Mi mama me enseña

Le pedí que me enseñara a besar y terminamos follando.

Mi madre tuvo muy mala suerte y en su primera experiencia sexual se quedó embarazada de un tio que pasó olímpicamente de ella. Así resultó que con 17 años me trajo al mundo.

Que duda cabe que estas circumstancias han marcado su vida pero también nuestra relación. El ser madre soltera y, según me confesó hace poco, el haber pensado muy seriamente en abortar; la han echo desde siempre sentirse en deuda conmigo.

Si bien esto toda mi vida ha sido beneficioso, últimamente su obsesión por comportarse conmigo como una amiga se ha convertido en un problema. Con 15 años cuando uno comienza a fumar, a tomarse sus primeras copas y a intentar estar lo mas cerca posible de las chicas; que tu madre quiera pasar todo el tiempo libre a tu lado no es algo muy apetecible.

Por cierto, yo me llamo Carlos y mi madre Ana. Ella, aunque ha tenido un par de relaciones estables, sigue soltera. A sus 32 años es una mujer muy atractiva pero se suele lamentar de tener poco pecho. Durante mis primeros años vivimos con mis abuelos pero ahora ya hace unos cuantos que estamos solos, en un piso alquilado.

Llevaba varios meses dando de lado a mama, porque me sentía asfixiado por ella, hasta que un día viendo un reportaje en la televisión sobre Judo una luz se encendió en mi cabeza. Llegué a la conclusión de que en lugar de oponerme a ella seria mejor aprovechar su energía en mi propio beneficio como se hace en la citada arte marcial.

Empecé dándole un poco de hilo. Le pedía consejo sobre ropa, sobre música, sobre los estudios, etc. Y poco a poco nuestra relación se fue haciendo mucho mas estrecha de lo que ya era.

Días después pasé a la segunda parte del plan. Era una noche de viernes y como solía ser habitual la pasábamos en casa ya que mi madre solo me deja salir los sábados. Estábamos sentados en el sofá mirando una película y decidí que era hora de probar hasta que punto mama quería ser mi amiga.

Le dije que una compañera de clase me gustaba mucho y que al día siguiente había quedado con ella.

-" Pero cariño eso es estupendo y... ¿quien es, la conozco?"

-" No, se llama Fatima, pero no la conoces. Te lo digo porque es que tengo un problema. Veras yo nunca he besado a una chica y... bueno no quisiera quedar como un niñato. ¿Tu no me enseñarías?"

Se quedó muy sorprendida y tras unos segundos de duda ...

-" Está bien, pero tienes que prometerme que nadie se enterará de esto nunca."

Lógicamente le dije que si. Le habría firmado un contrato si me lo hubiera pedido. Me arrimé mas a ella y le ofrecí mi boca. Estaba deseando sentir el contacto de aquellos labios tan sensuales. Porque mi madre tiene unos labios voluminosos como los de todas esas mujeres que salen en la tele y que se han inyectado colágeno. Pero los suyos son naturales. Vamos que están para comérselos.

Muy lentamente fue acercado su cara a la mia y tras unos instantes, que a mí se me hicieron interminables, nuestras bocas se unieron. Sentí un escalofrío.

Yo había mentido. Ya había besado a alguna chica e incluso les había metido mano. Lo malo es que se apartó enseguida, pero ante mi insistencia volvimos a besarnos y esta vez si tuve tiempo de saborearla y meterle un poco la lengua. Esto la cogió por sorpresa y aproveché para poner mi mano en una de sus tetas.

-" ¡ Pero Carlos ! ¿ Que haces ? "

-" Si Fatima me da pie a algo mas que un beso, tendré que saber que hacer ¿no? Creí que podía contar contigo para lo que necesitara, pero veo que eres como todas las madres. Mucho rollo de que quiero ser tu amiga pero al final nada de nada. "

Se quedó muy confusa e incluso asustada pero al final mi chantaje emocional surtió efecto. Me recordó mi promesa de no decir nada y aceptó dejarme hacer. No perdí el tiempo y me abalance sobre ella apresurándome a poner una mano en cada una de sus tetas y a estrujárselas.

-" Amor, no debes ser tan brusco. Si lo haces así solo conseguirás hacer daño a tu chica. Tienes que pensar que además de buscar tu placer también debes buscar el de ella. "

En ese momento fui yo el que me sentí un poco cortado. Mas aun cuando se sacó la sudadera y se quedó solo con una camiseta ajustada. Pues como muchas otras veces no llevaba sujetador ya que al no tener mucho pecho y acudir asiduamente a aeróbic no lo necesita. Me cogió una mano, la llevó a una de sus tetas y me indicó como debía acariciarla.

