Mi madre, mi Tia y su hijo se conocen muy a fondo.
Marta llega a su casa y para su sorpresa descubre a su querida madre teniendo sexo duro con su amado primo Javier, en la casa de su tía contempla y participa en una sesión de incesto entre madre e hijo.
Este relato erótico, aunque se pueda considerar una continuación de
“Dandoselo todo a mi querida madre”,
no es necesario leer ningún relato anterior, más si cabe por el hecho de que está escrito por mi prima hermana, Marta.
Aunque no es la primera vez que mi madre se trae un hombre a casa, nunca había sido tan escandalosa haciendo el amor.
Aunque no la culpo porque ella no sabe que estoy en casa, he vuelto porque mi amiga se ha reconciliado con su novio y no me gusta salir sola de marcha.
Creo que a mi madre se la estan follando de pie, posiblemente frente a la puerta del armario.
Ya ha dicho en varias ocasiones:
- Me estas destrozando por dentro.
Y después no paro de escuchar sus bufidos y gemidos.
Sospecho que el amante de mi madre debe tener una buena herramienta entre las piernas, en ese momento imagino que termina con mi madre y me hace una visita para probarme a mi.
Imagino que me resisto, que me rompe toda la ropa y me trata rudamente y despues me follla.
Me imagino a mi misma llorando mientras me penetra y mi madre jaleando a esa bestia salvaje, con un pene que alegraría a una yegua por su tamaño.
Imagino a mi madre diciendo:
- Follate a esa pequeña zorra, dejale el coño tan escocido que le cueste andar, que sepa lo que es sentirse bien follada.
Comienzo a acariciarme el clítoris y acabo masturbandome, me hubiera gustado utilizar el consolador pero me da miedo que el sonido de la vibración alerte a mi madre y a su pareja sobre mi.
Llevo una semana obsesionada con mi Primo Hermano Javier, estoy enamorada de él desde los trece años.
Me daba clases de matemáticas en su casa, hasta que se casó con su novia Patricia.
Yo mas que nada por despecho empecé a salir con un Ni-Ni muy aficionado a los gimnasios.
En la cama era un verdadero desastre, las contadas ocasiones en las que hacíamos el amor, no duraba ni 15 segundos, con lo cual siempre acababa teniendo que masturbarme.
Lo único bueno que saqué de esa relación es que me aficione también a los gimnasios y pase de ser la chica delgada y alargada que era en mi adolescencia a ser una mujer orgullosa de su cuerpo bien formado y cuidado.
Cuando empecé a ir a la universidad, me di cuenta que esa relación no me llevaba a ninguna parte, por eso decidí cortar con Alfonso, mi novio.
Hasta que hace dos semanas me entere que mi Primo ya no estaba casado y que vivía con mi tia Helena, su madre.
Decidí visitarlos, una de mis razones era la de desmitificar a mi primer amor y así cerrar una etapa de mi vida.
La otra razón es que lo echaba de menos, siempre me trató bien aunque nunca supo lo que sentía por él.
Fui a comer a su casa y resulta que no solo seguía enamorada de él, todavía peor, aun sentía más amor que en plena adolescencia.
Verlo esa noche tocando el pecho de su madre, mientras ésta dormía desnuda e imaginarme a mi misma recibiendo esa mano, hizo que poco antes de dormir ( esa noche me quede en la habitación de los invitados), insinuara de forma ambigua y un poco velada que deseaba lo mismo pero con otro final.
Esa mañana en vez de quedarme como Javier me pidió la noche anterior, me fui de su casa, muy avergonzada y sobre todo triste por pensar que al igual que cuando era una adolescente él nunca me amaría.
Un estruendoso golpe en la habitación de mi madre, me saca de mis procesos mentales.
Escuchó un profundo y sonoro gemido de satisfacción de mi madre, parece que acaban de terminar su sesión de Folleteo.
Mi madre empieza a hablar, por curiosidad morbosa pongo el oído en la pared.
- Quédate esta noche, Marta nunca entra en la habitación cuando la puerta está cerrada.
- Debo irme, no he avisado en casa y no quiero que se preocupen.
La voz del amante de mi madre me parecía sospechosamente conocida,por no decir familiar y desde luego no era la voz de mi padre.
