Mi mala experiencia en el bondage (caso real)

Estremecedor relato extraído de la Red (http://angiekitana.blogspot.com/) de una joven que fue drogada y al despertar se encontró en una sesión forzada de Bondage extremo. Su lectura es importante porque demuestra cómo fue doblegada para que firmara el contrato y aceptara “voluntariamente” todo lo que después le hicieron.

MI MALA EXPERIENCIA CON EL BONDAGE

Estremecedor relato extraído de la Red (http://angiekitana.blogspot.com/) de una joven que fue drogada  y al despertar se encontró en una sesión forzada de Bondage extremo. Su lectura es importante porque demuestra cómo fue doblegada para que firmara el contrato y aceptara “voluntariamente” todo lo que después le hicieron.

23 de Julio de 2006.

Es algo largo de platicar… Cuando tenia 19 años, estando trabajando como edecán hosstes, un cliente contrató mis servicios. Sucedió hace cuatro años. Actualmente tengo 24 años. Un canadiense de 47 años, Terry Mc Gregor, me contactó por medio de un anuncio donde ofrecía servicios de edecán hosttes, al igual que otras chicas, para ir a una quinta donde habría una cena de ejecutivos.

Mi labor sería la de recibirlos, regalarles un puro, preguntarles qué querían tomar y pedir a los meseros la bebida que ellos solicitaran. Además, tendría que sonreír ante los piropos y soportar que me tocaran levemente en piernas, nalgas y busto. Esto fue parte del trato y arreglo económico.

El uniforme que él me proporcionó se prestaba para eso. Es más, cuando lo vi por primera vez y cerramos el trato me pareció demasiado provocativo.  Era un mini vestido que de poco me servía. Si lo vieras te infartas y unas sandalias preciosas de tacón de 17 cm que me hacían ver una figura súper estilizada.

Ahora, viendo en Internet sé dónde me compraron todas esas cosas que no eran tan comunes hace cuatro años. Desde ahí desperté la lujuria de los invitados, que eran todos hombres aproximadamente de 50 años.

Estaba complacida de que ellos se sintieran a gusto conmigo y bien atendidos. Se me pagó muy bien y por adelantado. La cena transcurrió en orden y ya cuando llegaron todos no era mucha mi participación, pues tan solo tenía que recibir y soportar las invitaciones, propuestas y tarjetas de presentación que me fueron dando casi todos,  uno a uno, los que me hacían recibir.

Pasadas las 12.00 am ya era viernes. Me senté en una silla a descansar. Los invitados ya se empezaban a ir. Quedarían unos 12. Me quité los zapatos y me estaba masajeando los pies. Me sentía cansada sin saber lo que me esperaba. Fue en ese momento cuando Terry me preguntó que si había cenado y contesté afirmativamente, a la vez que me ofreció una bebida y le pedí una piña colada y fue por ella.

Cuando regresó me empezó a preguntar que como me había sentido y a platicar de sus amistades, que eran al igual que él de mucho dinero, cosa que era obvio, pues toda la noche recibí propuestas.

Estando por terminar mi bebida me preguntó por cuánto accedía a una relación múltiple. Riendo le dije que no, que eso no estaba en mis planes, que tenía novio y que no me prostituía.

Después que dije esto, bastante tomado, me abrazó como amigo y me insistió de nuevo con lo mismo.

De tanto insistir le pregunté que cuánto valía un Mercedes azul que traía su chofer en el que me recogió en mi casa y me contestó que nuevo arriba de los 300 mil y que así usado 250 mil aproximadamente.

Se rió de lo que le dije y me dijo que si lo complacía yo podía tener uno nuevo o comprarme el mío con lo que les cobrara a sus amigos.

De ahí recuerdo que eran como las 1:00 pm… Todo lo que recuerdo es que me mareé y me empecé a sentir mal con la pulsación débil, desubicada… Es todo lo que recuerdo.

Cuando desperté, no sé cuánto tiempo pasó, no podía ver nada. Algo me lo impedía y me dolía la quijada. Tenia algo en mi boca que me impedía cerrarla. La tenía exageradamente forzada a estar súper abierta al máximo. No podía hablar o ni siquiera hacer algún ruido. Lo único que salían eran los ruidos que producía con el aire de mi estomago y gemidos, ni gritar, no podía articular ni ruido alguno, ya no palabras, sentía unos tapones o algo en mis oídos que me impedían oír nada, solo silencio.

