Mi mamá es una puta

El día que mis hermanos y yo descubrimos que mi mamá era una puta sin vergüenza y ella no tuvo más opción que contarnos sobre su trabajo

Regresábamos del colegio y sin siquiera entrar a la casa lograbamos escuchar gemidos, pequeños azotes y rechinar de la cama, sabíamos que mi mamá metía hombres a su habitación, pero nunca la habíamos escuchando hacer tanto ruido.

Mis hermanos y yo intentabamos descifrar si estaba con un hombre o con más porque de verdad gritaba como loca.

-Por qué no vamos a dar una vuelta y luego volvemos? -dije un poco asustada de lo que pudiera pasar, tal vez mamá no sabía que ya era hora de nosotros volver a casa.

-Naa Luci que te pasa, yo quiero descansar -respondió mi hermano mediano.

Somos 3, yo soy la menor, dos hombres y dos mujeres.

-Ay mi mamá está ocupada, no molesten y entremos a nuestros cuartos -respondió el mayor, se veía avergonzado. Creo que él era el único que entendía completamente lo que nuestra madre hacía.

Yo ya lo sospechaba, pero nunca hablabamos de eso, ni preguntamos por los hombres que entraban, nada en absoluto. Pero yo tampoco sabía muy bien qué era eso.

Crecimos en una vereda pequeña y conservadora, no teníamos internet ni nada de esas cosas, así que yo jamás había visto dos personas teniendo sexo.

Entramos a la casa, cada quién se fue a su cuarto. Yo intenté distraerme y hacer mis tareas pero no paraba de escuchar "oh si, si, rompeme toda! Ah! Ahh!!" O el tipico "tragate mi verga puta!!".

Me di cuenta que eran 3 voces de hombres. Me ganaba la curiosidad así que fui al cuarto de mi hermano mayor y lo vi de espaldas, moviendo su mano derecha de arriba a abajo mientras pegaba su cara a la pared del cuarto de mamá.

Me quedé en silencio viendo él qué hacía. Volteó un poco y pude notar que tenía un pedazo de carne agarrado con su mano mientras lo subía de arriba a abajo, no pude ver bien porque él también me vio, se asustó y dio un salto rápido guardando eso que tenía en sus manos.

-Ag Lucii!! Qué le he dicho de tocar la puerta?? -decía nervioso.

-Perdon...

-Que quieres??

-Eso era... Tu pene? -no quise decirle que quería saber qué hacía mamá, y no sé por qué esa frase salió de mi boca.

-No moleste con esas preguntas bobas, qué quiere?? -me dijo un poco avergonzado pero molesto.

-Es solo que... No puedo concentrarme en mis tareas si mamá grita así.

-Ag eso no le ponga cuisado, las hace más tarde cuando ella termine.

-Cuando termine qué?

-De trabajar Luci, mamá está trabajando -me decía como nervioso, parecía que se sentía incómodo con la conversación.

-Y ella qué hace?? Tú la ves por ahí??

-Eh?? Por este agujero -guardó silencio asustado pero luego cambió el tono y continuó- sí nena, por aquí puedo ver cómo trabaja mamá.

-Yo quiero ver!!! -dije muy emocionada, quería entender por qué mamá hacía tanto ruido.

-Ven, ponte aquí.

Me fui corriendo al lado de mi hermano, él se hizo detrás mío y me dejó ver.

Al asomar mi cara no podía creer lo que veía. Era mi mamá con una diminuta falda a media nalga, subida sobre un hombre que enterraba un trozo de carne en su agujero de adelante, otro hombre en su cara haciéndola chupar su verga, unos lazos en sus tetas, apretando fuerte, las manos amarradas en su espalda y un tipo atrás, subido sobre ella enterrando su verga en su agujero de atrás.

Vi a mi madre siendo sometida por 3 hombres que literalmente tenían sus 3 huecos llenos de carne.

Me asusté un poco y retrocedí, al hacerlo sentí algo duro en mi espalda, era mi hermano y su polla estaba muy dura. Me quedé quieta, él también. Solo sentí que se pegó a mí, esa cosa dura se movió un poco y luego reaccionó, se quitó rápido y me dijo que iba al baño.

Yo me quedé tratando de entender qué pasaba, no sabía que el sexo era con varios hombres, ni sabía que era exactamente, nunca lo había visto en movimiento, solo fotos con censura que traía un amigo a las clases.

Me quedé pensando cuando escuché a los hombres bufar y dar golpes, y a mamá gemir más y decir "sí, toda, metela toda joder!!". Me asomé y estaban los tres hombres turnandose para metersela en el culo. Le tapaban la boca, jalaban su pelo y golpeaban sus nalgas "toma puta!" "Te voy a romper el culo", decían mientras se cogían salvajemente a mi madre.

