Mi madre se emputece 02
Mi madre descubre la puta que tiene dentro
En toda la semana Miguel no volvió hablar del tema del fin de semana, por lo que pensé idiota de mi que se le había olvidado, pero el viernes justo antes de ir a comer me dice:
- Y que chaval, tu al final te vienes con tu madre y conmigo a la playa o te quedas de Rodriguez
- La verdad es que este fin de semana mis amigos se van todos con sus padres, así que creo que iré- Le dije mintiéndole descaradamente.
Pero que se creía ese putero, si pensaba pasar un fin de semana con mi madre a solas, estaba listó. * Pues genial, dile a tu madre que os paso recoger a eso de las 8.30 y salimos para allí, por cierto, a la tarde no hace falta que vengas.
Era increíble, en los 2 meses que llevaba trabajando en el taller , jamas me había dado ni una hora libre, y ahora resulta que me daba toda la tarde, bueno mejor para mi, a lo mejor que ese baboso quisiera cepillarse a mi Madre, me venia bien y todo, mientras no lo consiguiera.
Fui a mi casa y le di la noticia a mi madre, la cual alegrándose mucho, me dijo que estaba deseando ir a la playa.
La verdad desde que falleció mi Padre, solo fuimos un par de veces con unos familiares y creo recordar que mi madre ni piso la arena. Entonces, riendo como una colegiala, saco unas bolsas de su habitación
- Cariño, haber que te parecen estos bikinis que me he comprado,- me dijo sacando de la bolsa dos conjuntos, uno blanco liso y otro negro con algo de pedrería
- No esta mal - Conteste yo con desgana.- Algo modernos para tu edad -
La verdad es que eran preciosos, pero demasiado, para la compañía que tendríamos el fin de semana, ademas, quería que mi madre viera, que ya no era una cría para llevar esos modelitos, y menos delante de un baboso como mi jefe. * Que idiota- dijo mi madre riendo,.
La verdad es que estaba feliz, y hasta mis malos comentarios le daban igual.
A las 7.30 sonó el timbre, y mi madre cogiendo nuestras maletas toda apurada se apresuro a bajar al portal, allí nos esperaba Miguel, que viendo a mi madre toda cargada, le dijo.
- Pero donde vas con todo eso, si dieron un tiempo estupendo, y no vamos a necesitar casi ropa.
- jajajajaja, rió mi madre, nunca se sabe, lo que puede hacer falta – Contesto mi madre mientras Miguel le ayudaba a meter las maletas en el coche.
Durante el trayecto, Miguel no paraba de piropear a mi madre por cualquier cosa y le daba toquecitos en la pierna, esta vez cubierta por un vaquero.
Llegamos ya anocheciendo, y nos dirigimos a una urbanización. la casa de la playa de Miguel, era un adosado chulisimo, pequeño, pero con su jardincito en el que había montado una pequeña piscina.
Nos explico, que su abuelo, tenia terrenos por la zona, y cuando se construyó, les dio un chalet a el y otro a su hermana.
La verdad es que por dentro, era sencillo, pero con buen gusto, una cocina, un salón y un pequeño baño en la parte de abajo, y dos habitaciones grandes junto con un despacho y un gran baño en la parte de arriba.
- Esta sera tu habitación- dijo dirigiéndose a mi madre y señalando la mas grande – y yo y Marcos dormiremos en la otra, que tiene dos camas. ¿ Que os parece?
Asentimos los dos, y cada uno llevó su bolsa a su respectiva habitación. Luego bajamos y Miguel preparo la cena.
Durante la cena, Miguel nos contaba maravillas de la zona, y que mañana nos tenia preparada una sorpresa.
La verdad es que Miguel se estaba portando super caballeroso, y si no fuera por los continuos halagos a mi madre y los sobeteos, diría que era un anfitrión estupendo.