No sentía ni brazos ni piernas y me dolían los dedos de los pies. Tenía la boca seca. De repente empecé buscar con la mirada y tratando de soltarme quise mover mi cabeza y algo me tenía con la barbilla casi apuntando al techo.

Después supe que era una cuellera metálica forrada en piel y acojinada para no lastimarme.

En mi desesperación por liberarme, se veía que tenían todo preparado y sabían como hacerlo, sentía que algo me jalaba el pelo hacia atrás impidiéndome bajar la cabeza. Estaba de pie estirada, superestirada de piernas y brazos en forma de equis y sentía una zapatillas que me obligaban a estar casi de puntitas. Es por eso me dolían los pies, pero no todo el peso descansaba en ellos, pues estaba distribuido en mis muñecas y tobillos.

De repente no terminaba de despertar cuando sentí un chorro de agua fría a presión en todo mi cuerpo desnudo, el cual se erizó por lo frío del agua, además de que comencé a temblar de pies a cabeza sin control. Era como con una manguera por la presión y además por la posición de mi cabeza me entraba agua por las fosas nasales.

Fue cuando comprendí que estaba desnuda al sentir frió en todo mi cuerpo y la piel erizada. No terminaba de reponerme cuando sentí unos fuertes golpes en mis nalgas como con un fuste que me hacían brincar, estremecerme y bailar de dolor tratando de adivinar y evitar el siguiente golpe, a pesar de estar súper estirada en un intento en vano de soltarme.

Así estuve un buen rato. No sé cuántos fueron. Fue uno tras otro. Hubo pausas… Estoy bien dotada de mis glúteos y trataba de encogerlos, ponerlos duros por instinto, para que no me dolieran tanto los golpes del fuste, pero apenas me relajaba sentía un nuevo golpe. Sentía que mis nalgas me quemaban

Cuando cesaron los golpes fue solo para pasar con mis muslos y repetir la táctica de hacerlos discontinuos cuando no los esperaba, pero aumentó la cantidad y la violencia y ya no era un fuste, era como un mini látigo. El dolor en cada golpe aumentó y éstos me rodeaban las piernas.

Así continuaron hasta seguir con mis muslos y me repitieron la dosis. Fue lo más doloroso y lo que más me hacia llorar y temblar de dolor fueron los golpes con varias varillas pequeñas como tallos de alguna planta, varas delgadas secas, eran de madera

Estaba respirando con dificultad por el castigo cuando de pronto sentí que me vine en un orgasmo intenso por la mezcla de dolor y placer que empezaba a sentir sin darme cuenta.

Cuando éste cesó se me acercó una persona que me tomó por el pelo y estiró mi cabeza aún más para atrás y me quito un tapón de mi oído y el aro que mantenía mi boca abierta, a la vez que en voz baja y acento pastoso me advirtió que si gritaba pidiendo auxilio me mataba.

Me preguntó que si me estaba gustando todo lo que me sucedía, a lo que contesté que no.  Me preguntó que si empezaba de nuevo, a lo que volví a contestar asustada que no. Me dijo que si lo iba a complacer en todo, a lo que contesté que si.

Me preguntó que si era puta a lo que dije que no. Como respuesta tuve un par de latigazos en mis nalgas que me hicieron gritar, llorar y suplicar… Regresó y me dijo “no llores perra”, a la vez que me pellizcaba con violencia mis pezones.

Me hizo retorcer del dolor. No me atreví a sollozar ni gritar ni quejarme. Me dijo “tengo un hierro para marcarte como a los caballos, puta, ¿eso es lo que quieres?”. Contesté que no… “¿Vas a seguir llorando y gritando?”, me preguntó, a lo que conteste que no y él insistió:

– Vamos a comenzar de nuevo, dijo. Volvió a preguntarme tomándome del cabello con más fuerza: ¿Eres una puta?

– Sí.

– ¿Por eso te vistes así y me trajiste con la verga parada todo el tiempo?

– Sí.

– ¿Te gusta provocar a los hombres y a las mujeres con tu forma de maquillarte, vestirte, hablar y caminar?

– Sí.

– ¿Por qué te vistes así?

