Mi mejor amiga y yo (ahora mi novia)
Es la historia de como yo conocí a mi actual novia, es una historia lenta donde describo bien la situación, no es para impacientes.
Hola, mi nombre es Carmen tengo 28 años y me gustaría contaros la historia de como conocí a mi actual pareja.
Mi mejor amiga de la infancia (ahora mi pareja), es Ángela, nos conocimos en el colegio desde que éramos bien pequeñas, hemos pasado de todo juntas, siempre que una ha necesitado ayuda, la otra siempre ha estado allí para lo que sea, diría que siempre hemos sido como hermanas pero eso es quedarse corta. Debido a nuestra amistad, nuestros padres se conocen desde hace mucho tiempo, ya que nos hemos quedado a dormir juntas muchas veces.
En el verano del 2008 mis padres se fueron a veranear con mis tíos a la playa, cada verano suelen hacerlo para relajarse un poco, a mi no me gustaba mucho la idea y me solía quedar en la ciudad ya que en la casa de la playa no conocía absolutamente a nadie y tampoco había mucho que hacer, por lo que mis padres me daban algo de dinero para lo que pudiera necesitar y me dejaban sola en casa todo el mes de agosto.
Aprovechando que tenía la casa sola todo ese mes, llamé a Ángela y le dije que se podía venir unos días a mi casa, nos encantaba pasar tiempo juntas viendo series de animación, jugando a la Nintendo (sí, éramos unas frikis) o hablando de cualquier cosa, ella aceptó y me dijo que esa misma tarde vendría con la maleta.
Era habitual que en verano nos quedásemos unos días juntas en mi casa o en la suya, sólo que ese verano no era como los demás, las chicas de mi edad ya estaban saliendo con chicos o interesadas en ellos, a mi sinceramente no me atraían en absoluto y hace unos meses empecé a sentir algo por Ángela, sentía como que me atraía, fantaseaba con ella sexualmente hablando... pero era mi mejor amiga de la infancia, me sentía culpable y con miedo de poder perderla, en ese momento estaba muy confusa y lo último que quería era ser rechazada y no volverla a ver... pero no podía evitar sentir lo que sentía.
Ángela y yo éramos bastante distintas, Ángela por ejemplo era muy buena en los estudios, muy aplicada e inteligente, yo aprobaba pero para "salir del paso", yo era bastante extrovertida, Ángela por el contrario era más bien tímida, retraída y le costaba hablar de temas "sexuales", aunque fuesen solo de broma... aunque siendo honesta, eso tiene una justificación, sus padres son católicos y desde siempre le han inculcado sus creencias, normas, moral etc... yo creo que eso hizo que Ángela se reprimiese un poco sexualmente y que no quisiese hablar de nada relacionado con el sexo, alguna vez le he gastado una broma con alguna connotación sexual y notaba que a ella le incomodaba, me molestaba ver como a una chica tan joven y a la que tanto quería se dejase influir por los dogmas de sus padres.
Eran las 18:15 de la tarde y Ángela llamó al timbre, entró y nos dimos un abrazo, estaba más guapa que nunca, llevaba unos pantalones shorts y una camiseta, aunque ella siempre ha sido guapa por naturaleza :) yo iba simplemente en pijama ya que no había salido ese día a ningún sitio, al ser verano y estar sola en casa, no llevaba sujetador, el pijama era corto y recuerdo que llevaba dibujos de Pokemon, ella nada más verlo dijo "¡Mira pikachu!" aún teniendo 18 y 19 años aún conservábamos ese toque infantil, y aún más cuando estábamos juntas, éramos inseparables.
Me dijo que si hacía falta ella compraba algo para para comer/cenar, pero yo le dije que no! que ni hablar! para eso mi madre me había dejado dinero y que además habían pizzas en el congelador, fuimos al salón y empezamos a hablar tranquilamente en el sofá, llevábamos casi dos semanas sin vernos debido a que había ido con sus padres a una "convivencia religiosa", le pregunté que tal fue:
Carmen: ¿Qué tal te fue en la convivencia?
Ángela: Bueno bien, como siempre, aunque hay algo que me gustaría hablar contigo si no te importa.
Carmen: Claro, cuéntame lo que quieras.
Ángela: Estoy empezando a hartarme de ésto, yo no quiero ir a convivencias, misas ni nada por el estilo.
Carmen: ¿Y eso?
Ángela: Me he dado cuenta de que es todo mentira, una farsa, y no me gusta que me digan que soy pecadora por esto o lo otro ¿Recuerdas como trataron a Mónica cuando empezó a salir con un chico?
Carmen: Sí, lo recuerdo, fue bastante humillante para ella, la verdad a mi nunca me ha gustado mucho el tema de la religión.
Ángela: En mi caso ya conoces a mis padres, es lo que he mamado toda la vida, ayer lo hablé con mis padres y se enfadaron mucho conmigo, incluso me amenazan con echarme de casa, el ambiente es muy incómodo ¿Te importa si me quedo una semana aquí? No tengo ganas de estar con ellos por el momento.