Recogimos y nos fuimos cada uno para su respectiva habitación. Ya en la cama Miguel me sorprendió:
- Joder macho, que bruto me pone tu Madre, no se si es por que es una veterana rellenita, o por que se que lleva 5 años sin follar, pero estoy deseando reventarla a pollazos
- Que dices tío , Si es mi Madre, ademas, es mucho mayor que tu, y sinceramente, no creo que una mujer como ella le hiciera caso a un chaval como tu, le quedas algo pequeño respondí algo mal humorado
- Eso ya se vera jajajaja, a lo mejor lo que le queda es mi polla demasiado grande, lo siento muchacho, pero vas a dejar de ser el hombre de la casa, me voy a cepillar a tu madre te guste o no y va a gozar como todas las mujeres de su edad que llevan tanto sin probar una buena polla.
De muy mala ostia me di la vuelta, y ni me moleste en respondele, si ese gilipollas creía que se iba a follar a mi madre estaba listo, por lo menos , si yo podía impedirlo.
Al día siguiente, me desperté temprano, pero Miguel ya no estaba en su cama, y al oír voces abajo, me asome por las escaleras, y la escena que ví, junto con la conversación de la noche pasada, me puso ya a primera hora ,de muy mala leche
Mi madre estaba con una camiseta de playa por encima de las rodillas sentada en una silla con un pie en alto, mientras Miguel solo llevaba puesto un bóxer negro, sin camiseta ni nada, enseñando su barriga cervecera junto con su pecho lleno de pelos, y el muy cerdo, le estaba dando una especie de masaje en el pie de mi madre al tiempo que le decía algo que no llegue a escuchar.
Baje a la cocina y mi madre poniéndose algo nerviosa me dijo.
- Que manos tiene tu jefe, me he torcido el tobillo bajando las escaleras y me estaba dando un masaje.
- Si pero ya esta mejor, verdad Mar- Dijo miguel con una complicidad que no me gusto un pelo
- Si, la verdad es que ya no me duele – dijo mi madre levantandose y poniendose la chancla – Por cierto, quien quiere que le prepare el desayuno, aun que tendrá que ser sin leche, pues creo que no hay.
- No te preocupes por la leche- sonrió Miguel – Tenemos todo el fin de semana para hartarnos a ella
- Tienes razón- Respondió mi madre, sin pillar o no querer pillar el doble sentido, con el que miguel dijo esa frase maliciosa.
Mi cara, debería de ser un poema, la verdad es que este fin de semana, se me iba hacer larguísimo.
Desayunamos unas tostadas con un vaso de zumo, y Miguel nos dijo, que fuéramos a por nuestros bañadores y las toallas, que hoy pasaríamos el día fuera.
Cogimos nuestras cosas de la playa y nos montamos en el coche, Miguel paro en una panadería por una Empanada y unas botellas de Agua y nos llevo al Puerto
- Aquí está la sorpresa- nos dijo a mi y a mi madre al tiempo que señalaba una pequeña embarcación – Hoy nos vamos a pasar el día a una islita que solo se puede llegar en barco
- Que ilusión- dijo mi madre- Nunca he montado en una de estas
- Creo que ya va siendo hora de que montes y hoy vas a ir bien montada le dijo Miguel entre risotadas
- Que idiota eres jajajaja - respondió mi madre sin ni siquiera mirar para mi
Nos subimos a la barca y la verdad es que era mas grande, de lo que parecía desde fuera, tenia un pequeño camarote y uno sofás en la parte trasera, nos acomodamos y cogimos rumbo a la misteriosa isla a la que Miguel nos llevaba.
Tardamos algo mas de media hora en llegar, en la que mi jefe, nos iba enseñando los pueblos de la costa que se veían a lo lejos, e incluso , animo a conducir a mi madre la barca, y aun que ella en un principio se negó, el ofreciéndose a ayudara, la coloco de pie delante del volante , poniéndose el detrás suyo y pegándole todo el paquete al culo de mi madre y sujetando con su mano la mano de mi madre, al tiempo que le daba las instrucciones de como llevar la lancha, pegando su cara a la oreja de mi madre para que esta pudiera oírlo, con el fuerte ruido del motor
Cuando llegamos, el islote era pequeño, tenia una playa larga, en la que atracamos el barco y el resto eran rocas, con poca vegetación.
Para bajar del barco, miguel se tiro al agua, sin camiseta y yo hice lo mismo, pero mi madre, menos ágil para estos menesteres, a pesar de la escalerita pequeña con la que contaba la embarcación, nos pidió ayuda, apresurándose miguel a sujetarla por la cintura y el culo sin cortarse un pelo.
