Mi Mayor Sueño

Esto es el final de mi historia con Jesús, el chico que conocí por accidente en un antro.

Después de regresar a la ciudad donde lo conocí, ya habían pasado más de 2 años desde que me fui, cuando regrese me quedaba en el departamento de mi cuñado así que no pagaba residencia, y además queda en medio de la universidad y el centro, así que no tenía muchos problemas con el transporte. Nopude seguir estudiando ya que la universidad estaba pasando por una situación mala, así que comencé a trabajar.

De Jesús son muchas cosas que puedo decir, es un chico alegre, de buenas características, siempre se le ve alegre a pesar de las circunstancias. Viene del interior del país, de uno de los estados llaneros como lo conocemos aquí, familia de vida social media, el segundo de tres hermanos según me entere, desde que lo conocí siempre se comportaba como si no le importara su estatus social, siempre estuvo a la par con los demás, ese fue uno de los aspectos que más me cautivo de él. Vive alquilando en esta ciudad como muchos de los estudiantes que queremos seguir adelante. Bastante soñador para su edad, de todas las cosas que me gustaron de él, era que siempre le gustaba ayudar a los demás sin importar su estado actual.

Siempre me reunía con mis amigos, y por alguna razón que aun desconozco, él se hizo muy amigo de ellos, y de igual manera se reunían también. Pero él y yo parecíamos que no nos tratáramosmás, porque cada vez que yo llegaba él se iba o al revés yo me iba cuando él llegaba. Las chicas me preguntaban muchas veces si nosotros estábamos peleados, y siempre les decía que no sabía de qué hablaban. De mi parte si estaba algo molesto con él por lo que me había dicho que había estado con alguien más, pero de su parte ni idea que le pasaba.

Resulta que en el tiempo que estuve sin ir a esa ciudad mis amigos Carolina y Alex, en todo ese tiempo asumieron más que una relación de amigos y tuvieron una preciosa bebe, que en el mes de diciembre cumpliera un año, así que ellos le prepararon una pequeña celebración. Pero como tenía mucho trabajo que hacer y necesitaba una computadora le pedí la pc prestada a Alex, el me la llevo para el depa el día que iban a hacerle el compartir de la beba.

Ese día nos fuimos para la casa de Carolina, nos pasó recogiendo el novio de Fabiana, que se llama Rafael. Desde allí nos fuimos para donde Caro y en su casa me encontré con Jesús. A lo que le pregunto a Alex que hacia el allí y me dice que lo habían invitado las chicas, por lo que no me tuve que molestar, pero me sentía incómodo, porque aún no nos habíamos dirigido la palabra.

El compartir había transcurrido de una manera común, aunque él y yo no nos acercamos mucho en todo el día, ya que lo hicieron en la mañana por ser fiesta infantil. Ya caída la noche los que quedábamos era mayormente adultos y tuvimos que parar la fiesta en esa casa porque hubo un pequeño desacuerdo incomodo entre la mama de Alex y la de Caro, a lo que todos decidimos irnos a una licorería que quedaba cerca y pasarla allí un  rato más, aprovechando que era fin de semana y la beba ya estaba dormida.

En la licorería pedimos trago para las 15 personas que quedábamos, para pasarla bien por lo menos unas horas más; ya cuando se hizo bastante de noche cada uno de los que estábamos se comenzaron a irse, y nosotros por lógica también tendríamos que irnos ya que estaban a punto de cerrar. A lo que Rafael nos dice que él nos puede servir de transporte para no pagar taxi. Y así se hizo, él fue llevando a varios primero y luego volvía por los demás.

Alex le pregunta a Jesús; que aún estaba con nosotros, si él tiene donde quedarse. Este le responde que no, porque se vino sin las llaves de su casa, ya que su mamá vino a visitarlo y le dejo las llaves a ella. A lo que las chicas dicen que va a ser un problema porque en la casa de ninguna de ellas se puede quedar, ya que le habían dicho que se quedara a alguien más con ellas, y con Alex menos porque su mamá también se iba a quedar con él y con su abuelo.

