Mi mejor amigo 2

Ayudando a Carlos a salir del closet

Al despertarme fui directamente al baño para ducharme, me sentía algo mal por lo que hice, sin embargo al recordar la escena de nuevo, me masturbe de nuevo en la ducha. Me cambié y seguí con mi día como siempre, ese día entraba más tarde por lo que Carlos ya se había ido a su facultad y yo estaba sólo en el piso.

Cómo cada vez que lo recordaba me volvía a exitar decidí mejor salir temprano para la universidad, el día pasó sin más, al regresar en la tarde Carlos estaba como siempre en la sala, tranquilo vestido de mujer, lo salude y me senté junto a él, todo estaba normal por lo que asumí que él no sabía que lo había visto la noche pasada.

En la noche en mi habitación, volví a recordarlo, tomé mi celular y empecé a buscar porno, Carlos me exitahaba tanto que decidí buscar porno de trans directamente, sin embargo al ver todas las imágenes y videos ninguno me excitaba, las actrices por más operadas y hormonadas que estuvieran me seguían pareciendo masculinas, y definitivamente no me siento atraído por los rasgos masculinos, Carlos aunque no tomara hormonas me parecía bastante más atractivo y femenino. Cuándo veía las vergas de las actrices llegaba a sentir un poco de asco pero la de Carlos era diferente, imaginaba tenerlo en mi boca, darle una mamada y que se viniera en mi boca mientras yo jugaba y chupaba su culo para después penetrarlo. Así noche tras noche pasaba masturbándome pensando en él.

Aún así no pensaba en dar el paso para follármelo, me decía que sólo eran fantasías, que nunca iba a suceder. Mientras tanto nuestra convivencia seguía igual, el tiempo que pasabamos juntos siempre estabamos en la sala viendo alguna serie o película en la tele. Como seguía siendo mi amigo quería que hiciera más cosas, que saliera y conociera más gente, que practicara algún deporte o algo así, pero él se negaba, pues le daba pena salir de chica y como chico era bastante reservado, así que decidí ayudarlo a dar el siguiente paso.

Estábamos juntos en la sala, ese día él se veía particularmente feliz.

-Veo que estás bastante a gusto, no has pensado en salir a la calle vestido.

-Pero ¿tú estás loco? me da mucha vergüenza. Me respondió.

-Vamos, creo que te vendría bien, además ni que te vieras tan mal. Le dije un poco bromeando.

-No sé.

-Además así aprovechamos y comemos fuera que no tengo ganas de preparar nada.

-¿Y si alguién me dice algo?

-No te preocupes, vas conmigo y si alguién se pasa le parto su madre por pendejo.

Finalmente aceptó, fue a arreglarse el maquillaje y fuimos por unos tacos. Llegamos y nos sentamos en una mesa que estaba libre.

Carlos iba con la cabeza baja, quería hacerle la platica pero entendí que él no quería hablar por miedo a que alguien notara que era hombre.

Se nos acercó uno de los muchachos a pedir la orden.

-¿Qué le vamos a dar?

-Nos traes medio kilo de carne al pastor para comer aquí por favor. Le dije amablemente.

-¿De tomar?

-Me trae una Corona.

-¿Y la morrita?

-Un agua de jamaica. Respondí rápidamente por Carlos sabiendo que era su bebida favorita.

Trajeron nuestras cosas y comimos tranquilamente, al terminar pagué y fuimos a un parque cercano a dar la vuelta. Caminábamos a través del parque mientras conversábamos.

-¿Cómo te sientes?. Le pregunté.

-Un poco nerviosa, pero bien.

-Ves te dije que iba a salir todo bien.

-Sí, está siendo una tarde agradable, me sorprende que nadie se de cuenta.

-No te ves mal, no te preocupes.

-¿Lo dices enserio?. Nos detuvimos y nos pusimos de frente, él esperaba mi respuesta mientras me miraba fijamente con una mirada tímida.

-Sí, estás realmente ¿lindo?. Le dije un poco dubitativo pues recaí que estaba pensando en él como una chica pero lo seguía referenciando como un chico. Perdón, no sé como hablarte, supongo que sí eres una chica te tengo que tratar como una.

-Estaría bien. Me dijo tímidamente.

.¿Y cuál es tu nombre?, si eres mujer debes tener el nombre de una.

-Lo he estado pensando mucho pero nunca me decido.

Me paré un momento a pensar. ¿Qué te parece Karla?