Carmen: Puedes quedarte el tiempo que quieras, mis padres no vuelven hasta septiembre, estás en tu casa.
Ángela: ¡Gracias cielo!
En ese momento ella me abrazó con mucha fuerza, podía notar como mis pezones rozaban su ropa (llevaba pijama, pero no sujetador), en ese momento había una parte de mi que quería besarla y otra que no, por miedo a no volver a verla, no sabía que era lesbiana y mucho menos que yo le gustaba.
Le pregunté si tenía hambre y me dijo que sí, hicimos las pizzas y nos pusimos a ver unos cuantos capítulos de Futurama juntas en el sofá, me preguntó si me importaba que nos quedásemos abrazadas, yo le dije que claro que no! Así que la situación era la siguiente, yo y Ángela viendo una de nuestras series favoritas abrazadas en el sofá, no solo estaba excitada, sino que no quería que ese momento acabara nunca, era precioso, pero el miedo me invadía el cuerpo al pensar en la posibilidad de que no quisiese saber más de mi si le contaba que me gustaba.
Se hizo de noche y estábamos cansadas, decidimos ir a mi cuarto a hablar tranquilamente para al poco irnos a dormir, ella me preguntó si podíamos dormir juntas en mi cama, me sorprendió muchísimo ya que ella era muy paradita para esas cosas, le dije que claro que no pasaba nada.
Estábamos sentadas en la cama y ella siguió hablándome del conflicto que tuvo con sus padres, parecía que Ángela había dejado de creer en todo lo que sus padres le inculcaron desde cría, además tuvimos una conversación un poco extraña:
Ángela: ¿Te puedo hacer una pregunta un tanto personal?
Carmen: ¿Personal? ¿A que te refieres...? Aunque bueno, pregúntame lo que quieras.
Ángela: Tú… ¿Te masturbas?
Carmen: Pues claro, desde hace tiempo, ¿Tú no?
Angela: Nunca lo he hecho… según mis padres eso era pecado, ya me da igual pero se me hace raro y no se bien como hacerlo.
Carmen: ¿No sabes masturbarte? Pues hija es bien sencillo…
Ángela: Recuerda que toda mi adolescencia la he pasado reprimida… ¿Tú como lo haces?
Carmen: …. a ver…. Es sencillo pero cada una le gusta de una forma u otra… en mi caso empiezo tocándome suavemente los pezones, luego uso una mano mientras me toco suavemente ahí abajo mientras con la otra me sigo tocando el pezón… y después ya lo que me apetezca…
Ángela: Mmm….
¡¡¿¿ WTF ???!!! Estaba hablando con Ángela sobre como me masturbaba… era raro y al mismo tiempo excitante, sinceramente notaba que estaba rara, empezaba a plantearme si tal vez había algo entre nosotras…. Pero no estaba segura.
Seguimos charlando y llegó la hora de dormir, pusimos el aire acondicionado (hacía mucho calor) y ahí fue la primera vez donde me atreví a mover ficha, le dije “¿Te importa si duermo en ropa interior?” Ella me dijo que claro, que no le importaba (la antigua Ángela jamás hubiese dicho eso) me quité los pantalones y me quedé solo en bragas y una camiseta sin sujetador, recuerdo que mi ropa interior era bastante ajustada y se marcaba bastante mi coño, ella se quedó unos segundos mirándome de forma extraña, luego desvió la mirada y dijo “buenas noches”, apagamos la luz y nos dormimos…
A la mañana siguiente nos levantamos temprano y fuimos a desayunar (yo seguía en bragas) empezamos a hablar sobre la serie que vimos ayer “Futurama”, eramos dos frikis comparando Futurama con “Los simpson”, me levanto de la mesa para coger el aceite y noto que ella se queda mirandome las bragas y dijo:
Ángela: Wow, me encanta tu ropa interior
Carmen: Ah, haha gracias!
cada vez se me hacía más rara la nueva Ángela, antes no soportaba ni un inocente chiste de esa temática y ¿Ahora se dedica a hablar de mi ropa interior? Empezaba a sospechar que había algo.
Era hora de la ducha, así que le dije que si quería ducharse ella antes y me dijo me duchara yo antes, que ella iba mientras a descargar alguna película interesante para verla luego, le dije que muy bien así que entré al cuarto de baño, entorné la puerta, me desnudé completamente y empecé a ducharme, la verdad tenía un cuerpo bastante bonito, delgada pero tampoco demasiado, un pecho grande pero sin ser excesivo, también iba completamente depilada en mi zona íntima, recuerdo que puse la radio ya que me encanta escucharla cuando estoy en la ducha.
Al rato de estar duchándome giro la cabeza y veo que Ángela está asomada por el pequeño hueco de la puerta mirándome, ella se da cuenta al instante de que la he “pillado”:
- Ángela: ¡¡¡Lo siento, lo siento mucho!!! ¡¡¡De verdad no quería, lo siento!!! Solo quería…. Solo quería… solo quería… peinarme y no me acordaba que te estabas duchando….