- Estoy segura que no es la primera que no vuelves a casa en toda la noche.
- Desde que estoy divorciado, creo que nunca.
- Hace años que estaba deseando esto, no hagas que sea tan corto.
- “Lo bueno si breve dos veces bueno”.
- Te dejare que me abras el culo con esa maravilla que tienes entre las piernas, aunque sospecho que me lo vas a destrozar.
- Vine preguntando por Marta y mira cómo hemos acabado.
El mundo se me vino abajo cuando me di cuenta, que el amante de mi madre era su sobrino Javier, el hombre que yo amaba.
Mi madre seguía intentando convencer a mi primo para que se quedase o al menos para que se la follase de nuevo.
Pensé salir de la habitación decidida a montar un espectáculo, pero acabe abriendola sin hacer ruido y mirando por el rabillo de la puerta que mi madre no había cerrado del todo, estaba segura de que no me podían ver porque ellos tenían la luz encendida de la habitación y fuera estaba la casa oscura.
Javier se acababa de levantar de la cama y se empezaba a poner los Slips sentado en un borde de esta, en eso que mi madre se pone detrás de él y le coge con las dos manos el pene.
El pene de mi primo que en estado de reposo ya tiene un tamaño espectacular empieza a crecer, desde atrás mi madre besa a Javier y él la corresponde.
En menos de 30 segundos, la inmensa mole de carne que tiene Javier entre las piernas, está en su pleno apogeo y preparada para otra faena, mi madre sabe calentar a los hombres.
En el pasillo estoy yo, mirando anonadada como tia y sobrino se disponen a entregarse de nuevo a su pasión incestuosa.
Javier se da la vuelta y cogiendo a mi madre del culo, la pone de pie, la hace darse la vuelta y agacharse como si fuese a recoger algo del suelo.
Sin ningún miramiento con una mano apunta su gran pene y con la otra abre los labios de la vagina de mi madre.
De una sola embestida, le introduce ese pene que por grosor haría feliz a más de una potranca, Mi madre resopla y Javier la agarra bien las nalgas, se mantiene callado y parece muy concentrado.
- Javieeeeeerrrr, mi querido sobrino.
- Ahhhhhhhhhh, estas haciendo muy feliz a tu tia.
Yo estaba en ese momento extremadamente enfadada, con el camisón y sin bragas en medio del pasillo, por mis piernas noté algunas gotas de fluido, la realidad es que por un lado estaba furiosa y por el otro mi cuerpo me estaba pidiendo entrar en la habitación para calmar mi deseo con la magnífica polla de mi primo hermano Javier.
Eran sentimientos contradictorios, quería dejar de mirar, pero estaba como hipnotizada mirando a mi madre y a mi primo como follaban.
Sin esperar a que terminasen, me fui a mi habitación sin hacer ruido y me vestí iluminada por una linterna, mi madre había empezado a chillar de placer, asi que aproveche y sali de casa.
Cogí el coche y empecé a conducir para relajarme, y empecé a utilizar la lógica.
La conclusión era que si me hubiese quedado, aunque Javier me deseara, dudaba que tuviese fuerzas para hacerme el amor después de dos repasos a mi madre, aparte del embolado que se montaria en la casa de mi madre por haberlos descubierto.
Javier no era nada mío, por lo tanto no podía echarle en cara que se hubiese acostado con mi madre.
Al final decidí visitar a mi tía y mientras llegaba a su casa se me ocurrio un plan.
Mi tia Helena todavía no se había ido a dormir y cuando llegue le explique todo lo que había visto.
Siempre había visto a mi tía Helena como una mujer muy comedida, aunque me extrañó mucho que no se enfadara, ni mostrase algún atisbo de indignación, lo único que contestó al respecto:
- Era cuestión de tiempo, en la Boda de Javier no se cortó un pelo.
Le explique el plan que se me había ocurrido, y lejos de parecerle mal lo considero muy interesante, además de darme todo su apoyo por estar enamorada de su hijo.
Para que todo funcionase a la perfección debía quedarme a dormir esa noche.
Serían las 1:30 de la madrugada cuando nos fuimos a dormir, eso sí con las habitaciones cerradas con el paño.
