Mi mar 4
Perdón por la tardanza, un poco corto pero espero les guste! :)
Un insistente sonido me despertó, ya no tenia los audífonos puestos y sentía el brazo adolorido, el molesto sonar de su móvil me despabiló, con cuidado quite mi brazo de debajo de mar, y me levante en la oscuridad para ir a la sala de estar de donde provenía el sonido. Su móvil sonaba y vibraba en la mesita de centro de la sala de estar, en la pantalla parpadeaba el nombre de Javier, el sonido cesó mientras tomaba el aparato, lo devolví a su posición y camine en dirección a la cocina, el frio del suelo me hizo caer en cuenta que un sonido mas molesto y estridente aun continuaba sonando en mi cabeza, tenia mucha sed, serví agua en un vaso y lo bebí a sorbos mientras trataba de mitigar el dolor en mi cabeza, mi situación sentimental de pronto se me hizo tan dolorosamente peligrosa e inestable. La luz de la habitación se encendió, los pasos de mar resonaron en la casa junto con su voz llamándome.
-tati?- me vio sentada en un taburete gracias a la luz que se colaba por la ventana- que pasa?
No le respondí, su voz me sonó tan lejana y apagada, como si la estuviese soñando, el sonido molesto aumento cuando una luz brillante me segó y luego nada.
Desperté con un dolor intenso en la cabeza, mareada por la luz segadora reflejada en paredes blancas, con voces como ecos a mí alrededor.
-tati… tati… doctor dígame que estará bien por favor- el rostro de mar apareció en mi campo de visión, se le notaba preocupada, con los ojos llorosos, yo quería hablarle, tocarla pero no podía- tranquila mi vida, te pondrás bien va? Yo estoy aquí- pude sentir su mano sobre la mía tiempo después sentí a mar alejarse y el miedo me invadió, otra vez esa luz brillante y luego la nada.
La segunda vez que desperté, estaba recostada en una cama que no era la mía, mar sujetaba mi mano derecha y en la izquierda tenia puesta una vía intravenosa.
-como te sientes?- su voz sonaba preocupada y cansada, se acerco a besarme.
-mejor! Que paso?- mi voz sonó muy ronca.
-los médicos han dicho que los resultados de tus estudios dieron todos normales, que al parecer fue un ataque de pánico y deshidratación- se abrió lugar a mi lado en la cama y se recostó halándome asía ella para abrazarme, tocó con cuidado mi sien y sentí un dolor agudo que me hizo alejarme del rose- te duele?.
Mire sus hermosos ojos, se veían preocupados, rojos y llorosos, me dolió verla así, y solo atine a besarla lento, casi con un rose, su mano derecha se poso en mi mejilla y volvió a preguntar.
-tati te duele el golpe?- asentí y ella intensifico el abrazo cuidando no tocar mi sien, permanecimos así unos minutos hasta que ella se separo, bajo de la cama y regreso a la silla.
-le llame a Laura, me dijo que le hablaría a tus papas y que venia para acá, no han de tardar en llegar- asentí y recosté mi cabeza en la almohada- tati… porque?- me gire para verla, no entendía su pregunta- porque te dio el ataque?.
Tensé el ceño para pensar, trate de recordar que pasaba por mi mente cuando pasó y no pude, la puerta me distrajo, Laura y mis padres entraron deprisa, preocupados, hablando todos a la vez. Mi cara debió decirles algo porque pararon todos al instante.
-cariño, que paso?- mi madre se adelanto, tomando mi mano, se giro asía mar y repitió la pregunta- que paso?.
Mar se reacomodo en la silla y me miro antes de responder.
-los doctores me dijeron que tuvo un ataque de ansiedad y que estaba deshidratada, sus resultados son normales, pero que le van a mandar otros estudios para descartar cualquier otro factor.
-ataque de pánico?- mi mama me miro desconcertada y repitió para si- ataque de pánico? No… eso nunca le había pasado, debe ser otra cosa, ella es muy tranquila y relajada, es segura, pánico?
-a todos nos dan a veces, pero no siempre se notan, estaba deshidratada, debió ser eso- papa respondía las preocupaciones de mama mientras apretaba mis pies a forma de saludo.
-cariño, ha pasado algo que no nos hayas dicho y te tenga preocupada?- mi mama sujeto mis manos desesperada, ella siempre tan sobreprotectora- negué con la cabeza, en efecto había algo que me preocupaba pero no se los podía decir.
El medico entro como si nada, miro a todos y dijo.
- tu sistema se ha recuperado, te daremos el alta, pero tienes que venir la próxima semana para un chequeo y para que te realicemos los estudios pendientes, con permiso- mi madre se apresuro a seguir al medico para hablar con él, mi padre tomo tu lugar a mi lado y beso mi frente, haciéndome quejar de dolor, mar hablo.
-con cuidado- mi padre se giro para verla, regreso su atención a mi y localizo el moretón de inmediato, me beso la mejilla- cuando se desmayo, no alcance a sujetarla antes de que se golpeara- su voz sonó apenada y mi padre me sonrió.
-te duele mucho?- preguntó, negué –me dirás que pasa cariño?- le dedique una de nuestras miradas secretas, de esas que nos hacían cómplices, el volvió a sonreír- nos iremos a la casa, para que estemos mas tranquilos.
-que hora es?- me sentía perdida.
-son las 5:50 de la mañana- respondió mar mientras veía su móvil, al verlo el recuerdo de la noche anterior llego a mi, definitivamente iba a salir muy lastimada de esto.
