Mi madre, una ninfomana de nuevo 2

mi madre se desquita de su fantasia follandose a mi amigo y a mi a la vez

Después del polvo que echamos mi madre y yo, estaba como una nube, aunque en mi cabeza le daba mil vueltas a la fantasía que ella tenía de montar un trío con mi amigo José y conmigo. Era consciente de que al ser mi madre tan liberal y tener esa idea en mente, tarde o temprano terminaría tirandoselo a escondidas, y eso me carcomía, porque José aceptaría sin pensárselo un momento sin tener ningún respeto hacia mi persona.

Al quedar con el al día siguiente para jugar al baloncesto, no tardo en preguntarme por lo sucedido esa noche mientras íbamos a las canchas.

¿se acordó de algo tu madre?

Yo me moría de ganas de contarle todo lo que paso, pero algo en mi cabeza no me lo permitía, así que le conteste que no.

joder, pues yo todavía estoy alucinado con sus tetas. Son las mejores que he tocado y visto en mi vida. – me dijo José con una cara de felicidad increíble.

Ya, la verdad es que si.

¿y eso de que se haya tirado a dos tíos a la vez? Me pone la polla tiesa solo de pensarlo.

Déjalo ya tío, - conteste yo enfadado. – te advierto que no cuentes a nadie nada de esto ¿eh?

Tranquilo tío, sabes que no contare nada.

Al llegar a las canchas, dejamos ahí la conversación y nos pusimos a echar el partido de baloncesto con la gente que había allí.

Así que la semana paso y por la tarde del jueves, hacia tanto calor en la calle que decidimos no jugar al baloncesto y nos fuimos a jugar a la play a mi casa. yo estaba desconfiado que mi madre dijera algo, pero se me quito nada mas llegar a casa, ya que mi madre nos saludo de forma normal y se quedo sentada en el sillón del salón mientras nosotros entramos en mi cuarto. Estuvimos jugando varias horas, hasta que a las nueve de la noche entro mi madre en mi cuarto.

oye chicos, es hora de cenar. Si queréis pedimos una pizza y que se quede José también.

Vale – contesto José. – llamo a mi madre y se lo digo.

Muy bien, llamad vosotros a la pizzería y pedir la que queráis, que yo mientras me voy a dar un baño.

José llamo a su madre para decirla que se quedaba a cenar y después llamamos a la pizzería. Mientras la traían, nosotros seguimos jugando mientras mi madre se metía en el cuarto de baño. En menos de media la trajeron y avise de una voz a mi madre para que saliese ya del baño. José y yo pusimos la mesa y cuando ya estábamos sentados, salio mi madre del baño. Iba vestida con un pantaloncito corto y una camiseta de tirantes muy ancha, con el pelo todavía empapado. Al sentarse en la mesa e inclinarse un poco, vimos que debajo no llevaba sujetador, dejándonos una vista increíble de sus tetas colgando durante un segundo. Desde ese momento, tanto el como yo mirábamos sin que ella se diese cuenta sus tetas, viendo como le caían hilillos de agua del pelo y que recorrían su escote hasta que se metían dentro de la camiseta. Cuando terminamos de cenar, mi madre nos pregunto.

¿os apetece un cafetito?

Si, a mi si. – conteste yo

Vale. – contesto también José.

Muy bien, pues sentaros en el sillón que ahora os lo traigo.

José y yo la hicimos caso y nos sentamos en el sillón, con las pollas más tiesas que una vara, mientras ella se fue a la cocina a prepararlos.

joder tío, tu madre esta que te cagas. – me dijo José en voz baja. - ¿has visto sus tetas’

calla, a ver si nos va a oír.

Pero José siguió dándome la paliza hasta que a los pocos minutos, mi madre vino con los cafés. Al dejar la bandeja en la mesa pequeña del salón, nos volvió a deleitar la vista y después se sentó en una silla enfrente de nosotros. Ahí lo pasamos francamente mal, ya que cada vez que cogia o dejaba la taza en la mesa, nos enseñaba sus melones, hasta que de pronto, mi madre nos dijo.

a ver si os echáis novia de una vez para que se os quiten las ganas.