Nos dirigimos a la playa en la que estábamos solos, mi madre entonces, se quito la camiseta, dejando a la vista su cuerpo, solo cubierto por el bikini blanco que me había enseñado el otro día
La verdad es que le quedaba genial, pero sobre su cuerpo, parecía aun más pequeño, la braga, apenas le cubría, el culo, y la parte de arriba, aprisionaba las tetazas de mi madre haciéndolas parecer más grandes de lo que ya de por si eran.
Miguel no perdió detalle del espectáculo que le estaba ofreciendo mi progenitora, y quitándose el pantalón, corto, se quedó en un diminuto bañador de natación, que con su barriga y sus piernas peludas, quedaba un poco ridículo, eso si, le marcaba un paquete enorme, al cual mi madre no le quitaba ojo.
Extendimos las toallas en una esquina de la playa y los tres nos tiramos en la arena a disfrutar del espléndido día
- ¿Alguno a traído crema? - Preguntó Miguel
- Si, yo tengo un bote de protector 20, ¿quieres que te eche?, y te devuelvo el favor por el masaje en el pie- Contestó mi madre.
Y cogiendo el bote de crema se dirigió a donde estaba Miguel, y empezó a darle crema por toda su ancha espalda,, lentamente, recreándose, pero ¿que coño hacía?. Luego le dio a la parte trasera de sus piernas peludas, que con ese diminuto bañador, llegaban hasta el culo de mi amigo.
Luego Miguel, con los ojos cerrados, y una sonrisa en la boca, se dio la vuelta, dejando su abultado paquete a escasos centímetros de la cara de mi madre, la cual se quedo quieta, sin dejar de mirarlo fijamente, y entonces, para mi sorpresa, empezó a darle crema por la parte de delante, primero las piernas, y luego la barriga.
Era increíble lo mucho que se paraba mi madre en la barriga y los pectorales de Miguel, el cual ya lucia una considerable erección, con las tetas de mi madre a escasos balanceándose al lado de su cara mientras esta, no paraba de mas ajear una y otra vez la barriga de mi amigo.
- ¿Me echas a mi también? - Tuve que decir para cortar a mi madre que parecía como hipnotizada.
- Claro cariño- y cogiendo el bote, empezó por mi espalda, pero desde luego con mucha menos entrega y dedicación que con mi jefe, cunando terminó pro la parte de atrás, me dio el bote, y se marcho a su toalla.
- ¿Y tu Mama no te pones crema? – Pregunté, anticipándome a las intenciones de mi amigo
- No cariño, Que quiero ponerme un poco morena y estas son las mejores horas de Sol.
La verdad es que la isla, era un lujo, solo para nosotros, por lo que viendo que no venia nadie mi madre, en un gesto que me dejo boquiabierto, se desprendió de la parte de arriba del bikini, dejando al descubierto esas tetazas blanquitas, con un pezón enorme y rosadito.
Yo había visto a mi madre hacer Topless una vez en canarias cuando yo era muy pequeño, pero desde aquella vez, jamas le había vuelto a ver las tetas a mi madre, y aun que fuera mi madre, la verdad es que tenía unas tetas enormes y preciosas, y poco caídas para su edad, todo hay que decirlo.
Miguel, no quitaba ojos de los melones de mi madre, y levantándose le pregunto:
- La verdad, es que siempre que vengo a esta isla, aprovechando que no hay nadie, me encanta hacer nudismo ¿ Os importa a alguno si me quito el bañador?
- Que va, pero la crema en el culo que te la eche Marcos,- Dijo mi Madre riendo.
Miguel, sin esperar respuesta, se desprendió de su ya diminuto bañador, y dejo a la vista una buena polla, en semi erección, pero lo que mas me sorprendió, que a diferencia con todo su cuerpo, no tenía ni un solo pelo.
Entonces, acercándose a mi madre, cogió el bote de crema, echo un poco en su mano, y empezó a pasársela, por el cipote y sus huevos, al tiempo que decía.
