior mientras frotaba con el dedo gordo un clítoris cada vez más henchido en deseo, poco a poco sus movimientos eran más violentos, mas frenéticos y mientras aceleraba la masturbación él se lamentaba de que yo estuviese y no pudiese follarsela como debía y necesitaba.

Podía ver como un bulto grosero se marcaba en los pantalones de Fernando, mientras mi madre emitió un gemido, las piernas le flojeaban y echando sus brazos sobre la cabeza de mi amigo apoyo su cara sobre el hombro de este, tapándose la boca para evitar chillar, era evidente que estaba teniendo un orgasmo, Fernando aprovecho para acelerar su ritmo, cada vez que sus dedos se introducían en el interior de mi madre se podía oír un chapoteo, e incluso alguna perla de sus fluidos caía al suelo, hasta que saco su mano de la entrepierna completamente empapada y se la llevo a su boca, mi madre se aferraba al cuello de mi amigo y se convulsionaba mientras las piernas le fallaban del placer que acababa de recibir, momento que Fernando aprovecho para darle un cachete en una de sus nalgas, poniéndosela colorada y se despidió indicándole que de hoy no pasaba sin follarsela como debía, así que la dejaba para que se pusiese muy guapa para la ocasión, mientras buscaba la boca de mi madre para darse un intenso y apasionado morreo.

Yo aproveche para salir pitando de ahí y no ser visto, estaba alucinado, como podía ser que mi madre tuviese tan poca resistencia ante los encantos de Fernando, pero más me alucinaba la forma de dirigirse Fernando a mi madre, me di una ducha rápida y me cambie igual de rápido, ya que si no mi madre podría extrañarse, ya que aunque sabía que me gustaba tomarme mi tiempo en la ducha ya había pasado bastante tiempo.

Cuando salí del baño yo ya estaba preparado para marcharnos, pero mi madre aún seguía en su habitación y vi que Fernando estaba en el cuarto de estar viendo la TV, por lo que me fui con él, y rápidamente me comento lo que había pasado en la habitación, lo caliente que estaba, mientras se frotaba la polla, tenía la cara desencajada, estaba excitadísimo y su actitud hacia mi había cambiado, sentía como buscaba burlarse de mí en cada comentario, disfrutaba diciéndome todo eso, lo peor de todo es que aunque me jodia ese tono guasón y condescendiente conmigo, me excitaba y deseaba que pasara, el debía de notarlo o simplemente disfrutaba de la situación y siguió vacilándome hasta que me comento que esta noche me iba hacer un hermanito, yo al escucharlo me empalme rápidamente y con una sonrisa bobalicona le dije que no fuera capullo y no se pasase, de hermanitos nada, yo omití que lo había visto todo me sentía muy violento reconocer que me excitaba verlos en acción.

Tras esto y para cambiar de tema, le dije a mi madre que estaba haciendo que no íbamos a llegar, y al segundo salió de la habitación, estaba preciosa, ambos nos quedamos embobados mirándola venir hacia nosotros, se había puesto una falda que le llegaba a medio muslo negra tipo cuero que dejaban ver esas hermosas y largas piernas estilizadas con unos zapatos negros con algo de tacón pero tampoco demasiado, arriba se había puesto una camisa vaporosa blanca que junto con un poco de colorete y algo de pintura la hacían estar preciosa.

Cuando llego donde estábamos con una sonrisa maliciosa se giró y nos preguntó qué tal estaba, que nos parecía, ambos estábamos absortos contemplado a esa belleza que nos iba acompañar.

Fernando rápidamente se levantó del sillón y cogiendo suavemente de la cintura a mi madre le comento que no había palabras para describir lo hermosa que estaba y que esta noche iba causar furor y diciendo esto le ofreció su brazo para salir de casa, ella antes de engancharse al brazo de Fernando me miro y me pregunto qué pensaba, yo como un estúpido le comente que estaba preciosa y que tenía que salir y arreglarse más a menudo que era guapísima y lo único que me fastidiaba es que fuese mi madre.

Pude ver como se ruborizaba ante tanto halago, y cogiéndose del brazo de Fernando nos indicó que nos marchásemos y dejáramos de ser tan zalameros.

Cuando estábamos bajando, Fernando nos preguntó cómo queríamos ir si con el coche o andando ya que el teatro estaba cerca de mi casa, y el coche estaba bien aparcado y seguramente ahora estaría complicado aparcar cerca del teatro.

Mi madre rápidamente contesto diciendo que si el coche estaba bien aparcado y el teatro estaba cerca que fuéramos paseando.

Por lo que dicho y hecho, no habría más de 10 minutos andando, por lo que nos fuimos andando, mi madre iba en el centro, íbamos hablando distendidamente, y mi madre varias veces comento lo afortunada que era el estar tan bien acompañada por dos hombres tan guapos y galanes.

Una de las veces que mire disimuladamente hacia atrás vi como el cabron de Fernando tenía una de sus manos en el culo duro de mi madre y está no hacía nada por impedirlo, es más juraría que se movía de forma cadente para sentir esa mano en su glúteo, cuando mire a Fernando vi que se había percatado de que los había descubierto y con una sonrisa maliciosa me cuco un ojo, síntoma evidente de que lo estaba disfrutando.

Por fin llegamos al teatro no había mucha cola y sacamos las entradas rápido sin embargo en la barra sí que había bastante gente, Fernando propuso coger alguna cosilla para comer y algo para beber, mi madre secundo la idea y se puso en la barra para pedir, entonces Fernando me sonrió y se coloco detrás de mi madre, al haber tanta gente era normal que hubiese algún que otro empujón y en uno de estos Fernando se pego a mi madre, esta al sentir como su paquete punteaba su culo se sobresalto, miro de soslayo a Fernando y este con una sonrisita se pego aun mas a mi madre y vi como se frotaba, mi madre para evitar una situación violenta hizo como si no pasara nada y miraba hacia delante con la esperanza de que alguien la atendiese, yo no daba crédito como Fernando aprovechaba cualquier ocasión para magrear a mi madre, y esta no hacía nada para impedirlo, mi polla estaba reaccionando solo de ver lo que estaba pasando, al cabo de un rato atendieron a mi madre y tras comprar alguna cosa nos sentamos en nuestras correspondientes butacas, yo estaba en una esquina y el escenario se veía genial mi colega se colocó hábilmente entre mi madre y yo, tenía todo controlado y no desperdiciaba ninguna ocasión.