Empecé a sentir esas cosquillas que sentía siempre en las noches, sentía mi vaginita húmeda y mis pechos hinchados. No pude evitar mandar la mano a mi conchita, estaba mojada y suave, yo frotaba y se sentía delicioso. Tenía ganas de ir al cuarto de mamá y pedir sus juguetes, esos pequeños penes que yo jugaba a meterme cuando ella no estaba.

Seguí frotando, frotando, hasta que ví cómo ellos tiraban a mi mamá al suelo, la levantaban del pelo para dejarla arrodillada y empezaban a gemir como burros echando algo blanco sobre su cara. Se vistieron rápido y dijeron que se iban.

A veces cuando ellos terminaban mi mamá nos llamaba para que abrieramos la puerta a esos hombres porque ella estaba ocupada (reventada).

Así que al ver que se iban fui al cuarto de ella, me quedé afuera cuando escuché cómo ellos preguntaban por sus hijos, sobretodo por mí.

-En cuánto nos dejas la nena?

-No no no, solo trabajo yo.

Quise escuchar más pero al acercarme a la puerta un hombre abrió y yo me quedé ahí, inmóvil viéndolo. Dos ya estaban vestidos pero uno tenía su polla en la boca de mi mamá. Ella la sacó rápido y me dijo que me fuera.

Los dos hombres salieron y cerraron la puerta dejando a mi mamá en el cuarto siendo follada por la boca.

-Vienes a abrirnos Lucita?

-Siiii

-Vamos

Me dirigí a la puerta a abrirles y sentí como uno sin querer me tocó mis pechos, él dijo que fue sin culpa.

Luego el otro me puso su bulto entre mis nalgas antes de reírsen juntos, e irsen.

Me quedé un poco asustada pero caliente, sentía muchas cosquillas en mi coño.

Regresé al cuarto de mamá, abrí y ella no estaba.

-Fue al baño -me respondió el otro hombre, lo había olvidado. Estaba sentado en la cama con una cosa gigante parada en medio de sus piernas.

Me quedé mirando fijamente con la boca abierta.

El sólo me hizo señal de "shh" con la boca y me llamó el silencio. Fui, tímida pero curiosa. Ver su verga me ponía muy emocionada.

Tomó mi mano y me hizo agarrar su polla.

Era dura, muy dura, creo que necesitaba otras dos manos para agarrarla bien.

-Tomé unas pastillas que ponen esto duro mi amor, y tu mami me está ayudando.

-Se siente muy duro -dije tímida

-Shhh después te muestro mejor, ahora tienes que salir antes que salga del baño tu mamá.

Me fui al cuarto de mi hermano mayor, pero tenía cerrado. Así que me senté en la sala.

En pocos minutos salió mi mamá a abrir a ese hombre. Él me guiñó un ojo y se fue.

Mamá se sentó conmigo, llamó a mis hermanos y nos dijo que tenía que decirnos algo.

-Ya sabemos mamá, nosotros sabemos de su trabajo -dijo mi hermano mayor. El mediano asintió con la cabeza cuando mamá lo vio, y cuando me miró a mí yo le dije que yo no sabía.

-Mira mi amor. Ustedes son mis más grandes tesoros, tu papá no ayuda mucho en casa, entonces yo trabajo como... Ayudando hombres

-Como los ayudas mami?

-Mm... -decía nerviosa, estaba inquieta, miraba a los lados, balbuceaba- emm... Como los ayudo? Haciéndolos felices

-Con sexo -dijo mi hermano mediano

-Dejame explicarle a mí!! -refunfuñó molesta mi madre -ash, sí amor, yo trabajo con mi cuerpo. Los hombres me pagan para usarme de manera sexual. Pero no me hacen daño, todos lo disfrutamos -hizo una pausa-. Y no quiero que ninguno me vea, o interfiera cuando trabajo. La charla queda aquí y no pienso dar más explicaciones. -dijo levantandose y yéndose del lugar.

-Mi mamá no nos quería decir, por eso siempre gemía pasito, debe sentirse extraña -dijo mi hermano mayor y se levantó de la mesa.

Yo me fui a mi cuarto. Pero no podía dejar de pensar en cómo me hacía sentir tan bien ver a mi mamá con sus hoyitos llenos de carne y yo quería, quería sentir eso, quería saber qué era que me metieran 3 vergas, o más. Sentía que mi vagina quería expandirse hasta recibir muchas vergas. Pero mi única opción era frotarme con un peluche y meterme los deditos.

Recuerdo que esa noche tuve al menos 3 orgasmos pensando en mi mamá, en lo dura y rica que se sintió tocar esa vergota y en lo mucho que yo deseaba ser como mi mamá cuando creciera. Una buena puta.

Espero que disfruten de mis relatos, me gusta que sepan cuánto amo la verga y que soy una putita!

Pueden escribirme a mi correo amapoola.monroe@gmail.com, saludos!