- No creo que me la eche tan bien como tu, así que voy optar por echármela yo mismo, y tu Marcos, que, ¿no te animas a quedarte en pelotas? , deberías probarlo, es una sensación estupenda
- Eso Marcos, la verdad es que deberíamos practicar nudismo los tres – Me sorprendió mi madre
- No se, la verdad es que no me apetece mucho- Conteste, sin dar crédito a lo que estaba pasando. Mi madre con las tetas al aire delante de mi amigo y jefe, y el en pelotas, embadurnándose al lado de mi madre el pene – Voy a dar un Paseo y ver toda la isla- dije, marchándome hecho una furia de allí, necesitaba poner en orden mi cabeza
Regresé a la media hora y los vi a los dos sentados en la misma toalla uno enfrente del otro, hablando animadamente, pero lo que mas me sorprendió es que mi madre se había quitado la parte baja del bikini, y lucia su coño delante de Miguel sin ningun tipo de pudor. Un coño, que me llamo la atención, pues con lo cuidadosa que es mi madre para su cuerpo, el coño lo tenía totalmente salvaje, con una buena mata de pelo que no lo hacia para nada, atractivo.
No conocía a mi madre, hacia menos de una semana, era una madre normal y corriente, recatada, y ahora, estaba en pelotas en una playa delante de mi amigo y Jefe 20 años menor que ella, pero ¿que mierda estaba pasando?.
Viendo que aun no me vieran esos dos, fui dando un rodeo y me escondí detrás de unas rocas para poder oírlos sin ser visto, quería saber de que hablaban tan animados.
- Que si Mar, que tu aun eres muy joven y Marcos lo necesita, no ves que si no te ve rehacer tu vida, el no va a querer a dejarte sola, y lo estas condicionando para que no vuele libre, dime ¿tu le has conocido alguna novia?
- Pues la verdad es que no. Contesto mi madre -Pero con quieres que salga yo, si todas mis amigas están casadas, y los únicos hombres que conozco, o son los maridos de mis amigas, o amigos de mi hijo como tu, muchos años mas jóvenes que yo, que lo que buscáis son a chicas de vuestra edad
- Que dices Mar, seguro que todos los amigos de tu hijo entre los que me incluyo, estaríamos encantados con una mujer de verdad como tu, es más, desde que te conocí y mas desde el día del cumpleaños de Marquitos, llevo deseando hacer esto.
Y acercándose a mi madre, le estampo un morreo que me dejo helado, pero lo que mas helado me dejo, es que mi madre, en vez de apartarlo y cruzarle la cara, cerro los ojos y le estaba correspondiendo como una quinceañera caliente, tenia que parar aquello como fuera, mi madre y mi amigo en pelotas, morreándose y no se, si con intención de llegar a mas, así que levantándome de mi escondite, hice ruido como si acabara de llegar.
Mi madre se separo bruscamente, estaba roja como un tomate, no se si era por el sol , por que la viera desnuda, o por que le estaba comiendo la boca a Miguel descaradamente.
Me fui hacia ellos y con cara de pocos amigos le espeté a mi madre:
- ¿Y tu que cojones haces en pelotas, no te da vergüenza?
Oye mocoso – Grito Miguel señalándome y levantando la mano - Si no tienes educación te la enseño yo, que sea la ultima vez que le hablas en ese tono a tu madre, por lo menos delante mía.
Gracias Miguel- dijo mi madre. y mirándome con una cara de muy mala leche me dijo : - Para comportarte como un crío fuera mejor que te quedaras en casa. Lo siento Marcos, pero ya tienes 18 años, y yo 51, así que creo que somos lo suficiente adultos, para hacer nudismo si nos da la gana, nadie te manda que tu lo hagas, pero no prives a los demás de disfrutar de ese placer
Esto se estaba yendo de madre, mi madre en vez de reprochar a mi amigo que me riñera, le daba las gracias y encima me llamaba niñato, cuando hacia pocos minutos, estaban morreando como adolescentes.
No se que estaba pasando, pero mi vida se desmoronaba por momentos, baje la cabeza, me di la vuelta y volví sobre mis pasos otra vez, estaba descolocado, hace unos meses, imaginaba mi mayoría de edad como algo fabuloso y lo único que me había traído eran unos problemas inimaginables.