A lo que una de ellas dice en tono de broma que porque no se queda conmigo, ya que yo vivo solo y no tengo quien me haga compañía, en eso parcialmente nos ahogamos con el trago que nos estábamos tomando; él dice que no quisiera ser molestia para nadie y es mejor que pague un hotel, en eso los que estaban le comenzaron a fastidiarlo, por como sonó lo que dijo, tachándolo de niño rico. A él como si no le importara no le dio importancia lo que dijeron.

Por mi parte le dije que no tenía ningún problema en que se quedara conmigo; aunque a él como que no le hizo mucha gracia, porque puso cara de incomodidad, y aunque lo admito tampoco sé porque dije eso, solo sé que me salió de la nada. Él no dijo nada solo nos quedamos allí esperando a que llegara Rafael por el resto de nosotros.

Cuando este llego, todavía Jesús no se había decidido donde quedarse. Los que estaban allí le dijeron que mejor se decidiera rápido, porque a esa hora era casi imposible conseguir una habitación disponible, o si no tendrá que llamar a su mamá para que lo espere, pero en tono de burla. A lo que él se molestó diciendo, que él podía amanecer en cualquier parte de la ciudad si él lo quería, que ya estaba bastante grande y podía cuidarse solo.

Comenzó a caminar hacia el carro y los chicos me hicieron una mueca para que fuera a hablar con él. Me rehusé al principio, pero conociéndolos a ellos tuve que ceder, porque si no pasarían un buen rato molestándome.

Me fui detrás del, pero no sabía cómo comenzar una conversación, ya que después de meses sin hablarnos no era de esperarse a que yo le hablara o que se quedara conmigo en el departamento. Estaba nervioso, y me imagino que los chicos se dieron cuenta de eso, porque se estaban riendo.

Él llego y se recostó del carro que estaba bastante lejos de donde estaban los demás; cuando se detuvo se giró y me vio detrás de él e hizo un gesto de desaprobación, a lo que a mí me entro más nervio de lo normal, porque no sabía que íbamos a hablar.

Cuando estuve cerca del carro, me arme de valor y le pregunte, entre dientes, sin que me escuchara a la primera. ¿Que si estaba molesto? Como que no entendió lo que dije y me dice que le había dicho, pero con tono de desagrado. Le digo que ya me había respondido, y voltea la cara en otra dirección e intenta irse al otro lado del carro.

Lo sujeto por el brazo y le pregunto si tenía algún problema en quedarse conmigo en el departamento. Él me dice que si yo no tendría problemas con eso, porque quizás yo vivía con alguien, ya que el departamento no era mío. Le dije que no había problemascon eso, que vivía solo y tenía permiso de los dueños de llevar invitados, pero no de forma exagerada.      A lo que a él se le sale una sonrisa. Me dice que está bien, pero que aún se siente incómodo. No le pude seguir preguntando, porque en ese momento llegaron los últimos que se iban y entre ellos nosotros.

En el transcurso del viaje lo único que se comento fue si Jesús se iba a quedar por fin conmigo. Le dijimos que si pero en tono serio, que yo veía donde lo acomodaba en el departamento, ya que solo tenía acceso a una sola habitación y era la mía, las demás estaban cerrados con llave.

Cuando llegamos al edificio él se baja del carro y nos despedimos de los chicos. Subimos las escaleras, ya que vivía en el tercer piso del edificio y odio los ascensores. Al momento de entrar, todavía no habíamos cruzado palabra alguna, solo lo básico, como estas, que es de tu vida. Y todo eso porque lo hicimos en el carro estando los muchachos presentes.

Le dije que el departamento era pequeño, que si quería quedarse a dormir en el cuarto donde yo dormía, ya que la cama era una litera o que si preferíaquedarse en el sofá. Me dice que en donde lo coloque está bien, aunque en verdad no quería molestar.

