Mi madre paga sus deudas

Mi madre aprenderá a comportarse de ahora en adelante

Estaba yo tan tranquilo en mi casita, en mi sofá cuando escucho la puerta, me levanto un poco  de mala hostia ya que no me gusta que me interrumpan y voy a abrir. Me encuentro con mi madre. Ella era alta, de 45 años, guapa, de ojos marrones y cabello castaño peinado en una coleta, gafas de montura metálica, pechos medianos y culo mediano, trabajaba como ama de casa. Resumo no más, mi madre y yo acabamos discutiendo hace unos años, me dijo cosas terribles y supuso mi independencia de casa, no volví a hablar con ella, ni por Navidades siquiera.

-Hijo ¿me dejas pasar?-preguntó ella

Se veía bastante mal, llevaba las uñas sin arreglar, su ropa estaba sucia, tenía varios arañazos en el rostro, su cabello estaba desordenado y salpicado de canas, llevaba dos maletas consigo

-¿Qué quieres?-le pregunté yo de muy mala uva

-Tu padre me ha echado de casa, ha metido a su amante y me ha echado, no tengo donde dormir, llevo dos semanas en la calle, déjame quedarme-suplicó ella

-¿Porqué debería hacerlo? ¿Recuerdas lo que me dijiste?-pregunté yo

-Por favor, olvida eso, eres mi última opción-sollozó ella poniendose de rodillas

-Vale, vale, no me montes el numerito en el portal, entra-le dije yo

-Gracias-dijo ella. Se levantó para darme un beso, pero yo la rechacé

-Hay varias cosas que tienes que saber-dije yo

-Dime-dijo ella

-Esta es mi casa, no tu casa, si digo que te vas, te vas-dije yo

-De acuerdo-dijo ella

-Me harás caso en todo, como si te digo que te tires por un puente-dije yo

-Vale-dijo ella

-Está bien, te pongo en situación, vivo solo, en este piso y tú eres mujer, así que tendrás que acatar unas órdenes-dije yo

-¿Cuáles?-preguntó ella

-Pues ya sabes, limpiar, cocinar, ese tipo de cosas que hacen las mujeres-respondí yo

-Eso es un poco machista-dijo ella

-Es una de mis condiciones, la otra es que tendrás que satisfacerme-dije yo

-¿De qué manera?-preguntó ella

-Ya lo sabes mamá-respondí yo

-Pero hijo, no podemos-dijo ella adivinando mis intenciones

-Puerta-dije yo señalando la puerta

-¿En serio me vas a obligar a tener sexo si quiero quedarme aquí?-preguntó ella

-Y tú obedecerás encantada-dije yo

-Bien, empecemos pues-dijo ella lanzándose

-Espera, no tan rápido-dije yo

La llevé a mi cuarto y la observé, cogí su barbilla con una mano y la besé, ella lloró

-Por favor, no llores-dije yo

-Es que no me puedo creer que me estés obligando a hacer esto-dijo ella

-Esto es así, lo tomas o lo dejas-dije yo, era mi modo de vengarme de ella

-Lo tomo-dijo ella

Yo seguí besándola y paré mis manos por su culo apretándolo mientras ella se agarraba a mi espalda

-No seas así, bésame tú también-dije yo

Ella me besó tímidamente y yo le metí la lengua en la boca y jugué con su lengua

-Eres preciosa, cuántas veces me la casqué pensando en tí-dije yo pasando una mano por su mejilla

Procedí a desvertirla, le quité su suéter granate y se quedó en sujetador, bajé los pantalones de sport negros y vi sus muslos y sus piernas, sus bragas sucias

-No me mires así ¿podría darme una ducha antes?-preugntó ella

-No, déjame probarte-dije yo olisqueando su cuerpo

Le quité el sujetador y se quedó con las tetas al aire, caían un poco y tenían los pezones duros

-Estás excitada-dije yo metiendome uno de sus pezones en la boca

Pusé mi dedo sobre su braga y lo metí dentro de su coñito

-No, no hagas eso-pidió ella

Olisqueé sus axilas, cubiertas de un suave vello, olían tan bien, y pegué mi nariz a sus olorosos pelos olisqueando con más fuerza. Le bajé las bragas y me las llevé a la nariz

-Esto me lo guardo para mí-advertí tirando las bragas lejos de ella

Pasé mi mirada por su coñito, estaba sucio, con mucho vello rizado castaño y algo de gris, apenas se veía el clítoris

-Túmbate en la cama y abre tus labios-ordené yo

Ella me hizo caso y pude ver su interior rosado, acerqué mi boca y chupé su nectar, aunque lo negara, yo sabía que estaba excitada, se notaba. Seguí chupando hasta que se corrió y se tumbó en la cama a llorar, con un brazo se tapó la cara, yo lamí cada gota de su semen y me levanté

-Venga, venga, no más dramas-dije yo

Me quité el pantalón y le enseñé mi polla, de 18 cm, ella se arrodilló frente a mí y lo cogió con una mano, con una mueca de asco se lo metió en la boca y lo lamió

-Muy bien mamita-dije yo

Ella empezó a chupar mi pene haciendo sonidos guturales con su boca mientras yo le posaba una mano sobre su pelo y lo enredaba en mi dedo

-Vas a conseguir que me corra-avisé yo en un susurro

No avisé cuando me corrí, simplemente empujé su cabeza hasta mi pubis y allí la mantuve hasta que terminé de correrme, entonces lentamente separé su cabeza de mí, ella me miró por encima de sus gafas con expresión de reproche y limpió mi polla, luego se tragó toda la corrida

-Sensacional-dije yo tumbándome en la cama

-¿Puedo irme ya?-preguntó ella

-No, todavía queda el gordo, ven aquí-respondí yo

Manteniendo mi polla erecta, ella se colocó encima y fue bajando hasta que se metió toda mi polla dentro suya, fue haciendo moviminentos con sus caderas mientras yo acaricaba su culo, la empujé para que sentara encima mío y quedar con sus pechos apretados contra los míos y nuestras caras a cm, mientras seguíamos follando.