No sabía que hacer, mi cabeza estaba a punto de estallar, las lágrimas asomaban por mis ojos, pero no quería que ese gilipollas me viera llorar, estaba descolocado.
Fui dar un paseo, por la isla, pero era demasiado pequeña para los 3 y en menos de 30 minutos, ya estaba allí otra vez, ahora ellos si me vieron llegar, estaban preparando un mantel en una roca para comer, mi madre seguía en pelotas, y agachada colocando el mantel, se le veía todo su generoso culo, que con la postura dejaba ver que al igual que su coñito, le sobraba algo de vello.
Miguel estaba sacando las cosas del barco, y acercándose a mi madre con la empanada en una mano y sin importarle que yo estuviera a escasos metros de ellos, le dio un sonoro cachetazo en el culo desnudo de mi madre al tiempo que le decía.
- La verdad es que lo que me apetece es comerme otra cosa, un buen bocado de uno de estos sabrosos jamones.
- Conformate con la empanada. Rió mi madre sin importarle lo mas mínimo el cachetazo
Comimos los tres, yo en silencio y ellos dos riendo animadamente, hablando de lo maravilloso de la isla y de lo cómodo que era tener la playa para ti solo. Fue la comida mas horrible de mi vida, con mi madre y mi amigo en pelotas charlando, y yo sin saber a donde mirar, así que acabé rápido y me fui a dormir a la toalla mientras ellos recogían.
No daba pegado ojo, las imagenes del coño peludo de mi madre y de su culo, no salian de mi cabeza, y la de Miguel y mi madre morreando, me hacia que el estomago se retorciera, tenía que hacer algo, ¿ pero qué?, las veces que había intentado llamar la atención ami madre, había recibido una bronca y tratado como un niño pequeño. En eso estaba pensando cuando los dos vinieron a donde estaban las toallas, cogieron sus chanclas y pensando que estaba dormido, se marcharon dar un paseo, en cuanto se alejaron un poco, me levante y de lejos los seguí.
Ellos iban charlando animadamente, cuando Miguel le paso a mi madre el brazo por encima del hombro para cogerla, dejando su mano prácticamente en su teta y lo único que hizo mi madre, fue arrimarse más a el y mirarlo bobamente con una sonrisa, siguieron andando un cachó, hasta que acabándose la playa, Miguel señalando algo en el horizonte, se quedo mirando para mi madre y sin mas, le volvió plantar otro morreo. Mi madre se dejaba hacer y Miguel puso sus dos manos en el culo desnudo de mi madre, al tiempo que dejaba de besarla y bajaba su boca a uno de los generosos pechos de mi madre, la cual, al ver la cara de mi amigo entre sus tetas, cerro los ojos , mordiéndose los labios. Demostrándome que esa comida de tetas le estaba llevando al éxtasis.
Mi amigo no contento con la comida de tetas con la que estaba homenajeando a mi madre, quito una de sus manos de su culo, para llevarla directamente a la entrepierna de mi progenitora, lo que hizo, que esta, soltara un pequeño grito, a la vez que abría un poco las piernas para dejar actuar la inquieta mano de mi amigo, el cual con todo este sobeteo, tenía una erección de campeonato.
Miguel pasaba de una teta a otra con la lengua, sin dejar de masajear el peludo coño de madre, la cual no paraba de jadear dando pequeños gritos, cuando con las dos manos cogió la mano de Miguel que estaba jugando con su conejito, para sujetarla al tiempo que tensaba todo su cuerpo, lo que me hizo ver, que se había corrido como una autentica puta.
Cuando pararon los espasmos, abrazo a mi jefe, y le estampo un morreo, haciendo que este, levantara la cabeza de sus tetas.
Tras mas de un minuto comiéndose la boca, mi madre separándose un poco, cogió la polla de su nuevo amante, y mirándolo con una sonrisa de zorra que nunca le había visto hasta aquel día, le dijo:
- Muchas gracias, creo que te debo una, y cogiendo el pollón de mi amigo, se agacho y se metió la mita que le cogía en la boca, deborándoselo como una autentica actriz porno, no me creo que esa boca, llevara mas de 5 años sin tragarse una verga, por que desde mi posición se veía que lo hacia de maravilla.