Ahora si me armo de valor y le pregunto qué porque su incomodidad. Me responde algo tímido que porque ya nosotros no nos hablábamos, pensaba que yo estaba molesto con él. De verdad si me impresiono su respuesta, ya que no la esperaba recibir de esa manera, porque de verdad si estaba algo, no modesto sino celoso, pero no se lo iba a decir.

Lo llevo al cuarto a que se quede en la cama de arriba de donde yo dormía, le digo que si quiere que se ponga cómodo. Me sigue preguntando si yo estaba molesto con él, y yo no sabíacómo responderle, así que le digo que no, solo que no sabíacómo hablar con el después de tantotiempo por fuera sin visitarlo. Pero como que no lo convencí del todo, porque me dice que lo fuera tratado como antes o como lo hacía con mis amigos o que si no lo consideraba mi amigo.

Cuando estábamos ya acostados, él me repite a pregunta. A lo que le digo que sí, pero no sabíacómo tratarlo, porque no quería molestarlo más, con mis problemas sociales. Me dice que él no tenía problemas con eso que si en algún momento yo necesitaría de su ayuda el me la daría sin ningún impedimento. Pero como mi boca es más grande que mi cerebro, como muchas personas, no pensamos antes de hablar. Le digo que él ya tenía una vida feliz y sin ningún problema, para que amargarlo con los míos y que además tenía a alguien más en su vida.

En eso nos quedamos sin hablar por un momento y de repente lanza una carcajada que me dejo desubicado, a lo que le pregunto porque se ríe. Me pregunta de donde yo saque eso, que de la vida feliz, él siempre va a ser como un niño que jamás deja de sonreír; que de los problemas todos tenemos pero que no teníaningún impedimento en ayudar a los demás.

Eso sí me dejo más desubicado que la carcajada, porque si sabía que era un joven que sabía analizar las cosas de manera rápida y que no le importara lo que dijeran los demás, pero para que me respondiera de esa manera de forma rápida, si me sorprendió.

Pero no quedo allí, yo en eso estaba viendo hacia arriba y veo como se asoma por los lados de la cama y me pregunta de dónde saque lo último, y allí si caí en cuenta lo que dije y vi que regué todo lo que había logrado en esa noche, aunque no era mucho era un progreso. Que a que me refería a que él tenía a alguien más en su vida.

Le digo entre pena y después de analizarlo un momento para no seguir empeorando la situación; que como él me había dicho que le comenzaba a gustar alguien más y quería salir con él. Pensé que tenía pareja o algo parecido. Vuelve a reírse y me pregunta que si puede bajar a mi lado un momento que si sigue en esa posición se le va a subir la sangre a la cabeza. Le hago mueca que sí y me muevo un poco dándole espacio.

Se coloca al lado mío mirando hacia arriba y se arropa con la cobija que le había dado. Me comienza a decir que si le gusta alguien, pero no sabe si él le gusta a esa persona, ya que no le da señales de que si quiere algo con él, que al parecer solo lo ve como un amigo. Que tiene un par de años conociéndolo, que es alegre, amable, soñador.

Me decía un poco de coas magnificas de esa persona, lo que hacía que a mí me diera el doble de celos y en un momento me moví grotesco, que él se quedó viéndome y me dijo si me pasaba algo, le digo que no, que siga con lo que hacía. Dice que tiene varios meses intentando decírselo, pero no encuentra el momento adecuado. Pero esta vez está viéndome a la cara.

Le digo que si él estaba seguro de lo que siente por ese chico que se lo diga, que no espere a que se le vaya el tiempo, que después se vaya a lamentar cundo esa persona este con alguien más. Y si no lo acepta, por lo menos le quedo la dicha de haberle dicho todo lo que sentía. No sé en qué momento me inspire en decirle eso, ya que yo sentía lo mismo por él y no me atrevía a decírselo. Y teniéndolo allí, acostado en la misma cama que yo, a mi lado y con ganas de besarlo y no podía hacerlo, no me atrevía.