Habíamos llegado pronto y estuvimos hablando un rato de manera distendida, comentando lo que íbamos hacer después del teatro, hasta que avisaron que la actuación estaba a punto de comenzar, las dos butacas siguientes a mi madre parecían que iban a quedar libres ya que solo quedaban 5 minutos y no aparecía nadie, aunque también podían aparecer a última hora.

Apagaron las luces y el espectáculo comenzó, definitivamente las butacas que había al lado de mi madre se quedarían vacías, la entrada para el espectáculo era buena había alguna butaca libre pero en general estaba lleno.

Fernando hablaba con ambos, con mi madre casi no entendía lo que le decía, por lo que entiendo que cuando hablaba conmigo a mi madre le pasaba lo mismo, la verdad es que la obra estaba entretenida, pero yo estaba expectante mirando por el rabillo del ojo a Fernando para ver si este volvía al ataque con mi madre, no parecía que estuviera haciendo nada o que fuera a pasar nada, no sé porque pero deseaba con todas mis ganas que pasase, el morbo, la situación, el saber que era mi madre, no lo sé pero me excitaba sobremanera.

El caso es que ya llevaríamos 15 minutos de espectáculo y casi había perdido toda esperanza de que pasara algo, hasta que sentí un movimiento raro, mire directamente a Fernando y tanto el cómo mi madre miraban fijamente hacia el escenario, sin embargo algo me parecía raro, no sé, vi un leve movimiento del brazo de mi amigo, el que estaba más cerca de mi madre, no lo veía y me parecía mal observar fijamente hacia esa zona, pero cuando mire con disimulo vi que mi madre estaba con las piernas abiertas y aunque miraba fijamente al escenario podía ver como su respiración se aceleraba, sus pechos se hinchaban cada vez que tomaba aire dejando la boca entreabierta, imagine que mi amigo se las había ingeniado para meterle mano, la verdad es que lo hizo de manera muy hábil ya que estando allí mismo no me di cuenta de nada, al cabo de un rato vi que Fernando le decía algo al oído de mi madre, se miraron fijamente y mi madre con una sonrisa picara y una mirada llena de vicio, se levantó en mitad del espectáculo excusándose con la necesidad de tener que ir al baño.

Cuando se fue, Fernando me dijo que mi madre era una bomba, que estaba más caliente que una estufa y que lo iba a disfrutar como nunca antes lo había hecho con ninguna otra, yo le dije que no hablase tan alto que lo podían oír, y de echo creo que los de atrás se habían enterado de todo.

Fernando se levantó y con una sonrisa de superioridad me indico que si quería ver u oír lo que iba a pasar ahora que le diera 5 minutos y fuese a los baños de hombres, sino me equivoco tu madre ya debe estar allí esperando a que llegue.

Oír eso hizo que mi polla reaccionase al instante, pero un sentimiento que no se describir exactamente me embargo y me hacía sentir fatal, era un sentimiento de culpabilidad, me incomodaba y fastidiaba lo fácil que parecía para Fernando doblegar la voluntad de mi madre, pero no me podía creer que mi madre una mujer digna y decorosa estuviese dispuesta a realizar esa locura, no daba crédito, y más cuando su hijo estaba tan cerca.

No tarde ni dos segundos en ir detrás de Fernando, pude ver como efectivamente se metía en los baños, pero justo antes de meterse miro hacia atrás y al verme con una sonrisa de oreja a oreja me hizo un gesto para que fuera hacia él, y con otro gesto me indicaba que no hiciese ningún ruido.

Así pues entramos ambos juntos al baño, pero mientras Fernando iba hasta el último baño cerrado de manera segura y decidida yo me quede inmóvil en la puerta, entonces Fernando llamo a mi madre, y esta le contesto, estaba alucinado y horrorizado, efectivamente mi madre estaba desbocada y Fernando no iba a desaprovechar esa ocasión.

Fernando entro en el último de los baños pero no cerró la puerta del todo, no me lo podía creer podía oír cómo se estaban dando el lote pero no me atrevía casi a respirar por miedo a que me pillaran ahí, no sabría que decir ni cómo reaccionar, pero ¿y si por un casual entraba alguien en ese momento?, no daba crédito a todo esto, la situación era limite ahí estaba mi madre con Fernando mi mejor amigo, y ahora mismo el mejor amigo de mi madre, mientras yo estaba a escasos metros de ellos y con el riesgo de que cualquiera entrase en ese momento y nos pillaran a todos, mi polla estaba dura como el acero, yo me frotaba por encima del pantalón, deseaba verlo pero la situación me superaba y mis piernas no respondían.

Podía oír claramente todo lo que pasaba en ese baño desde donde me encontraba, Fernando llevaba las riendas, era autoritario y llevaba la manija de lo que estaba pasando en ese pequeño habitáculo.

Fernando le ordeno a mi madre que se la chupase y al instante se oyó como se bajaba una cremallera y unos ruidos guturales lo acompañaban casi al segundo, pero por si acaso no lo tenía claro Fernando se encargaba de decirlo bien alto y claro lo bien que lo hacía y que no parase, a sabiendas de que yo lo estaba oyendo todo.

No sé si fruto de la excitación o las prisas por no ser pillados, pero el caso es que Fernando indico a mi madre que se levantara y se colocase mirando hacia la pared, hubo un momento de silencio no se oía nada, que estaban haciendo ahora, cuando di un paso para intentar ver lo que ocurría ya que mis ganas por saber lo ocurría allí eran más fuertes que el hecho de poder ser pillado por mi madre, oí como esta le decía a Fernando como podía ser tan bribón, yo me quede parado nuevamente mi corazón se me salía por la boca, y nuevamente me quede inmóvil, apenas había dado un paso hacia ellos y oír hablar a mi madre me bloqueo nuevamente, pero más si cabe la respuesta de Fernando.

Ya que este le dijo a mi madre que se tocase para él, que se excitase, y diciendo esto salió por primera vez del baño para comprobar donde estaba yo, cuando me encontró en mitad del baño con la polla tiesa, nuestras miradas se cruzaron y mientras yo sentía como mis mejillas se enrojecían fruto de la vergüenza que sentía en ese momento, Fernando con la mejor de sus sonrisas me animo a acercarme mediante signos con su mano.