¿a que viene eso mama? – pregunte intrigado.

Os vais a quedar bizcos mirándome el escote.

José y yo nos pusimos rojos de vergüenza y no supimos reaccionar, hasta que mi madre nos dijo.

además, no se tanto interés en verme los pechos, si ya los visteis la semana pasada, ¿verdad José?

¿te acuerdas de lo que paso esa noche? – pregunto José bastante cortado.

No, pero oscar me lo contó todo al día siguiente,

En ese momento José me miro fijamente, respondiéndole con gestos de no entender nada yo tampoco.

¿y que te ha contado oscar? – pregunto José a mi madre asustado.

Todo creo. Que me disteis un buen magreo a mis pechos.

José se puso más nervioso todavía e intento excusarse.

lo siento paloma, yo también había bebido bastante y al bajarte el vestido y enseñarnos tus pechos, no se que me paso por la cabeza y sin pensarlo empecé a tocarte.

Ya, pero oscar me ha dicho que si no te para los pies, me hubieras follado sin ningún reparo.

Lo se paloma y perdóname. Fui un idiota y no pensaba con claridad, pero por favor no se lo digas a mis padres

tranquilo que no estoy enfadada, así que no te preocupes que no se lo diré a tus padres. Pero si que te digo que esta muy feo aprovecharse de una mujer que esta borracha y no sabe lo que dice.

Tienes razón paloma, perdóname.

Solo espero que esto no se lo cuentes a nadie.

A nadie, te lo prometo paloma

Después de eso todos nos quedamos callados, con José y yo sudando a chorros por la tensión y calor que hacia, mientras mi madre estaba con una sonrisa en la boca, pasándoselo bien con la situación. Hasta que pasados unos segundos, mi madre se levanto y se sentó en el sillón quedándose entre los dos.

Me dijo oscar que yo también os toque a vosotros la entrepierna ¿es verdad?

Si paloma, pero no te preocupes que no pasa nada y no se lo contare a nadie, tu tranquila. – respondió José.

Vaya, pues es una pena que no me acuerde de nada. – contesto ella riéndose.

En ese momento José y yo pegamos un respingo en el sillón al sentir como mi madre llevaba una mano a su paquete mientras la otra hacia lo propio con el mío.

¿Qué coño haces mama? – la pregunte enfadado.

Nada oscar, yo no me acuerdo de cómo era su polla y el en cambio si recuerda de cómo eran mis tetas.

Después de decir eso, llevo otra vez sus manos a nuestros paquetes y empezó a masajearnos la polla por encima de nuestros pantalones.

si os molesto paro de tocaros, pero según noto como tenéis la polla creo que no queréis que lo deje ¿queréis que os deje? – pregunto mi madre.

Ni José ni yo dijimos nada, mientras yo miraba a mi madre que estaba con una sonrisa en la boca

ya me parecía a mi. – contesto mi madre al ver que no hacíamos nada.

Entonces mi madre se bajo del sillón, se arrodillo en el suelo enfrente nuestra y me empezó a bajar los pantalones.

vamos a ver de que hubierais sido capaces de hacerme esa noche, ¿os parece?

A mi me los bajo en un segundo y después le empezó a José a hacer lo mismo. Cuando nos dejo a los dos con los pantalones en los tobillos, se quedo mirando detenidamente nuestras pollas totalmente tiesas un par de segundos y después empezó a pajearnos muy despacio. Nosotros estábamos inmóviles, mirando a mi madre fijamente alucinados por lo que estaba pasando. Entonces ella se inclino un poco y me paso la lengua desde los huevos hasta el capullo. Después se irguió nuevamente y me dedico una sonrisa de puta que no olvidare en mi vida. Sin decir nada, se inclino hacia José y le hizo lo mismo, haciendo que el estirase todo el cuerpo. Después se puso nuevamente erguida y le pregunto a José.

¿te atreves a echarme un polvo?

