Mi Madre, Mi Mejor Amigo y Yo
Lo más duro fue sacarlo de su ano, con todo tan...
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Ya en su cama, Susana se sentía muy excitada y lo sabía…
La sorpresa de su hijo en el salón con su amigo, su sorprendente historia y los recuerdos de su maestra de juventud trajeron a su mente tantos y tan calientes recuerdos que no pudo por menos que sentirse muy excitada.
Su dedo corazón recorría sus pliegues vaginales delicadamente bajo la tela de sus bragas y ella sentía las ganas de explorarse más íntimamente. Sus senos estaban más grandes de lo normal y cuando su mano exploró sus pezones no tardó en adivinar lo sensibles que los tenía.
Chupó sus dedos pulgar e índice y con estos se capturó sus pezones pellizcándoselos suavemente hasta ponerlos tremendamente erizados y sensibles.
Con la otra mano exploraba su botón secreto y lo sentía palpitar bajo los pliegues formados por sus labios vaginales allí abajo. Su dedo corazón de nuevo recorrió su surco de arriba abajo y al llegar a su hoyito lo encontró tan lubricado que sus jugos manaban sin apenas presión. Mojó su dedo en ellos y volvió labios arriba hasta su clítoris erecto. Lubricó y jugó con él un rato describiendo círculos concéntricos en torno a este, sintiendo el suave placer del inicio. ¡Aquella noche deseaba correrse con todas sus ganas!
Volvió a por más lubricación surco abajo y esta vez pasó su hoyito y aterrizó en su ano, donde su lubricación se extendió en torno a su cerrado ojal. ¡Qué caliente estaba!
No lo pensó ni un momento, hizo desaparecer su dedo corazón en su ojal una vez lubricado este con sus propios jugos y sintió una punzada de placer. ¡Sexo sucio sí! ¡Pero qué placer sentía!
Subió su pecho y sacó su lengua, estos eran suficientemente grandes como para que pudiese lamer sus pezones así que disfrutó del automasaje antes de chuparse su propio pezón, mientras con la otra mano jugaba de hoyo a hoyo, pensando si le gustaría más sentir su dildo en uno o en otro.
Lo alcanzó, rebuscando en el cajón de las braguitas, donde lo escondía y tras localizarlo lo chupó para lubricarlo. ¡Sí, tenía ganas de penetrarse ya!
El juguete sexual entró en su boca y ésta lo chupó con ganas, sin pararse mucho pues deseaba gozar ya de él.
Así que primero entró en su vagina que, muy lubricada ya lo esperaba con ansias desmedidas. Se penetró con él cogiéndolo por su base y haciéndolo entrar y salir con ganas despertando a un mar de placer descomunal, sin tiendo cómo las olas rompían directamente en su cerebro, provocándole cortocircuitos en sus neuronas del éxtasis que le hacía sentir.
Pero su dildo no era un dildo normal, era negro, con una base rectangular, fino por la punta, grueso por el centro y fino de nuevo por la base, su dildo era un plug anal. Y como tal ahora deseó usarlo…
A diferencia de su vagina, en su cerrado ojal fue más cautelosa, lo introdujo suavemente sintiendo como éste se dilataba poco a poco a su paso y entraba poco a poco en su culo. ¡Deliciosa penetración anal! Susana disfrutaba tanto por delante como por detrás.
Cuando lo tuvo dentro descansó, lo dejó ahí ajustado, haciendo su trabajo que simplemente consistía en estar en su cerrado ojal, mientras con sus dedos comenzó a penetrarse su vagina, sintiendo pared con pared, como al otro lado estaba su plug anal, proporcionándole el oscuro placer del sexo alternativo.
El placer corría a raudales por su cuerpo, su clítoris era frotado con intensidad con sus dedos mientras ahora, con la otra, cogía su plug anal y lo hacía entrar y salir de su ano con las mismas ganas que lo hizo en su sexo. ¡Delicioso placer anal!
Ya no podía más, deseaba correrse y se dejó ir como la gran ola que rompe contra el acantilado. Estalló en un mar de espuma, como dicha ola al romper contra la roca y su cuerpo se tensó, su ano se cerró más y capturó con fuerza su plug anal, mientras su vagina se contraía con fuerza en torno los dedos con los que se penetraba. Frotando su clítoris frenéticamente y al mismo tiempo para sentir aquel terremoto final. ¡Qué estruendo, qué placer!
Susana se contraía sintiendo toda serie de sensaciones, en su culo, en su vagina y en su clítoris. Sentía ganas de gritar pero apretaba los dientes pues no quería despertar a Adri, quien en su cama, dormía plácidamente…
Lo más duro fue sacarlo de su ano, con todo tan sensible y éste tan cerrado sintió una pequeña punzada de dolor a hacerlo salir, pero luego automáticamente una sensación de alivio al extraerlo y el placer complaciente del dulce final.
Estaba muerta de sueño cuando pasó al baño a lavarse íntimamente. Estaba todo tan sensible, que el agua fresca contribuyó a aplacar su hinchazón íntima y a poner calma donde antes hubo frenesí.
Por último lavó su plug anal con jabón y antes de acostarse, lo secó y devolvió a su madriguera, junto a sus bragas, hasta la siguiente vez que lo usase.
Mi Madre, Mi Mejor Amigo y YO es mi nueva novela. En ella se trata el tema de la bisexualidad, si tienes la mente abierta tal vez te guste adentrate en este mundo, un mundo donde el placer puede multiplicarse, especialemente si se comparte en trío, pudiendo jugar a cualquier banda. ¿Te atreves a conocer la historia de Adri, Susana y Marcos?