Yo me acerque muy tímidamente, estaba bloqueado aunque deseaba ver qué pasaba el miedo a ser descubierto por mi madre me podía, oía como mi madre estaba en otro mundo, gimiendo y preguntándole a Fernando si era así como le gustaba, Fernando asentía y me hacía signos evidentes para que me acercase más rápido.

Cuando estaba a escasos centímetros de la puerta asome la cabeza con miedo a ser visto pero la sorpresa que me lleve era mayúscula, ahí estaba mi madre de espaldas a mí mirando hacia la pared, con la falda enroscada en la cintura, el culo en pompa y una pierna apoyada en el inodoro, mientras se apoyaba con una mano en la pared y con la otra se masturbaba de forma frenética, por lo que nos permitía ver tanto su duro y redondo culo como ese bonito coño abierto y rezumando flujos, movía de forma suave sus caderas, no había duda se estaba dejando llevar por la situación, pero lo que me dejo de piedra fue ver que el pañuelo que llevaba en el cuello Fernando se lo había puesto en los ojos evitando que esta pudiese ver algo.

Tras ese breve segundo, Fernando me cuco un ojo y se fue directo a mi madre, esta al sentirlo se echó hacia él y vi como su culo desnudo se frotaba con el pene erecto de mi colega, este aprovecho para sobarle a placer sus pechos, era como un baile, aunque un baile sensual y muy erótico, Fernando pellizcaba los pechos de mi madre, los estiraba y retorcía lo que hacía que gimiese, y se estremeciese.

Y cuando le pareció bien Fernando aludiendo al poco tiempo que quedaba para que fuese el descanso, con un movimiento de cadera duro y seco le introdujo más de media polla en su interior, provocando que mi madre se fuera hacia adelante y no le quedó otra que apoyar sus manos contra la pared para no darse de bruces mientras Fernando la embestía fuertemente.

No tardo mucho cuando aviso a mi madre de que se iba a correr, y al poco con dos sacudidas fuertes bramo como un toro dejándose caer en la espalda de mi madre completamente sudoroso y exhausto.

Yo salí de allí rápido y de manera discreta, cuando llegue a mi butaca todavía estaba empalmado, en un par de minutos llego Fernando con una sonrisa de oreja a oreja, y tras el a una distancia prudencial apareció mi madre, estaba sofocada, con los pelos algo alborotados, cuando le pregunte donde se habían metido tanto tiempo, me indico que había salido del teatro a por dinero a un cajero y el que estaba cerca estaba averiado, y no encontraba otro.

No me lo podía creer como me podía mentir así mi madre y en mi propia cara, mientras tanto Fernando seguía con esa sonrisa bobalicona que no se le borraba de la cara.

El resto del espectáculo ya gracias a dios fue normal, no hubo ningún imprevisto, sin embargo yo de poco me entere ya que mi cabeza estaba en todo lo que había pasado, un montón de sensaciones se agolpaban en mi cabeza, y no sabía muy bien cómo afrontarlas.

Tras el espectáculo Fernando propuso ir a cenar a un sitio tranquilo, en plan económico, nos fuimos a una zona nueva pero que estaba en auge, el bar que elegimos estaba muy bien decorado y era muy acogedor, nos tomamos unos bocadillos y unas raciones y estuvimos un buen rato hablando de forma distendida.

Cuando estábamos con el café, nuevamente como no Fernando propuso ir a un bar muy chulo que estaba cerca de allí a tomarnos una copa, mi madre pareció dudar, miro el reloj y comento que ya era un poco tarde.

Fernando la miro fijamente le cuco un ojo y le dijo que para un día que salía tenía que aprovechar, además mañana no tenía nada que hacer así que aunque hoy se pasara un rato no tenía prisa por volver al pueblo.

Mi madre parecía convencida pero me miro a mí a la espera de ver que me parecía y decía al respecto, por un momento me vi acosado, los dos me miraban expectantes ante mi respuesta, por lo que casi me vi obligado a aceptar esa copa.

Fernando lo celebro y mi madre sonrió, y tras esto nos levantamos y nos dirigimos andando a una calle peatonal a un par de manzanas de donde habíamos cenado, era una calle donde había varios bares y pubs, la calle a esas horas estaba bastante transitada se veía buen ambiente, entramos en un pub de esa calle algo más retirado del resto, la verdad es que el sitio estaba bien, no había mucha gente, y la música no estaba muy alta por lo que se podía hablar sin dar chillos.

Nos colocamos en una mesa que estaba algo retirada, tipo reservado, la mesa estaba en medio y rodeada por unos sofás, nos tomamos varios cubatas, el sitio era acogedor los sillones confortables y la conversación amena y distendida y como la música no estaba muy alta hacia que estuviésemos muy cómodos todos y nos pudiésemos oír, sin necesidad de andar dando voces.

Llevaríamos 3 o 4 cubatas, cuando mi madre al ver que venía otro que había pedido Fernando, comenzó a comentar que no quería más o acabaría llegando a casa a cuatro patas y no quería que la vieran así y menos su hijo, yo decidí quitarle hierro indicándole que también estaba contentillo y que no sería para tanto, aunque reconozco que nunca antes había visto a mi madre beber así.

Entonces Fernando se levantó cogió la mano a mi madre y le pregunto si quería bailar, con la excusa de que si se movían el alcohol no haría tanto efecto, mi madre me miro como pidiéndome autorización, yo me sonreí y le dije que si le apetecía adelante.

Mi madre se levantó y se dirigieron a una pequeña sala de baile, algo retirada en la que estuvieron bailando varias canciones, yo desde donde estaba los observaba, mi madre estaba radiante tenía una sonrisa como hacía tiempo que no la había visto, no había ninguna duda que Fernando la hacía feliz.

Ahí estaban en la sala de baile como dos tortolitos, acaramelados, sonriéndose y diciéndose cosas al oído, en sus miradas se veía el furor y la pasión del uno por el otro, mientras yo estaba allí haciendo como que miraba el móvil, mientras una sensación rara se apoderaba de mí, sabía que esto no estaba bien, y aunque no quería reconocerlo sabia de sobra que esto no podía acabar bien, pero por otra sentía como mi ansiedad también aumentaba, un hormigueo interior me atenazaba, no solo quería, sino que deseaba que se liasen, solo pensar que se fueran otra vez al baño de este bar a disfrutar del sexo me hacía empalmarme como un burro y en mi fuero interno lo deseaba con todas mis fuerzas, no sabría describirlo pero mi cabeza tenía un conflicto de dimensiones considerables, pero cuando la sangre llegaba a mi entrepierna el sentimiento y deseo de que Fernando se beneficiase a mi madre anulaba cualquier remordimiento por consentir e incluso participar en que eso sucediese.