-" Ves, tienes que hacerlo con mucha suavidad. Con dulzura, como si acariciases un flan y tuvieras miedo de romperlo. También habrá momentos para ser mas enérgico pero sobre todo al principio debes ser muy tierno. Y no debes limitarte a las zonas sexuales. Toda la piel tiene sensibilidad para transmitir placer. "

Al tiempo me guiaba mi mano derecha por encima de su pecho izquierdo. Que sensación mas placentera. Y ella no debía estar pasándolo mal pues cerró los ojos, empezó a suspirar y los pezones empezaron a notarse en su camiseta como si hubieran crecido 2 cm.

Aprovechando que seguía con los ojos cerrados y que la camiseta se le había subido ligeramente, seguí su consejo y comencé a darle un suave masaje en la barriguita. Pude comprobar entonces que el tiempo que mi madre invierte en acudir al gimnasio vale la pena ya que tiene unos abdominales bien marcados. Esto unido a la suavidad de su piel me transmitía una sensación muy agradable.

Como ella seguía dejándose, poco a poco fui subiendo mi masaje y elevándole mas y mas la camiseta hasta que por fin conseguí mi objetivo. Que sus pechitos quedaran al aire. No recordaba la última vez que le había visto las tetas a mi madre, pues a ella no le gusta hacer toplees y como es bastante cortada nunca se cambia de ropa delante de mi. La visión que ahora tenía era maravillosa. Sus pechos aunque pequeños, del tamaño de bolas de tenis, son preciosos. Muy firmes y coronados por unos pitones sonrosados que estaban diciendo... ¡comeme!

Mama parecía estar muy cómoda y había echado la cabeza hacia atrás hasta recostarla en el respaldo del sofá. Así que yo seguí aprovechando la luz verde. Era la primera vez que llegaba tan lejos con una mujer y encima era mi madre. Eso hacia que estuviera excitadisimo y mi erección era, para entonces, de campeonato. Continué tocándole los pechos, ahora ya con las dos manos y prestando especial atención a sus pezones. En un momento dado, sin pensarlo, impulsivamente acerque mi boca a uno de ellos.

Cuando ya estaba lamiendo uno de los erectos pezones de mi madre cai en la cuenta de que seguramente había sobrepasado la línea roja y esto significaría el final de tan placentera experiencia, pero...

-" Asiiiiii, mi amor. Chupame las tetitas todo lo que no pudiste de bebe. "

Me quedé alucinado. Tras el impacto inicial recordé a que se refería mi madre. Y es que cuando nací no pudo darme el pecho para poder continuar con sus estudios. Así mismo llegué a la conclusión de que estaba casi tan necesitada de sexo como yo. Ya que, según mis cálculos, llevaba mas de un año sin estar con un hombre. Y, como buen hijo, decidí que ya le tocaba.

Seguí chupeteandole alternativamente uno y otro pecho mientras con las manos le masajeaba el que quedaba libre. Llegado este momento, le cogí su mano derecha y la puse sobre mi paquete.

-" Carlos, ¡ por favor ! Eso si que no puede ser. "

-" Pero mami mira como estoy, si me quedo así voy a explotar. Tienes que hacerme algo. "

Ella se quedo mirándome el bulto del pantalón y con una cara totalmente sonrojada, no se si por la incomodidad, por su excitación o por ambas cosas pero por fin tomo una decisión.

-" Está bien, pero vamos al servicio no sea que manchemos el sofá. "

Ahora si que no cabía en mi de gozo. Mi madre iva a masturbarme. Cuando trace mi plan jamás pensé que llegaría tan lejos.

Ella salió delante y se dirigió al baño terminando de quitarse la camiseta. Yo está claro que la seguí a toda velocidad pero sin quitar ojo del precioso culo que los ajustados vaqueros le marcaban. Una vez allí me dijo que me bajara los pantalones y el bóxer. Pero yo no quería tener estorbos y directamente me los quité.

-" ¡ Pero mi niñoooo! Cuanto as crecido desde la última vez que te vi desnudo. Parece que al menos el cabronazo de tu padre te ha legado algo bueno. "

Todo esto lo decía sin sacarle ojo a mi verga. Y es que comparado con mis amigos, tengo un aparato de considerables dimensiones.

Estábamos para una foto. Yo desnudo de cintura para abajo, con una tremenda erección y enfrente mi madre con el pecho al aire. Entonces me mandó ponerme frente al inodoro y ella se situó detrás de mi, sentándose en el borde de la bañera que le quedaba cerca. Asomó su cabeza por mi derecha y con su brazo izquierdo me rodeó por la cintura. Para a continuación alargar su mano derecha hasta que por fin...

¡ Contacto ! Por primera vez una mano ajena tocaba mi polla empalmada. Y era la mano de mi mami. Creí que me corría solo con ese primer roce. Primero me la agarró solo con dos dedos y muy suavemente comenzó a bajarme y subirme el prepucio. Ella estaba muy pegada a mi y con cada una de sus inspiraciones notaba como sus pezones pugnaban por perforar mi camiseta, que era el único trozo de tela que los separaba de mi espalda. No tardó en agarrarme el pene con toda la mano y siguió con el movimiento, que parecía dominar perfectamente.