-Me gustas mamá-dije yo

-¿Qué?-preguntó ella

-Sí, me gustas, desde chico, me hacía pajas pensando en tí, en tu cuerpo, en tu preciosa cara y ahora que te conozco mejor, me encantan tus vellos y tus canitas- respondí yo

-Hijo, no podemos hacer esto, recapacita-dijo ella

-¿Porqué no mamá? Estamos los dos solos, nadie nos conoce, hagamos nuestra vida juntos-dije yo

-Pero...-replicó ella

-Shhh, no hay peros-dije yo

Cambiamos de posición y se quedó ella bocaabajo y yo penetrándola desde atrás, con su culo en primera plana, yo le di cachetes en el culo y ella por primera vez empezó a gemir, aunque no sé si de placer o dolor

-Con cuidado-dijo ella

-Cállate-ordené yo, cada vez más cerca del orgasmo

-No te corras dentro-pidió ella

-Me correré donde yo quiera y he dicho que te calles-dije yo dándole un guantazo en la cara

-Aahhh-dijo ella al recibir el guantazo

Se quedó en silencio el resto del tiempo hasta que avisé que iba a correrme, entonces la giré y la puse bocarriba, cogí sus piernas y me impulsé hacia delante llenando su coño con mi corrida

-Te has corrido dentro, podrías preñarme-sollozó ella

-Sí, ojalá, será tu castigo-dije yo

-¿Mi castigo por qué?-preguntó ella

-Por decirme lo que me dijiste y por no obedecer, ahora cargarás con el fruto del incesto-respondí yo

-¿Puedo marcharme ya o vas a seguir humillándome?-preguntó ella

-Aún hay más, tengo una serie de normas-respondí yo

-Dilas-dijo ella secándose las lágrimas

-1º, me gustan tus canas, no volverás a teñirte hasta que yo te lo ordene, quiero ver cuánto tarda en ponérsete blanco.

2º, te permito ducharte, pero 1 vez cada 2 semanas, me gusta tu olor a mujer, a sucio.

3º, en la ducha yo mismo te depilaré y te dejaré a mi gusto, no podrás quitártelo bajo ningún concepto.

4º Siempre me correré dentro de tí e intentaré preñarte, eres joven aún y puedes dar algunos hijos por unos años más.

5º, como he dicho antes, me harás la comida y limpiarás la casa, serás mi esclava hasta que me canse de ti.

6º, tienes prohibido usar ropa dentro de casa, caminarás a 4 patas y harás tus necesidades donde y cuando yo lo convenga.

7º, responderás a los apodos que yo te ponga.

8º, te dirigirás a mí como "señor", "amo" o "hijo", esto último para humillarte recordándote que estás follando con tu propio hijo.

9º, dormirás aquí, en el suelo como la perra que eres.

-¿Algo más?-preguntó ella

-Sí, pásame tu cartera y tu móvil, déjame puesta la clave, mientras yo reviso tu vida tú vete a vaciar tus maletas y tráeme tus bragas, los sujetadores los tiras a la basura-ordené

Mientras ella obedecía yo revisé su monedero, apenas cinco euros, en su móvil encontré la razón por la que mi padre la había echado y no era por una amante. Mi padre encontró a mi madre y a Óscar, compañero del trabajo, en su cama. Mi padre echó a mi madre y ella buscó consuelo en Óscar, pero él le dijo que no y amenazó con llamar a la policía si volvía a molestarlo

Fui tras ella, que estaba seleccionando ropa interior

-Me has mentido-dije yo

-¿Cómo?-preguntó ella

-Mi padre no te echó por una amante, te echó porque te acostabas con Óscar, serás puta-dije yo

-Hijo, tu padre no...no funciona bien en la cama-dijo ella avergonzada

-¿Y Óscar sí?-pregunté yo

-Bueno...-dijo ella mirando al suelo

-Te vas a enterar, contra la pared-grité

La empujé contra la pared y le di azotes en el culo, luego le metí un dedo por él

-No hijo, por ahí no-suplicó ella

-¿Qué pasa?¿Eres virgen?-pregunté

-Sí, y además, estoy sucia-respondió ella

-Pues te jodes-dije yo

Le metí mi polla sin miramientos por el culo y ella dio un grito de dolor mientras se le desgarraba el culo

-Me haces daño-dijo ella mientras soltaba lágrimas

-Me suda la polla-dije yo aplastando su cabeza contra la pared de yeso. De tanta presión que ejercía sobre la pared una de las patillas de las gafas se le clavaba en la sien

-Mis gafas-jadeó ella

La separé de la pared y de un manotazo se las tiré al suelo, luego volví a empujarla contra la pared mientras aceleraba el ritmo de mi follada anal y al final acabé en todo su culo

-Aprieta bien el culete, que no salga nada-dije yo dándole unas nalgadas

Ella se quedó de cara a la pared, llorando, se puso de rodillas, yo le quité sus pendientes, anillos, me llevé su ropa interior y sus gafas rotas

-Hasta que no aprendas a comportarte no tendrás más lujos, tira esos sujetadores, que no tenga que repetirlo-dije yo saliendo de la habitación.