Mi mama y el portero (1)
La vi a mi mama cogiendo con el portero.
Mi mama y el portero
Vivíamos en un departamento en un cuarto piso con vistas a una inmensa plaza, teníamos un ventanal muy amplio en el living comedor y en la misma línea estaba mi cuarto, junto al de mis padres y enfrentado el cuarto de mi hermana, que tenía doce años en ese momento, yo tenía trece años recién cumplidos, mamá tenía treinta y cuatro.
Era una mujer muy hermosa, que vestía siempre con polleras floreadas bastante ajustadas al cuerpo, era una mujer que yo había empezado a notar como llamaba la atención de los hombres. Mi padre era un hombre bastante serio y volcado a su trabajo, trabajaba en una empresa petrolera y estaba casi todo el día fuera de casa. Corría el año 78, año del mundial y era muy raro ver siquiera chicas en malla en la tele, era plena represión y me masturbaba incluso con los dibujos de algunas tiras de los diarios en las que aparecían algunas chicas interesantes.
Es decir que mi cabeza hervía y no había visto ni siquiera una teta ni de lejos.
Durante las noches solía escuchar largas discusiones entre mis padres, mi madre le reprochaba la poca atención que le prestaba y lo amenazaba no se con que cosas que yo no llegaba a oír, solo me sentía profundamente triste y angustiado.
Cada vez que pasábamos cerca del portero al entrar o salir, este le hacía algún comentario a mi madre que yo no llegaba a entender, pero mi mamá siempre me comentaba que era un atrevido, aunque a veces notaba que se le dibujaba una sonrisa en el rostro. Yo iba a la escuela de mañana y mi hermana estaba en la escuela primaria en doble turno.
Una tarde en que tenía que estar en gimnasia, la clase había sido suspendida por lo que volví a casa temprano, no había nadie en la casa, me comí un sándwich y me acosté un rato en la cama. Empecé a masturbarme suavemente y escuche voces en el living, traté de asomarme y escuche a mi mamá charlando con el portero, había venido a arreglar un artefacto de luz. Puso la escalera y subiendo en ella empezó a trabajar, le pidió a mi madre algo de beber y está vino con un vaso y se quedó parada el pie de la escalera, el portero bajo de ella y acercándose a mi madre tomo el vaso y bebió lentamente, le dio el vaso a mi madre y cuando esta lo agarró la tomó de la cintura y acercándola hacia él la beso, mi madre se separó de él y se fue a la cocina con el vaso.
El portero subió a la escalera y siguió trabajando se notaba un bulto en su pantalón, mi madre volvió de la cocina y acercándose a la escalera le pidió al portero que por favor se fuera su vista estaba dirigida al bulto del pantalón, sentí que se me paraba el corazón cuando el tipo desabotonó su pantalón y dejó su pija al aire, que estaba muy dura y para mi era inmensa. en esa época jamás había visto la pija de un adulto, lo miraba como asombrado, no sabía que iba a hacer mi madre, mi corazón latía con mucha fuerza y todo el cuerpo me temblaba, tenía como chuchos de frío y no me podía contener.
Mi madre se acercó y de pie delante de la pija del portero se la llevo a la boca y empezó a chuparla, yo ni siquiera sabía ni imaginaba que se hicieran cosas como esas, además que fuera mi madre me alteraba aún más, mi madre estuvo un rato chupandolo y el hombre bajo de la escalera desnudándose, la tomó a mi madre y sacándole su pollera la apoyo sobre la mesa del living, la dejó sentada bien al borde y corriéndole su bombacha, se la fue metiendo lentamente al tiempo que le sacaba su remera y el corpiño y empezaba a comerle los pechos con desesperación, mi mamá gemía como loca y empezó a decirle, si Aníbal deme duro por favor, el hombre la seguía cogiendo y deteniéndose se la dejo clavada y empezó a comerle la boca con mucho placer por parte de ambos, yo había tenido un orgasmo sin siquiera tocarme manchando todos mis pantalones y mi pijita seguía dura, no quería mirar más pero algo me impedía separarme de la escena.
Hacía rato que le tenía ganas, dijo el portero, y yo también Aníbal, dijo mamá, seguramente voy a venir seguido a hacerte arreglos, eh yegüita, le dijo y mi mamá le decía, si me vas a tener que arreglar todo... , mi marido no se encarga mucho de la casa y por suerte me parece que vos te vas a poder encargar, el tipo la empezó a bombear mas fuerte y la serruchó duro mientras le mordía las tetas, luego lo vi contraerse y a mi mamá que se sacudía sobre la mesa, se quedaron inmóviles lo que a mi me pareció una eternidad, Aníbal se salió de encima de mamá su pija colgaba brillando llena de jugos, mi mamá se paró y poniéndose de rodillas, le dijo gracias y se la limpió con su boca y volviéndose a poner de pie se beso con el mientras este le apretaba el culo con rudeza.
El portero se vistió lentamente, y mi mamá lo acompaño hasta la puerta, cerró y se quedó apoyada con la espalda en ella, vino hacia el baño, por lo que me escondí rápidamente en mi cuarto, cuando entro salí de la casa tratando de hacer el menor ruido posible, volví luego de un par de horas, mi madre se veía relajada y como si no hubiera pasado nada, la cena fue normal y en la noche no escuche discusiones entre mis padres. Mi vida nunca volvió a ser igual y jamás pude volver a mirar a mi madre como la veía antes, algo cambió para siempre, sus aventuras siguieron y siempre trataba de esconderme para presenciarlas, sobretodo en mi adolescencia. El portero solía visitarla un par de veces en la semana, pero una vez que mi madre se animó con el portero tuvo muchos otros amantes que solían visitarla.
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