Tras unos cuantos bailes, decidieron volver a la mesa, venían alegres y risueños, y alabándose mutuamente lo bien que bailaba el otro, tras tomarnos la copa mi madre comento que necesitaba ir al baño, por lo que en ese momento Fernando aprovecho para comentarme sus intenciones y que le echara una mano, el muy cabron parecía no tener bastante con ridiculizarme, usar a mi madre a su antojo sino que además me pedía que lo ayudase, estaba claro que eso le excitaba ya que a mí no me necesitaba para nada, tenía a mi madre a su merced y lo peor de todo es que a mí también ya que por mucho que me hiciese el duro ambos sabíamos que cedería y acabaría haciendo lo que Fernando me pidiese.

Cuando llego mi madre del baño, yo les comente de irnos a casa, ya que era bastante tarde y estaba algo cansado de estar todo el día por ahí (como Fernando me había pedido).

Mi madre miro su reloj y al ver la hora se puso seria y secundo mi idea, nos levantamos y salimos de allí, no estábamos muy lejos de casa pero mi madre nos indicó que estaba cansada y que le dolían los pies, mire la hora y sabía que no habría transporte público por lo que la única opción era coger un taxi.

Decidimos salir a una de las vías principales con la esperanza de ver un taxi pronto, a pesar de que era tarde no tuvimos mucho problema en encontrar uno que nos acercó hasta mi casa, mi madre y Fernando iban detrás y yo delante con el taxista, vi como este varias veces miraba por su retrovisor y en vista de las horas que eran y el poco tráfico que había supuse que lo que observaba lo que estaba pasando en la parte trasera de su vehículo, yo por vergüenza no me atrevía a mirar hacia atrás, los oía reír y hablarse entre susurros.

Cuando llegamos a casa les dije que yo pagaba y mi madre y Fernando salieron del taxi mientras yo le pagaba, fue entonces cuando de forma furtiva mire hacia atrás y vi como mi madre se recomponía la ropa antes de salir del taxi, una vez cobro el taxista con una sonrisa maliciosa se despidió diciéndome que la disfrutásemos, en un principio no entendí muy bien lo que me quería decir, pero al segundo me sonreí mientras veía marchar al taxi y deduje que el taxista debió pensarse que mi madre era una prostituta que se iba con un par de críos.

Fernando comenzó a despedirse cuando le pregunte que a donde iba, él me dijo que a casa, y yo le pregunte si verdaderamente pensaba coger el coche, él me dijo que estaba bien, pero yo me negué y le dije que seguramente habría control, mi madre rápidamente me ayudo y se negó a dejarlo marchar en coche, que le podría pasar algo y no se lo perdonaría.

Yo le dije que se quedase a dormir en mi casa, que no sería la primera vez, él se hizo el remolón y yo le indique que no había ningún problema ya que teníamos una habitación libre.

Fernando pareció sopesarlo miro a mi madre y le pregunto si no le molestaba, ella se sonrió y cogiéndolo por el brazo le indico que no le importaba llevándoselo hacia el portal.

Cuando llegamos a casa, mi madre se metió en la habitación, y Fernando me dio una palmada en la espalda dándome las gracias, yo me sonreí como un tonto, y le dije que no había problema y que había sido un placer, a lo que Fernando me contesto que el placer iba a ser suyo.

La verdad es que últimamente sentía como Fernando estaba cambiando, lo sentía socarrón y con un aire chulito, estaba cambiando ya no era ese Fernando amigable y sincero, estaba de caza y la presa no era otra que mi madre, y mientras a mí una sensación de culpa e impotencia me hacía sentir cuando menos incomodo a Fernando se le veía que disfrutaba con la situación.

En esas salió mi madre y se metió en el baño para lavarse los dientes, momento que aprovecho Fernando para indicarme que me fuese a mi habitación y no saliese hasta que el me avisase.

Yo obedientemente me fui hacia mi habitación que estaba al fondo y al pasar por el baño entre para despedirme de mi madre indicándole que me iba a dormir que estaba muy cansado.

Ella me dio dos besos y se despidió, yo fui a mi habitación estaba excitadísimo, me gustaría saber que rondaba por la cabeza de mi amigo en ese momento, me puse el pijama rápidamente y me metí en mi cama por si acaso entraban para comprobar si estaba dormido.

No pude aguantar más y recordando todo lo que había pasado en el día comencé a tocarme hasta que acabe masturbándome y no tarde mucho en correrme fruto de la excitación, me limpie con un clínex y pegue la oreja a la pared, no oía nada, estaba nervioso no sabía que estaba pasando, no sé el tiempo exacto que había pasado pero se me estaba haciendo eterno y mi amigo no venía a por mí y lo peor de todo es que no oía ni sabía que estaba pasando, por lo que suavemente abrí la puerta de mi habitación y salí descalzo para evitar que me oyesen, la verdad es que no se oía nada por lo que deduje que estarían en el cuarto de estar o en la habitación donde se quedaba Fernando que eran las habitaciones más alejadas.

El caso es que ahí estaba en mitad del pasillo, caminando sigilosamente intentando oír algo y deducir donde podían estar, más o menos me encontraba en mitad de pasillo cuando comencé a oír sus voces y unos ruidos, parecían proceder de la habitación de invitados, donde se suponía que Fernando iba a dormir, estaba muy cerca si acaso un metro y estaba acojonado por el miedo a ser descubierto, pero mis piernas iban solas, conforme más cerca estaba todo se oía más nítido y claro, a pesar del miedo a ser descubierto la excitación y la curiosidad podían más.

Ya en la puerta, gracias a que esta no estaba cerrada del todo pude ver lo que estaba pasando en su interior, comenzaba a pensar que no era casualidad que las puertas no estuviesen cerradas, pero bueno a mi me permitían observar lo que pasaba ahí dentro y la verdad es que no me decepciono en absoluto, ya que ahí estaba Fernando de pie con mi madre arrodillada a sus pies dedicada en una mamada que sin duda mi colega estaba disfrutando por sus comentarios y gestos mientras mi madre lo miraba directamente a los ojos, sin percatarse de que a su espalda su hijo, ósea yo lo estaba viendo todo, no me lo podía creer, como mi madre sucumbía y se la jugaba de esas maneras, a fin de cuentas yo estaba en la misma casa a unos metros y eso a ella parecía no importarle en absoluto.

