Mi madre,mi amante y yo (final)

No podía evitar ver a mi madre vestida con sólo un calzón y moviéndose por la cocina mientras nos preparaba la comida, Cuando ella se acercaba a la mesa y Nicky le agarraba la concha- no eran caricias, eran demostraciones de posesión- alguna primera vez ella se apartó y entonces le bajó con brusquedad el calzón y la obligó a que comenzara a masturbarse hasta que los jugos de la concha de mi madre empaparon sus propios dedos

Cuando Nicky nos dejó, los primeros meses fueron difíciles. MI madre y yo estábamos enfrentados a una vergüenza que hacía evitáramos casi hablarnos.

Poco a poco el recuerdo de los momentos compartidos con nuestro...amante? Dueño? divino torturador? se fue infiltrando más asiduamente en nuestras noches. Cada vez fui censurando menos esos recuerdos, luego los acepté con más naturalidad y lógicamente termine masturbándome con ellos.

No podía evitar ver a mi madre vestida con sólo un calzón y moviéndose por la cocina mientras nos preparaba la comida, Cuando ella se acercaba a la mesa y Nicky le agarraba la concha- no eran caricias, eran demostraciones de posesión- alguna primera vez ella se apartó y entonces le bajó con brusquedad el calzón y la obligó a que comenzara a masturbarse hasta que los jugos de la concha de mi madre empaparon sus propios dedos.

Primero di salida a esos momentos de tan sólo sometimiento de mi madre, de la primera vez que la cogió conmigo delante, de cuando mi madre desfiló desnuda hacia el baño, cuando regresó ella quiso taparse pero él la obligó a que no lo hiciera y me mostrara a mi  todo su sexo, con las piernas bien abiertas y rodillas flexionadas. Las primeras palizas que él propinara a mi madre. -En realidad exagero, apenas fue algún sacudón, alguna cachetada no muy fuerte ponerla cruzada sobre sus rodillas y propinarle si a discreción nalgadas y algún pellizcón  pero eso sólo es puro gozo para la hembra como lo supe cuando también a  mi, hijo y propiciador de la entrega de su madre, me hizo lo mismo.

Cuando Nicky era todavía solo mi macho, yo le había pedido que me obligara a chuparle la pija a cada hora en punto; cuando empezó con mi madre la obligó a lo mismo y mientras ella lo hacía él me miraba....

Recuerdos difíciles de asumir por muy vergonzantes fueron los del momento donde NIcky

le mostró a mi madre que su hijo era también su hembra. NIcky haciéndome chupar su pija delante de mi madre, el momento  mismo en que me cogió en su misma cama matrimonial no fueron instantes fáciles de asumir. Me pregunto a quien le habrá resultado más vergonzante si a mi madre mostrarse como puta totalmente entregada a su macho delante de su hijo o a mí, su hijo mostrarse delante de su propia madre como hembra también de su amante.-

Menos ingratos de asumir resultaron recordar los momentos en que mi madre y yo mamábamos juntos la pija de NIcky, ahí creo que ambos disfrutábamos sin remordimiento ninguno. De hecho creo que Nicky me cogió una sola vez delante de mi madre y a lo sumo recuerdo que alguna vez nos puso a los dos desnudos boca abajo, piernas abiertas en la cama para comparar y elegir el culo a gozar. Gano mi madre.

Menos ingratas las reminiscencias de todas las formas en que Nicky exhibía el total sometimiento de mi madre: El obligarla a masturbarse delante de mí. El que tuviese que preguntarle a cada rato ¿Cuando me vas a coger? el preguntarle si podía usar calzón o ni tan siquiera eso; el que en medio de la cena le dijera que se bajara a mamar

Y después, después fueron ganando terreno el recordar los momentos en que yo empecé también a reconocer a mi madre como hembra, lo primero que hizo fue ordenarme que acariciara la concha de mi madre, que mis dedos recorriera su clítoris que se empaparan de sus jugos, rememoro que mientras hacia eso la cara ce mi madre estaba volcada hacia la izquierda, los ojos cerrados, seria.

Cuando hizo que ella chupara mi pija sucedió algo raro, yo la tenía dura pero cuando comenzó a chupar se ablandó. Chupar la concha de mi madre en principio tampoco resulto de entrada pero luego si ya me acostumbré. Lo que no recuerdo con  placer es el haber recogido de la vagina de mi madre la leche de nuestro macho, tampoco me gustó limpiar la pija de él  recién sacada de mi madre.

Eso también es significativo porque cuando estaba únicamente con Nicky su leche la tomaba golosamente, no desperdiciaba una gota y limpiaba totalmente su pija con mi lengua.

Rememoro que me sentía un poco envidioso del trato que Nicky nos daba a ambos, todo parece indicar que tanto mi madre como yo necesitamos de un macho dominante, imperioso y así fue él con ella desde un principio en tanto yo tuve que sugerirle o decirle directamente que me gustaba que dominara que me hiciera obedecer.