Javier llegó a las 2:25 de la madrugada, algo después supe que mi madre había conseguido su deseo de ser perforada de nuevo por tercera vez esa noche.
El sabía que yo estaba en la casa, porque habria visto mi coche en la entrada del parking.
Javier le mandó varios Whatsapp a su madre, al ver que las dos habitaciones estaban cerradas, al no tener ningún tipo de respuesta se fue a dormir.
Tanto mi tía Helena como yo misma estábamos despiertas cuando Javier se fue a correr a las 10:30, pero no salimos de nuestras habitaciones hasta estar seguras que se había ido.
Desayunamos y empezamos la preparación del escenario.
Lo primero que hicimos fue poner música ambiental, Helena puso música de
Kitaro
, cuando llevaba 20 minutos escuchándola me di cuenta que era la música perfecta para lo que íbamos a hacer.
Serían las 11:55 cuando Javier, le mando un Whatsapp a su madre:
- Javier: Porque teníais las puertas cerradas ??????.
- Javier: Porque esta Marta en casa???????.
- Helena: Duchate te estaré esperando en la piscina, el que me tienes que dar explicaciones eres tu, no yo.
Siguió mandando mensajes a su madre, pero ella no le hizo caso, yo estaba encerrada en la habitación de los invitados y Helena en la zona de la piscina.
Intento entrar en las dos estancias, pero cuando vio que estaban cerradas fue a ducharse.
En cuanto escuche el sonido de la ducha me fui corriendo a la piscina, tanto Helena como yo misma, nos habíamos puesto los bikinis mas provocativos y pequeños que encontramos en la casa, los dos eran de los que tenían un nudo a los lados.
Nos tiramos al agua y buceamos y esperamos expectantes a que el sonido del agua de la ducha terminase.
Cuando acabó de sonar el agua de la ducha, Helena se sentó en el borde de la piscina de espalda a la puerta con las piernas abiertas, yo me acerque a ella y quitamos los nudos de la parte de abajo de su bañador, lo cual dejó expuesto un precioso, maduro y bien depilado coño a la vista y a la altura de mi boca.
No me considero lesbiana, ni nada parecido, pero tal y como me enseñó una amiga a masturbarme a los 13 años, siempre es mejor que te masturbe otro, la boca y la mano son una cosa, el sexo con penetración o el amor otra muy diferente.
Helena me advirtió:
- Es mi primera vez, se cuidadosa.
- No te preocupes, Tía Helena, creo que te gustara.
Cuando hice contacto con mis labios en los de la vagina de mi tías, ella tuvo un escalofrío, cuando empecé a meter la lengua dentro y empecé a trabajarme el clítoris, agarró con suavidad mi mojada cabeza y empezó a gemir, le estaba costando no cerrar las piernas.
Yo estaba absorta en la comida de coño de mi Tía Helena y me pareció curioso que su vagina tuviese sabor a fresa, y es que antes de empezar, se había puesto un poco de lubricante.
Tan metidas en faena estábamos que no vimos como Javier se había quedado quieto como una estatua en la puerta de la piscina.
- Mama, ¿qué estás haciendo?, piensa que Marta está por aquí, y te puede ver.
Y es que Javier no me había visto a mi, porque el cuerpo de mi madre me escondia de su vision.
- La pregunta es: ¿Qué hiciste tú ayer?.
Entonces saqué la cabeza y mi primo me vio.
Mi tia se ató el bikini y se levantó, se secó un poco, yo salí de la piscina e hice lo mismo.
De pronto, Mi tía salió de la estancia de la piscina y mi primo y yo nos quedamos a solas.
- Marta, ¿Que está pasando?.
- Tu madre sabe que ayer te tiraste a su hermana, mi madre.
Lo vi muy preocupado, reconozco que me dio lastima.
- Fui, a verte a ti, pero tu madre se me tiró encima.
- Primo, podías haberte resistido un poco, os estuve escuchando.
- Prima, pensaba que teníamos algo especial, además, tu hace un momento le estabas comiendo el coño a mi madre.
Me acerque a él y le aparté empujando su pecho con las dos manos, a lo que él automáticamente reaccionó cogiendome de los brazos y agitandome.
Lo volví a empujar y el me cogio y me agito con más fuerza, sin venir a cuento me cogió del cuello violentamente.
