Mi mayor humillación 2
Continuación de Mi mayor humillación1. se recomienda leer antes la primera parte.
Una vez que me tiro las braguitas de Silvia a la cara, le dijo a Silvia que continuara con la falda subida enseñando el chochito y dirigiéndose a mi dijo:
- ¡Quítate toda la ropa y ponte las braguitas! Eres una nena y solo puedes llevar braguitas rosa.- Sus ordenes fueron recibidas con grandes carcajadas y burlas por todos, mientras yo comencé a llorar y a desnudarme para ponerme las braguitas. Me sentía ridículo, humillado delante de todos con unas braguitas rosa y sobre todo a la vista de Silvia.
- ¡Qué mona estas con esas braguitas!.- Dijo entonces. Veis muchachos tenemos aquí dos nenas, una enseñando su chumino y la otra enseñándonos las braguitas.
- Bueno.- continuó dirigiéndose a Silvia.- Ahora ha llegado el momento que te quites toda la ropita y nos dejes verte bien.
Silvia no se movió, lo que hizo enfadar al jefe.
- Tienes dos opciones, putita, o te desnudas o te arranco yo la ropa y luego te vas a tener que ir a tu casa en pelotas. ¿Qué prefieres?
Silvia empezó a desnudarse, quitándose primero la camisa, luego el sujetador y finalmente la falda. Iba a quitarse los zapatos y los calcetines del uniforme, pero el jefe le dijo que se los podía dejar puestos.
- Ahora.- dijo mirándome.- Vas a elegir a un macho y te vas a acercar a él y decirle que eres una putita que lleva braguitas rosa y estas deseando chupar la polla de un macho caliente.
Me acerqué al que estaba al lado del jefe y le dije:
- Soy una putita que lleva braguitas rosa y estoy deseando chupar la polla de un macho caliente.- El tipo no tardo nada en sacar su polla del pantalón y decirme:
- ¡Venga, zorrita! ¡Ponte de rodillas y empieza a chupar!
No tuve más remedio que obedecer, arrodillarme y meterme esa asquerosa polla en la boca y chuparla. Mientras todos se burlaban de mi , pude oír como Silvia se acercaba a otro de los chicos y decía:
- Soy una putita y me gusta enseñar el higo. ¿quieres que te chupe la polla?. Inmediatamente el tipo se bajo la bragueta y Silvia se puso en la misma posición que yo y empezó a chupársela al chico. No tardaron mucho en correrse y ambos la sacaron antes para echarnos todo su semen en la cara.
Entonces el jefe le preguntó a Silvia:
- ¿Eres virgen putita?
- Sí. Contestó Silvia
- ¡Mmmmm, qué bien! Voy a estrenar un chumino. Dijo riéndose.
- ¡No, por favor eso, no!.- Dijo Silvia llorando y suplicando. ¡Hazme lo que quieras pero eso no! Si quieres te la chupo o te hago una paja pero no me folles.
El tipo se rió y dijo:
- No te preocupes si a tu amiga también la vamos a desvirgar.
Entonces yo empecé a suplicarle, llorando que por favor nos dejaran, que no nos hicieran nada más. Pero no hubo manera.
- ¡Poneros a cuatro patas que os vamos a follar!
No había nada que hacer. Así que nos pusimos a cuatro patas esperando que nos follaran. Pero antes obligaron a Silvia a chupar mi culo para que estuviera mojadito y entrara mejor la polla y a mi a chupar el coño de Silvia. Luego fueron pasando sucesivamente por mi culo y por el chochito de Silvia todos ellos hasta correrse todos dentro. Cuando terminaron pensé que se había acabado la humillación. Pero estaba equivocado. Todavía faltaba que nos mearan todos ellos encima, antes de marcharse.
Cuando estábamos tumbados en el suelo llenos de semen y meados, el jefe me quitó las braguitas de Silvia y me dijo que se las llevaba de recuerdo. Luego vi que había cogido mi móvil y me decía.
- Hemos grabado todo con tu móvil, así que es mejor que no digáis nada de esto o veras como este video es pasado a todos vuestros amigos.- Y se guardo el móvil devolviéndole el suyo a Silvia, porque según decía en ese no había nada grabado.
Se marcharon dejándonos allí desnudos y lo más rápido posible, nos vestimos, aunque Silvia se tuvo que ir sin bragas y nos marcamos sin apenas hablar.
Después de eso tardé bastante tiempo en hablar con Silvia. Me moría de vergüenza y me sentía culpable de no haberla defendido y que la hubieran violado. Además estaba totalmente humillado pensando que me había visto con braguitas y dejándome follar y chupando pollas.
Unos meses después recibí una llamada de Silvia diciéndome que quería hablar conmigo.
CONTINUARÁ