Mi mama y el portero (2)
Me sentía cada vez más cerca de la locura.
Mi mama y el portero 2
Paso una semana en la que sufría lo indecible cada vez que pasábamos con mi madre junto al portero, este tenía una mirada de superioridad que me molestaba profundamente. Esa mañana al llevarme al colegio, le dijo a Aníbal si podía pasar a la tarde a revisar una lámpara del baño que no andaba muy bien, era mi día de gimnasia y obviamente no pensaba concurrir, calcule todo como para volver a casa a la hora en que mamá llevaba a mi hermana a la escuela, luego de que la traía a casa a comer.
En los días anteriores había estado buscando la forma de verlos en caso de que estuvieran en su cuarto, el placard de la pieza de mis padres tenía un espejo en el fondo, con lo cual había comprobado que escondiéndome en el placard con la puerta entreabierta veía por el espejo casi toda la cama de mis padres. Me sentía como un bicho enfermo, el contacto con mis compañeros disminuía cada vez más, no podía compartir lo que sentía con nadie.
Esa tarde me quede escondido en la plaza detrás de un árbol, cuando la vi salir a mi madre con mi hermana hacia la escuela, salí hacia mi casa. El portero estaba en su hora de descanso por lo que entré a casa y me fui directo a esconder en el placard de la pieza de mis padres, pasaron unos quince minutos mas o menos y oí la puerta, era mi mamá que entraba canturreando, vino hacia la pieza y se acercó al placard, abrió la cajonera sacando una ropa interior nueva que había comprado y no me vio de casualidad, sentía mi corazón a punto de reventar. Se desnudo y la veía por el espejo poniéndose la ropa interior y unos zapatos de taco alto y quedándose vestida solo de esa forma, se miraba en el espejo y se sonreía feliz.
Al rato nada más sonó el timbre, mi madre salió a abrir solo en ropa interior, pasaron unos momentos de silencio y al rato se abrió la puerta de la pieza, el portero la empujó a mi madre sobre la cama, esta se quedó acostada boca arriba abierta de piernas, el hombre la miraba con ojos lujuriosos y se desnudo rápidamente. Su pija apareció bien dura, se acostó en la cama sacándole la bombacha a mi madre y aplicándose a comerle la concha con avidez, escuchaba los gemidos de mi madre y la veía por el espejo agarrandolo a Aníbal de los pelos tuve un primer orgasmo que me dejo un poco más relajado, pero mi pijita seguía dando saltos todo el tiempo, estaba electrizado, mi madre se sacó el sostén y Aníbal subiendo hacia ella se acomodó y se la fue metiendo bien despacio hasta que se la enterró bien al fondo, empezó a serrucharla bien duro mientras alternaba su boca de un pecho al otro mordiéndoselos con deleite mi madre movía su cadera acompañando el movimiento de Aníbal y empezó a gemir y a gritar cada vez más fuerte en lo que pareció que tenía su orgasmo agarrandolo a Aníbal del culo y dejándolo clavado contra ella sin dejarlo mover.
Aníbal habló: Desde el primer día que te vi me muero por enterrártela en ese culito tan mono que tenés, mi madre entre jadeos le contesto que le pidiera lo que quisiera pero el culo no, que lo había intentado con mi padre pero le había dolido mucho. Aníbal retomó su bombeo bien duro y le dijo, bueno me dijiste lo que quiero y lo que quiero es tu culo. Se salió de mi madre y agarrandola la giro dejándola culo arriba, mi madre fingía revelarse pero era obvio que no le disgustaba el trato, Aníbal la agarró de los pelo fuerte y le ordenó quedarse quieta, bajo con su boca y empezó a chuparle el culo, mientras le metía los dedos, supongo yo que en ambos agujeros, mi madre movía las caderas que daba gusto.
En un momento Aníbal estaba apoyado sobre mi madre y ya su pija apuntaba a la entrada de su culo, apoyo la cabeza en la entrada y mi madre, dijo: por favor Aníbal no, no por favor y este empujó un poco su cabeza metiendola en el culo de mi madre, mi mamá grito un poco y le pidió por favor que se la sacara que parara un poco. Ya te vas a acostumbrar le dijo este y se quedó detenido sobre mis madre, sus quejas se fueron haciendo cada vez más espaciadas y luego solo se escuchaba silencio, Aníbal empezó a metersela despacio y mi madre movía el culo ayudándolo en la penetración, siguió con este movimiento hasta que la tuvo empalada hasta el fondo, ver al hombre enterrando su pija en el culo de mi madre y quedándose clavado en ella me provocó un segundo orgasmo, que me volvió a producir temblores en todo el cuerpo, no podía parar de temblar me sentía conmocionado.
Mi mamá solo gemía y no decía nada, el hombre aguardo pacientemente y empezó a bombearla aumentando cada vez más el ímpetu de sus embestidas, le daba cada vez más duro, hasta que luego se incorporó agarrandola a mi madre de las caderas y dejándola de perrito en la cama. Paso sus manos por las tetas de mi madre y agarrandola por los hombros empezó a serrucharla nuevamente, mi mamá ahora gritaba que le encantaba, que por favor le siguiera partiendo el culo, haceme tu hembra, tu puta, Aníbal tenía una sonrisa de felicidad la siguió bombeando hasta que se contrajo y la clavó cayendo ambos sobre la cama en lo que supuse estaría teniendo su orgasmo, se quedaron un rato más.
El hombre se salió de a poco le beso el culo a mi madre y le dijo que se tenía que ir que si no su mujer podía sospechar, se cambió y salió, mi madre quedó tirada sobre la cama un rato, miro el reloj, se acercaba la hora de ir a buscar a mi hermana, se puso de pie y acercándose al espejo del ropero y agachándose separo sus nalgas y se miró el agujero del culo. Casi me muero se lo veía bien abierto y restos de semen empezaban a salir de él me pajié hasta que acabe nuevamente en abundancia, mi madre salió hacia el baño y luego a la calle, cuando se fue me metí en mi cuarto y me tire en mi cama, mi salud mental estaba en serio peligro.
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