– Porque soy una puta, una puta que se vende al mejor postor, sí, sí, sí, al mejor postor

– ¿Te gusta el dolor?

– No… Me dio una bofetada que me hizo recordar que era capaz de todo

– ¿Te gusta el dolor?

– No

Me contestó en tono sarcástico, a la vez que se reía, y me decía cuando termine con tu tratamiento vas a amar el dolor, perra. Me dijo “voy a empezar y cuando te guste tú solita me dices, si puedes, porque te voy a colocar tu mordaza y sabes que si no me hablan claro no entiendo”, a la vez que me colocaba el aro de nuevo en mi boca.

Me empezaron a llenar de pinzas metálicas tipo Baco, sujetapapeles de todos tamaños, en mis pezones, mi busto, mis labios vaginales, en todas mis nalgas, muslos, entrepierna y tobillos.

Cada pinza sólo agarraba la mas mínima cantidad de piel suficiente para no soltarse y me proporcionaba cada pinza un dolor indescriptible… No sé la cantidad de pinzas que me pusieron, lo que sí sé es que gozaban de ver como me contorsionaba de dolor tratando de soltar las pinzas en un esfuerzo inútil hasta que me doblegaron.

Respiraba agitadamente, traté de gritar pero la mordaza me lo impedía. Al gritar solo hacía ruidos con el interior de mi estómago, pero Terry sí se daba cuenta que me estaba lastimando y que su estrategia había funcionado… Me sentía a punto del desmayo

Acto seguido Terry se me acercó y me dijo:  ¿Qué quieres decir? ¿No te entiendo? Recuerdas que hubo un tiempo para negociar, perra, te voy a dejar así para que escarmientes de una vez por todas

No sé cuanto tiempo continuó mi silenciosa tortura, quizás 15 o 20 minutos... Alguien se compadeció de mí y me quito la mordaza… ¡¡Ya!!, grité impotente llorando, ya basta voy a acceder a todo lo que me pidan, quítenme eso de mi cuerpo

No sé que sea, el dolor no me dejaba concentrame en lo que quería decir… ¡¡Me duele, perdón, les pido perdón!! Yo no podía ver nada ni mover la cabeza por la cuellera que llevaba puesta. Se me acercó de nuevo y me dijo: ¿Me hablas?

– Sí, sí, sí, voy a acceder a lo que me digas, pero quítame esto, no lo soporto, lo que tú mandes u ordenes a todo a todo obedeceré, pero quítame esto, yo decía, a la vez que temblaba sin control.

Me dejó sola como 10 minutos… Después que terminaron de retirarme todo volvió a preguntarme y me dijo: Recuerda de aquí en delante tu promesa de obedecer, recuerda que ya no hay nada para atrás y recuerda el hierro que se esta calentando

Sí, sí, la recordaré, pero ya no me castigues, por favor te lo suplico, me duele todo el cuerpo

– No supliques, perra, me dijo a la vez que me bofeteaba de nuevo en mi cara: “las putas como tú no suplican, sí se venden y toleran todo… Además, eso no funciona conmigo, te compré y puedo hacer de ti lo que me plazca… ¿Te gusta el dolor y el castigo?”

– Sí

– ¿Poco?

– No

– ¿Regular?

– No

– ¿Mucho?

– Sí

– ¿Mucho?

– Sí, mucho… No sabía qué contestar, pero temía que me fueran a pegar de nuevo. Quería hablar con Terry para negociar algo más amable, pero no podía expresar nada, ni el llanto que me llenaba por temor a que cumpliera la amenaza del hierro y empezó de nuevo el interrogatorio:

– ¿Estas aquí por tu gusto y voluntad?

– Sí

– ¿Deseas que te castiguemos, penetremos y torturemos?

– Sí, sí, lo deseo

– ¿Quieres sexo anal?

– Sí, como lo deseen

– ¿Sexo vaginal?

– Sí, como usted ordene

– ¿Sexo oral?

– Sí

– ¿Descargas eléctricas?

– ¿Cómo?

– ¿Descargas eléctricas, toques ,electroestimulación?

– Ssssí

– ¿En tu ano?

– Sssí

– ¿En tu vagina?

– Sssí

– ¿En tus pezones?

– Sssí

– ¿En los dedos de tus pies y nalgas?

– Sí

– ¿Quieres consoladores?

