Mi matrimonio arruinado por un chantaje (3ª parte)
El desenlace de la vida de este matrimonio a los pies de la chica a la que echaron del trabajo por ladrona.
El segundo dia en la casa como sirvientes comenzo teniendo ya muy claro en que situacion estabamos y como debiamos
comportarnos. El primer buenos dias que recibi fue una patada en mi costado que me hizo despertar, y unos cuantos
insultos, cerdo, perro, vago, que haces aun durmiendo, levanta de una puta vez y ves a preparar mi desayuno!Baje aun
desnudo las escaleras en direccion a la cocina, donde me encontre en la nevera la lista de cosas que mi dueña deseaba
para desayunar. Un bol con leche y cereales, una torrada, una manzana y un zumo de naranja recien exprimido. Me di
prisa para no enfadarla, y en pocos minutos entraba en la habitacion. La luz del baño y el sonido de la ducha me indico
que estaba bajo el agua, y dejando la bandeja en una mesita auxiliar me acerque a la puerta. Toque con mis nudillos
diciendo: señora, ya esta preparado su desayuno.
-pasa, pasa, perro, no te quedes ahi quieto sin hacer nada.
Entre al baño, en el que ya habia una ligera capa de vaho, y la vi, de pie, dentro de la bañera, desnuda duchandose.
Su melena mojada la hacia aun mas bella, mientras con una esponja frotaba su cuerpo enjabonado mirandome y sonriendo,
dandose cuenta de la ereccion que al estar desnudo era incapaz de ocultar.
- Cerdo, entra en la bañera y coge la esponja, frota mi espalda, dijo de forma autoritaria, dejando de sonreir.
asi lo hice, intentando no rozarla con mi pene duro para no hacerla enfadar. Cogi la esponja y frote su espalda, ella
misma levanto los brazos sobre su cabeza y me ordeno seguir por sus axilas y de esa forma acabe frotando todo su
cuerpo, acabando de rodillas frotando sus piernas, sus tobillos, sus pies..
Cuando ella lo considero oportuno me dio con la palma de su mano en la calva, haciendome caer de culo en la bañera.
- bien, perro, sal y prepara la toalla para secarme.
-si, ama, dije mientras salia a la carrera ,entero mojado y poniendo el baño perdido, a alcanzar la toalla. Con ella la
espere fuera, abriendola bien para que al salir se envolviera totalmente y con aire de indiferencia se dirigiera al
dormitorio. La segui a cuatro patas, como era mi obligacion, aun mojado totalmente, viendo como el suelo quedaba
empapado. al llegar junto a su cama ella se volvio a quitar la toalla para secar su cabello, y cuando acabo la tiro al
suelo.
Cerdo asqueroso, mira como lo has puesto todo. Secate con mi toalla y despues limpia todo esto mientras desayuno.
Si, ama, dije mientras me secaba como podia. Note el olor de la toalla, olia a ella.
Se sento ante la bandeja y tranquilamente desayuno, mientras yo me encargaba de dejar todo en perfecto estado. Cuando
acabe regrese a su lado. Ella estaba igual que yo, desnuda, pero claro, sentada, y yo a cuatro patas.
Bien, perro, a ver, cuentame mientras desayuno. Que te parece la situacion que estais viviendo la cerda y tu?
Señora, como me explico usted en las hojas que nos dio, entiendo que cuando trabajo para nosotros la explotamos
y fue normal que quisiera coger dinero de la caja, ya que le pertenecia por lo poco que nosotros le pagabamos. Fuimos
unos tiranos con usted y nos merecemos que ahora que esta en condiciones de hacerlo, se vengue de nosotros de
la manera que quiera. Tambien, como nos explico, mi mujer presumia ante usted de su elegancia y es necesario que
escarmiente para que no vuelva a sentirse superior a nadie.
Un tortazo de la señora me tiro al suelo.
- Cerdo, jamas vuelvas a referirte a esa guarra como tu mujer, o tu esposa, o nada parecido, ella es la cerda, la
guarra, la puerca, pero nada mas, esta claro?
si, señora, perdon, no quise decir mi mujer, me referia a la cerda
Bien, cerdo. ahora me vestire y me arreglare para bajar al sotano a saludar a mi marido y a la asquerosa pedorra,
mientras recoge todo esto, dijo levantandose. Cuando vayas a la cocina, ni se te ocurra comer nada, sabes que todo
queda grabado y comeras cuando yo te lo ordene, esta claro?
- si, ama, esta claro, dije agachando la cabeza, con sonidos de mis tripas por el hambre, mientras recogia la bandeja
y salia de la habitacion rumbo a la cocina.
Pensaba en mi esposa, perdon, en la cerda, en como habria pasado la noche inmovilizada en el cepo del sotano con aquello
tan enorme dentro de su ano. Me descubri nuevamente con una ereccion, no podia ser, todo esto no podia excitarme..
