Mi mamá, mi tía, el peluquero y otro hombre

Luego que descubriera que mi madre es amante de su peluquero, sus aventuras sexuales cobrarán un nuevo giro. Y por supuesto, que seré testigo de este nuevo encuentro sexual.

MI MAMÁ, MI TÍA, EL PELUQUERO Y OTRO HOMBRE

Pasaron algunas semanas desde que supe que mi madre estaba follando con su peluquero, y que lo hacían en mi casa. Bueno yo no me inmuté porqué voy a confesarles que la vida de mi madre ha cambiado mucho desde que está con ese señor. Físicamente ha mejorado, su semblante es otro, y en especial ya no se siente tan sola. Y cualquier hijo se siente ver feliz a su madre. Pero eso no es el caso, lo que les narro es que después de tan rica follada que presencié, descubrí que mi madre mucho le gustaba ir a la estética y por supuesto se demoraba un buen tiempo en volver a casa.

Un día decidí ir a la peluquería a ver qué pasaba y sí vi, que cuando ella entró, Octavio cerró su local, y después de dos horas, mi mamá salía de allí, con él de la mano.

En ese entonces llegaba a la casa mi tía Mariana (media hermana de mi papá y sé que ella fue primero su querida de Octavio, hasta que conoció a mi madre y la cambio por ella) y cada vez que la visitaba, siempre se reían muy fuerte y sobretodo se contaban sus hazañas sexuales de ambas. Yo me hacía el que estaba en mi cuarto, pero las escuchaba y mi tía le contó a mi mamá que Octavio le presentó a su amigo un tal Rodrigo y que al igual que el peluquero, era un macho en celo en la cama y que se manejaba un buen paquete y lo más excitante, que a los dos ya los había experimentado en un trío. Mi madre solo sonreía y mi ninfómana tía le estaba proponiendo a ella, también hacer un trío con Octavio o mejor un grupo entre cuatro e intercambio de pareja.

Mi mamá le dijo que estaba loca, pero ella insistía diciéndole, que el sueño de toda mujer es ser culeada por dos hombres a la vez y que alguien los miré. Mamá solo sonreía y luego la visita terminó y Mariana se fue. Por supuesto que escucharlas así, hizo que mi pinga no resista y termine masturbándome pensando en mi madre podía ser gozada por dos machos.

Bueno pasaron unos días y mamá dijo que se iba a una fiesta que le habían invitado Mariana y algunas amigas del estudio de abogados (yo por supuesto no me creí ese cuento) pero me hizo el cojudo. Mamá salió y volvió como a las 4 de la madrugada y se echó a dormir. Me acerqué a su cuarto y pude observar que ella estaba solo en bata, pero con el cuerpo que jadeaba y sus nalgas bien rojas (se notaban las marcas de manos y aún vi que en su pierna se diluía semen) Ver esa anatomía de mi progenitora me elevó a mil la adrenalina y otra vez a masturbarme pensando cómo se la habían tirado ese día.

Dos días después de esa fiesta, ella se levantó temprano y fue a comprar el pan y lo necesario para el desayuno. Yo aproveché y revisé de nuevo su celular y tal como lo descubrí había un mensaje de Octavio, donde le decía si lo había gozado mientras él y su amigo, le perforaban la conchita y el culo, mientras mi tía le besaba la boca. Mamá contestó que sí y eso fue suficiente. Tenía por madre a una ninfómana igual que su cuñada.

Bueno allá por la quincena de octubre, nuestra tutora de colegio, estaba organizando realizar una velada entre mis compañeros de clase, como antesala al viaje de promoción y nuestra despedida de colegio. En un principio se lo conté a mi mamá que quería participar y que me iría el sábado completo y volvería a la mañana siguiente. A ella se le brillaron los ojos y no se negó. Por supuesto que días antes del retiro, yo aproveché en revisar sus mensajes y vi que habían acordado ella con su peluquero y sus amigos (ya saben quiénes me refiero) a pasar el sábado completo en nuestra otra casa que teníamos (tenemos una casita por un campo distrito, dónde no había muchos vecinos,) ya que en donde vivíamos, los vecinos son muy escandalosos.

Él decía: Ok perfecto, ya me gusta la idea primor, ese día tú y tu cuñada van a saber que se siente tener dos machos dominantes, etc. Estaba dicho, mientras yo estaría en el retiro, mamá iba a ser culeada nuevamente.

Yo por supuesto no me iba a perder semejante hecho. Por ello ese día, yo no fui al retiro, pero en mi casa si le hice creer a mi mamá que si iría (ella casi nunca iba al colegio, por eso lo que yo hacía o decidía en la escuela nunca intervenía, solo cuando era así para cuotas, recojo de libretas y reuniones) por ello salí el sábado temprano y me fui para nuestra otra casa. Llegué, escondí mi mochila en el corral bien seguro, y luego a esperar que llegasen el grupo de cacheros. No esperé mucho porque a eso de las 7 de la noche, llegaron ellos en un auto con música a alto volumen. Luego abrieron la puerta y entraron mi madre, mi tía Mariana, Octavio y el tal Rodrigo (Moreno 1.80, musculoso, y al parecer se manejaba un buen paquete). Los cuatro comenzaron a bailar y a beber unas cervezas que trajeron, (yo estaba escondido en un rincón donde nadie me vea). Mi mamá cerró las cortinas de la casa y apagó la luz de la sala y solo se quedaron con la luz que comunicaba a la cocina.