Me dice, vamos a practicar a ver cómo me sale, pero en tono de burla. Me toma de la mano y me comienza a decir que era una persona especial, que había llegado a su vida en el momento que menos lo esperaba, que era la persona no indicada pero que si era la que más se acercaba a lo que estaba esperando de alguien y quizás con el tiempo podría llegar a ser la persona que el espera que fuera.

Me suelto de su agarre y le digo que mejor no siga que con tanta cursilería me va hacer vomitar o hasta podría creérmelo. Y me giro para ver hacia arriba. Él me toma del hombro y me voltea para que lo vea y me da un beso, que en verdad no me lo esperaba. Le correspondo el beso, porque en realidad si sabía cómo besar el condenado.

Después de un rato en ese beso, jugando con las lenguas, porque me intentaba meter la lengua hasta lo profundo de la garganta, que me costó respirar por unos segundos; me suelta y me dice, ahora si vomita o créetelo, pero en tono serio. En eso lo vuelvo a acercar a mí y le doy otro beso que esta vez quien dominaba era yo, no dejaba que se zafara de mí agarre.

Cuando lo solté vi que le costaba respirar un poco y le dije que una por una no era trampa y comencé a reírme. Me golpeo el hombro y me dice ¡pendejo eres tú! Me quede perplejo a lo que estaba acabando de decir. Lo vi que estaba algo lloroso y me decía, no sé en qué momento me enamore como un bobo de ti. Se gira y sigue diciendo que yo no lo veía como alguien especial, que la mayor parte de las veces que estuvimos con los chicos es como si nada pasara entre nosotros y que las pocas veces que tuvimos sexo, era como si yo solo lo viera como un juguete.

En eso lo giro y me coloco sobre él, quito las cobijas que nos separaban y comenzó a besarlo, al principio él se resistía, pero después fue cediendo. Comencé a besarlo suave, pero seguro; a él le estaba gustando porque paso sus manos a tocarme la espalda, con el poco movimiento que teníamos le fui metiendo las manos por debajo de la franela que se había dejado puesta para dormir, y comencé a subírsela hasta lograr quitársela.

Deje de besarlo en la boca y fui bajando suavemente por su cuello, mientras él me decía entre gemidos que era mejor que no hiciéramos nada, porque después podríamos arrepentirnos; me levante un momento llegando muy cerca de su cara y le digo que él ya había logrado declararse a su manera que ahora me tocaba declararme a mí a mi manera. Él hizo una pequeña mueca como sonrisa, que no completo porque lo volví a dejar sin aliento con otro beso.

Y desde allí ya no era solo algo delicado, se volvió algo frenético, me quito la camisa en un instante, los pantalones de pijama que teníamos también desaparecieron en un momento, ya él se encontraba sobre mí. Comenzó a besarme los pezones poco a poco y así fue bajando despacio se detuvo un momento en mi ombligo.

Siguió bajando hasta llegar al elástico del bóxer que tenía puesto y comienza a bajarlo lentamente, se queda un momento quieto y sube otra vez a besarme, en eso siento como su mano comienza a subir y bajar en mi pene, me estaba masturbando a su ritmo, muy despacio. Vuelve a bajar a hacer el mismo procedimiento con los pezones y ombligo, hasta que llega a la cabeza de mi pene.

Allí se detiene y comienza a metérsela muy lentamente, a lo que yo suelto un gemido ahogado. Mientras va metiéndose el pene poco a poco en su boca con una de sus manos va y juega con mis pelotas y la entrada de mi ano. Cosa que no me disgusta para nada. Sentí su respiración chocando con mis vellos púbicos y vi que ya la tenía toda en la boca y me sorprendió un poco.

