Mi madrina consentida (2)

Si leyeron el primer relato, seguro esperaban este...

Hola amigos y amigas de todorelatos, Como ya saben me gusta contar anécdotas de eventos relevantes en mi vida sexual, para los que no me conocen vivo en la ciudad de México, mido 1,72 mts, tengo 27 años y más bien me considero un chico normal, no soy ningún galán, pero creo que cumplo los requisitos de muchas niñas, además de lo anterior déjenme decirles que me gusta que la gente con la que me rodeo, excepto mis cuates me consideren una persona ejemplar, me gradué de finanzas y tengo un buen trabajo, además de comportarme de manera correcta con los mayores, pera así poder acceder a situaciones donde pueda comenzar algunos encuentros sexuales ejemplares.

Vamos al grano, esta es la continuación del relato del día de ayer en el que ya me había acostado con mi madrina, a la mañana siguiente me despierta Daniela con un beso en la boca, ya todos se habían levantado y yo seguía de flojo en la cama, la jale hacia mí y la acosté conmigo y comenzamos a besarnos, pero no apasionadamente, me bañe y después bajé a desayunar, allí se encontraba mi madrina quien disimulaba lo que había pasado la noche anterior, ella al servirme el desayuno se inclina y cuando veo sus pechos le digo enfrente de su marido y sus hijos...

Yo – Gracias madrina, ¿cómo dormiste?, hacía un calor muy penetrante ¿no crees?

Ella – ssii este (me mira fijamente, como sorprendida, pensó que lo de la noche anterior se iba a quedar en el olvido, pero esa no era mi intención) fue una noche cálida, tu que crees mi amor.

Padrino – Yo la verdad ni me di cuenta de la temperatura, estaba muy cansado.

Yo – Yo pasé una estupenda noche, madrina gracias por la hospitalidad

Fue entonces que ella supo que lo que había pasado la noche anterior no era para mí suficiente, y que de alguna manera ella estaba entre la espada y la pared, los dos teníamos algo que perder, yo perdería mi reputación que tanto trabajo me a costado y tanto bien me ha hecho sin olvidar que mi padrino me podía perjudicar de enterarse, cosa que mi papá no permitiría. Ella perdería a su familia, por un lado la infidelidad a su marido, por otro la traición a su hija que es lo que ella más ama, y por último el hecho de perder el estatus social de madre fabulosa y esposa ejemplar, es decir si esto pasaba a mayores ella perdería su vida, yo no. Esto me daba a mi la sartén por el mango para presionarla.

El día transcurrió normal Daniela y yo estábamos en la alberca mientras mis padrinos tomaban el sol, ya por las cuatro de la tarde mi padrino abrió una botella de vodka y empezaron a tomar unos cócteles le dije a Daniela que nos uniéramos a ellos, así paso la tarde tranquila entre miradas de mi madrina y yo, ella bajaba la cabeza en señal de que estaba incómoda, platicamos hasta que la conversación llegó a temas más personales:

Padrino – ustedes como pareja hasta donde piensan llegar

Yo – pues la verdad es muy temprano para saberlo, pero hasta ahora vamos bien

Padrino – lo principal es la comunicación y la fidelidad

Yo – si verdad, se ve que mi madrina le ha dado a lo largo del tiempo todo eso.

Padrino – Claro que si

Yo – padrino, perdonarías una infidelidad

Padrino– Claro que jamás se perdona algo así, cuando alguien es infiel se rompen muchas cosas que son irreparables

Yo – y usted madrina perdonaría

Madrina – bueno la verdad es que depende de las circunstancias

Padrino – que dices, muchas veces me has dicho lo contrario

Madrina – bueno, no discutamos de eso

Me fui a servir una copa más a la cocina cuando se acerca mi madrina y me dice sin que Daniela ni mi padrino pudieran oír.

Madrina – que pretendes pendejo

Yo – de que hablas Madrina

Madrina – no te hagas lo que paso ayer...

Yo la jalé hacia mi mientras decía eso, ella tenía puesto su traje de baño y encima un pareo, son esas como faldas transparentes para tapar un poco el traje de baño.

Yo – Lo que pasó ayer se que te gustó y se va a repetir quieras o no

Madrina – jamás,

La tome de la cintura con la mano izquierda y la derecha la situé entre sus piernas sintiendo su concha, ella tembló y volteó para otro lado como evitándome.

Yo – pues si quieres ahora mismo voy y se lo digo a Daniela, pidiéndole perdón y diciéndole que tu fuiste a provocarme a mi cuarto, porque lo que sucedió fue en mi recámara y ella estaba en tu cuarto para corroborarlo.

Madrina – No¡ no le digas a nadie

Yo – pues tendrás que ser complaciente conmigo

Madrina – de que hablas

Yo no le sacaba la mano de entre las piernas y movía mis dedos empezando a masturbarla, ella no se movía pero notaba su excitación, la cual no era voluntaria.