Sabía que sólo era una excusa (y muy mala), ahí ya me di cuenta de que yo le gustaba… por eso estaba espiándome en la ducha…
Carmen: Tranquila cielo, no pasa nada, no importa! Haha
Ángela: ¡De verdad que lo siento! En serio… yo no quería…. :(
Ella parece que se sentía también culpable, creía que me iba a enfadar y todo lo contrario:
Ángela: Tranquila, si quieres puedes pasar y peinarte, no te preocupes mi vida.
Carmen: ¿…. De…. v...verdad?
Ángela: Claro, no seas tonta, pasa.
Ella entró y me vio completamente desnuda mientras me duchaba, sus ojos estaban como platos, no deja de mirarme, hacía como que se peinaba pero no podía dejar de mirarme fijamente, fingió mantener una pequeña conversación conmigo para hacer el momento menos incómodo, pero todo era ya más que evidente, no dejaba de mirarme el coño y me dijo:
Ángela: … a…. te…. ¿Te… depilas ahí abajo…?
Cármen: ¡Oh sí! Desde hace un tiempo, es por comodidad
Cuando terminé de ducharme ella seguía ahí, salí de la ducha y me sequé bien el cuerpo, mi ropa estaba en la habitación y le dije:
- Carmen: Mi ropa está en mi cuarto, normalmente me pongo una toalla para ir a mi cuarto… pero ya me has visto desnuda así que creo que no es necesario.
Ella se quedó paralizada, empezaba también a comprender que a mi me gustaba, fui a la habitación a vestirme (desnuda) y ella me siguió, entramos a mi habitación y abrí el cajón para sacar la ropa, pero no me vestí, deduje que como en ese momento era evidente nuestra mutua atracción tal vez era el mejor momento para mover ficha definitivamente, así que simplemente me lancé:
Carmen: ¿Te gusta como me queda el coño depilado?
Ángela: Sí, me gusta mucho.
Carmen: A veces me gusta hacer formas en esa zona con el bello como un corazón, o una línea recta etc.
Ángela: ¿Se queda bien depilado?
Carmen: Sí, uso una cuchilla, no pica nada… si quieres puedes tocarlo…
En ese momento ella dejó de ser sutil y pasó a la acción, empezó a manosear mi coño que estaba más húmedo que nunca, mientras nos mirábamos a los ojos, ambas estábamos atónitas y justo en ese momento, le confesé lo que sentía por ella:
Carmen: “Te quiero… me gustas desde hace mucho tiempo….”
Ángela: “Yo también te quiero… te amo…. Quiero pasar el resto de mi vida contigo…”
No soltaba la mano de mi coño… fui y la besé… nos besamos mientras ella me tocaba el coño… todo sucedió tan rápido… era muy raro y excitante, me calenté, empecé a quitarle la ropa hasta que la desnudé completamente, ella no estaba depilada y tenía un coño bastante peludo, ver a Ángela desnuda fue lo más excitante que me pasó en la vida, solo llevaba colgada una cruz en el cuello que había llevado siempre, tal vez la seguía llevando por recuerdos o porque ni se daría cuenta.
La posé sobre la cama y me dijo con voz tímida “soy virgen” le dije que yo también, que no se preocupase, abrí sus piernas y empecé a lamer su peludo coño, su clítoris era pequeño, y parecía bastante sensitivo, no tardó mucho en empezar a gemir, seguramente la excitación de todo lo nuevo que estaba pasando ayudó mucho, yo seguía comiéndole el coño, cada vez con más intensidad, ella cada vez gemía más.
Luego ella dijo que le faltaba poco para terminar, le dije que no se preocupara… que solo se concentrase en gozar… seguí lamiendo hasta que ese mejillón me explotó en la boca… mi cara se llenó de líquidos vaginales…
Ángela: ¡Lo siento…! Te dije que me quedaba poco… lo siento…
Carmen: No, no, tranquila, ha sido muy excitante, quería que pasase así :)
Cambiamos las tornas, le dije de que me lamiera ella, pero cuando se iba a mover le dije que no se moviera… así que mientras ella estaba tumbada boca arriba yo coloqué mi coño en su boca, de rodillas, le dije que extendiera sus manos y me masajease los pezones mientras lamía mi húmeda vagina, empecé a notar como su lengua se recorría mi vagina y se introducía dentro de mi, mientras nos mirábamos a los ojos… fue increíble:
Carmen: Creo que me queda poco para correrme… por si no quieres que… ya sabes…
Ángela: Oh no tranquila, córrete en mi cara… te lo debo :-)
Terminé como ella dijo y fue el mejor orgasmo de mi vida, fue precioso ver su carita empapada de mis jugos vaginales… nos quedamos en la cama un rato abrazadas, besándonos, mirándonos, acariciándonos, amándonos.
Desde entonces somos pareja y recordamos aquel día como el mejor de nuestra vida.