-Es mi nombre pero femenino, que poca imaginación tienes. Me contestó con un tono burlón, era evidente que estaba mucho más animada sintiéndose mujer. Me gusta, finalmente dijo. Caminamos un poco más y volvimos a casa.

Después de ese día pasamos unas dos semanas saliendo juntos cuando teníamos tiempo libre, las primeras veces me costaba un poco convencerla. Ella empezó a practicar su voz para sonar femenina, avanzaba realmente rápido pero le seguía dando vergüenza.

El domingo de la segunda semana por la noche se me acercó.

-Necesito tu ayuda. Me dijo seria.

-¿Qué pasa?

-Bueno, quiero ir vestida mañana a la universidad.

-¿Estás segura?

-S… sí.

Me quedé un momento callado pensando.Te puedo acompañar un rato en la mañana, me quedo contigo hasta las 9 y de ahí me voy a mi facultad, ¿te parece? Suspiro y me respondió afirmativamente.

El día siguiente pasó como dije, la acompañé y entré con ella a sus clases, algunas personas de sus clases se le quedaban viendo pero nadie dijo nada, tal vez porque se sentían intimidados por mí, soy alto y aunque no he hecho ejercicio últimamente aún estoy algo marcado, tal vez sólo se estaban preguntando quién era la nueva chica, pero fuese como sea la mañana pasó tranquila. Finalmente me despedí de ella y le dije que si necesitaba algo me llamara y yo llegaría inmediatamente.

Afortunadamente no recibí ninguna llamada y al regresar a casa ella se veía feliz, me empezó a contar su día. Cuándo la deje estaba nerviosisima pero unos chicos se le acercaron un poco curiosos por ella, tenía algo de corte al principio pero las personas fueron bastante amables con ella. Me contó cada detalle de su día pero como estaba algo cansado no le puse tanta atención, sólo respondía afirmativamente de tanto en tanto para que ella siguiera hablando.

Pasaron unos días y una tarde me dijo que había hablado con un psicólogo de la universidad, tal parece que hablaron sobre su transformación y le recomendó un médico que le podría ayudar, me dijo que ella tenía algo de dinero ahorrado y ella misma podía pagarse el principio de su tratamiento. Yo me alegré por ella y le dije que debíamos de celebrar, la verdad es que lo había tomado como excusa porque tenía ganas de tomar. De todos modos ella aceptó y yo saque unas cervezas que tenía guardadas.

Pasada una hora Karla ya se veía algo desinhibida. Te quiero mucho Luis, eres mi mejor amigo.

-Yo también te quiero mucho Carlos. Rápidamente me di cuenta del error que acababa de cometer. Perdón, Karla no quise…

-No te preocupes, entiendo que a veces se te escape decirme Carlos.

-No está bien, al seguirte llamando Carlos parece que no aceptó del todo. Aún te dan ataques de ansiedad de vez en cuando y no quiero que pases un mal rato por mi culpa. Una chica tan linda como tú nunca debería sufrir.

Ella se volteó hacia mí y me miró fijamente. ¿De verdad te parezco linda?. Me dijo.

-Es un poco complicado, no me gustan los hombres pero tú eres diferente. No sé, tal vez porque hemos sido amigos por tanto tiempo.

Se levantó y se volvió a sentar al lado mío. Nos miramos a los ojos fijamente y nos fuimos acercando, finalmente nos besamos, como los dos estábamos borrachos el beso escaló rápidamente, jugábamos con nuestras lenguas mientras yo acariciaba su pierna. Entonces ella se separó y me dijo un tierno te quiero, luego puso sus manos sobre mi entrepierna y desabrochó mi pantalón. En todo momento nos veíamos fijamente pero ella no paraba con su acción, metió su mano por debajo de mi pantalón y mi boxer y agarró mi verga. La sacó y comenzó a mover su mano arriba y abajo lentamente, Mientras me hacía la paja veía como observaba atentamente mi pene, parecía que quería memorizarlo. Empezó a acelerar el movimiento mientras yo pase mi brazo por detrás de ella y comencé a manosearle el culo.Finalmente me vine salpicando su mano y manchando mis pantalones y boxers.

Karla se levantó y fue directamente al baño, regresó con papel para que me limpiara y así lo hice, al terminar me levanté y le planté un beso que ella respondió gustosa. Nos separamos y sólo atine a decir que tengas una buena noche. Entonces nos fuimos a dormir.