Claro paloma, pero… no se si a oscar le molesta que

A oscar no le importa. El ya se lo hizo conmigo la semana pasada. ¿no te lo ha dicho?

No….no tenia ni idea.

Mi madre se empezó a reír y sin decir nada, se volvió a inclinar hacia mí. Esta vez se le metió en la boca, tragándosela hasta los huevos y empezó a hacerme una mamada deliciciosa sin dejar de pajear a José, que miraba atentamente como me lo hacia con una cara de alucine inmensa. Así estuvo un minuto, hasta que dejo mi polla y se fue hacia la de José, haciéndole exactamente lo mismo que me hizo a mí. Al sentir su polla dentro de su boca, el cerro los ojos y echo la cabeza para atrás disfrutando como un enano. Cuando paso un minuto, mi madre se saco la polla de José y se puso de pie con una sonrisa. Empezó a quitarse primero el pantalón corto que llevaba dejando a nuestra embelesada vista su coño y después hizo lo propio con la camiseta. Cuando ya estaba desnuda, se sentó nuevamente entre los dos. Nosotros nos quedamos sin hacer nada, inmóviles mirando a mi madre desnuda como si fuéramos estatuas.

venga chicos, tenéis a una mujer desnuda sola para vosotros ¿y no hacéis nada? Venga que no se diga, desnudaros de una vez.

José y yo la hicimos caso al momento y en un par de segundos nos desvestimos a toda prisa. Después nos volvimos a sentar, con la polla mas dura que un mástil y mirando fijamente a mi madre.

venga chicos, no os quedéis parados.

Al decirnos eso, José y yo nos envalentonamos un poco y alargamos la mano para coger una teta cada uno. Al principio empezamos a acariciárselas con cuidado los primeros segundos, como si tuviésemos miedo, hasta que nuestra excitación no nos dejo contenernos y empezamos a estrujárselas con ganas. Entonces José me miro unos segundos y sin decirme nada, se quito de encima el corte y se inclino un poco a chuparle la teta. En ese momento me puse como una moto al ver a mi madre cerrar los ojos y empezar a respirar mas fuerte mientras José le ponía el pezón duro por sus lametones. Así que no aguante mas y me levante del sillón, me arrodille en el suelo entre las piernas de mi madre y se las abrí, dejando al descubierto su coño.

recordad que no quiero que os corráis dentro de mi, así que no aguantéis mucho y cuando veáis que os viene, sacarla ¿vale? – nos dijo mi madre a los dos.

Tanto José como yo asentimos con la cabeza y encare mi polla con la raja y se la fui metiendo poco a poco, haciéndola que se estirase sobre el sofá a la vez que soltaba un leve gemido. Después empecé a follarla suavemente mientras veía como José le chupaba las dos tetas y se las estrujaba con fuerza. A los dos minutos o por ahí de estar así, mi madre empezó a gemir con más intensidad y le dijo a José de manera ansiosa.

Ven José, súbete y dame tu polla.

José le obedeció al instante y se puso de rodillas en el sillón, mientras mi madre con una voracidad inmensa, le cogio rápidamente la polla y se la metió en la boca. Ver a mi madre comérsela con tanta intensidad, me puso a mil y pare de follarla para cogerla por las piernas para tener mejor apoyo y empecé a hacerlo con mas fuerza, haciéndola que gritase con mas intensidad, aunque sus gritos se ahogaban con la polla de José.

En esos momentos las tetas se movían de arriba abajo al ritmo de mi follada y mi madre empezaba a tener el canalillo y el cuello brillante por el sudor. José, de vez en cuando se las cogia y se las estrujaba con fuerza, apretando los dientes por el placer que estaba recibiendo. Así estuvimos dos o tres minutos, en los que yo estaba tan excitado follandola que tuve que aflojar el ritmo para no correrme. En el momento en que mi madre noto el descenso del ritmo, se saco la polla de José de la boca y dijo.

vamos a cambiar, ¿os parece?

Vale mama. – conteste yo aliviado.

Entonces ella se levanto del sillón y se puso de pie. Estaba empapada en sudor al igual que nosotros y le dijo a José.