-marina, debes estar muy cansada, porque no vienes a la casa con nosotros para que descanses y luego Mario te llevara a donde tengas que ir- la vi asentir, mi madre entró mas tranquila, le hizo una seña a mi papa para que me ayudara a levantarme y conducirme al pequeño baño. Mi madre ayudo a vestirme sin mediar palabra, se le notaba preocupada aun.
-mama, estoy bien- me miro y me abrazo con cuidado, beso mi mejilla y luego sonrió.
Después de que estuve vestida, nos dirigimos a casa de mis papas, mi madre se dirigió a la cocina para organizar junto con Doris, la comida. Mar se fue a descansar a mi habitación y mi padre acepto salir al jardín para que habláramos después de insistirle en que estaba bien. Nos acomodamos en una tumbona frente a la piscina; le conté mi situación con mar, mis miedos y lo que recordaba antes del desmayo. El se limito a abrazarme, al igual que yo no tenia idea de que hacer, asía tiempo no me sentía tan cómoda, y sin venir a cuento me quede dormida.
-tati- un rose delicado en mi mejilla y una voz quedita me despertaron- estas muy cansada? Tu mama quiere que vayas a comer, vamos te ayudo- mar me veía con cautela.
-si estoy bien no te preocupes, donde se metio mi papa?- me incorpore para quedar mas a su altura.
-se levanto con cuidado para dejarte descansar, tenia que atender una llamada- tenia sus hermosos ojos clavados en mi, como si quisiera atravesar mis pensamientos.
-que pasa?- su mirada me estaba poniendo nerviosa, bajo su mirada y negó con la cabeza, se levanto y me hizo señas para ayudarme a pararme, acepte su ayuda y caminamos en silencio asía la casa, la comida transcurrió tranquila, mis padres decidieron que pasara la noche allí, mar se fue después de la comida, dejándome con la imagen de esa mirada indescifrable.
La tarde transcurrió tranquila entre cuidados por parte de Doris y mi madre, la noche llego y con ella mi verdad; mar me era completamente necesaria, no podía conciliar el sueño al no tenerla junto a mi, baje a la biblioteca de mi padre y tomé uno de sus libros para tratar de dormir y tras pasar no se cuanto tiempo lo conseguí. Me despertó la voz de mi papa.
-hija pero que haces aca?- me despabile reacomodándome en el sofá, y cuando preste la debida atención, me di cuenta que mi papa no estaba solo- cariño te presento a la señorita Castañón.
-mucho gusto- mi cara debió ser un chiste porque ella me tendió la mano muy divertida, estreche su mano por educación y solo atine a salir de la biblioteca muy apenada.
Subi las escaleras completamente distraída por la pena, ni siquiera pude responder el saludo de mi madre, entre directo a la habitación desvistiéndome a prisa para darme una ducha. Nunca antes me había quedado dormida en la biblioteca de mi padre y justamente hoy que el tiene una reunión lo hago, aparte mi apariencia no era la mejor, seguramente la mujer debe estar indignada por semejante escena. Me duche a prisa, me coloque un jean negro ajustado, unas botas cortas con agujetas del mismo color, una blusa blanca y un cárdigan, justo cuando estaba terminando de arreglarme mi madre llamo a mi puerta para pedirme que bajara a desayunar, bajamos las escaleras charlando sobre la mejoría de mi estado y al llegar al comedor, no pude evitar quedarme muda, mi padre se encontraba conversando con la joven de la biblioteca.
-mi vida ahora que estas mas presentable, te presento formalmente a la señorita castañon, ella es la delegada de la región centro de la compañía- la joven se levanto del asiento y volvió a tenderme la mano, me acerque para estrechársela y fue entonces cuando la observe con detenimiento, una mujer realmente bella, piel blanquísima, cabello castaño claro, ojos verdes delineados con sombras negras, nariz delicada y una hermosa sonrisa, llevaba puesta una falda corte recto entallada en color negro y una blusa manga larga color cielo.
-mucho gusto señorita, creo que le debo una disculpa por la escena de la mañana- ambas tomamos asiento.
-no te preocupes… te puedo tutear?- asentí – tu padre me explico que tuviste un accidente ayer, espero estés mejor.
-no fue nada grave, solo un pequeño bajón de azucares- mire a mi papa de reojo, quien sonreía- gracias por preguntar, escuche sonar el teléfono a lo lejos.
-señor Alonso, me preguntaba si tiene algún inconveniente con que su hija me muestre la ciudad, claro si ella gusta- casi me ahogo con el agua al oír su comentario, Doris se acerco al comedor con el teléfono en la mano.
-disculpen, niña; su amiga marina la busca al teléfono- dijo mientras me tendía al aparato.
-disculpen- me levante de la mesa para ir a la biblioteca a atender la llamada- mar?
-tati- oí un suspiro- como sigues?
-estoy mejor gracias, que tal tu día?- su voz seguía siendo hermosa aun a través del teléfono.
-regular, vendrás a casa hoy?
-al parecer mi padre tiene planes para mi, creo que terminare siendo guía turística.
-guía turística? Como asi?- note un cambio en su tono de voz.
-aun no estoy segura… oye tengo que regresar, estaba por iniciar el desayuno, que tengas lindo día- escuche otro suspiro mientras a lo lejos se escuchaba su nombre en los altavoces.
-ok… descansa y vuelve pronto.