Mi madre y el nuevo inquilino universitario (2)

Mis padres deciden alquilar una habitación de la casa. Un universitario contacta con ellos y decide quedarse, aunque mi padre no se imagina lo que eso conllevará para su matrimonio...

¡Hola! Ante todo, muchas gracias por los diferentes e-mails que he recibido. Es la primera vez que publico en un foro de relatos, por lo que pido disculpas si en algún momento algo no está bien del todo. Una de esas cosas es la categoría, a partir de ahora se publicarán en 'Sexo con maduras' , porque aunque hay infidelidad (es evidente), la base del relato es una relación entre una madura y un joven de 23 años. Cosas que uno va aprendiendo por aquí... Espero poder ir mejorando con el paso del tiempo 😉

Hoy os dejo una segunda parte de este relato, por lo que recomiendo leer la primera parte para poder situar bien el contexto en el que nos encontramos: https://www.todorelatos.com/relato/176195/

Muchas gracias

Continuación…

El resto del día pasa con normalidad, aunque no dejo de pensar en lo que ha ocurrido entre mi madre y el chaval que va a alquilar la habitación. ¿Acaso la relación de mis padres está tan mal como para que mi madre acceda a liarse con otro? Y lo que es peor, en su propia casa y con un chico que podría ser su hijo… No entiendo nada...

Por la noche, y a punto de irnos a dormir, mis padres y yo vemos la tele en el salón de casa:

- David : bueno pues parece que la habitación va a estar ya alquilada, menos mal… esperemos que este chico sea majo.

- Miriam : seguro que sí, se le ve bueno y tranquilo, no creo que pase nada malo…

- David : esperemos, de momento me ha dado buenas sensaciones, así que estupendo... *escucho eso y no puedo evitar pensar ‘buenas sensaciones? Joder papá, a tu mujer si que le ha dado buenas sensaciones, menudos sobeteos le ha metido…’

- Miriam : ¿estarás mañana aquí cuando se instale, cariño? *lo mira mientras yo me dedico a mirar mi móvil como si nada

- David : pues cuando llegue no creo, tengo un viaje que me ocupará gran parte de la mañana, pero para a mediodía si estaré, así que podemos comer todos juntos y ya nos conocemos

Lo que faltaba, mi padre no estará cuando ese chaval, por llamarlo de alguna manera, venga a casa a instalarse… no puedo evitar pensar en qué podría ocurrir… visto lo visto, capaces son de repetir lo de hoy e, incluso, de llegar a más aprovechando que mi padre no estará en casa.

No tardamos mucho en irnos a la cama, ya que mi padre trabaja al día siguiente y mi madre nunca ha sido de trasnochar.

A la mañana siguiente me despierto y salgo a desayunar a la cocina. Me pongo a responder a los WhatsApp de algunos colegas mientras miro de vez en cuando las novedades de Instagram.

- Miriam : Adri, hijo ¿podrías ir en un rato a hacer la compra? Tu padre se ha ido ya y yo tengo que darle un repaso a la habitación donde se instalará Pablo.

-        ¿Un repaso? Pero si está vacía, ¿no?

- Miriam : Sí, está vacía, pero habrá que limpiar un poco el suelo, el armario… y dudo que tú vayas a hacerlo…

-        ¿No puede hacerlo él cuando venga? Ni que fuésemos a tener que dárselo todo hecho.

- Miriam: No es cuestión de dárselo todo hecho, pero si alquilamos una habitación tiene que estar en perfecto estado, ¿vas a ir o no?

-        Sí, sí, iré a comprar…

Cuando acabo de desayunar me dirijo a mi habitación mientras miro el móvil. Hago la cama y ordeno un poco mis cosas antes de vestirme. Una vez preparado, mi madre me da un gran listado con cosas para comprar y, como siempre, de veinte mil supermercados diferentes. No hay cosa que más pereza me de que ir a comprar a varios supermercados, lo veo una pérdida de tiempo tremenda, pero si no lo hago me pillan fijo. En fin, no me queda más remedio así que cojo el coche y salgo hacia la zona de centros comerciales.