Parece que estaba muy furioso, lejos de estar asustada, lo que estaba es muy excitada.
Sin dejar de tenerme cogida por el cuello, deshace los nudos de mi bikini, tanto el de la parte de arriba como el de la parte de abajo, y me veo totalmente desnuda frente a él.
La cabeza de su pene sobresale por su chándal, se baja el chandal sin dejar de apretarme el cuello.
El descomunal pene de Javier está en contacto, con mi ombligo, y me doy cuenta que si no le pongo remedio me va a follar allí mismo.
Con un poco de dificultad, debido a su mano en mi cuello, le digo en tono amenazante.
- Aquí no me vas a follar.
Y de un golpe me quito su mano del cuello, me voy corriendo a la habitación de invitados y me tumbo en la cama con las piernas totalmente abiertas.
El me sigue y sin mediar palabra, se acerca a la cama e intenta metermela, yo pongo una mano tapando mi vagina, para que no me penetre.
- Primo, estoy muy enfadada por lo que hiciste ayer, y cuando me enfurezco no lubrico y con esa cosa que tienes entre las piernas me harías mucho daño.
Si quitarme la mano de mi coño, me levanté y me diriji a la habitación de su madre, allí estaba totalmente desnuda y haciéndose la dormida como la semana pasada, con la diferencia que ahora sabía que estaba despierta.
- Acaso quieres que toque la bocina de mi madre,
-dijo con cierto sarcasmo
. * No, querido primo hoy subimos el listón, comele el coño a tu madre, doy fe de que le sabe a fresa.
Indignado, pero eso si con todo su pene totalmente erecto me contesta:
- Pero es mi madre, eso no debo hacerlo.
Querido primo, ayer te follaste a su hermana, solo te estoy pidiendo que le pegues unos lametones a tu madre para ponerme lo suficientemente cachonda para que me puedas follar, es más para ayudarte, me pondré al lado de tu madre con las piernas abiertas y me tocaré, ya veras que no es tan traumático.
Le dije yo con algo de ironía.
Era una mentira y gorda, yo estaba desde que me cubrí el coño con las manos para impedir que me penetrara Javier en la habitación de invitados tan mojada y lubricada que podría haber utilizado una lima de carpintero como consolador.
Javier levanto un poco las piernas de su madre y empezó a lamer.
Ver a mi primo tan cerca, comiendo el coño de mi tía, su madre, me tenía tan excitada que solo tocarme los pezones, tuve mi primer orgasmo, ya no os digo nada, cuando me empeze a meter los dedos y a acariciar mi clítoris.
Javier se manejaba bien con los coños, así que cuando empecé a escuchar los gemidos (Dormida) de mi tia, me propuse que me tocaba a mi gozar de la lengua de mi primo.
- Ahora chupamelo a mi.
En toda mi vida, he tenido una sensación tan placentera como la de mi primo comiendome la vulva, y masajeandome con la nariz el clítoris, al cuarto orgasmo decidí que todavía podíamos presionarlo un poco más.
Lo malo es que lo que iba a hacer ahora estaba fuera de guión y no había sido acordado previamente con mi Tia Helena.
Pensándolo bien, lo peor que podía pasar es que si mi tía consideraba que la situación se nos había ido de las manos o no quería hacer algo solo tenia que hacer que se despertaba.
- Querido primo, todavia no estoy suficientemente mojada, creo que necesito un poco más de morbo, deja de comerme el coño y prepara tu polla para penetrar a tu MADRE.
- QUEEEEEEEEEEEE.
- Que quiero, querido primo hermano, que le metas la puntita a tu madre, si solo le introduces un poquito de tu miembro no sería pecaminoso.
- Marta, estás loca.
- Venga Primo, si está dormida y ademas despues follaremos, te dejare que hagas conmigo lo que quieras, piensa que mi culo es virgen.
- NOOOOO, me niego.
- A ver, Querido Primo, tu boca dice una cosa y tu polla justamente la contraria, si tanto te preocupa el penetrar a tu madre, no la tendrías tan erecta ¿No crees?, es más parece que ahora está mucho más dura que antes.
- Esto no puede salir de aquí.
