Mi masajista caribeño (2)

Me había pedido un relato... y cumplí. Como se imaginarán, volví al spa con bastante expectativa.

Mi masajista caribeño (2)

Me había pedido un relato... y cumplí. ( La primera parte fue "Mi masajista caribeño". Ya ven que no soy muy original al momento de elegir título!!)

Como se imaginarán, volví al spa con bastante expectativa. Si estaba en turno... vería si se lo podía entregar... Pero... lo leería en mi presencia? Le gustaría? Cómo iba a reaccionar? Podría avanzar en esa expectativa que tanto me excitaba?

Así estuve durante los días previos.

El relato había provocado buenas repercusiones. Algunos lectores me habían escrito para decirme que querían conocer la "segunda parte". Así que ya lo ven: sigo escribiendo por encargo.

Volví al spa. Pregunté en cuanto me dieron las toallas si estaba "él". Que sí. Que me darían un turno. Debía esperar ... 3 horas!

Mientras tanto... hice lo que pude: recorrí los pasillos, miré en los boxes, tocaba y me dejaba tocar en los cruces, estuve un rato en la sala de videos porno gays... Y el tiempo no terminaba de pasar.

Las desnudeces me iban excitando cada vez más. Había cada cuerpos!!!!!!!! Lejanos para mí –eso pensaba... y lamentaba- y mi expectativa estaba orientada a qué iba a pasar (y a pasarme) cuando estuviera "en manos" de mi masajista caribeño .

Por fin, llegó mi turno. Me recibió con una sonrisa... y con esa voz que te derrite (o te endurece, según la parte del cuerpo que mires)

Me comentó que el relato anterior le había gustado mucho... y me puso las manos sobre las piernas. No fue con mucha presión... sino que sentí "como si" una corriente eléctrica me recorriera el cuerpo... y llegara hasta mi verga.

"Todo está bien", me dijo... pero yo sentía que era él quien "manejaba" la situación; y, como la vez anterior, él era el gato... y yo el ratón. Y me dejé llevar...

Me relajé lo más posible... Sabía que no podía pedir intimidad... pero deberían haber visto las imágenes que venían a mi mente!.

Él, con esas manos que tiene, y con la capacidad que tiene, recorría mi cuerpo haciendo su trabajo... pero yo sentía que cada vez que me rozaba el culo y los huevos... que me estaba dando un regalito.

Yo tenía las manos a los lados del cuerpo... y en un momento, noté que "algo" se apoyaba sobre mi mano izquierda, que, "sin querer", yo había dejado abierta.

No era el roce de su pierna... era su bulto, eran sus genitales... era su PORONGA que, aunque sin dureza, yo sabía que podía crecer y endurecerse.

Fue como si un nuevo disparo eléctrico llegara hasta mi propia pija.

No quise presionarlo (podía haber sido "sin querer") pero fue más que "un momento".

Él seguía masajeándome la espalda... pero no se movía "de allí".

Cerré la mano y se lo acaricié. Y por esa magia que tenemos los hombres, la "cosa" empezó a ocupar más lugar entre mis dedos.

No quería abrir los ojos... No quería moverme. Sólo existía mi mano conectada a su miembro. Y era toda la energía de él, la que llegaba a mi mano.

Sólo lo acariciaba suavemente, mientras él, en su trabajo, seguía masajeándome... pero me daba cuenta que hacía menos presión con sus manos... y aumentaba la presión de su bulto contra mi mano.

Y entonces... se cambió de lugar. Abrí los ojos... y vi que sonreía, y de refilón, observé que su pantaloncito lucía una buena "carpa".

Y se puso frente a mi cabeza (yo seguía boca abajo). Y desde allí, siguió trabajando mi espalda... pero llegando hasta detenerse en mi culo. Obviamente, para poder llegar hasta allí, debía inclinarse, y me apoyaba su "muñeco" contra mi frente. Pero le hice trampa... me incliné un poco... y quedé con mi boca y mi lengua cerca de ese bulto.

Las veces anteriores se inclinaba y se erguía. Pero ahora... seguía inclinado sobre mí, apoyándose en mi boca... y masajeándome solamente el culo, abriéndome las cachas, y deslizando su dedo hasta llegar al borde de mi ano... y detenerse allí.

Qué placer...!!

Pero él seguía "vestido"!!

Y me atreví: tomé su pantaloncito con mis manos y comencé a deslizárselo... Y se dejó hacer...

Tenía un slip rojo, que, cada vez, le sentaba más ajustado: su carpa crecía cada vez más.

Me admiraba que un tipo como él, con un cuerpo como el de él... pudiera excitarse a partir de lo que yo le hacía. Pero dejé de pensar... y me dejé llevar por las sensaciones.

Cuando terminé de deslizarle el pantaloncito... el borde de su pija ya asomaba por la abertura lateral de la pierna... Feliz coincidencia!! Para el lado donde yo tenía mi boca!!

Le besé la punta... y saqué mi lengua... y la fui deslizando por ese miembro que me hacía agua la boca (literalmente).

Y la empecé a chupar. No sabía que podía ser contorsionista... Pero quería sentir TODO: su verga en mi boca, sus manos en mi culo. Y sin haberme dado cuenta... percibí que me iba moviendo al compás del movimiento de sus dedos (él, otra vez, volvía a manejarme).

"Edu... Edu..." escuché que me decía... y pensé que eso corroboraba que estábamos conectados el uno con el otro...

"Edu... Edu... date vuelta".

Y ahí comprendí... me había dormido. Había tenido un sueño re-caliente. Estaba conectado con él, era cierto, pero con quien yo me "imaginaba"... y no con quien estaba a mi lado, calentándome, es cierto... pero sin dejar de hacer "su trabajo".

Cumplí con su pedido: me puse boca arriba... con mi verga dura... deseosa de una boca o de una mano "cariñosa".

Él se sonrió... y me dijo "Te estás calentando, Edu?"... "Es por tu culpa ", le dije, y ambos sonreimos.

Y, otra vez... me quedé con las ganas.

Edy

edyargentina@latinmail.com