¿te apetece metérmela José?

Claro paloma, anda que no he soñado veces con esto.

Mi madre se rió por el comentario y empezó a subirse encima de José, que se había sentado en el sillón. Mientras lo hacia le dijo.

¿así que has soñado con esto muchas veces?

Un montón de veces, pero no creía nunca que se hiciera realidad.

En el momento que mi madre se metió la polla de José en el coño, le dijo con una sonrisa en la boca.

pues has tenido suerte de que sea una puta ¿verdad?

Siiiii – contesto José al tener la polla dentro de ella.

En ese momento mi madre empezó a moverse encima de el y yo decidí subirme al sillón para que me la chupase. Ella movía las caderas a un ritmo bastante rápido, obligándome a sujetarla la cabeza para que no se le escapase mi polla, mientras José no paraba de agarrar y chuparla las tetas. Pero al minuto o por ahí de estar en esa posición, se me ocurrió preguntarle a mi madre.

oye mama ¿te la puedo meter por el culo?

Vele cariño, pero ten cuidado vale.

Entonces me baje rápidamente del sillón y me puse detrás de ella, encarando mi polla con el culo. Ella se quedo inmóvil, mientras yo se la metía muy despacio, ya que no quería hacerle daño y me costaba metérsela. Fui metiéndosela muy lentamente hasta que por fin conseguí meterla hasta la mitad y empecé a follarla a un ritmo bastante tranquilo. En ese momento, mi madre se abrazo a José y empezó a gritar como una loca mientras yo le pasaba la lengua por la espalda chupandole el sudor. Así estuvimos un par de minutos hasta que mi madre empezó a retorcerse y a gritar como una loca que se corría. Cuando termino de correrse, se quedo como muerta sin hacer nada mientras gemía con la respiración entrecortada y José empezó a moverse, follandola como un loco.

ya me queda poco paloma.

Al oír eso, mi madre se levanto de encima de el obligándome a sacársela del culo y se arrodillo enfrente de José. Empezó a chuparle la polla mientras yo me puse nuevamente detrás de ella y se la metí en el coño, ya que a mi también me quedaba poco para correrme. Mientras la follaba a un ritmo bestial, me fijaba en la cara de José, con gestos claros de que intentaba retrasar la corrida lo mas posible. Pero a los pocos segundos no pudo resistir más y aviso a mi madre de que se corría. Ella entonces se la saco de la boca y acerco sus tetas a la polla, que enseguida empezó a soltar dos chorros grandes y fuertes que cayeron sobre su escote. Cuando ya no le salía nada más, mi madre volvió a metérsela en la boca. Eso a mi me excito tanto que no aguante mas y saque la polla para correrme. Pero entonces mi madre se dio la vuelta rápidamente y se arrodillo enfrente mía agarrandose las tetas. Me empecé a pajerar fijándome en ellas, cubiertas de sudor y de la lefa de José y enseguida me empecé a correr soltando dos chorros fuertes, uno de los cuales le di en su cara y el otro cayo sobre sus tetas, para acabar soltando unas cuantas gotas que cayeron sobre sus muslos. Cuando termine, me sentó al lado de José exhausto. Entonces mi madre se giro para vernos a la vez que se extendía la lefa por las tetas y se las limpiaba con la lengua.

bueno chicos, ¿os ha gustado?

Ha sido genial paloma. – contesto José.

¿y a ti oscar? ¿te ha gustado también?

Claro que si mama.

Mi madre entonces se rió y se levanto del suelo.

bueno chicos, me voy a meter otra vez en la ducha. Tu José vete para casa a ver si se va a preocupar tu madre.

Vale paloma, hasta luego

Cuando mi madre se metió en el baño, José y yo nos vestimos.

oye tío, menuda puta que esta hecha tu madre.

Ya te digo, pero espero que esto que ha pasado no salga de aquí.

Tranquilo tío, que no diré nada.

Una vez vestidos, José se fue todavía flipando con lo que había pasado, tanto o más que yo.