Yo – este será un trato que a los dos nos conviene, se que la verga de tu marido no se compara con la que te metí ayer, se que lo disfrutaste.

Madrina – pero esta mal, no debemos...

Yo – no tienes opción si se entera mi padrino ya oíste lo que piensa de la infidelidad, y Daniela jamás te perdonará

Madrina – pues que es lo que quieres que haga

Sentí como su traje de baño ya mostraba humedad, hice a un lado su bikini y toque su concha con mis dedos, introduciendo lentamente uno de ellos, ella cerro los ojos y levantó la cabeza, en señal de entrega.

Yo – pues lo que tanto tienes ganas perra morbosa, que me entregues tu cuerpo cada vez que se me antoje, a cambió me seguiré cogiendo la conchita de tu hija que por cierto también es una caliente, ya se ahora de donde lo sacó.

Mi padrino nos grito desde el jardín he inmediatamente la solté y le dije.

Yo – ya vamos padrino, y tu te espero en la noche con la panocha igual de húmeda que ahora, y con lencería sexy.

Madrina – y mi hijo

Yo - no te preocupes de eso yo me encargo.

Regresamos a la mesa, yo me encargue durante toda la tarde de hacer que tanto Daniela como mi padrino tomaran más de lo necesario como para estar un poco tomados, yo servía los tragos y a mi Madrina no le servía mas que refresco sin alcohol, ella sabía exactamente lo que tramaba, ahora quería cogermela sin que esté mareada, con toda la conciencia de lo que pasara, a fin de que no perdiera ni un segundo de lo que yo le iba a hacer.

Para no hacer el cuento largo a las 11 de la noche Daniela ya estaba bastante tomada al igual que mi padrino, mi madrina y yo fingíamos estar tomados de pronto veo que ella se va al cuarto, yo pensé que aprovecharía para irse a dormir y me molesté, cuando veo que regresa con cambiada, con una falda roja hasta el muslo y una blusa blanca, mi padrino le preguntó porque y ella contesto que con el calor había sudado toda la ropa y simplemente quería sentirse fresca.

Cuando Daniela se sintió mal se fue a dormir y se despidió de mi con un gran beso y me recordó que me debía un fin de semana caliente, Jorge se tenía ya 2 horas dormido y mi padrino nos pidió que fuéramos a la sala, el estaba en verdad borracho y no podía hilar bien las palabras. A los 10 minutos estaba totalmente dormido y abrazado de mi madrina, yo estaba sentado enfrente de ella, cuando dio su primer ronquido ella me miró a los ojos y yo también la miré, vi hacia sus piernas y ella se dio cuenta con su faldita se veían sus muslos entonces en voz baja le dije...

Yo – Abre las piernas

Ella – no

Yo – ábrelas o ya verás

Ella sabiendo su situación, comenzó a abrir sus piernas lentamente, poco a poco empecé a ver sus muslos hasta que pude ver sus bragas, me había hecho caso, tenía unas bragas azules de lencería fina con encajes, se veían espectaculares, era como si no fuera real, mi madrina abrazada de su marido dormido enfrente de mí abriendo sus piernas dejándome ver sus intimidades.

Yo – ahora tócate.

Ella se puso roja, supe que le estaba excitando la situación, pasó sus manos por los muslos, subió un poco su falda y pasó sus dedos por encima de sus bragas, poco a poco movía sus dedos.

Yo - por dentro de las bragas

Entonces hizo a un lado las bragas dejándome ver su panocha rosa, peludita, pero bien cuidada, con unos labios rozados y de buen tamaño, cuando se tocó echó la cabeza hacia atrás en señal de satisfacción, conforme iba aumentando la velocidad movía sus piernas abriéndolas y cerrándolas, me miraba a los ojos, entonces saque mi palo, ya erecto de mi short y comencé a masturbarme conforme la veía, ella centraba los ojos en mi verga y más se excitaba, estaba lista.

Le dije con un movimiento de cabeza que me acompañara, no es que no me dieran ganas de hacerle el amor allí mismo, sino que no tendría enfrente de mi padrino la oportunidad de hacerle lo que yo quería. Fuimos hacia fuera, hasta el lugar mas lejano de la casa, que era el patio donde guardan los coches, al llegar la recargue en el BMW de mi padrino, ella de espaldas, recargada en la puerta del coche, la empecé a manosear, ella se dejaba hacer, baje besándola poco a poco hasta que arrodillado le subí la falda vi las preciosas bragas que tenía, la contemplé un segundo y lo hice a un lado fue la primera vez que mi lengua tocaba su húmeda panocha, ella empezó a calentarse más y más, no decía nada, a medida que aceleraba ella gemía como loca, sabía que nadie podía escucharnos, después me levante la baje hasta que estuvo en cuclillas con las piernas abiertas, sacó mi pene y lo comenzó a lamer, le dije...