Empezó a subir y bajar despacio, haciéndome gemir con mayor gusto. Estuvo haciendo eso por un rato, yo solo colocaba mis manos sobre su cabeza, para que fuera a el ritmo que el prefiriera, y en señal de aprobación. De un momento a otro aumento el ritmo que casi hace que me corra, tuve que detenerlo para no acabar todavía. Lo subí e hice que se colocara de pie y me arrodille, comencé a besarle la silueta del pene sobre el bóxer negro que tenía y antes de quitárselo ya poseía la cabeza de su pene en los labios.

Inicié a engullirme ese pedazo de carne a mi gusto, jugaba con sus pelotas, él comenzó a gemir muy plácidamente, no media el tono de su voz, menos mal que el cuarto donde estábamos está a mitad del departamento o sino los vecinos se enteran. Pase una de mis manos entre sus piernas, me dirigí a buscar su ano y con el dedo medio iba subiendo y bajando por su raja interglutea.

Fui haciéndole presión poco a poco hasta introducir todo el dedo, sentí como sus manos sujetaron mi cabeza y comenzó a llevar el ritmo él, me estaba cogiendo por a boca, pero aun yo no sacaba el dedo de su ano, tuve que detenerlo varias veces porque no me dejaba respirar o porque su cuerpo se tensaba como si ya estuviera a punto de acabar. Después de un rato lo detuve, lo gire e hice que se inclinara un poco sobre la cama, quedando en cuatro así dejaba sus nalgas empinadas.

Le separe las nalgas y vi ese agujero tal cual lo recordaba y comencé a pasar la lengua por allí, su cuerpo se erizaba de excitación, alternaba la lengua con los dedos, iba metiéndole primero uno después dos, mientras con la otra mano le estaba pajeando, el seguía gimiendo, en un momento llevo una de sus manos hacia atrás agarrándome por la cabeza y enterró mi cara por completo en su culo.

Después de un rato así, fui besando lentamente subiendo por su espalda hasta llegar a su cuello, giro la cabeza un poco y nos fundimos en un beso que en particular pareciera que nos queríamos comer completamente. En esa posición fui apartando el pliegue de sus nalgas y apuntando mi pene a ese agujero que tantas veces había probado.

Comencé a penetrarlo muy suavemente, mientras el solo gemía y gritaba con un poco de dolor. Se sujetaba fuertemente de las sabanas, iba muy despacio para no hacerle daño, hasta que estuve completamente dentro de él. Estuve así unos segundos mientras se acostumbraba a eso, luego comencé a embestirlo lento y a medida que gemía más fuerte, yo iba aumentando el ritmo.

Me sujetaba de sus hombros para tener mayor fuerza de empuje y poder entrar más profundo dentro de su ano. Después de un rato en esa posición me salí bruscamente, a lo que él pego un grito que calle con un beso fuerte, lo gire y lo coloque boca arriba en la cama, subí sus piernas a mis hombros y busque nuevamente su ano y de un solo golpe se lo enterré completamente.

Fui penetrándolo como si de ello dependiera nuestra vida. Acercaba mi boca a sus pezones para estimularlo más, con una de mis manos lo estaba pajeando lentamente. Lo besaba salvajemente, mordía sus labios y nuestras lenguas se unían buscando le garganta del otro.

Me salí de él y estire sus piernas, mientras me fui subiendo en él. Él sabía lo que yo quería, así que sujeto su pene y me fui sentando lentamente en él. Separaba mis nalgas con mis manos, cuando su pene estuvo en la entrada de mi agujero, llevo sus manos a mis nalgas para separarlas.

Pero como que se las quería desquitar o estaba súper caliente, porque no espero a que estuviera algo adentro, sino que me la metió de un solo golpe, lo que hizo que yo gritara por el dolor que me causo. Cuando sentí sus vellos púbicos rozando mis nalgas supe que ya estaba dentro completamente.

Se detuvo un momento y luego comencé a subir y bajar, a mi ritmo, él aprovecho a agarrarme el pene y masturbarme con una de sus manos, con la otra pellizcaba mis pezones, estaba estimulándome como yo lo había hecho con él. De repente sujeto mis nalgas deteniéndome, y comenzó a llevar el ritmo el mismo. Se me haci9a súper bien que se tomara la iniciativa de llevar él el ritmo, su embestida era fuerte y segura. Yo no paraba de gemir fuertemente, esto era especial.