No sé el tiempo que me la estuvo meneando, pero a mi me pareció un instante por el placer que estaba recibiendo. Y un potente chorro de semen salió disparado.

-" ¡ AAAAHHH ! ¡ Siiiiii ! Mamaíta como te quiero. "

-" Asi mi pequeñito. Desahogate. Quien mejor que tu madre para aliviarte un calentón. "

Lejos de soltarme, siguió ordeñandome hasta que sacó la última gota. Y aun entonces continuó con el frotamiento que ahora era muy diferente por la lubricación del semen que recogía en la punta y extendía a lo largo de todo mi aparato. Incluso empezó a masajearme los testículos con la otra mano. Todo esto me hizo pensar que a mi madre también se le había echo corta la dosis de sexo. Asi que probé a tensar aun mas la cuerda...

-" Mama, ha sido maravilloso. Pero lo seria todavía mas si ahora me dejaras que yo te masturbara a ti. Asi además de compensarte por lo bien que me lo has hecho pasar, aprendería a hacerlo perfectamente. Y es que eres una profesora estupenda. "

-" Pero serás diablillo. Bueno supongo que a estas alturas ya no puedo negarme a nada. "

Si si, negarse. Pero si lo que sucedía era que en ese instante lo deseaba ella mucho mas que yo. Claro que a mi me daban igual sus motivaciones, lo que me importaba era los resultados que estaba consiguiendo.

Me dijo que fuéramos a su habitación para estar mas cómodos. Ahora no importaba que manchara algo. Allí comenzó a quitarse los pantalones. Yo me saque la camiseta rápidamente para no perder de vista ni un segundo su estupendo cuerpo.

-" Por favor mama, deja que yo te quite las bragas. "

Una idea que le encantó. Me senté en el borde de la cama y ella se situó delante de mi, pero no de frente sino dándome la espalda. Cogí sus braguitas, de color negro, con una mano por cada lado y muy despacio se las fui bajando. Tuve que pedirle que abriera un poco las piernas porque sus imponentes muslos las aprisionaban por el centro. Obedeció y el último trozo de tela que protegía su cuerpo cayó al suelo. Solo entonces fui consciente de que el impresionante culo de mi madre estaba allí, a un palmo de mi cara. La verdad es que si bien sus tetitas no brillaban precisamente por su volumen, en cuanto a trasero y muslos si que mi madre podía presumir de tener donde agarrar.

Puse cada palma de mis manos en una de sus nalgas y comencé un suave frotamiento en forma circular. A mi madre no le debía desagradar en absoluto, porque permanecía allí de pie, quieta y sin decir nada. Yo habría estado asi durante horas, pero como sabía que me estaba esperando algo aun mejor...

-" ¿ Que, no me vas a mostrar tu almeja ? "

-" Si, pero cierra los ojos un instante. "

Lo hice sin dudar. Noté como se tumbaba en al cama y me dijo que ya podía abrirlos.

Lo que vi me resulto impactante. Allí estirada en la cama, completamente desnuda y con las piernas abiertas, estaba un pedazo de mujer dispuesta a dejarme experimentar con ella. Me situé al fondo de la cama para contemplarla mucho mejor. Para entonces volvía a estar completamente empalmado. Me puse de rodillas y apoye los brazos sobre la cama de forma que estaba en una posición inmejorable para ver su chochito.

OH dios mio, pero que cosita mas linda tiene mi madre entre las piernas. Tenia algo de vello en el pubis, pero la vulva estaba completamente depilada pudiéndose apreciar perfectamente sus sonrosados y húmedos labios vaginales. Trepé un poco por la cama para poder tocarla con toda comodidad. Con un dedo empecé a acariciarle los bordes de la entrada de su cueva y esto hizo que mi madre comenzara a gemir como una loca. Poco a poco se lo fui introduciendo. Menudas sensaciones estaba sintiendo. Mi mama con el chochito súper lubricado y yo, ahora ya con dos dedos, tocándola por dentro en todas las direcciones. Asi estuve un buen rato, explorando sus mas íntimos rincones.

-"Carlos, cariño, lo estas haciendo muy bien. Pero por que no pruebas ahora a estimularme con la boca, que es la mejor forma de conseguir que una mujer se excite al máximo. Y así aprendes como se hace.

Pero será putilla mi madre. Ahora resulta que, estando caliente como una moto, su único interés es que yo saque buena nota en sexología.

