Mi madre en su trabajo

A mi madre la echan un polvo tremendo en su despacho

Hola a todos. Me llamo José y el suceso que os voy a narrar es inventado pero basados en hechos reales, sobre todo al principio del relato.

Mi madre tiene 40 años y regenta desde hace cinco  una pequeña tienda de informática que “heredo” por el fallecimiento de mi padre y  yo le ayudo a llevarlo desde hace dos años. Mi madre es una mujer muy guapa, que tiene unos pechos y un culo estupendos que unido a que es bastante extrovertida y simpática, le hace tener siempre a varios hombres detrás de ella.

Este ultimo año y como casi todo el mundo por la crisis, el negocio a tenido un bajón de ventas mas que considerable e intentamos mantenernos en el negocio como podemos. Un día, nuestro principal cliente iba a venir para hacer un negocio a tres bandas. Nosotros le vendíamos unos ordenadores específicos y con el software de otra empresa se lo venderían a un tercero. Ese día llego y se presento en la tienda a eso de la una de la tarde.  Nuestro cliente, se llama Carlos, y después de hablar un rato, mi madre y el  se fueron a comer a hablar de precios y cosas así,  dejándome a cargo del negocio.

Tuvieron que hablar mucho ya que vinieron casi a la hora de cierre. a el  se le veía que venia un poco bebido y pregunte a mi madre que  tal había ido.

-                     No se. no parece del todo convencido. Me tendré que quedar un rato mas para ver si se hace la operación.

-                     ¿entonces me voy? – pregunte yo.

-                     Si, vete a casa que enseguida voy yo. Cierra la puerta al irte.

Mi madre indico a Carlos que se metiera en el despacho para seguir las negociaciones mientras ella bajaba al lavabo. Cuando yo me disponía a salir, vi como Carlos se  sacaba una bolsa de plástico del bolsillo. No sabia de que se trataba hasta que vi como echaba un poco de polvo blanco encima de la mesa y con una tarjeta de crédito la dividió en rayas. Sin pensárselo un momento,  saco un billete, le lió en forma de tubo y se esnifo una raya. Entonces no se porque, decidí quedarme y me escondí en el almacén sin que ellos se diesen cuenta. Al poco rato mi madre volvió y entro en el despacho. Estuvieron hablando de trabajo unos minutos hasta que Carlos dijo a mi madre.

-                     joder que calor hace aquí, no tienes nada de beber.

-                     Si que hace calor si. Aquí no tengo nada pero si quieres me acerco al bar de enfrente y traigo algo de beber.

-                     Vale, pero voy yo. – dijo Carlos

Mi madre le acompaño a la salida creyendo que estaba la tienda cerrada para abrirle.

-                     vaya, se ha dejado la puerta abierta. Me llamas para que te abra, que no quiero que entre nadie ningún pesado de ultima hora.

-                     Vale.

Carlos se fue y al poco rato vino y aviso a mi madre para que le abriese. Ella lo hizo y vio como  venia con dos vasos de tubo. Después de cerrar de nuevo la tienda, se fueron nuevamente al despacho. Pero cuando no llevaban mas de diez minutos hablando de negocios y bebiendo el cubata, Carlos le pregunto a mi madre.

-                     me dejas prepararme unos tiritos.

-                     ¿Cómo? – respondió mi madre sin entender nada.

-                     Que si me dejas meterme una raya de farlopa.

Mi madre, que se había quedado un poco cortada, les dijo que si. Enseguida Carlos volvió a sacar la bolsita de plástico y con la tarjeta de crédito hizo las rayas sobre la mesa ante la mirada incrédula de mi madre. Cuando se metió la raya, dijo bastante eufórico.

-                     que rica esta. No sabes como se necesita cuando se acumula el trabajo y los viajes.

-                     Pues yo nunca la he necesitado. -   respondió mi madre.

-                     ¿Nunca la has probado? – respondió  Carlos.