– Sí, como usted lo ordene

– ¿Donde sea?

– Sí, donde sea

– ¿Deseas juegos de asfixia?

– Sí

– ¿Vas a llorar?

– Sí

– ¿A suplicar?

– Sí

– ¿Te gusta todo lo que te hacemos contigo?

– Sí, sí, me gusta

– De nuevo te pregunto: ¿Estás aquí por tu propia voluntad?

– Sí, por mi voluntad

– ¿Esto lo haces por dinero?

– Sí, lo hago por dinero

– ¿Lo haces por placer?

– Sí, sí, por placer también y por el dinero

– ¿Tienes algún motivo para demandarme?

– No, ninguno

– Te pregunto de nuevo, repítelo eso

– No tengo motivos para demandar a nadie ni hoy ni después

– ¿Cómo te llamas?

– Angélica Deyanira

– ¿Que edad tienes?

– 19 años

– ¿Donde vives?... Di mi dirección en Monterrey, ésa fue la dirección que di

– ¿Sabes y estás conciente que vas a estar en una sesión masoquista, sometida por cuarto hombres, más los que se agreguen por espacio de cuatro días, que en este tiempo se te va a tratar de una manera especial, castigar y torturar y penetrar a nuestro gusto y que si opones resistencia a alguna de las prácticas vas a ser convencida a llevarla acabo como lo hemos venido platicando, que todo el evento va a ser filmado bajo tu aprobación, y si es comercializado esa parte depende de nosotros y no tienes derecho de regalías o cualquier otra compensación o reclamo? ¿Según el contrato que filmaste y que con el cheque que se te entrega con la suma estipulada por ambas partes estamos de acuerdo en respetar al pie de la letra el mismo?

– Sí, sí, estoy de acuerdo en todo lo que acaba de mencionar

– ¿Eres masoquista?

– Sí, sí, soy masoquista

– ¿Qué estudios tienes?

– Soy estudiante en Licenciatura en administración de empresas turísticas en el instituto regiomontano

– ¿Estás de acuerdo en realizar la práctica conocida y llamada Bondage, en la cual estarás sometida casi todo el tiempo en que se te castigue torture y penetre de todas formas que deseen tus clientes?

– Sí, si, estoy de acuerdo

– Escucha y lee con atención…Todo lo anteriormente mencionado a cambio de la suma económica que fue pactada antes del inicio de la sesión, la cual será cubierta en su totalidad al finalizar la práctica que durará cuatro días que abarcan de jueves 19 de agosto del 2001 a domingo 22 de agosto del 2001. En este tiempo serás sometida a toda clase de castigos los cuales se pactaron con anterioridad, mismos que tú avalas y que se plasman y describen uno a uno a detalle en el contrato escrito avalándolos con tu firma credencial de elector y huellas. Además, eres libre de parar esto cuando tú así lo decidas. ¿Estás  totalmente de acuerdo?

– Sí, sí, estoy totalmente de acuerdo

– ¿Estás siendo obligada por alguien o algo a firmar el siguiente contrato? Contesta explícitamente?

– No, no soy obligada por nadie ni nada a realizar el evento anteriormente mencionado

Así continuaron preguntándome entre los cuatro por más de una hora todo tipo de preguntas, dirección, teléfonos familiares, etc., etc. Me tenían toda investigada… Al final me di cuenta de que todo lo estaban grabando en audio: Me hicieron firmar una serie de documentos el día domingo ¡y de qué manera! Me pagaron muy bien para que no los denunciara, me amenazaron con mi familia, me enseñaron fotos de mi casa, familiares, con hacerle daño a mis hermanas y mamá si los denunciaba

Me olvidé de decir, ahora lo recuerdo, que después que me vine en un orgasmo intenso, como ya dije, por la mezcla de dolor y placer que empezaba a sentir sin darme cuenta, cuando éste cesó se me acercó una persona que me tomó por el pelo y estiró mi cabeza aún mas para atrás y me quitó un tapón de mi oído y el aro que mantenía mi boca abierta para hacerme firmar el contrato y leérmelo, acción que duró alrededor de 45 minutos que para mí fueron interminables horas de miedo, aunque fue el momento que menos me castigaron posterior a firmar el contrato y amenazarme de que cooperara.