Miguel por su parte, cogió la cabeza de mi madre y con movimientos acompasados, le follaba la boca al tiempo que le decía:
- Si mi putita, traga todo, ya te dije que este fin de semana te ibas a hartar de leche, que bien lo haces, te voy a nombrar mi chupa pollas oficial.
Y acelerando los movimientos, empezó a correrse en la boca de mi madre, la cual en vez de apartarse, se la trago toda, relamiendo el capullo como si de un chupa-chus se tratara
- Me encantara se tu chupa pollas – le contesto mi madre, - Pero lo que estoy deseando es que me rompas el coño, con esa pedazo de tranca que tienes. Pero sera en otro momento, por que se va a despertare mi hijo, y si ya esta insoportable, si pilla a su amigo follando a su mama, la que se puede liar.- le dijo riendo.
Y los dos cogidos de la mano emprendieron camino de vuelta hacía donde teníamos las toallas y yo debería estar durmiendo, en vez de presenciar a mi madre comportarse como una autentica puta, y justo con el chico que era mi amigo y jefe.
Volví apresuradamente a mi toalla y me hice el dormido cuando llegaron.
-Lo ves, el niño aun está durmiendo, no tenias de que preocuparte. Le dijo Miguel a mi madre.
- Mejor así, haber si por la noche sale dar un paseo, y nos deja la casa para nosotros, que llevo mas de 5 años deseando que me vuelvan a follar como dios manda, que desde que murió mi marido, lo único que me calma es un dedo de vez en cuando, y la verdad no es lo mismo
- Pues no te preocupes, que hoy vas a tener ración de polla. Pero antes, tenemos que arreglar ese monte que tienes ahi. Lo vamos dejar como mi polla, dijo Miguel al tiempo que se la sacudía con la mano hacia mi madre.
- La verdad es que así afeitada, nunca había visto una, y tengo que reconocer que es un placer comérsela.
Contestó mi madre agachándose a escasa distancia de mi y volviendo a meterse la polla de mi amigo ahora semi flácida en la boca.
Le pego un par de chupetones e incorporándose, le planto un morreo a Miguel, luego se abrazó a el y cogiéndole el pollon con un mano le susurro al oído.
- Me voy a volver una adicta a tu rabo y a tu leche.
La polla de mi amigo con el magreo, volvía a estar en pie de guerra y mi madre no la soltaba, pajeándola lentamente, a lo que mi amigo cogiéndole la mano a mi madre, la paro, diciendole.
- Tranquila putilla, ya se que tienes unas ganas locas de que te folle, pero si sigues calentándome, voy a follarte aquí, delante de tu hijo.
Entonces, me moví y los dos se separaron bruscamente, yendo cada uno a acostarse a su respectiva toalla, yo hice como si acabara de despertarme e incorporándome, me fui hacia el agua, con tanto espectáculo porno, necesitaba refrescarme
Buenas tarde cariño- Dijo radiante mi madre – Qué ¿ya estás menos enfadado ?
No estoy enfadado, solo sorprendido- Conteste de mala gana – Simplemente no sabía que tenias tanta necesidad de enseñar tu mata de pelos, dije para joderla.
No te preocupes por eso - dijo mi madre sin ofenderse lo mas mínimo- que cuando llegue a casa lo soluciono, si me deja Miguel una maquinilla de afeitar.
Claro que te la dejo encantado – rió mi amigo – Es mas si quieres te ayudo par que no te cortes, que afeitar esa zona tan delicada, es para manos expertas
Yo me zambullí en el agua y empece a nadar mar adentro, estos dos no se cortaban un pelo, no sabia que coño hacer, mi madre parecía otra y hasta entonces el que era mi amigo, pasaba de mi como de la mierda para centrarse en sobar a mi madre e intentar follársela.
Nade un rato, intentando despejarme, cuando volví a la arena, para mi sorpresa, los dos tenían puesto por fin el bañador
- Venga, vamos a ir recogiendo, que después se hace tarde para volver- Me dijo Miguel
Metimos todo en la barca, y nos marchamos de esa maldita isla, en dirección a lo que seria mi nueva vida, una vida en la que mi adorada y responsable mama, se convertiría en una puta sumisa de un hombre casi veinte años menor que ella.