Mi madre se queda sola en casa ordenando la habitación, va con un pantalon vaquero que le hace marcar bien el culo y una blusa en la parte de arriba, hasta que a la hora más o menos suena el timbre. Va hacia la puerta y abre, observando a Pablo cargado con varias maletas:

- Pablo : buenos días, Miriam, ¿qué tal?

- Miriam : Holaa Pablo, adelante, déjame que te ayudo.

- Pablo : no hace falta, tranquila, muchas gracias… si esto ya está *Pablo mete sus tres maletas a la casa y cierran la puerta.

- Miriam : pues, ¡bienvenido a casa! Mi marido trabaja esta mañana, pero me ha dicho que este mediodía no hagas planes, que quiere hacer una comida en casa para conocernos todos…

- Pablo : valee, genial, aunque a su mujer creo que ayer la conocí un poco más que a él… *se rie

- Miriam : Pablo… ya empezamos? jajaja olvida eso eh, no debía haber pasado nada, imagina que nos llegan a ver en la cocina, no sé qué hubiera pasado…

- Pablo : tranquila Miriam, ¿acaso no te gustaron mis besos?

- Miriam : no es eso, pero no estuvo nada bien… pero bueno, vamos a dejar tus cosas en la habitación venga, y ahora no acepto un no por respuesta porque pienso ayudarte *Se rie inclinándose un poco delante de él cogiendo una maleta por el asa y andando hacia la habitación.

Andan los dos por el pasillo hacia la habitación que Pablo ha alquilado. La casa es amplia, por lo que las habitaciones también lo son. En específico, la habitación que Pablo había alquilado es grande, espaciosa, tiene un escritorio, armario y una cama de matrimonio, las ventanas dan para la calle central de la ciudad, por lo que no estaba nada mal. Junto a su habitación, estaba la mía, pared con pared, y, al otro lado, un baño.

- Pablo : vaya, es mucho mejor aquí que en las fotos eh, me gusta

- Miriam : sii, la verdad es que es una de las mejores habitaciones que hay en casa, especialmente por las vistas a la ciudad.

- Pablo : bueno, yo prefiero otras vistas… *dice Pablo mirándola bien, comiéndosela con la mirada

- Miriam : si lo sé no digo nada *se rie

- Pablo : ¿y tu hijo dónde está? Que no lo he saludado…

- Miriam : se ha ido a comprar, volverá enseguida supongo

- Pablo : así que te han dejado solita, ¿no? Esto era a lo que te referías ayer… que estando yo por casa te quedarás acompañada más de una vez, ¿verdad?

- Miriam : exacto, eso es se rie – has visto que bien se ve la calle desde aquí? dice mamá acercándose a las ventanas, justo antes de que Pablo se acerque también y se ponga a su lado mirando.

- Pablo : la verdad es que sí, se ve todo muy bien… aunque desde que me fui ayer he estado pensando en esto… *la mano de Pablo se coloca sobre el culo de mi madre, sobándolo lentamente

- Miriam : Paaaablo… suelta eso, que no puede ser.. de verdad, ayer me pillaste en horas bajas y me salió… pero es que no puede ser *insistía mi madre pero, sin embargo, no se apartaba de él

- Pablo : y no te gustó… vaya, será mi culpa que no lo hice todo lo bien que me gustaría haberlo hecho…

- Miriam : no es eso, besas muy bien, y esas manos tienen un peligro… jajajaj pero no está bien... Además, tú vives aquí ahora, sería muy peligroso todo…

- Pablo : ¿y qué? Mucho mejor jajaja tu marido viendo el fútbol en el sofá y yo metiéndole un par de goles a su mujer en su cama… ¿qué más se puede pedir?

- Miriam : Jajajajajajja anda ya, no seas así…

- Pablo : tu hijo estudiando en su habitación y yo estudiándole las tetas a su madre en el sofá… *sonríe con algo de malicia, buscando provocarla

- Miriam : yaa eh, no sigas…

Miriam cada vez estaba más caliente, y Pablo parecía notarlo. Era evidente que a ella le gustaba el nuevo inquilino de la casa, tal vez por su juventud, por su físico o por su actitud, no sé, pero parecía gustarle.