Luego me volvieron a poner en la boca el aro de acero que me impedía gritar, me pusieron los tapones en mis oídos y estaba como en un principio sin ver, oír, hablar o moverme, menos oponer resistencia alguna.

Me empezaron a morder los pezones dos personas, no sé quiénes, a la vez que con sus dedos empezaron a penetrarme por mi ano y vagina cada vez más salvajemente, a la vez que uno de ellos logró alcanzar mi punto G y me obligó a excitarme como loca.

Sin quererlo estaba viviendo una situación de orgasmos inducidos, forzados. Cuando estaba a punto de venirme un orgasmo me dejaron de tocar y empecé  a tratar de soltarme, a bailar de placer y ansias, me dolieron los ovarios por falta de estímulo. Alcanzaba a oír que se reían al ver mi desesperación de querer seguir siendo tocada, acariciada, penetrada de forma involuntaria.

Así me dejaron por espacio de aproximadamente de media hora. No sé que pasó en ese lapso. Lo que sí se es que si mis ovarios en ese momento me doblaban de dolor, deseaba soltarme para penetrarme yo sola con lo que fuera o acariciarme para logar el orgasmo y salir de mi ansia y deseos….

En mi casa dije a mi familia que iba a salir a Can Cun antes del evento, ya que tenía pensado irme de viaje el jueves al finalizar el evento en la quinta, sin saber lo que me esperaba. Yo sola tejí la red y caí sola en ella. Mis papás y hermanas por el tipo de vida que llevaba no me echaron de menos. Siempre tuve muchas libertades. Para el evento Terry mandó a su chofer por mi. El día que me liberaron, ya pasadas las 11:00 de la noche, me arreglaron con mi ropa que usé en el evento, no me dejaron bañarme, mis documentos se quedaron con ellos, y también con todo mi bolso

Me amenazaron de que tenían credenciales, agenda, y todo. De mí sólo conservé el cheque y una copia del contrato. Me dejaron en un lugar sobre la carretera nacional, no sé cómo pude llegar a tomar un taxi de lo débil que estaba. Me fui a la casa de una amiga, al verme como iba vestida se rió, pero al ver mis condiciones pensó que había sufrido una simple violación.

Para reponerme le platiqué lo sucedido sin lujo de detalles. De inicio me dijo que demandara, pero ya analizando lo que sucedió y lo que le platiqué me dijo que me iba a quemar socialmente, pues tenían mi testimonio de autorización grabado en audio y firmado en papel.

Mis papás a la fecha sospechan que solamente fui violada. En esta experiencia aprendí de todo. Me hice multiorgásmica, si es que ya no lo era, y me hice muy puta, obviamente por placer, y que cubran mis gustos masoquistas, que me hagan de nuevo revivir la experiencia, sólo que esta vez con hombres a mi gusto.

Después de lo que me pasó le perdí el miedo a todo lo más malo que me pueda ocurrir. En esta experiencia aprendí y conocí todo tipo de aparatos para someter, castigar y torturar sin dejar rastros, todos castigos y humillaciones y posiciones incómodas o humillantes que dejan totalmente expuesto el sexo. Me dejaron marcas que me duraron casi tres semanas y una semana rosada.

Me desmayé infinidad de veces, tal vez me ayudó el tener una buena condición física y un cuerpo sin grasa por la buena alimentación.

Estos cuatro días sólo tome suero y líquidos, alcohol o suero vía intravenosa, con el cual me mantenían en un estado drogada permanente, en el cual me portaba accesible y muy excitada.

A la fecha no sé qué es lo que me inyectaban. Me hicieron a diario enemas anal y vaginal para lavar mi sexo, ya que no usaron condón en la sesión y uno de mis principales temores era el de estar embarazada, ya que perdí la cuenta de cuántos se vinieron dentro de mí y la probabilidad de quedar embarazada era muy alta

Nunca había vivido algo similar ni sabía que existiera. Lo que pasó en esos cuatro días fue interminable. De lo que sí estoy segura es de que el video ha de ser muy caliente y sólo de verlo se han de excitar, ya que a la fecha aunque lo he buscado en el mercado negro no he tenido éxito y lo que he visto no se asemeja en lo mas mínimo a la experiencia vivida, ya que todo fue real,  nada fue actuado y con lo que he visto a la fecha nada se asemeja