-                     No. Nunca.

Entonces el echo un poco mas de cocaína y preparo una raya.

-                     venga, ya es hora de que la pruebes.

-                     No, muchas gracias Carlos.

-                     Pero mujer, en esta vida hay que probar de todo. Además, mira que pequeña te la he hecho. Es para que la pruebes solamente.

Mi madre se quedo mirando la raya unos segundos y no se que diablos le paso por la cabeza en ese momento, que ni corta ni perezosa, cogio el billete con forma cilíndrica y se metió la raya. Nada mas hacerlo, echo la cabeza para atrás y se llevo la mano a la nariz.

-                     ¿Qué? ¿a que notas el subidon? – le dijo Carlos riéndose.

Mi madre no le contesto y solo fue capaz de sonreírle un instante y pegar un sorbo al cubata. Solamente al pasar unos segundos, pareció que volvía a la normalidad y le dijo.

-                     bueno, vamos a seguir que se nos va hacer tardísimo al final.

Pero a partir de ese momento mi madre no se comportaba como hasta entonces. Se la veía muy inquieta, moviendo los papeles de un lado a otro de la mesa y a hablar muy rápido. Además, empezó a transpirar mucho y no paraba de quitarse el sudor de la frente y del bigote y  soplarse por dentro de la camisa. Entonces me fije como Carlos empezó a tocarse el paquete por encima del pantalón sin quitar ojo a mi madre. Ella, al estar sentada enfrente y con la mesa de por medio, no se percataba de nada y seguía hablando a toda velocidad e intentando disimular que la raya de coca no la estaba afectando. Siguieron hablando hasta que Carlos se levanto de la mesa y le dijo a mi madre.

-                     voy a por otro cubata, ahora vengo.

Mi madre le asintió con la cabeza y le abrió la puerta para que saliese. Mientras el estaba fuera, vi como mi madre andaba de un lado a otro y abanicándose con las manos muy nerviosa esperando a que Carlos volviese con la bebida. Al poco rato, el volvió con una botella de whisky y una bolsa con hielo y varios refrescos y volvieron al despacho. Carlos preparo los cubatas y nada mas tenerlo listo, mi madre le pego un fuerte sorbo a su cubata y  volvió  a retomar la conversación del negocio en cuestión.  Pero a mi madre cada vez se la veía más despistada y nerviosa. Cuando llevaban un rato hablando, Carlos no pareció entender algo y le pregunto a mi madre.

-          pero a cuanto saldrían las cpu si le ponemos estas placas.

Ella se puso más nerviosa todavía al no saber responderle rápidamente y se puso a rebuscar entre sus papeles. Carlos entonces se recostó en su silla y saco nuevamente la cocaína.

-                     ¿estas bien? – pregunto Carlos con una sonrisa.

-                     Si, no te preocupes. Lo que pasa es que con lo que hemos bebido en la comida, las copas de ahora, la raya de coca y el calor que hace, estoy que no me entero de nada ya. – dijo mi madre.

-                     No te preocupes mujer, mañana me llamas con mas calma y ya esta. Ahora lo mejor es aparcar los negocios y a hablar tranquilamente mientras nos tomamos el whisky.

-                     Si, será lo mejor, porque ahora estoy que me subo por las paredes.

-                     Eso se te pasa con otra rayita. – contesto Carlos sonriendo.

Sin esperar a que mi madre contestase, volcó la coca en la mesa y hizo nuevamente dos rayas ante la mirada perdida de mi madre. Lo hizo enseguida y nada mas prepararlas, le paso el billete a mi madre.

-                     ¿no será malo verdad? – pregunto mi madre

-                     no mujer, si son muy pequeñas

a mi madre pareció convencerla, ya que son pensárselo dos veces se inclino, y esnifo una de las rayas. Nada mas hacerlo, echo la cabeza para atrás y se recostó en la silla.