Me estuvo dando así por un buen rato, hasta que se cansó y me gira, dejándome de lado y se colocó detrás de mí, coloco la pierna que quedaba arriba por encima de él y así comenzó a penetrarme, esta vez sí fue con más calma al penetrarme. En esa posición sentía como me iba penetrando mucho más profundo y sentía igualmente todo su pecho rozando con mi espalda. Lo que yo aprovechaba para buscar que me besara y así lo hacía, de una manera especial y salvaje, había más que sexo y erotismo, lo hacía con amor y satisfacción.

Me estuvo penetrando de esta manera durante largo rato, me sorprendía el aguante que tenía este chico, pero sentí como movía su mano más frenéticamente, sabía que quería que nos corriéramos juntos y así paso, se vino dentro de mí, sentía como los cuatros chorro de su semen chocaba con las paredes de mi recto. Mientras yo me corría en sus manos y sobre las sabanas.

Estuvo dentro de mí por un rato más, pero se colocó esta vez sobre mi hasta que se salió completamente, nos estuvimos besando por todo ese momento, hasta que me dijo que significaba eso de que yo me estaba declarando. Esta vez síle tuve que decir lo que todo lo que sentía por él, le dije que desde hace meses me había dado cuenta acerca de mis sentimientos hacia él. Después de que prácticamente a mí los sentimientos no se me dan.

Ya que me habían desilusionado, ya varias veces. Le dije que prácticamente cada vez que me estaba enamorando de alguien, estos siempre salían que yo no era lo que ellos esperaban o que ya tenían a alguien más en su vida y me querían usar como un amante, y yo no me prestaba para eso. Le confesé de los celos que me agobiaban cuando me dijo de que había estado con otro chico, a lo que él me dice que eso solo fue para ver como yo reaccionaba. Y por lo visto había reaccionado como él lo esperaba, aunque con unas ligeras diferencias.

Esa noche no dormimos casi nada, después de haber hablado casi toda la noche. Quise pedirle instantáneamente que fuera mi pareja, pero él se adelantó a mis pensamientos y me dijo que aún era muy pronto para que fuéramos pareja, así que era mejor llevarlo todo con alma. Que por un tiempo siguiéramos como amigos, aprovechando que yo me iba a quedar por allí, por un largo tiempo.

Y desde entonces, comenzamos a salir como amigos, nosotros dos primero. Algunas veces le decimos a los chicos que nos acompañen, a ellos si le sorprendió que Jesús y yo estábamos intentando tener algomás que una amistad. Él quiso decirle a su familia y así lo hicimos. Me invito para su casa en los llanos unos días y me fui con él. Allí aproveche de conocer al resto de su familia, pude convivir un poco más con su mamá, que ya la conocía.

Y antes de volver a la ciudad donde estábamos, lo lleve al pueblo donde yo crecí, lo lleve a conocer a mi familia, y por como pasaron las cosas resultaron, sé que a mi familia les cayó bien, espero que la misma impresión le haya dado yo a su familia.

Porque cuando te quieres quedar con alguien, no solo estas dispuesto a quererlo solo, sino también tienes que aceptar que tiene una familia, amistades y no porque a ti no te gustan vas a querer cambiarlo.

A principios de este año volví a retomar mis estudios y mientras hago esta, sé que cuento con la ayuda de mi familia, amigos y ahora con la de él, con mayor fuerza.

Así que amigo lector que te detuviste a leer algo de mi vida te digo lo siguiente: “El Pasado es Historia, El Presente es Pasado y El Futuro es Ahora. Por eso vívelo de lo mejor forma, como si fuera el ultimo día de tu vida, no dejes que los demás tengan que decidir sobre tu vida o que afecten sobre ella, por eso tu eres el propio dueño de tu destino” PG.