- Pablo : pobrecito tu marido… con la cantidad de horas que tendrá que pasarse fuera de casa trabajando seguro que piensa que te tiene desatendida y que estarás aburrida. Pero no, estarás a cuatro patas en su cama con Pablo, gozando bien… ¿Acaso no te apetece? *la mano de Pablo azota el culo de mi madre sobándolo bien, hablando los dos bien cerca.

Era evidente que Pablo estaba deseando de tenerla entre sus brazos y, aunque ella trate de ocultarlo, parece que no le desagrada la opción.

- Miriam : mentiría si te dijese que no me apetece… mi relación con David es nula desde hace meses… pero eso, que me da miedo que nos puedan pillar…

- Pablo : tú tranquila, que nadie nos va a pillar… *susurra Pablo mirándola

- Miriam : de verdad Pablo... eres un chico muy majo, tienes un muy buen cuerpo, pero...

- Pablo : venga ya, estamos solos... y se nota que lo estás deseando, te lo noto en esa miradita...

Ella se rie al escuchar eso y él se le lanza, por lo que empiezan los dos a besarse con muchas ganas, incluso más que ayer. Sus bocas comienzan a acariciarse mientras sus lenguas juegan. A la vez, las manos de ambos empiezan a tocarse, las de él soban su culo y las de ella su pecho y su cara. Los besos y las caricias cada vez van a más, y comienzan a quitarse lentamente la ropa el uno al otro sin parar de jugar con sus bocas. Pablo le quita la blusa, tirándose de lleno a besar y lamer sus tetas a la vez que las soba.

- Miriam : mmmm Pablo joder… pero cómo mueves así la lengua…

- Pablo : jajajajaja ¿y tú qué? Menudo par de tetas llevas… joder, ya estoy imaginándome por casa metiéndote mano con tu hijo y tu marido por aquí…

Ella se ríe mientras le quita la camiseta a Pablo, empezando a acariciar su cuerpo algo fibrado de hacer tanto gym. Al poco, vuelven a besarse los dos con muchas ganas a la vez que tratan de quitarse la parte de abajo. Pablo mira a mi madre mientras desabrocha el botón de su pantalón para dejarla únicamente en tanga.

- Pablo : creo que esta cama hay que probarla, ¿no crees? Tenemos que ver si es cómoda…

- Miriam : jajajaja estás loco…

- Pablo : más loca te va a dejar lo que viene ahora… aprovecha que estamos solos y no te cortes, que lo mismo con tu maridito tenías que fingir mucho… *se rie

Se quitan la parte de abajo y se tiran a la cama liándose los dos sin dejar de sobarse todo el cuerpo, únicamente en boxers y tanga. Pablo empieza a bajar besándola, recorriendo todo su cuerpo con la lengua, mientras no deja ni un segundo de sobarle las tetas. Llega al tanga y lo quita mientras la mira, abriéndole las piernas y empezando a lamerlo suavemente. No puede evitar gemir, ya que hace mucho tiempo que no le hacen eso… Pablo, al ver que le gusta, sigue más y más, llegando a comérselo con muchas ganas a la vez que se lo manosea con los dedos. Tras un rato en esa posición, ella su brazo agarrándole el paquete a Pablo, cogiéndolo y llevándoselo a la boca. Empieza a comerse esa polla que, evidentemente, es más grande que la de su marido, tanto en tamaño como en grosor. La chupa sin parar a medida que la pajea con su mano, de arriba hacia abajo, mirándole a los ojos.

Pablo disfruta con la mamada, hasta que, sin avisar, se la saca de la boca y se gira poniéndola en posición de 4 patas, empezando a metérsela.

- Miriam : joooooder siiiii, Pablo diosssss, que ricooo

- Pablo : te gusta ehhh, tu marido no te lo hace así seguro…

- Miriam : ufff claro que no, menuda diferencia de polla… mmmm

Al escuchar eso, Pablo se anima más y empieza a follar con más ritmo, dándole sin parar mientras soba le soba el culo a la vez que le da buenos azotes en cada lado.

- Pablo : uff te voy a pagar el alquiler a base de polvoss… joderrr

- Miriam : mmmm uf yo encantadaaa *gime con muchas ganas mientras no dejan de follar.

- Pablo : joder nena me encantas… menudo cuerpazo me voy a estar tirando todos los días dios… si tu hijo supiese lo que hace su mami...

