Mi madre, mi amor (Parte 2)
Tras confesar lo que sentíamos, vamos al restaurante a comer, y tras eso tocará volver a casa, a seguir avanzando en sus pruebas de amor
Tras confesar lo que sentíamos y empezar a besarnos de forma apasionada en casa, fuimos al restaurante. Allí estuvimos sentados en una mesa para dos, cara a cara, pudiendo observar lo felices que estábamos, hablábamos de todo, estábamos genial, y de vez en cuando aproximábamos nuestras caras para darnos un ligero beso. Notamos como alguna gente nos miraba, extrañados, por la clara diferencia de edad que había entre nosotros, pero no nos importaba, estábamos contentos de estar juntos. Cuando acabamos de comer salimos cogidos de la mano, y en cuanto subimos al coche para regresar a casa nos dimos otro beso apasionado.
-Cariño, hemos comido bien, pero todavía no estoy llena, quiero comer algo más – me dijo mi madre nada más entrar en casa.
-Y qué te apetece mi amor?
-Creo que quiero…. Comerte esa boquita que tienes, y después todo tu cuerpo. Oye, tú tienes hambre? – lo decía con una mirada y una sonrisa tan bonita, me derretía al verla, me encantaba que estuviera así
-Sí mami, tengo hambre, me podrías dejar comerte, estás muy apetecible.
-Claro amor, soy toda tuya, me puedes comer entera…
Fuimos directos a la habitación, entre besos y caricias. No parábamos de jugar con nuestras lenguas, saboreando cada rincón de nuestras bocas, y de tocar todo nuestro cuerpo. Me quitó la camiseta y me dijo que me quitara los pantalones
-Vaya hijo, alguien está muy excitado…
-Es por ti mi amor, que eres preciosa, eres la mejor
-Gracias hijo, tienes ganas de ver más?
-Por supuesto mami- dicho esto se quitó la camiseta y los pantalones, quedándose solo en ropa interior
-Dios mami. Estás increíble- dije con la boca abierta, imaginando como sería comer sus enormes tetas, estaba deseando probarlas
-Quítame el sujetador, y te dejaré probar lo que quieras
Me apresuré a quitárselo, liberando sus hermosos pechos. Eran grandes, enormes, fui directo hacia la teta derecha para lamerla, besarla y comérmela entera
-Mmm mami, está deliciosa, qué rica, qué sabrosa, me encantaaa
-Ayyy si hijo, te gusta? Hacía mucho tiempo que nadie me tocaba así, ay que rico mi amooor
Estaba totalmente excitaba, y yo estaba deleitándome con sus pechos, mientras besaba y comía con pasión uno acariciaba, tocaba el otro sin parar.
Ayyyy hijo, qué bien lo haces, sigue cariñooo
Decidí seguir comiendo sus pechos mientras empezaba a bajar mi mano hacia la zona que estaba deseando probar y penetrar, su chochito, empecé a acariciar esa zona, y mientras ella me ponía una mano en la cabeza para que siguiera comiendo sus tetas, y la otra mano ya rozaba mi polla, que estaba completamente excitada.
Me empezó a bajar el bóxer, para dejarme completamente desnudo, y yo hice lo mismo con sus bragas, tocando entonces su zona, con pelo, pero muy excitante, y muy húmeda. Dejé de besar sus pechos para empezar a bajar hacia esa zona:
-Hijoo sigue, quiero que me lo comas y que luego me penetres, no me hagas esperar más por favor cariñooo
Hice caso a sus peticiones, empecé a pasar mi lengua por la entrada de su chochito, le daba pequeños besitos, y la lamía, me parecía sabrosa, deliciosa
-Mami estás deliciosaaa me encantaaa, qué ricaaa estáaaaas
-Dioooos hijooo sigueeee, nadie me había comido el coñito, no pensaba que pudiera ser tan excitanteeeee – mi madre no paraba de gemir, y de gritar, completamente excitada, y verla así a mí me excitaba aún más- hijo bésame y penétrame, quiero sentirte dentro de míiiiii
Y así lo hice, abandoné su monte de Venus para aproximarme a su boca y besarla mientras empezaba a penetrarla, al principio lentamente, pero ante sus gemidos empecé a aumentar el ritmo de mis embestidas
-Mi amoooooor sigueeee, quiero sentir tu lechita dentro de miii mi amooooor
-Mami te daré lo que tú quieraaaas, te adorooooo mamiii
Estuve unos minutos penetrándola, viendo como gemía y como le gustaba, mi polla estaba a punto de reventar
-Mamiiiii me corroooooo
-Quiero tu leche dentro de mí, dámela todaaaaaa ahhhhh
-Ahhhhh mamiiiii te echooo todaaaa
Así la llené, sintiendo como se humedecía su interior con mi leche. Con mi polla dentro de ella, nos tumbamos, ella se puso encima de mí y seguimos besándonos, disfrutando de nuestras bocas y nuestros cuerpos.
-Uyyy a mi niño se le ha vuelto a poner dura, es por tu mami?
-Claro que es por ti mi amor, te deseo tanto, me gustas muchísimo
-Ven, vuelve a metérsela a tu mami, a partir de ahora soy toda tuya, quiero que follemos cada vez que nos apetezca, quiero disfrutar de ti
-Mami, te amo, pienso hacerte disfrutar todo lo que pueda.
Volvimos a hacerlo, aunque esta vez de pie, me dijo que ella nunca había probado de esa manera, pero que quería probar
-Ahhhhhh hijooooo esto me gustaaaaa, sigue metiéndome tu pollaaaa, qué grande se siente, me encantaaaaa
-Me vuelvo a correr mamiiii te adorooooo, quiero llenarte enteraaaaa
-Dame todo hijo, te quiero dentroooooooo
Cuando acabamos de hacerlo nos tumbamos en la cama, pasamos la tarde ahí, besándonos. Y esa noche volvimos a hacerlo y por primera vez dormimos juntos como pareja.
Pero esto no había hecho nada más que empezar, y es que quedaba mucho que disfrutar juntos, y muchas cosas que probar en el sexo, y que ninguno de los dos había hecho nunca.
Gracias por leerme, espero que os esté gustando, habrá más capítulos, con más cositas sobre el sexo con mi madre, que se ha vuelto aún más excitante que al principio.