Con el correr del tiempo o de las masturbaciones recordatorias la imagen de mi madre conmigo fue ganando espacio, se repetían las imágenes de ella como hembra sometida y gozante, absolutamente desvergonzada de hacer cualquier cosa delante de su hijo para complacer a su macho. Eso, mi madre como yegua insaciable.

Me pareció que ya en los pocos momentos que nos veíamos con ella como que la vergüenza iba dejando paso a la aceptación de lo pasado. Empezaba a pensar como animarme a hablar de Nicky con ella.

Un sábado por la tarde yo leía en mi cama, mi madre descansaba en su habitación, escucho que se abre la puerta- un aparador que dividía mi pieza me impedía ver- y de pronto se aparece mi madre en calzón y con una bata que no tapaba demasiado sus pechos. Sin decirnos palabra se acercó a mi cama, me corrí para dejarle espacio, se acostó y me abrazó, hundí mi cabeza entre sus pechos y comencé a besar, a chupetear unos de sus pechos.

Su mano buscó mi pija, enseguida se me puso dura, no nos dijimos una palabra,

le metí la pija y nos cogimos furiosamente. Me descargué enseguida, ella afortunadamente no. Se quedó hambrienta. Desde que la vi hasta que acabé dudo que hayan pasado más de cinco minutos.

Dije que afortunadamente quedó mi madre insatisfecha porque cuando regresé a la cama fue(en principio) como si no existiera lazo alguno de parentesco simplemente éramos dos seres humanos ansiosos de tener sexo. Me busco enseguida. Yo la empecé a tratar emulando el proceder de Nicky como lo que era: una yegua caliente.

¿Estás extrañando la pija de Nick?¿Tenés ganas de que te hagan pedazos?¿Cuantos machos necesitás? y cosas por el estilo. Y esta vez si, mi pija dura y no urgida se la metía hasta el fondo, se la sacaba toda entera, a veces le recorría con mi pija todo el exterior, jugueteaba con su clítoris. Fue un muy buen polvo, esta vez acabo largamente. Tiempo después me confesó que si bien cogía satisfactoriamente conmigo, los polvos con Nick fueron los mejores de su vida y la pija de él la mejor que tuvo en su vida.

Luego de esa primera vez a solas en principio una sensación de vergüenza nos hacía esperar hasta que de pronto volvíamos a acostarnos, estos tiempos de espera fueron acortándose y de pronto mi madre me dijo directamente que durmiéramos juntos. Empezamos a coger todas las noches, era ella quien me buscaba. Mi madre fue mi primera mujer.

Habremos estado alrededor de un mes durmiendo juntos cuando tocó el regreso de mi padre.- Él trabajaba en una petrolera en África y tenía el régimen de 6 meses de trabajo seguido por 3 de vacaciones. Cuando llegó se produjo otro "impasse" deben haber sido un par de semanas de tratar de hacer como si nada hubiera sucedido. A medida que pasaban los días yo iba teniendo más ganas de volver a cogerla y me masturbando pensando en ella.

Una mañana nos cruzamos en el pasillo anterior al baño y ella metió la mano dentro del pijama y me sobó la  pija por un instante.

Tuvimos la oportunidad de volver a coger por que los sábados mi padre comenzó a ir a jugar al poker con sus amigos y entonces volvimos a descargar nuestra mutua calentura casi con desesperación pero con el miedo a ser sorprendidos por el regreso de mi padre el que dependía de su suerte en el juego.

En la última etapa de la permanencia de mi padre surgió en mi vida Sonia pero ya esa es otra historia...

No interesa contar la historia de la decadencia de la relación sexual con mi madre. Esporádicamente reincidíamos, a mí se me  dio hasta asco. Me fui a vivir al interior del país, cuando volvía de vacaciones alguna vez recaí. Me enteré que  a  mi madre todo el episodio con Nicky y conmigo le había pegado fuerte y que durante los meses de la ausencia de mi padre se veía con un amante no se si sólo fue uno...

Me llama la atención una cosa. La parte primera de mi relato tiene como 40000 lecturas desde febrero, está valorado como bueno y no tiene ni un comentario.

Es llamativo, son relativamente escasos los relatos sin comentario alguno

Yo debo haber leído o comenzada a leer por lo menos seguramente mas de 500 relatos, no he visto uno sólo que tuviera como protagonistas a un hijo(varón) y una madre que compartan al mismo macho ( por supuesto dejamos de lado los relatos gay de hijos con padre pero esa es otra perspectiva)

Y lo que hace mas destacable el asunto es que los relatos madre-hijo son muchísimos,

muy leídos y varios muy buenos. Una hipótesis a plantear es lo incómodo que puede resultar a los "varoncitos" reconocer algún "renuncio"