Cuando fregue todo y recogi, regrese a la habitacion para colocarme a cuatro patas, aun totalmente desnudo, y espere
a que saliera mi dueña del baño. La puerta se abrio, aparecio ella con unos tejanos negros muy muy ajustados, unos
zapatos de tacon abiertos, extremadamente altos, las uñas de sus pies pintadas de rojo intenso, como las de sus manos
y un top de cuero negro que apretaba y realzaba sus pechos de forma perfecta. el pelo recogido en una cola larga y negra
y maquillada de forma muy agresiva. Sus labios tambien de un rojo pasion que la convertia en una especia de diosa.
-Bien, cerdo, dijo sin mas, te habras dado cuenta que soy mucho mas dura con la cerda que contigo, no? La verdad es
que realmente tu no fuiste quien mas me hizo enfadar, las acusaciones mas duras y las palabras mas hirientes fueron de
esa guarra, amenazarme con echarme del pueblo, con hundir mi reputacion y claro, la de mi familia, son cosas que no
consentire jamas. Por eso tu estas aqui, a mi lado, y has dormido en el suelo de la habitacion y ella en el cepo.
Voy a ser benevolente contigo y te voy a dejar ir. Firmaras la separacion de tu esposa, y podras salir de esta casa,
marchandote bien lejos, y olvidandote que un dia estuviste aqui. Tu esposa quedara a mi servicio el resto de su vida
o mientras yo lo considere apropiado y tu podras iniciar una nueva vida. Viendo como te engaño con el viejo aquel de la
capital, para que arruinarte tu el futuro por su culpa?
Señora, pero es mi muj.........la cerda con la que he compartido mi vida.
La oferta dura lo que dura, el tiempo de llegar al sotano. Hasta que traspase la puerta, si en ese momento sigues a
mi lado, la olvidare.
La segui a cuatro patas, desnudo, por la casa, mi cara pegada a sus zapatos de tacon y a esas unas pintadas de rojo.
El perfume que llevaba entraba en mi nariz y me hacia sentir algo que no puedo describir. Justo cuando llegamos a la
puerta del sotano, despues de haber traspasado el garaje lleno de coches carisimos, avance un poco mas rapido y me
situe delante de ella, frenando su entrada en la sala.
Señora...
Que haces cerdo?
Señora, hace horas que estoy a su servicio, pero en este tiempo ademas de admirar su belleza y su crueldad, he acabado
comprendiendo que esta vida me atrae, soy feliz caminando a cuatro patas a sus pies, siendo humillado por usted, y no
quiero irme de esta casa si no es que usted me obliga. Firmare los papeles de la separacion si quiere, a partir de
este momento no estare casado ni tendre ningun sentimiento de amor hacia la cerda, pero dejeme quedarme aqui , a sus
pies , como está su marido, Señora, y servirla y obedecerla el resto de mi vida en todo lo que quiera.
- Bien, perro, es tu decision, y yo acepto tenerte a mi servicio voluntariamente como mi esclavo. Pasaras a formar parte
de mi cuadra, de momento junto a mi marido, asi que tu lugar a partir de ahora si no digo lo contrario sera la celda
que esta a su lado. No te garantizo ni siquiera tu alimentacion, soy bastante caprichosa y descuidada, asi que has
de contar con que para mi seras menos que una cucaracha, algo sin importancia que no merece piedad. Ahora cuando
entremos, se lo vas a contar a la cerda, quiero que lo sepa de tus labios, y explicale bien claro tu decision.
- Si, ama, dije sonriendo y volviendo a colocarme junto a sus zapatos, aprovechando para besarlos mientras giraba la
llave en la cerradura.
Abrio la puerta y se adentro en la sala, y yo tras ella, a cuatro patas, sabiendo que era el principio de mi nueva
vida, de la vida que queria vivir. Por ultima vez decidia yo algo.
Ya antes de encender la luz oi unos gemidos sin energia, casi inaudibles, pero al darle al interruptor el espectaculo
ante mi vista fue increible. La cerda estaba frente a nosotros, su cara desfigurada por el sufrimiento irreconocible,
no podia dejar de mover los pies, de forma inconsciente, supongo que por las rampas que tendria de estar inmovil,
sudada, podian verse dos surcos de sal salir de sus ojos, imagino que por las lagrimas de dolor que habria derramado.
La Señora se acerco a ella, la rodeo apreciando que todo estaba en su sitio y continuo hasta llegar a la celda de
su marido, la cual abrio, ordenandole salir.
La siguio hasta estar ambos delante de la cerda, apreciando su cara, ella la miraba a la dueña no ya con ojos de rabia
o ira, sino de suplica. Jamas habia visto esa mirada en sus ojos.