- “Lo que pasa en la casa de Helena, no sale de casa de Helena”, no te preocupes, piensa que te he visto haciendoselo a mi madre.
- Ok.
Al momento veo como con suma delicadeza, coge las piernas de su madre y se las pone en los hombros, besa el tobillo izquierdo de su madre, después el derecho que los tiene a la altura de su cara y empieza en introducir su polla poco a poco.
Os juro que como mujer no sabía que podíamos tener un orgasmo sin tocarmos, sólo mirando, este orgasmo fue tan intenso que me dejó como borracha, creo que toda mujer debería experimentarlo al menos una vez en su vida.
Cuando me recupere, me di cuenta que en la cara de Helena se dibujaba una sonrisa de satisfacción, cada vez le costaba más disimular su placer.
- Primo, te dije que solo la puntita, y ya la tiene toda dentro, parece que no me haces ningún caso, esto merece un castigo.
Me sentía muy a gusto en este papel, así que le ordene que se follara a su madre, Reconozco que senti un escalofrio de placer cuando pensé en la situación, nunca en toda mi vida había estado delante de una situación tan morbosa, y mira que ver follar a tu madre con tu primo no está precisamente exento de morbo.
Mi primo hermano empezó a follar a mi Tia, con movimientos lentos, como si no quisiera despertarla.
A mi me falto tiempo para ponerle las manos encima de la boca a mi tia y taparle la nariz para que no respirase, 45 segundos después le fue imposible disimular más e hizo que se despertaba, con cara de sorprendida (muy bien actuada), me miro a mi y miro a su hijo que seguía bombeando como si no hubiera pasado nada.
Chillo con una actuado enfado;
- ¿Que estáis haciendo?.
- Querida Tía Helena, le dije a mi primo que si quería hacerme el amor, antes tenía que comerte el coño e introducir la puntita, pero parece que se le ha ido de las manos, ¿Deseas que tu hijo deje de follarte?.
Mi tia se mordió el labio inferior y cerró las manos como si se agarrase a las sábanas blancas de la cama, daba la sensación de que esperase que las embestidas fueran a ser muy bestias.
Javier en ningún momento había dejado de moverse en el coño de su querida madre, eso si se había ralentizado bastante.
Por favor, quiero que acabe dentro de mi
dijo mi tía casi implorando.
Javier en cuanto escuchó estas palabras cambió de golpe su forma de follar a su madre, paso de los suaves movimientos de bombeo a violentas embestidas que movían la cama, los pechos de mi tía se movían hacia delante y atrás, bese uno de sus pezones rosados al otro le di un mordisquito con mis labios.
Mi Tia Helena alternaba bufiditos de placer con jadeos profundos a cada rudo golpe de cadera de su hijo, se notaba a la legua que le gustaba el sexo duro.
Ver como mi primo se follaba a su madre de forma tan feroz, me excitaba sobremanera, pero, ¿Quería yo ser follada de esa manera por el que había sido siempre mi amor platónico?.
Acariciaba a mi tía, sus pechos y le besaba el cuello, de reojo, advertía que mi primo Hermano Javier a pesar de parecer tener toda su concentración en hacer gozar su madre, me miraba con un deseo que a la vez me atraía y me asustaba, tenía la extraña sensacion de que nos estaba follando a las dos, a mi en su mente y su madre en cuerpo, era como un depredador erotico.
Mientras paso mis manos pausadamente por el ombligo y el monte de venus de mi tía, ella me coge fuerte de la mano y empieza a temblar muy suavemente unos segundos y pronuncia casi en un susurro;
- Hijo.
Como si tuviese un escalofrío, tiene un temblor más fuerte, me aprieta más fuerte la mano y después la relaja al igual que todo su cuerpo, observó en su cara una sensación de paz y satisfacción que no había visto nunca antes en ninguna otra mujer.
Antes que me recupere de la visión de mi tia orgasmando, unas 7 u ocho arremetidas después del orgasmo de su madre, mi primo dio un último golpe de cadera al cuerpo de su madre y se quedó apretado con fuerza a su cuerpo como si quisiese fusionarse con ella.
No tardo ni 5 segundos en apoyarse con sus brazos en la cama y bajar la cabeza como si fuese a besar los pechos de su madre, parecía que estaba ante un hombre derrotado.
