Mi madre estaba en la casa de Albert

Nunca me habría imaginado que mi madre estaba en la casa de Albert y nada menos que con el padre de este, Guillermo. A todo esto yo vestido de mujer. Que cuadro..!!

Mi madre estaba en la casa de Albert

Nunca me habría imaginado que mi madre estaba en la casa de Albert y nada menos que con el padre de este, Guillermo. A todo esto yo vestido de mujer. Que cuadro..!!

Hace un par de relatos atrás les conté como conocí a Albert y lo maravilloso que fue ese primer día con él. Albert es un macho por donde se lo mire. Es gentil y tierno y me trata con mucho cariño. Para el soy como su princesita. Pero cuando está en la cama se transforma y se convierte en un duro y dominante amo, que lo único que le interesa es que cumpla sus deseos sexuales.

El primer día que nos conocimos, me llevó a su departamento, me regaló una flor y me trató como a una reina, pero en la cama fuí su esclavo. Me amarró, me violó y hasta me orinó. (Ver relato "El día que lo conocí")

En la segunda oportunidad, me citó a su departamento y allí me tenía otra sorpresa; al poco de haber llegado y cuando nos tomábamos unas tragos y me besaba apasionadamente, llegó su padre, un hermoso hombre de unos 50 años y entre los dos hicieron conmigo lo que quisieron, terminando por llevarme a la bañera y orinar todo mi cuerpo.

No olvidaré las risas de ambos mientras lanzaban su lluvia dorada sobre mi.

  • Te gusta putito….?, me decían… Yo los miraba desde abajo y solo atinaba a restregar ese líquido amarillo y caliente por mi cara y mis huevos. Esto se los conté en el relato: "Guillermo, el padre de Albert"

Bueno…así es Albert…sorprendente, impredecible, cariñoso, dominante, seguro de si mismo. Es lo que yo llamo un macho de verdad.

Hoy les quiero contar mi último encuentro con él. Hace dos días, me llamó y me citó de nuevo a su departamento.

Que nueva sorpresa me tienes…? Le pregunté, haciendo alusión al encuentro con su padre, que me tenía preparado aquel día.

Tu solo ven…!! me dijo, con voz autoritaria

Esta bien..iré.

Si pero te quiero coqueta

Como así..? le pregunté…Si..te quiero vestido con alguna prenda femenina…tu verás.

Me quedé pensando en cual sería la sorpresa ahora y como haría para satisfacer su deseo. Nunca me había puesto nada femenino; es más no tenía ni una sola cosa que ponerme.

Fui pues, a escudriñar en el closet de mi madre, que es una mujer muy sensual y suele tener prendas de ese estilo. Las había de varios colores y tipos: calzones, colaless, medias a media pierna, zapatos muy sexy de esos con hartas correas; ufff…me dije, mi madre es bien cachonda parece….Ella es muy hermosa y tiene bonita figura. Tiene 46 años y está separada de mi padre hace bastantes años.

No me atrevía a tomar nada de ahí por temor a ser descubierto y por aquello del remordimiento de conciencia. Ya saben, ponerte algo de tu propia madre para ir a putiar, me causaba algo de pudor. Pero, en fin, ya me estaba excitando y con excitación el pudor se atenúa. Tomé un colaless negro y unas medias del mismo color, caladas y a media pierna. Vi unos zapatos negros, taco alto, con muchas correas que me parecieron muy sexy y los llevé a mi dormitorio para probarlos. Me puse todas esas prendas y me miré al espejo. Quedé impresionado porque por detrás parecía una verdadera mujer. Mi culo me ayuda mucho a resaltar esa condición, ya que es bien durito y bien formado. Quedé conforme con mi apariencia y pensé que eso le gustaría a Albert y por tanto cumpliría su deseo.

Solo me saque los zapatos y me puse un jeans sobre las medias y partí a mi cita. Al llegar me abre Albert. Estaba muy contento, se le notaba en sus ojos. Hola..,me dijo,…pasa mi amor….al tiempo que me dio un cariñoso beso en la boca. Sentí su lengua penetrar y revolotear por mis encías.