-                     uffffff, no se como podéis meteros esto. – dijo mi madre mientras se pasaba la mano por la parte superior del labio y la frente para quitarse el sudor.

-                     A veces es necesario para funcionar – contesto Carlos riendo antes de esnifarse su raya.

Después se pusieron a hablar de la economía en general y de cómo les había afectado a sus respectivos negocios. Mi madre no paraba de gesticular y de sudar como si estuviera en una sauna. Se soplaba el escote abriéndose la camisa y en una de esas veces, un botón se le salio de su ojal sin que ella se diese cuenta dejando ver bastante canalillo y un poco de sujetador. Carlos se dio cuenta enseguida y nuevamente empezó a tocarse la polla por encima del pantalón, mientras mi madre seguía hablando y bebiendo sin parar.

Entonces, después de unos veinte minutos, mi madre dijo

-                     joder que  mareo tengo ya, no tendría que haberte hecho caso y no me hubiera esnifado eso. Estoy fatal

-                     no digas eso mujer. Además, gracias a los tiritos que te has metido, tu novio me lo agradecerá.

Mi madre sonrió, pero se la veía que estaba como flotando.

-                     ¿Por qué dices eso?

-                     Muy fácil, veras como cuando veas a tu novio solo te vas a tener ganas de meterte a la cama con el.

-                     Jajajaja – rió mi madre. – pues entonces mejor me lo pones que no tengo a nadie desde hace meses. Y con estas pintas y toda pegajosa por el sudor, hoy no se me acercaría nadie.

-                     Como que no, estas preciosa, si tuviera mas confianza contigo te iba a decir cuatro cosas jajajaja

-                     Jajaja, no porque me adules te voy a bajar el precio. – contesto mi madre riendo. – será mejor que nos vayamos y mañana te llamo para concretar los precios

Entonces ella se levanto de su sitio y rodeo la mesa dirección a la salida del despacho, pero estaba muy mareada y tuvo que pararse para no caerse.

-                     huy que mareo tengo, será mejor que llame a mi hijo para que venga a buscarme.

Rápidamente Carlos se levanto y la ayudo a que se apoyase en la mesa.

-                     venga mujer, ¿ya te quieres ir? Terminamos las copas y después te pido un taxi.

Mi madre no dijo nada, con la mirada perdida en Carlos.

-                     ¿o es que no te gusta mi compañía? – pregunto Carlos riéndose y poniéndose enfrente de ella

-                     no es eso Carlos, es que este calor….

Sin dejarla acabar, Carlos cogio un hielo de la bolsa y empezó a pasárselo por la frente de mi madre.

-                     ¿a que te gusta? – pregunto Carlos, - ¿a que estas mejor?

Mi madre puso cara de satisfacción y se dejo hacer mientras Carlos empezó a pasarle el hielo por la cara primero y después por el cuello. Yo estaba alucinando mientras veía como Carlos la tumbaba lentamente sobre la mesa y quedándose el de pie entre sus piernas. Enseguida cogio otro hielo de la bolsa y empezó a pasarlo por el escote.

Mi madre hizo intención de levantarse pero Carlos se lo impidió suavemente poniéndole una mano sobre el hombro y echándola para atrás mientras le decía.

-                     tranquila, confía en mí.

Sorprendentemente para mi, mi madre le hizo caso mientras Carlos le pasaba el hielo por el escote con una mano mientras con la otra le abría la camisa. Una vez abierta, le subió el sujetador dejando las tetas al aire. Los hielos se derretían muy rápido al contacto con la piel de mi madre y enseguida tuvo que coger otro, pasándolo esta vez por las tetas y los pezones. Mientras, mi madre, se movía levemente sobre la mesa, con los ojos cerrados y con respiraciones largas y profundas.

-                     eres preciosa nena – le dijo Carlos a mi madre, que no hizo ni dijo nada por el comentario.