- Miriam : ufff callaaaa jajajaj dioss, ahhh no pares, no pares…

Siguen sin parar durante unos minutos, justo cuando Pablo se la saca y se tumba en la cama. Mi madre se sube sobre él y empieza a cabalgarle con muchas ganas, a buen ritmo y sin parar de meterse ese pollón dentro de ella. Los muelles de la cama empiezan a sonar, a la vez que el cabecero choca con la pared a raíz de los movimientos tan intensos que dan. Mientras tanto, Pablo le soba las tetas con una mano, y le azota el culo con la otra.

- Miriam : joder Pablo me corro ehhh, no aguanto más… diossss

- Pablo : pufff hazlo nena, hazlo, que te sigo…

Se empieza a correr entre gemidos mirándolo y, acto seguido, baja y se dedica una mamada final en la que acaba recibiendo una buena ración de corrida en la boca. Se miran, se rien, pensando en lo que han hecho pero, especialmente, en lo que eso supondrá a partir de ahora. Cuando se relajan un poco, se tumban los dos en la cama, abrazados, desnudos, besándose y descansando.

- Pablo : madre mía, y no querías... jajajajajajaja menudos gemidos

- Miriam : cállate jajajajaj sigo pensando que esto no está bien, pero a veces una no puede evitar hacer ciertas cosas…

- Pablo : ¿a veces? ¿No es la primera vez que te pasa esto? *se rie mirándola

- Miriam : pf que va…mi marido y yo llevamos mal un tiempo, trabaja muchas horas fuera y una tiene sus necesidades… no me siento bien haciéndolo, pero no puedo evitarlo

- Pablo : vaya vaya, así que es un buen cornudo ya… jajaja y tú un poco zorrita eh, ya me contarás cosas…

Ella se ríe mirándolo y se empiezan a besar de nuevo, subiéndose él sobre ella mientras le manosea las tetas. En ese momento, escuchan la puerta y velozmente se levantan de la cama, vistiéndose como pueden e intentando aparentar normalidad. Miran la hora y casi es mediodía. Desde la habitación escuchan la voz de mi padre junto a la mía, que casualmente nos hemos encontrado en la escalera. Ordenamos todas las cosas en la cocina y sale mi madre como si nada, aunque yo la noto diferente, como más alegre, con la ropa algo arrugada y con el pelo distinto a como lo llevaba esa mañana.

- Miriam : genial!! Ya estáis aquí, vamos a preparar la comida…

-        ¿Aún no está? *digo mirándola, ya que siempre a esa hora solemos tener la comida lista en casa.

- Miriam : no, es que me ha llamado mi amiga y nos hemos puesto a hablar… pero bueno…

Sale Pablo a la cocina saludándome a mi y a mi padre, comentándole que acababa de llegar y había dejado las maletas en la habitación.

Mi padre, que no sabe los cuernos que lleva ya en ese momento, se ríe y se pone a preparar la mesa en el salón para comer. Cuando ya está lista, mientras mi padre se da una ducha, me dirijo a la cocina para avisarles y me encuentro con una escena que, me temo, será muy habitual en casa a partir de ahora: mi madre y Pablo en una esquina de la cocina besándose mientras él le soba el culo bajo el pantalón y ella tiene su mano metida en el boxers de Pablo, aprovechando que mi padre no iba a pillarles.

- Pablo : pf casi eh, menudo polvazo... ya hemos descubierto que la cama es cómoda, ahora habrá que probar muchos sitios de esta casa...

- Miriam : eso ya se verá... jajajaja

En ese momento, Pablo le da un azote en el culo besándola de nuevo. Me quedó perplejo, mi madre y Pablo se han pasado la mañana follando...me dan ganas de entrar y de darle dos ostias al chaval este, pero algo dentro de mí me hace esperar, y ver cómo evoluciona la situación... Me alejo y grito: ‘¡Ya está la mesa listaaaa!’ , y, al cabo de un par de minutos salen los dos hacia el salón como si nada.

No sé qué debería hacer, me duele a la vez que creo que me excita ver situaciones así por casa… Sin embargo, no sé, creo que aún no soy consciente de lo que está pasando en mi casa, aunque, sin duda, más de lo que lo es mi padre sí...

Continuará....