Mi madurito
Ahora sí me cogió mi madurito precioso
Hola a todos mis queridos lectores, como ya saben mi nombre es Paulina hace apenas unos meses cumplí 18 años el resto de mi descripción está en mi primer relato que pueden encontrar en mi perfil.
Bueno después de todo lo que sucedió esa noche después de mi fiesta de XV, estuve charlando noches enteras con Rogelio (así se llama) sobre todo tema posible pero sobre todo de como quería hacerme suya.
Esa manera de hacerme sentir cachonda me encantaba me ponía a mil, le enviaba fotos cachondas todas las noches el me helogiaba siempre y el también me mandaba fotos de su pene que me encantaba aún que aún no lo probaba.
Después de algunas citas, de ir al cine, a comer, lugares algo alejados del centro de la ciudad para que nadie nos viera y le dijeran a mis padres, inclusive no le dije en ese momento a ninguna de mis amigas por temor a que me echarán de cabeza con mis papás.
Por fin llegó el día me propuso ir a un motel, al cuál no acepte ir, no me daban buena espina además de que no me permitirían entrar al yo ser menor de edad, así que hizo algo que me sorprendió pero después me doy cuenta que es una ventaja de salir con maduros, me dijo que rento una suite en un hotel bastante lujoso.
Así que para no desentonar y regresarle el detalle yo me quise arreglar a la altura, me metía a bañar me depile por completo, al salir ya tenía preparado un conjunto de lencería que había comprado por internet hace unas semanas y por fin podría sacar de mi escondite y usarlo, una tanguita de color negro con ligueros y unas mallitas super sexys con un bra de encaje del mismo color y para cerrar con broche mi vestimenta superior no podía desentonar llevaría solo una gabardina para darle la sorpresa.
Pero como sabía que mi mamá no me daría salir así tuve que ponerme otra ropa antes de salir me cambié en casa de una amiga que le dije que saldría con un amigo pero que si preguntaba mi madre estuve con ella todo el tiempo.
Por fin llegó al parque donde el pasaría por mi ya cambiadita, al llegar me abrió el auto me dio un besito muy rico y nos fuimos directamente hacia el hotel.
Al llegar y abrir la puerta me sorprendí realmente era una habitación bastante lujosa, al estar observandola, por detrás me tomo de la cintura y comenzó a besar mi cuello yo solo cerré mi ojos.
Me llevo así directamente hacia la cama, hizo que me sentará mientras el me servía una copa de champagne, la tomamos como una pareja común, entre beso y beso, cuando ya la terminamos el se llevó las copas y me vendo los ojos dicendome que quería jugar un poco conmigo.
Me pidió abrir la boca y me dio primero una fresa muy dulce y rica la cual comí, así me llevo con distintas frutas y dulces hasta que por fin al tener mi boca abierta pude sentir como me colocaba la punta de su pene, sobre la lengua, saladito pero muy agradable sabor.
Le tomé su verga con una mano la cual y la introduje en mi boca hasta llegar a mi garganta, me provoque algunas arcadas y el rápidamente la saco, pero yo como perrita en celo me la volví a comer ahora sí entera, sentía como me asfixiaba por momentos pero yo no permitía que el la sacará de mi boca.
Así estuve unos minutos mamando le su verga tan rica que el tenía, me quite la venda de los ojos para poder ver todo lo que me estaba comiendo.
me levanté y lo recosté sobre la cama, yo ya estaba más que mojada de solamente mamarle la verga.
- mi papi te tengo una sorpresita.
Me desabroché la gabardina dejandole ver mi cuerpo semidesnudo solamente cubierto por mi lencería que fue especialmente comprada para él, se quiso levantar de la cama pero no sé lo permití, quería dominarlo yo (algo que solo duró unos minutos).
Lo recosté nuevamente y tome su verga con mi mano derecha me subí sobre el hice aún lado mi tanguita, le puse un condón rápidamente y comencé a rozar su verga contra mí vagina, mi labios, mi clítoris, yo estaba realmente empapada y necesitaba introducir todo eso en mí pero quería juguetear con el antes.
Después de frotar su verga en mi y que el me pidiera en repetidas ocasiones que ya dejara que me entra su verga, lo hice suavemente iba entrando, resbalaba con gran facilidad yo cerraba los ojos y soltaba pequeños gemidos de placer, lo estuve montando unos pocos minutos.
El me levanto y rápidamente me coloco de perrito, el observaba mi culo en todo su esplendor me dio una nalga mientras me decía palabras algo sucias pero que me excitaban.
- Pero que rica estas mamita, quién iba a decir que tendría a una nenita tan putita conmigo.
Termino sus palabras y comenzó comerme mi conchita de manera magistral, por momento jugaba con su lengua mi clítoris introducía dos dedos y todas esas maniobras me estaban llevando a la gloria a mi clímax hasta que no pude más, solo pude dar algunos pequeños gritos y tuve mi primer squirt.
El tomo gran cantidad de ello, después de acariciar mi vagina unos segundos la dejo descansar y comenzó a comerme el culo metía su lengua en mi anito que me hacía tener aún más placer del que ya estaba teniendo.
Hasta que coloco su verga en la entrada de mi vagina y comenzó a penetrarme suavemente mientras me besaba la espalda yo me sentía tan bien con esa verga dentro de mí.
Comenzó a penetrar con más fuerza cada vez, me jalaba el cabello, yo gemía como perra en celo, por momentos me besaba el cuello yo giraba mi cabeza para poder besarlo a el.
De tanto placer que me estaba dando mis piernas se desvanecieron, quedado yo totalmente recostada boca abajo sobre la cama pero eso lo excito más el, me comenzó a coger con tanta fuerza y velocidad que mis gritos de placer se tuvieron que escuchar hasta el primer piso.
El me cogía y me seguía cogiendo mientras yo me abría las nalgas para facilitarle un poco más el trabajo.
Hasta que ya no aguanto más me dijo que se correría se salió de mí, me arrodillo yo abrí mi boquita y me dejó caer una gran cantidad de esperma que no pude tragar por completo solo una parte de ello con un sabor dulce que me gustó mucho el resto estaba sobre mi cara y parte de mis pechos.
Fue una de las mejores experiencias sexuales que he tenido, ese día tuvimos sexo varias veces, me cogió en el jacuzzi, en el baño, en el sofá, nuevamente en la cama hasta que ya no pudimos más.
Me fue a dejar a mi casa, un poco decepcionado porque no le permití hacerme el culo pero ya después si se lo permití pero esa es otra historia
De antemano una disculpa por tardar tanto esta experiencia.
Muchos besos mis amores y saben masturbense siempre pensado en mí