De derrotado nada, miro a los ojos a su madre, y después me miro a mi, y me di cuenta que ante el sexo era como un animal, se había convertido en una máquina de follar.
Su madre le tocó la cara, y el empezó a sacar su magnífico pene del interior de la mujer de la que hace años había salido el.
Cuando el pene estaba fuera brillante por todos los jugos del interior de su madre y por los suyos propios,este empezaba a temblar y a crecer rápidamente.
Sabía que si no lo remediaba iba a ser ensartada como mi tía, y ese por ahora no era mi deseo.
Me tape la vagina con las dos manos, mi Primo hermano y mi Tía me miraban inquisitivamente.
- Lo siento, perdonadme pero no puedo hacerlo.
El pene de Javier empezó a crecer con más rapidez, parecía que el que yo me resistiera lo excitaba muchísimo más.
Ellos seguían callados y había mucha tensión en el ambiente, lo cual era comprensible.
- Javier, ya deberías saber que te amo desde los 13 años, fuiste mi primer amor y me niego rotundamente a que la primera vez contigo sea de esta manera.
Mi tía se mostró comprensiva:
- Marta, se que hemos conectado, y tambien se que nos lo pasaremos muy bien dentro de poco, por eso como una mujer que ha estado enamorada te comprendo, pero por favor, no destroces nuestras expectativas como has hecho ahora, nunca más y te lo repito NUNCA MAS.
La polla de mi primo empezó a menguar muy lentamente y hablo:
- Eres muy atractiva y me gustas muchisimo, pero no tengo claro como deseas que sea nuestra primera vez.
- Javier, lo único que quiero, si tu estás de acuerdo es algo parecido a lo que tuvimos en la piscina, esa sensación de sentirse cortejada e incluso poder ser amada fue sublime y quiero que se repita.
- Marta, Javier, creo que la próxima semana hay un puente de tres días, os pago un viajecito a Lanzarote con habitaciones separadas para que os seduzcais mutuamente.
- ¿Os parece bien?.
Tanto Javier como yo, dijimos casi al unísono que estábamos de acuerdo.
- Creo que Javier debe descansar, los dos polvos de ayer a mi hermana y este que me ha hecho tan feliz como madre y como mujer, lo deben tener agotado.
- Mama, al final fueron tres.
- Hijo, debes estar al borde del colapso.
Nos vestimos y nos fuimos los tres a planear nuestro viaje a Lanzarote en el comedor.
Quedamos en el aeropuerto para el viernes al mediodía, y que no nos veríamos hasta ese dia.
Nos despedimos y me fui a casa donde estaba mi madre con una sonrisa de oreja a oreja, y unos andares que me recordaban al de las amazonas después de cabalgar durante horas.
Le pregunté por su cara de felicidad y me dijo que había vuelto a ver a un viejo conocido y que se lo había pasado muy bien.
Tenía la absoluta seguridad de que esa semana Mi Primo Hermano y mi Tia estarian follando como conejos, pero era normal ya que yo pensaba que acababan de descubrir sus cuerpos.
Le dije a mi madre que ese fin de semana estaría en Lanzarote con una amiga de la facultad y ella me dijo que el viernes intentaría quedar con su amigo.
Nunca debe saber que ese amigo que tan feliz la hizo, va a hacer un viaje conmigo para hacer realidad mi sueño desde que tenía 13 años.
Hoy es viernes y estoy en el aeropuerto, Javier se acerca con un maletín, está guapísimo vestido de Sport, aunque se le ve más delgado, seguramente porque su madre lo habrá ordeñado demasiado.
Nos cogemos de la mano y nos damos un piquito, el me coge de la cintura…….
Pero todo esto es otra historia, de amor, de venganza y sobre todo de mucho sexo.
Me gustaría que no fueseis muy duros con Marta, ya que es su primera historia.
Lo he revisado y corregido en la medida de mis posibilidades, y me ha encantado verme a mi mismo desde su punto de vista.
Desde hace algo más de un mes nos pasamos los fines de semana, Marta, mi madre y yo en casa dando rienda suelta a todas nuestras pasiones.
Y al menos una vez a la semana visito a la madre de Marta, para hacerla feliz con el secreto beneplácito de su hija y de su hermana.