Fernando se dejaba hacer, simplemente pasaba sus manos por el cabello de esta suavemente y le comentaba lo bien que lo hacía y el placer que le estaba proporcionando animándola a que no parase, y no parecía que eso fuese a suceder ya que ella se introducía con glotonería el glande en su boca y jugueteaba con su lengua mientras que una de sus manos masturbaba el tronco de carne que quedaba fuera y con la otra mano rozaba con sus uñas afiladas los huevos de Fernando.

Mi madre se la veía completamente implicada en sus labores, estaba dispuesta a darle todo el placer posible a Fernando, mi polla se puso dura como el acero, y debido a que iba en pijama y sin ropa interior un gran bulto se marcaba en mi pantalón, no podía más así que metí mi mano y comencé a masturbarme frenéticamente sin dejar de mirar lo que allí estaba pasando, independientemente de que fuera mi madre, de hecho para mí ya no era solamente mi madre era una mujer y vaya mujer, no solo por el cuerpazo que tenía sino por su implicación y dedicación.

Estaba absorto contemplando el cuerpazo desnudo de mi madre mientras me masturbaba, cuando mire a Fernando y nuestras miradas se encontraron, tras un segundo de duda y sorpresa por ambos, pude ver como Fernando se sonreía ligeramente y me cuco un ojo, yo estaba bloqueado con la polla en la mano y expectante ante lo que podría pasar ahora, que es lo que iba a pasar ahora y que tenía pensado mi amigo.

Fernando comenzó a enredar con el pelo de mi madre parecía estar haciendo una coleta, como si la peinara hacia atrás con una mano mientras con la otra iba recogiendo sus mechones, cuando tuvo prácticamente todo el pelo en una mano tiro de ellos, lo que hizo que mi madre mirase hacia arriba y sus miradas se encontrasen, Fernando había endurecido las facciones de su cara, una sonrisa de superioridad se dibujaba en su rostro, mientras mi madre tras un paréntesis continuo chupando la polla de este sin dejar de mirarlo fijamente a los ojos, entonces Fernando volvió a tirar de los pelos pero esta vez hacia arriba a la vez que con la otra mano pellizcaba uno de los pechos duros y excitados de mi madre, lo que provoco que se incorporase mientras daba un pequeño chillo, quedando ambos cara a cara separados por centímetros, con sus cuerpos completamente desnudos, Fernando morreo a mi madre con intensidad a lo que esta respondió.

Mi madre estaba entregada y Fernando lo sabía, volvió a tirar nuevamente del pelo de mi madre y esta al sentirlo quiso protestar pero Fernando lo ahogo con su lengua, alternando un morreo con mordiscos en sus labios carnosos, nuevamente tiro del pelo, lo que provoco que mi madre levantase sus manos para cogerse su propio pelo y las manos de Fernando para evitar que siguiese tirando de él o que no le hiciese tanto daño, momento que Fernando aprovecho para meterse un pezón duro y amenazante de mi madre en su boca y juguetear con él, por lo que mi madre pronto se olvidó de su pelo y busco ansiosa nuevamente la boca de Fernando que no rechazo, estuvieron un buen rato entrelazados en un intenso y pasional beso mientras cada uno recorría con sus manos el cuerpo del otro.

Entonces Fernando paró en seco miro fijamente a mi madre a los ojos, ojos de deseo y pasión, en ellos se reflejaba el vicio y la lujuria, mi madre estaba expectante y ansiosa al siguiente movimiento de su amante, este le ofreció dos dedos que mi madre chupo con deleite sin dejar de mirarlo, cuando considero que estaban bien húmedos se los saco de la boca y bajo hasta el coño de mi madre para introducírselos de un solo golpe en su interior, tras un gemido inicial, mi madre abrió un poco más sus piernas para facilitar la penetración, Fernando comenzó a masturbar fuertemente a mi madre con esos dos dedos lo que provocaba que gimiese y vibrase todo su cuerpo al son de la masturbación, ella tampoco perdía el tiempo y cogió su polla firme con una de sus manos para masturbarlo de forma violenta, mientras mi madre parecía boquear y se le escapaban varios gemidos, Fernando apretaba los dientes y lo que más me sorprendió fue que me miraba fijamente sin dejar de masturbar a mi madre, solo dejaba de mirarme para juguetear con los dulces pezones erectos de mi madre.

A ese ritmo no tardarían en correrse ambos y como yo ya lo había hecho decidí escaparme a mi habitación ya que no quería que me pillara ahí mi madre.

Cuando llegue a mi habitación me limpie con un clínex y me metí en la cama esperando oírlos por el pasillo, sin embargo no oía nada, pegue la oreja a la pared pero no se oía nada, que estaba pasando, me tenían intrigado, y solo recordar lo que acababa de ver estaba otra vez excitadísimo, por lo que comencé a tocarme nuevamente, hasta que al cabo de un rato me pareció oír a alguien por el pasillo, así que deje de masturbarme y me hice el dormido.

Al segundo, sentí como abrían la puerta de mi habitación, por lo que cerré los ojos, supuse que sería mi madre para ver como estaba, pero no era ella era Fernando, que vino hasta mí y me susurro que no hiciese ruido, y que sabía que no estaba dormido.

Al abrir mis ojos vi a Fernando sonriente mirándome, no sabía dónde meterme una sensación de vergüenza y culpabilidad me invadió, pero poco duro, ya que Fernando me indico si quería acompañarlo, el show estaba a punto de comenzar, yo me levante y lo seguí, íbamos directos a la habitación de invitados, cuando estuvimos lo suficientemente cerca de la puerta Fernando se volvió y llevándose un dedo a su boca me indico que no hiciese ruido y que hiciese todo lo que me dijese.

No entendía lo que me quería decir, pero seguí detrás de él, ya en la puerta se agacho y cogió una bolsa que había con varias cosas que no pude ver que eran, no recordaba antes haberla visto y entro en la habitación, yo dude un segundo, mi madre cuando oyó ruido casi en un susurro pregunto si era Fernando, eso me mosqueo, el me volvió hacer señas para que entrase en la habitación, y yo con mucho miedo entre.