Mi tía comenzó a bailar, mientras Octavio besaba a mi madre, y el tal Rodrigo, le acariciaba las piernas (ella estaba con un vestido color rojo, con el que salió esa noche a la fiesta), mi tía se le acercó a Rodrigo y comenzó a besarlo, mientras Octavio le metía la mano por la panocha a mi madre y seguían besándose. Luego ella comenzó a bailar mientras los otros a mi tía comenzaron a banqueteársela entre besos y manoseos, hasta que ella les bajó el cierre a los dos y salieron sus penes disparados (el de Rodrigo se veía como la de su amigo, pero era negra) luego mi madre se sacó su vestido y estaba en una tanga color roja (nunca se la había visto) y comenzaron las dos a chupar ambas pingas, mi tía se sacó su vestido y estaba con tanga blanca y luego ellas se sentaron y los dos se quitaron la ropa, mostrando sus físicos y a echar cerveza en las panochas de ambas y a lamerlas haciéndolas dar gemidos, bien fuertes.

Luego los cuatro se pararon, comenzaron a bailar, ellas frente a frente y los dos agarrándolas por la espalda, y vi (con asco y arrechura a la vez), que las dos comenzaron a besarse como dos poseídas sexuales, Luego intercambiaron y ahora era Rodrigo el que la estaba besando a mi mamá y esta se agacha y comienza a lamerle la pinga (como repito era grande y gruesa como la de Octavio) se la metía toda, engullía y mi tía hacía lo mismo con la pinga de Octavio. Así estuvieron un tiempo, y lo más rico, ambas se intercambiaban de turno para chupar.

Luego los dos se levantaron y se metieron dentro de la casa y a los dos minutos, trajeron dos colchones (como no tenemos cama, usamos colchones cuando alguien de la familia va de visita), movieron el mueble y los colocaron sobre el suelo. Al ver esto comprendí que no era la primera vez que venían a la casa, y empezó la acción.

Mamá y mi tía, se echaron, mostraron sus vulvas y los dos a comérselas de nuevo, y al poco rato, se hicieron los cuatro un 69. Después de eso, ambos se echaron en sus encimas y comenzaron a penetrarlas bien duro, Se veía el movimiento rápido de ambas pingas chocarse con las panochas y ellas gritaban de placer, luego se levantaron ellos y a intercambiar y seguían la cachada entre los cuatro, se colocaban piernas al hombro, de costadito, en fin, parecía que los cuatro ya sabían en que pose cachar a la vez, luego vi como a ellas les chupaban el culito, metían dedos y luego a ser enculadas en cada turno, mi mamá gritaba a más no poder, mientras la otra frente a frente, la besaba con placer y ellos a dar por el culo se ha dicho, incluido nalgadas y palabras como

_ “QUE PUTITAS” “VAMOS NENAS, MUEVAN ESE CULO”

E incluso les hicieron que las dos ladren como perritos (perras, mejor dicho). Luego intercambiaron y así se daban (ahora entendía por qué mi tía le dijo que toda mujer, debe experimentar, de todo en el sexo)

Creí que habían terminado, pero no fue así. Octavio se puso de pie, se echó en el colchón, jaló a mi mamá a su lado, la sentó en su pinga y Rodrigo se acercó a ella y le empezó a dar por el culo también. Los dos se movían con arrechura única, y mamá gritaba peor que esa vez que la descubrí en la casa. Mientras mi tía se masturbaba la conchita y le pasaba sus dedos en su boca de ella. Tras esto ellos se levantaron, la hicieron que chupe sus penes a la vez, y ahora el turno de mi tía, la encularon doblemente y ella gritaba más fuerte que mi madre y ella también a besarla.

Momentos después las sentaron sobre el colchón y ellos comenzaron a correrse, en medio de jadeos y el primero fue Rodrigo mientras decían

_ “AHHH, AHHH, TOMEN PUTITAS, ME CORRO”

Y plum leche sobre su cara de ellas, y luego Octavio, también jalándose sus 20 cm y decir las mismas palabras y plum otra ronda de semen en sus caras y tetas. Ellos jadeaban mientras que esas dos, se limpiaban de la leche que había en sus caras. Después se levantaron y se besaron nuevamente. Se echaron sobre los colchones y empezaron a tomar más cerveza, hasta que, de nuevo, recuperaron fuerzas y a cachar otra vez (No hay gran diferencia, con la primera sesión).

Después de esa segunda vez, se quedaron dormidos los cuatro y yo miré el reloj y eran como las 2 am. Me fui despacio al corral, y a masturbarme se ha dicho (no aguantaba más la arrechura). Dieron como las 5 am, ellos estaban privados (Mamá estaba en los brazos de Octavio, mientras este roncaba y ni que decir de mi tía y su querido). Se podía aun oler el aroma del sexo y el semen, y más rico ver la cara de mi madre muy blanqueada (ya saben porque) Cogí mi mochila, cerré despacio y por suerte, había una combi con destino a la ciudad y llegué a mi casa a las 7 de la mañana.

Entré me masturbé de nuevo y me eché a dormir. A eso de las 11, ella me despertó (se veía que se había duchado) y me preguntó qué hora llegué y le dije que a las 7.30 y que entré directo y no quise despertarla (ella ni sabía que la he visto cachar la noche anterior). Ella me dio un beso, (aunque no miento, sentí algo de asco ver esa boca que se había tragado dos pingas, labios de una mujer y semen) pero lo acepté. Ella también se fue a acostar y a las 2.00PM nos fuimos a almorzar por un restaurante, cerca de la casa.

Sé que después de esa rica cachada, no terminó allí sus aventuras de ellos. Para el próximo relato, contaré como fue que le dije a Octavio sobre lo suyo y mi mamá y esta vez, aceptó que los vea follar, pero ese será otro relato.