Estaba con su torso desnudo y con un jeans apretadísimo, como siempre los usa. Su cuerpo olía a recién bañado y su pelo estaba desordenado y húmedo.

Me acabo de duchar mi amor…..estoy listo para amarte…me dijo..

Yo le sonreí y acaricié su rostro cariñosamente.

Quieres tomar algo…? Si un jugo por favor….

Y has venido vestido como te dije…?

Ja..ja.. le respondí…tu y tus ocurrencias….lo sabrás si me dejas pasar al baño….

Esta bien…pasa.

Entré al baño y sacándome mis jeans, calcé de nuevo los zapatos taco alto, atando las correas que me llegaban al tobillo. Tomé una toalla blanca y me la puse a la cintura, cuidando que me llegara a media pierna, para hacer resaltar mis medias, asemejando una falda mini.

Bamboleándome sobre los tacos y moviendo mi culo en forma lo mas sensual posible, salí del cuarto de baño y me dirigí al living, donde estaba Albert mirando como recorría sensualmente el pasillo.

Guauuuu…!! Exclamó sorprendido…. Estas precioso mi amor….así quería verte.

Me tomó de la cintura y me besó por largo rato, muy apasionadamente, tocando mis piernas y mi culo.

Siéntate me dijo, mostrándome el sillón. Me senté y crucé mis piernas, para lucir todo aquello que me había puesto y lo miré coquetamente. Se abalanzó sobre mi y me volvió a besar. Yo sentía su cuerpo ardiente y tocaba sus músculos y su torso desnudo.

Tengo una sorpresa para ti Gustavo.

Asi….? Qué será…? Le pregunté.

Mira..ven.., me dijo y me tomó de la mano para llevarme al dormitorio.

Cruzamos el pasillo, hasta el fondo del departamento. Tocó la puerta y la abrió con cautela. Me hizo entrar y cual no sería mi sorpresa: allí estaba mi madre, desnuda en la cama con Guillermo, el padre de Albert.

Que te parece..? me dijo…no es hermoso..?

Mi madre estaba desnuda, amarrada a la cama de pies y manos, con un pañuelo en la boca y cubierta de semen, que le brillaba en su rostro y en sus pechos.

Es exquisita…me dijo Guillermo….tanto como tu amor…al tiempo que me agarra de la cintura y me acerca para darme un beso muy jugoso y apasionado.

Albert, que ya se había desnudado, se abalanzó sobre mi madre y le puso su pene en la boca para que empezara a chupárselo, habiéndole antes retirado la mordaza que ella tenía puesta. No tuvo tiempo de respirar la pobre, porque en el mismo instante Albert ya la tenía llena de carne y solo le quedaba chupar esa verga tiesa y palpitante.

Madre e hijo serán culiados al unísono …ja..ja..ja…!! dijo Guillermo. Al tiempo que bajaba mi cabeza bruscamente para ponerla a la altura de su pene. Chúpala…!! me ordenó. Abrí mi boca y comencé a tragarme esa gran verga.

Albert desató de los pies a mi madre y comenzó culiarla, ella gritaba de placer….se notaba que estaba muy caliente….Aaahhhhh…ohhhhh…sigue amor…sigue..le decía.

Yo ardía por los cuatro costados, mientras Guillermo me ponía en cuatro, de tal manera que mi cara quedara pegada a la de mi madre. Bésala…!!!.....Bésala puto…..!!! me repitió, al ver que yo no reaccionaba. Besando a mi madre apasionadamente, con Guillermo dentro de mi y sintiendo a Albert como gozaba culiandose a madre, el acabar de los cuatro fue al mismo tiempo. Se sintieron quejidos de placer por todos lados.

Ayyy…mi amor…ayhhh..mi amor…gritaba mi madre.

Te amoooo…te amooo…gritaba yo

Estas putas están exquisitas…decía Albert..

Nos quedamos tendidos los cuatro sobre la cama por largo rato. Mi madre me dijo….besas rico…pero no me habías contado que conocías a Albert, tampoco que eras maricón. Bueno hijo, no importa si así eres feliz.

Como ven, Albert es un tipo lleno de misterio y sorpresas.

Que me tendrá reservado para la próxima?