Lo que vi me dejo sin palabras, ahí estaba mi madre completamente desnuda encima de la cama atada de pies y manos en forma de X y con un pañuelo en los ojos que le impedía ver nada, de ahí que preguntase si era Fernando, tras un segundo en shock contemplando la escena sentí como Fernando clavaba su mirada en mí, yo lo mire pero rápidamente aparte la mirada, me estaba observando fijamente con una mirada triunfante y de superioridad que me hacían muy incómoda la situación, no lo podía creer ahí estaba a escasos centímetros de mi madre completamente desnuda y expuesta con mi mejor amigo a punto de disfrutarlo a escasos centímetros de su hijo.

Entonces Fernando volvió a llevar la voz cantante si es que en algún momento dejo de llevarla, y le dijo a mi madre que sí que era él, esta pareció relajarse el oír su voz, y Fernando le pregunto qué hubiese hecho si en lugar de ser el hubiese entrado su hijo, mi madre se sonrió y le dijo que morirse de vergüenza.

Mi madre le pregunto que había hecho, porque había tardado tanto, entonces él le dijo que estaba buscando alguna cosa por casa y al no ser su casa le había costado un poco más.

Tras esto Fernando apago la luz de la habitación y subió la persiana dejando la habitación en penumbra pero con la luz que entraba de la calle se podía ver perfectamente o al menos intuir las siluetas, mi madre le pregunto qué hacía, el se sonrió y le indico que no se preocupase que estaba preparando la escena, y acercándose hacia mí con signos me invito a acercarme a la cama, ambos nos acercamos, el se puso muy cerca mío, y comenzó a decirle a mi madre lo hermosa que era, mientras a mi me indicaba que me sentase en el lateral de la cama, yo estaba embobado, observando cómo los pechos de mi madre se hinchaban producto de la excitación y sus pezones amenazantes subían y bajaban producto de su respiración.

Fernando me cogió una mano por la muñeca y me la guio hacia una de las piernas de mi madre, rápidamente entendí lo que pretendía, y apoye una de mis manos en el muslo desnudo de mi madre, esta al sentirlo se movió y sentí como se le ponía la carne de gallina, eso me excito mucho, por lo que de manera muy suave subí por el interior de sus muslos haciendo que mis yemas rozasen su piel, era como si le diese una descarga, ella arqueaba la espalda, cerraba los puños y se le escapaban varios suspiros.

Mientras Fernando casi encima mío, le preguntaba si le gustaba, a lo que mi madre con la voz entrecortada le respondía que si, Fernando fue más allá, ¿Te imaginas que fuera tu hijo el que te tocase así? ¿Qué harías? Pude ver como ella se sonreía, pero no decía nada.

Entonces una punzada de celos o de rabia hizo que deslizase uno de mis dedos hasta su coñito, un hermoso conejito sonrosado sin ningún pelito y con unos labios vaginales abiertos y gorditos que escondían en su interior una hinchada y dulce pepita que comencé a frotar con mi dedo gordo.

Al sentir mi dedo sobre su clítoris volvió a arquear la espalda y a gemir, se estaba excitando, en ese momento Fernando por encima mío le echo un líquido que parecía aceite, sobre su vientre y su monte de Venus que rápidamente caía hasta su coñito.

Mi madre estaba desatada, y Fernando le volvió a preguntar, si ahora mismo tu hijo se levantase y yo tuviese que parar, entonces ella sin dudarlo le dijo que lo mataría, que no parase, que siguiese y de forma muy obscena y desconocida por mi le dijo que quería que le comiese el coño, quería  que la penetrase, necesitaba no deseaba que la follase y le diera todo el placer posible.

Yo deje de sobar el coño de mi madre, no podía hacerlo ya que Fernando estaba completamente afeitado y yo llevaba barba de un par de días, notaria que no era Fernando, entonces con cuidado, cedí mi sitio a Fernando, este rápidamente sustituyo mis manos por las suyas, y mientras masturbaba a mi madre, mordisqueaba sus pechos.

Mi madre estaba fuera de sí, seguramente se oiría incluso desde mi habitación, pero le daba igual estaba disfrutando como nunca y Fernando lo sabía, y la incitaba, diciéndole que su hijo se podía enterar de lo puta que era su madre si seguía chillando así.

Mi madre no decía nada, yo estaba inmóvil viendo como el cabron de mi amigo disfrutaba del cuerpazo de mi madre, y se excitaba con la situación, hasta que mirándome le dijo a mi madre que había que hacer algo para callarla, y echándose encima de ella, hicieron un 69 maravilloso, ya que mientras mi madre chupaba la polla de mi amigo con glotonería y devoción este no perdía el tiempo y metía su cabeza entre las piernas de mi madre para dedicarse a ese hinchado y sonrojado clítoris.

Yo no podía más, el espectáculo que me estaban brindando era único, por lo que me saque mi polla y comencé a masturbarme, mientras permanecía embobado viendo como esos dos tortolitos disfrutaban de sus cuerpos sin importarles en absoluto cualquier otra cosa.

Fernando dejo de comerle el coño a mi madre para decirle que si seguía así no tardaría mucho en correrse, y al mirar hacia mí y verme con la polla en la mano ya machacándomela de manera frenética, Fernando le comento a mi madre si se imaginaba que ahora entrara yo, ella no decía nada, Fernando se incorporó y nuevamente pude ver el cuerpo de mi madre completamente desnudo y como una perla cristalina salía de un humedecido coño, yo tenía clavada la mirada en mi madre no podía apartarla ni dejar de masturbarme, entonces Fernando saco algo de la bolsa, era una botella de aceite, la embadurno bien de aceite y comenzó a jugar, a amasar los pechos de mi madre, a pellizcar los pezones duros de ella, Fernando mientras la castigaba seguía metiéndose con ella, le pregunto si alguna vez le había sido infiel a mi padre, a lo que ella respondió que nunca, la verdad es que eso me gusto oírlo, pero Fernando fue más allá, y siguió preguntándole todo tipo de cosas, como si alguna vez se había masturbado pensando en otro hombre, su respuesta nos dejó helados, por lo menos a mí, ya que mi madre le contesto que hasta el día que lo conoció nunca se había masturbado pero que desde las fiestas del pueblo no ha hecho otra cosa.