-Bien, perra, rompio el silencio mi dueña, espero que hoy entiendas mejor cual es tu lugar en la casa. Quiero decirte
que por lo visto tu marido, el cornudo cabron que tienes delante, lo ha entendido. No es asi, cerdo?
Si, Señora, respondi yo rapidamente sin moverme de sus pies.
A ver, cerdo, explicale a esta puta cual es tu situacion ahora.
Avance a cuatro patas hasta ponerme frente a la cerda, y mirandola a la cara como me habia dicho mi dueña que hiciera,
le expuse mi situacion.
- Eva, perdon, dije mirando a mi Ama, cerda, nuestra dueña me ha ofrecido la posibilidad de irme, y ser libre, pero por
ultima vez en mi vida he tomado una decision. A partir de ahora le pertenezco, voluntariamente, quiero ser su esclavo,
soy feliz asi, he aceptado firmar los papeles de nuestra separacion, dejare de ser tu esposo para ser totalmente de ella,
y me quedare aqui a su servicio como su perro mientras la Señora quiera, aceptando todo lo que decida para mi.
Mi esposa me miraba con ojos de incredulidad, pero lo tuvo claro en el momento en que la Señora me dio su primera orden.
No era otra que ante mi esposa colocarme a cuatro patas y por primera vez en mi vida pedirle a su marido que me
penetrara. Asi lo hice, y dando gestos de placer, gemidos y incluso notando que volvia una nueva ereccion a mi polla,
durante varios minutos su marido, su otro perro, me desvirgo y follo el culo hasta que recibio el permiso de la señora
para correrse en mi interior. Aun cuando acabe tuve que limpiar su polla, lamerla y agradecerle a mi señora que
hubiera decidido desvirgar mi agujero.
creo que era la prueba de fuego. Tras eso su marido fue a quitarle el consolador a mi esposa, lo cual la hizo gritar de
nuevo por lo dolorido de la zona, y entre los dos la sacamos del cepo y la metimos en una de las celdas, donde
la señora dejo que descansara durante unas horas mientras los dos perros volviamos a la casa para limpiar, arreglar la
piscina, el jardin, y estar a disposicion de nuestra dueña, que volvio a requerir de nuestra presencia en dos ocasiones
mas para divertirse viendonos tener sexo. La palabra maricon comenzo a hacer acto de presencia entre sus insultos,
y los comentarios a su marido sobre si yo seria su nueva esposa. Amenazo, ahora que yo estaba separado, en ordenarnos
solicitar una boda gay en el ayuntamiento del pueblo ante todo el mundo.
Hacia el mediodia, mientras nosotros cortabamos el cesped la señora desaparecio hacia el garaje. Al cabo de una hora
aparecio de nuevo, pero esta vez acompañada. La cerda iba a su lado, desnuda totalmente, pegada a sus zapatos, con
un collar al cuello y una correa corta que la hacia levantar la cabeza bastante, y en su ano, supongo que ya sin ni
siquiera molestarla, un plug terminado en una cola de perra. Salieron al jardin y alli la señora dedico un buen rato
a jugar con la guarra, sentada en una de las butacas de mimbre, tirandole un palo que ella recogia como si fuera una
perra obediente, incluso ladrando mientras corria a buscarlo, y llevandoselo a la mano de la señora la cual como
recompensa le daba una palmadita en su cabeza, antes de repetir la operacion. En todo momento la imagen de la cerda era
muy excitante, verla como esas ubres se balanceaban mientras ella corria, como la cola de perra se movia, oir sus
ladridos, las ganas de follarla me tenian loco, mucho mas que cuando era su esposo.
La señora noto mis ganas, era facil estando desnudo que se notara, y me ordeno acercarme a ellas. De rodillas ante sus
pies recibi la orden de lamer el coño de la perra para a los pocos minutos escuchar como le decia a su esposo, el otro
perro, que metiera su polla en ese coño lleno de mis babas. Rapidamente el agujero fue tapado por el perro, mientras
a escasos centimetros yo contemplaba el espectaculo.
- Acostumbrate, perro, a partir de este momento ese coño, ese culo , esas ubres y esa boca de cerda van a ser usadas
muy a menudo, y normalmente a ti te tocara mirar, para eso llevas en tu frente lo de cornudo, recuerdas?
- si, señora, lo recuerdo, y lo acepto, soy su perro y aceptare cualquier cosa que decida para mi, le dije.
El perro jadeaba con lo cual parecia que pronto llenaria el agujero de la cerda de leche, pero en ese momento recibio la
orden de salirse y yo la de acercar mi boca. Por primera vez tambien saboreaba una corrida, y entendi el rechazo de
las mujeres a hacerlo, era asqueroso.