Yo – mírame mientras lo mamas, quiero ver como te comes una verga mas rica que la pequeña verga de tu marido.

Ella – si

Entonces la tenía a la altura de mi verga, mamando deliciosamente, no se porque me calenté de más, y la tome de la cabeza y la recargue a la puerta del coche, entonces su cabeza estaba entre mi verga y la puerta aprisionada, yo con movimientos la sacaba y la metía, le dije.

Yo – mírame a los ojos, quiero ver como te la tragas, vamos a ver cuanto de mujer tienes

Le quite las manos de mi verga y solo mamaba sin tomar mi palo, era precioso ver como salía y entraba de su boca sin que ella lo controlara, mirándome a los ojos, bajo su mano, hizo a un lado sus bragas u empezó a masturbarse, le gustaba sentirse un puta, me calentó esos de más e incremente la profundidad de la penetración, ella daba muestras de que le molestaba un poco, pero a mi no me importó, la hundía cada vez más y cuando la sacaba un poco ella respiraba y salía saliva muy espesa de su boca, cada vez eran más profundas las envestidas y empezó a hacer como si le diera asco, pero pude sentir que ya alcanzaba buena parte de mi pene a entrar a su garganta, eso me excitó más, y decidí ir por más, los ojos los tenía llenos de lágrimas, y el clímax llegó cuando logre alinearla bien y su nariz se aplastó con mi abdomen, tenía la mitad de la verga en la boca y la mitad en la garganta, ella se desesperó y trató de empujarme con desesperación para que la sacara, yo estaba como en un trance de lo caliente que estaba y con el peso de mi cuerpo fue imposible que me moviera, yo por lo contrario la hundía con fuerza hasta que me di cuenta de la desesperación y la saqué. ella respiró y se me quedó viendo, yo la levante y la besé como desesperado, bajé mi mano y al masturbe mientras la besaba, le metí dos dedos sin piedad, ella levantaba una pierna, estaba totalmente entregada, la acomode sentada en el cofre y le quité la falda, no le quería quitar las bragas, ya que estaban muy cachondas, solamente las hice a un lado, y mientras frotaba mi verga en sus labios vaginales, le dije...

Yo – estás muy húmeda preciosa.

Ella – y tu la tienes durísima

Yo – ya estás aprendiendo a ser un puta

Ella – ya por favor ahh clávame por favor

Yo - no si no me dices porque

Ella – por que? Aahhahh.

Yo – si, porque razón la quieres

Ella – por que mi marido aahh no me cubre como tu verga ancha aahh, y no me hace sentir ahh puta y caliente, por favor ya métela ahh

La tome de la cintura y de una estocada la ensarté hasta el fondo, ella gimió y echo la cabeza hacia atrás, la clavaba con fuerza una y otra vez, ella me rodeaba con sus piernas y me abrazaba, yo la besaba en el cuello mientras la penetraba una y otra vez, gemía, me besaba y yo le amasaba los pechos

Yo – eso mi putita caliente

Ella – si pinche, cabrón me la metes delicioso aahh¡¡

Yo – vente, orgasméate en vi verga, mójamela con tu venida

Ella – si, papi sssisiiiis aaahhh me vengo¡¡ ahahhhh¡¡ me vengoooo aaahhhh

Entonces sentí como toda su panocha se contraía alrededor de mi verga, sentí como se inundaba por dentro, se estaba viniendo de maravilla. Y yo no quise controlarme más, quería compartir el momento viniéndome también, aceleré el ritmo ella se retorcía y sudaba..

Yo – me veenngoooo¡¡¡

Ella - siiiiis ahahhahh

Yo – Ten mi leeeechheee

Ella – aahhh

Le llené toda de semen el interior de su vulva y quedamos abrazados encima del coche, después de 2 minutos de recuperar un poco la respiración ella me saca violentamente y me dice...

Ella – no mames cabrón no me estoy cuidando a lo mejor me preñaste

Yo – pues no vayas a tener una hija mía que a lo mejor a ella también me la cojo, jajaja

Ella – no seas pendejo

Yo – pues vamos a dormir mamita, este fin de semana te destapaste como la puta que eres y se que me vas a hablar en poco tiempo para que te de lo que tu maridito no puede y si no Daniela se entera de que comparten hombre.

Ella – no lo se

Se puso la falda y regresamos a la casa ahí estaba todavía dormido mi padrino, ella lo miró con cara de desaprobación, se volteó me dio un beso en la boca y me dijo.

Ella – buenas noches mi amor...

Supe que ahora ella iba a querer dominar la relación, será interesante ver esa faceta de ella no creen...

Continuara.

Por favor espero que me manden un mail y me den sus comentarios o platiquen conmigo de los relatos, cuesta un rato redactar esto y ustedes lo saben si se calentaron con este relato, escríbanme, les quita un minuto...