Fernando se sonrió, se le veía orgulloso y le pregunto si eso era por él, a lo que mi madre le contesto que obviamente sí, pero Fernando continuo con su interrogatorio y le pregunto si su marido no se había dado cuenta del cambio de su mujer, ella tras un breve silencio le contesto que no lo creía ya que el pobre trabajaba mucho y estaba muy cansado, tras esto le pregunto y tu hijo, mi madre contesto rápidamente diciendo que esperaba que no, qué pensaría de su madre, Fernando sonriendo le respondió que estaba muy buena y que el pobre era un desgraciado ya que es una putada tener una madre tan buena y caliente y no poder catarla, mi madre no dijo nada, por lo que Fernando siguió, o acaso te gustaría que tu hijo estuviese aquí con nosotros ¿dándote caña?, es fuerte guapo y joven, piénsalo dos pollas solo para ti, disfrutarías el doble, ella respondió rápidamente indicando que quería a su hijo pero no se veía capaz de eso, Fernando estaba incisivo y rápidamente le pregunto si estaría dispuesta a meter a una tercera persona, a lo que mi madre saliendo del paso le dijo que en principio con él tenía bastante.

Fernando mientras decía, ¿así que en principio eh? comenzó a jugar con los labios vaginales de mi madre, por lo que está ya se centro en esas caricias, sin hacer caso a lo que Fernando seguía diciendo, entonces Fernando paró en seco, se fue corriendo a la cocina, mi madre comenzó a preguntarle qué pasaba a donde iba, yo me quede inmóvil, bloqueado no sabía qué hacer, que acababa de pasar, entonces Fernando volvió aparecer en la habitación, llevaba un hielo en la mano, se acerco a mi madre y dejo que gotease en los pechos de esta, al sentir el frescor del agua pude ver como la piel se le erizaba y ella se arqueaba, después Fernando comenzó a pasarle el hielo por todo el cuerpo, entreteniéndose en pechos y en esa pepita henchida de deseo y sonrojada que rozaba suavemente con el hielo y que parecía producirle descargas a mi madre, para después de un rato introducírsela sin problemas en su encharcado coño.

Mi madre para no gritar se mordió los labios y Fernando sin dejar de jugar con el hielo, se acercó a su oído y en un susurro, le dijo que disfrutase que esto no había hecho más que comenzar, mi madre empezó a gemir más fuerte, su respiración era entrecortada y cada vez se la veía más agitada, yo no podía apartar la vista de mi madre, sin ningún tipo de resistencia cada vez más rápido cada vez más fuerte, hasta que un con un fuerte suspiro y arqueando la espalda que parecía partirse vimos como mi madre tenía un intenso orgasmo que la dejo desmadejada.

Fernando levantándose de la cama le indico a mi madre que estaba muy cachondo con el espectáculo que le acababa de proporcionar y dejando ese hielo ya bastante más pequeño en su interior le dijo que ahora se iba a correr en su cara y tetas para descargar un poco los huevos y después se la follaria como una puta perra, y diciendo esto me hizo signos para que me acercara hasta el, cosa que hice con mucho cuidado y este me dijo que aprovechase, por lo que me puse a horcajadas encima de mi madre, y mientras me masturbaba frenéticamente con una mano con la otra pellizcaba esos pezones duros y amenazantes, vi como mi madre boqueaba y se agitaba y eso me excitaba aún más si cabe, por lo que echando un poco el cuerpo hacia delante deje mi polla a punto de explotar a escasos centímetros de esa boquita carnosa, ella al sentir mi movimiento levanto un poco la cabeza y choco con mi pene duro como el acero con su mejilla, y con un movimiento rápido de cuello se la introdujo en su boca, sentir esa boca carnosa abrazar mi polla, esa humedad y esa maestría mamando hizo que no tardase mucho en explotar dentro de ella, el placer era indescriptible, pero el hecho de ver como se lo tragaba sin decir nada me encanto.

Cuando ella sintió que mi polla perdía su vigorosidad, me comento que sí que estaba excitado ya que la carga de semen que le había echado casi la hace atragantarse, yo tras esto me levante, ella se sonreía y comentaba que a ver ahora lo que tardaba en levantarse eso nuevamente, que tenía ganas de guerra que la había dejado muy caliente.

Fernando mientras me miraba, contesto a mi madre que si hubiese dos machos ahora no tendría ese problema, también le dijo que pensaría yo o mi padre si la vieran así, mi madre no dijo nada guardo silencio, pero Fernando continuo, de todas formas no te preocupes preciosa recupero pronto, déjame que me lleve todo esto a la cocina y veras a la vuelta.

Yo seguí a Fernando, entonces él me dijo que ahora le gustaría un rato de intimidad, solos mi madre y el sin mirones, y me pregunto con una sonrisa maliciosa que tal, que me había parecido, yo no pude contener su mirada incriminatoria y la baje, sentía como mis mejillas ardían y me salió un tímido genial, a lo que Fernando se sonrió y me dijo que esto había sido como compensación por mi inestimable ayuda, pero que a partir de ahora ya no iba a compartirla más, así que esperaba que hubiese disfrutado, la verdad es que oír eso me produjo una sensación de frustración y pena, así como de rabia por lo que había pasado, joder era mi madre y la había tratado como una mujer vulgar y lo peor es que lo había disfrutado.

Tras dejar las cosas en la cocina, y dar por terminada la conversación conmigo Fernando fue directo a la habitación, pude ver en sus ojos el vicio y el deseo por disfrutar del cuerpo de mi madre, no se molesto en cerrar la puerta, yo me iba a ir a mi habitación sin embargo cuando vi la puerta abierta como si de un imán se tratase me dirigí hasta ella.

Cuando asome la cabeza ahí estaba Fernando sobre mi madre moviendo sus caderas de forma violenta y ruda, mi madre berreaba lo estaba disfrutando, mientras Fernando jugueteaba con sus pechos sin dejar de perforar esa húmeda cavidad.

Fernando no dejaba de decirle todo tipo de obscenidades, que parecían excitar aun mas a mi madre, yo no podía retirarme de allí estaba ensimismado observando la escena, la verdad es que Fernando sabia sacar el lado más obsceno y sucio de las mujeres, solo que esta vez no era una mujer cualquiera, era mi madre, y verla en ese estado febril, y desatada con mi mejor amigo, en mi piso de estudiante era lo mas.

Fernando lo disfrutaba se le veía en su salsa, no sé si se había fijado que estaba en la puerta pero el caso es que Fernando le dijo a mi madre que con esos gemidos y gritos no sabía como yo no había salido de la habitación a ver qué pasaba, ella en un principió no decía nada simplemente se dejaba llevar, disfrutaba del momento, estaba absorta en el placer que ese joven macho le estaba proporcionando.