Con ese unico alimento en mi estomago tanto el marido de la señora como yo fuimos llevados a nuestras celdas, donde nos
encerro apagando la luz al salir de la sala sin ni dirigirnos la palabra, ni un hasta luego salio de sus labios. Seis dias
estuvimos alli, creo, en los cuales solamente aparecio dos veces la señora, vestida de forma muy elegante, y sin
hablarnos siquiera, como si no estuvieramos, acerco un recipiente con agua y otro con pienso para perros de su propia
marca de supermercados a los barrotes. Al menos recordaba que nos tenia alli, pense!.
Cuando volvio a aparecer fue para sacarnos de nuestro encierro, llevarnos al jardin y alli el uno al otro nos lavamos
para retirar de nuestro cuerpo el sudor y el olor a suciedad de tantos dias sin ducharnos.
Despues de eso nos ordeno entrar en la casa y sentandose , con un cigarrillo entre sus dedos nos miro, sonriendo de
forma maliciosa.
bien, perros, arrodillaros, dijo , a lo cual reaccionamos obedeciendo sin esperar un segundo.
Llevais varios dias encerrados, debia concentrarme en la cerda, como comprendereis. Creo que la notareis cambiada, pero
he hecho un trabajo espectacular en estos dias y vereis como ha valido la pena, dijo acercando su mano a una campanilla
que habia a su lado y moviendola. En menos de diez segundos aparecio por la puerta del salon la cerda, esa es mi esposa,
pense para mi..., practicamente desnuda, unos zapatos de tacon altisimos, algo que jamas habria ella llevado en su
vida anterior, siempre con zapatillas planas, las inscripciones de su cuerpo bien repasadas, un collar de cuero negro
en el cuello, dos muñequeras y dos tobilleras tambien de cuero negro y lo mas llamativo, su cabeza afeitada, como la mia.
Habia rasurado su cabeza e incluso sus cejas, dejandola totalmente inexpresiva y diferente a como la habia conocido
yo siempre. Sin decir nada se acerco a la señora, se arrodillo a sus pies y beso sus zapatos, quedandose quieta.
Tanto el otro perro como yo mirabamos a un metro de distancia, sorprendidos por tanta obediciencia.
Perra, posicion de examen, dijo la señora.
Si, ama, dijo ella mientras se levantaba, separaba sus piernas de forma exagerada y colocaba sus manos en la nuca.
La señora se levanto, con la yema de su dedo indice acariciaba las nalgas, las ubres de la cerda, los pezones haciendo
que endurecieran, paso el dedo por su coño, apretando ligeramente, mientras le decia : guarra, dile a estos perros quien
eres.
- Soy una sucia perra asquerosa propiedad de mi Ama Sara, a su disposicion para que use mi repugnante cuerpo como desee.
Oirla decir eso me dejo de piedra, no se que habia pasado en estos seis dias, pero era otra. Lo decia de forma sincera, no
obligada, y cuando la señora saco el dedo de su coño y vi como brillaba, entendi que le habia pasado lo mismo que a mi.
Habiamos dejado de ser un matrimonio que se queria, con una vida estable y completa para pasar a ser practicamente de
forma voluntaria los esclavos de una niñata de veintipocos años a la que habiamos echado de nuestra empresa por ladrona.
Final.
A los pocos meses de estar en la casa, siendo sus criados y esclavos obedientes, la vida era otra muy diferente a la que
podiamos haber imaginado hacia un par de años en la felicidad de nuestro matrimonio.
Tanto el marido de la señora como yo pasabamos gran parte del dia en nuestras celdas, saliendo para hacer arreglos en la
finca o para participar en los juegos de la señora. Por la casa pasaron muchos señores y señoras, algunos del pueblo a los
que conociamos perfectamente, lo cual no hacia que cambiara nuestra manera de actuar. Ver a la cerda ser follada por
alguno de esos conocidos no fue algo agradable, la verdad, pero era lo que habia decidido para mi vida, y menos si
mientras lo veia era follado por el otro perro, algo muy humillante pero que no dejaba de excitarme.
La cerda era la sombra de la señora, siempre a cuatro patas tras ella, hacia las funciones de ama de llaves, cocinera,
señora de la limpieza, retrete para todo de la señora, cenicero y lamecoño. En algunas ocasiones mientras cortaba el
cesped habia podido ver a la guarra lamiendo el coño de la señora durante mas de dos horas, sin parar.
Y pensar que cuando estabamos casados chuparme la polla mas de dos minutos le parecia agotador...
Asi fueron pasando los años, las marcas de rotulador pasaron a ser tatuajes y la calvicie definitiva.
Hasta que la Señora un dia se canso de nosotros y decidio vendernos, pero eso.....ya es otra historia.
Espero que la hayan disfrutado.