Procedí a acercar mis labios horizontales a sus labios verticales.Comencé dándole unos besitos y después de cada uno mi madre soltaba un largo suspiro. Igual que había visto en alguna película porno, pasé luego a usar mi lengua. Primero le lamí los labios mayores, durante al menos un par de minutos, y posteriormente comencé a introducirle la lengua en la vagina.

Supongo que conseguí al menos un notable. Porque no creo que pasara mucho mas de un minuto saboreando con mi lengua el interior de mi madre, cuando noté que se agitaba y comenzaba a gritar como una poseída. No tardé en comprender que por primera vez había conseguido provocar un orgasmo a una mujer. ¡ Menos mal que la televisión se había quedado encendida y disimuló sus gritos !

-" Hijo mio, lo has hecho muy bien. No sabes lo feliz que me siento ahora mismo. "

Lo malo fue que entre la excitación de ver la corrida de mi madre y el frotamiento con la cama, yo no pude aguantarme y llené la cama de muestras de mi ADN. Cuando se lo dije me contestó que no me preocupara, que ya se limpiaría y que había valido la pena. Así que viendo su buena disposición decidí dar un último tirón a la cuerda.

-" Es que yo había pensado en pedirte que me enseñaras a usar un preservativo. Como me has dicho muchas veces que la protección es fundamental. Pero ahora ya no va a poder ser."

Y es que por supuesto, mi erección había desaparecido. Mi idea era que ella me dijera que al día siguiente o al próximo viernes continuaríamos con las clases, pero su respuesta fue otra.

Se sentó e un lado de la cama y me indicó que me situara delante de ella. No me lo podía creer, iva a hacerme otra paja para conseguir ponérmela dura. Sin embargo mis expectativas se vieron muy superadas cuando tras colocarme, de pie, en frente de ella: me la agarró con una mano, se puso de rodillas y se la metió en la boca.

Joder como chupaba la muy guarra. Yo permanecía inmóvil y ella movía su cabeza adelante y atrás succionando como una aspiradora. Se ve que tenia mucha necesidad de sexo atrasada y para mi fortuna se estaba poniendo al día conmigo. No pasó mucho tiempo hasta que me la dejó reluciente y lista para enseñarme a colocar el condón que fue a buscar a su armario.

-" Ves Carlos. Lo coges por aquí, te lo colocas en la punta y con mucho cuidado lo vas desenrollado hasta el fondo. "

Yo miraba y escuchaba sus explicaciones pero mi mente seguía recordando la increíble mamada que me acababa de hacer mi madre. Por eso tardé en asimilar sus siguientes palabras.

-" Y Ahora que estamos en faena es una pena que desperdiciemos este preservativo. ¿No crees? "

Me quedé mirándola y no entendí su idea hasta que vi que de nuevo se tumbaba en la cama con las piernas abiertas. Solo entonces fui consciente de que me había tocado el gordo.

-" Vamos amorcito. Ven y tumbate encima de mi. O, ¿ es que estas cansado ? "

¡ Como ! ¿Cansado? ¿yo? Se iva a enterar mi mama. Subí a la cama, me acomodé encima de ella y me dispuse meter mi polla por el agujero que me había traído al mundo. Pero con los nervios y mi falta de experiencia no acertaba a conseguirlo.

Mi madre no cejo en su empeño. Flexiono las rodillas hasta apoyar las plantas de los pies en la cama, me cogió el pene con una mano y movió las caderas hasta lograr el objetivo que ambos perseguíamos. Creí que me moría cuando la punta de mi torpedo se abrió paso por su empapada rajita. Siguiendo sus indicaciones fui empujando lentamente hasta que se la metí toda dentro. Aunque el condón me restaba sensibilidad, el placer que sentía en aquel momento era indescriptible.

-" Y ahora que tu verga conoce el camino es hora de que comiences a bombear hasta que partas en dos a tu madre. "

Inmediatamente obedecí sus ordenes y ella me puso las manos en el culo para colaborar a que las embestidas fueran lo mas profundas posible. Las dos veces que ya había disparado mi escopeta permitieron que aguantara durante varios minutos entrando y saliendo de mi madre. En ese tiempo aproveche para comerle toda la boquita varias veces y meterle mano por todos los sitios que estaban a mi alcance. A lo que ella colaboró todo lo que pudo.

Y por fin mi gozo llegó a su cumbre y se produjo mi tercera eyaculación de la noche. Esta vez mama no alcanzó el orgasmo pero aun así se la veía muy satisfecha. Me retiré, me puse en pie y ella me sacó el preservativo. Y dándome una palmadita en el culito me dijo:

-" Venga machote, ahora ve a darte una ducha que te la has ganado. "

Y así terminó la mejor noche de mi vida. Bueno, la mejor hasta entonces porque resulta que mami ha continuado preparándome para las relaciones de pareja. Incluso un día que un amigo mio se quedó a dormir en casa...

Pero esa es otra historia que ya contaré.