Entonces dejo de moverse, por un momento se quedo completamente inmóvil, mi madre le pregunto por qué paraba, que estaba a punto de correrse, casi le suplico que siguiera, pero este no le hizo caso y sin sacársela se acerco a su oído y le dijo que había oído un ruido, mi madre no le pude ver la cara ya que seguía con la máscara y atada, sin embargo producto del miedo se quedo paralizada, entonces Fernando con dulzura y suavidad comenzó  nuevamente de forma rítmica y cadente a follarla, mi madre se la veía expectante mirando hacia la puerta como si pudiera ver a través de la máscara, mientras Fernando le decía que pasaría si yo entraba por esa puerta y los pillaba, como lo iban a justificar, mi madre solo abría la boca pero no salía nada de su boca.

Fernando insistía, le decía lo morboso que era follarsela sabiendo que su hijo estaba por el pasillo, que no iba a tardar mucho en correrse y que se iba a correr en su interior, mi madre entonces sí que comento que no lo hiciese que no tomaba nada, entonces Fernando de mala gana le dijo que a partir de ahora quería correrse en su interior, sin limitaciones y que si no ponía remedio me darían un dulce hermanito.

Mi madre quiso protestar pero Fernando en un movimiento rápido salió de su interior y le metió media polla en su boca, hasta que bufando como un jabato se corrió en la boca de mi madre que al igual que hizo conmigo se trago sin dejar una gota.

Sin sacársela de la boca, Fernando le dijo a mi madre que la semana que viene había una fiesta universitaria a la que le gustaría acudir con ella, quería presumir de mujer, también le dijo que le gustaría poder disfrutar una semana de vacaciones los dos solos.

Mientras le decía esto último comenzó a desatarla, por lo que decidí escaparme de allí, para evitar ser visto, fui corriendo a mi habitación, en mi cabeza bullían miles de preguntas y dudas, no sabía si Fernando sabia que lo había oído, ni si quiera si se había percatado de que estaba allí, el caso es que se había propasado no me podía creer que le hubiese propuesto a mi madre venir a la fiesta universitaria, en que estaba pensando, joder era mi madre y yo también estaría en la fiesta, y los colegas, me estaba preocupando el cariz que estaba tomando todo esto y para colmo el muy cabron quería irse una semana entera con mi madre de vacaciones, pero en que estaba pensando, y mi madre que haría.

Al poco rato la sentí entrar en su habitación y no tarde mucho en dormirme, al día siguiente cuando desperté tan solo estaba mi madre, en la cocina, estaba radiante, risueña y me había preparado unas tostadas y un café para desayunar.

Yo le pregunte donde estaba Fernando si seguía durmiendo, pero ella me dijo que acababa de marcharse que tenia cosas que hacer, oír eso me alivio pero me resulto raro que se marchase sin despedirse ya que siempre me decía que se iba.

El día transcurrió con normalidad, mi madre se la veía contenta me limpio un poco el piso y comenzó a preparar algo para comer, yo me fui a la habitación, y aproveche para llamar a Fernando.

Este me cogió y le pregunte que había pasado, el me lo conto todo con todo tipo de detalle, le comente que había estado observando hasta que la había desatado, entonces se hizo un silencio, silencio que se rompió cuando le pregunte que paso después de desatarla, entonces el continuo indicándome que estuvieron hablando un rato y que hasta esta mañana no paso nada más.

Yo estaba alucinado, por la mañana también habían follado y yo no me había enterado, Fernando nuevamente me dio todo tipo de detalles, se lo veía entusiasmado, estaba claro que estaba como un niño con zapatos nuevos, tenía un nuevo juguete y este no era otro que mi madre.

Me fastidiaba sobre manera como manipulaba a mi madre, y como esta se dejaba llevar, pero no es menos cierto que el simple hecho de oírlo provocaba en mi una excitación que nunca antes había sentido.

Entonces decidí ir directo al grano y le pregunte a mi colega que era eso de la fiesta y de las vacaciones, nuevamente un silencio tenso se produjo entre nosotros, hasta que Fernando me pregunto que si lo había oído, yo le conteste afirmativamente y le hice ver que no me parecía correcto y bien.

Entonces Fernando obviando la fiesta me dijo que las vacaciones podría ser una ocasión única y si me apuntaba estaría genial ya que sería la tapadera perfecta, mi padre no dudaría de su mujer, que se fuera con su hijo y un amigo de este, y cualquiera que los viese no pensarían mal, además yo tendría la ocasión de verlo y disfrutar como un buen voyeur, y quien sabe a lo mejor podríamos hacer algo para que yo también disfrutase de mi propia madre.

Yo estaba verdaderamente enojado, no entendía como era capaz de proponerme esa idea, reconozco que no estaba mal pensado y que me gustaba la idea de poder verlo in situ, pero joder era de mi madre de la que estábamos hablando y esa mujer dulce y tierna que siempre estaba pendiente de mi padre y de mi era una mujer casada, si algo salía mal mi familia se rompería en mil pedazos.

Cuando le iba a contestar de malas maneras mi madre entro en mi habitación y me indico que la comida estaba en la mesa, por lo que opte por colgarle y decirle que mañana hablábamos.

En la comida estaba ausente, mi madre lo noto y me preguntaba que me pasaba, yo para evadirme le dije que aparte de haberme enfadado con un amigo no sabía que tenía un examen el día siguiente y no lo llevaba muy bien.

Tras los ánimos de rigor por parte de mi madre, para animarme, continuamos conversando de otros temas, más banales, hasta que le pregunte que tal lo paso ayer con nosotros.

Entonces vi como sus mejillas cambiaban a un intenso color rojo y desviaba la vista como una niña pequeña que acababa de ser pillada haciendo algo malo.

Y tras un segundo de duda me indico que muy bien que la obra de teatro había estado genial y la noche le pasó en un suspiro que hacía tiempo que no lo pasaba tan bien, aunque ahora lo estaba pagando ya que no tenia edad para esos excesos, y que Fernando era un encanto, que le parecía muy educado y buen chaval.

Yo le conteste que para mi Fernando era mi mejor amigo y que no me juntaba con cualquiera, y decidí dar el tema por zanjado.

Mi madre también aprovecho para recoger la mesa y darme la espalda.

El día paso con normalidad y mi madre se fue para casa a media tarde, una vez llego al pueblo me mando un wuasap para indicarme que había llegado a casa y que lo había pasado genial y que había que repetirlo.