Cuando se consumió  el hielo por las tetas de mi madre, Carlos se inclino sobre mi madre y empezó a besarla en la boca y a chuparle con esmero los pezones, mientras ella empezaba a soltar suspiros de placer. Así estuvo un par de minutos, hasta que se levanto y empezó a desnudarse el. No tardo nada en hacerlo quedándose en calzoncillos e instantes después, sin pensárselo un momento, le subió la falda a mi madre y metió la cabeza entre las piernas. En ese instante, mi madre intento levantarse con más energía que la vez anterior, pero Carlos, con mas brusquedad que antes se lo impidió.

-                     tranquila y estate quieta. – le dijo con tono mas agresivo.

Mi madre se quedo callada y enseguida se volvió a tumbar completamente al sentir como Carlos le comenzaba a comer el coño a la vez que le agarraba con fuerza de los muslos. al principio, sus suspiros y movimientos eran leves, acariciándose las tetas suavemente, pero a medida que pasaban los segundos, empezó a gemir con mas fuerzas y a tener como convulsiones  hasta que a los dos minutos o por ahí, soltó un fuerte gemido a la vez que estiraba completamente su cuerpo, para después quedarse inmóvil.

En ese instante, Carlos se levanto del suelo y empezó a quitarse los calzoncillos mientras decía.

-                     joder nena, vaya coño más delicioso que tienes.

Justo cuando Carlos dejo al aire su polla totalmente empalmada, mi madre se bajo de la mesa. Se la veía muy mareada, empapada en sudor y se la veía muy torpe intentando cerrarse la camisa para taparse las tetas. Empezó a andar dando tumbos dirección a la salida del despacho, pero Carlos la agarro con fuerza del brazo y la volvió a apoyar a la mesa.

-                     ¿pero donde te crees que vas? – pregunto Carlos bastante enfadado.

-                     Será mejor que lo dejemos, no me apetece hacerlo…

Carlos parecía poseído y agarrandola con fuerza, giro a mi madre y poniéndola las manos en la espalda, la obligo a  que apoyase las tetas contra la mesa dejando el culo en pompa

-                     hazme caso y veras como te gusta nena. – contesto Carlos mientras le subía la falda y le bajaba las bragas con fuerza.

Mi madre seguía intentando incorporarse, pero Carlos la apretaba con fuerza con una mano la espalda contra la mesa mientras con la otra encaraba su polla contra su coño. Enseguida logro metérsela, haciendo que mi madre apretase los dientes y soltase un leve gemido. Comenzó a follarla a ritmo suave, todavía presionando su espalda para que no se levantase. Mi madre no paraba de decirle que parase entre gemido y gemido pero Carlos seguía a lo suyo. Cuando mi madre vio que no era capaz de zafarse, pareció desistir y dejo de hacer fuerza, lo que aprovecho Carlos para parar sus sacudidas y terminar de quitarla la camisa y el sujetador.

-                     para Carlos, por favor – volvió a decir mi madre.

Pero Carlos, lejos de apiadarse, la presiono la cabeza contra la mesa con una mano mientras con la otra le cogia  una teta y la apretaba con fuerza.

-                     ni lo sueñes puta.

Entonces de repente se la metió de forma salvaje, sonando su cuerpo contra el de mi madre como si fuera un aplauso, haciendo que esta soltase un grito tremendo. Aguanto un par de segundos con toda la polla dentro y empujando con todas sus fuerzas y volvió a repetir otra embestida terrible.

-                     ¿te gusta sentir toda mi polla dentro verdad puta? – le dijo Carlos a mi madre con cara de loco.

Mi madre no contesto, ante la sonrisa de Carlos, que dejo de presionarle  la cabeza para llevar ambas manos a la cadera de ella y empezar a follarla a un ritmo más suave. Aquí mi madre pareció quedarse mas tranquila y empezó a gemir bastante alto mientras ponía los codos en la mesa. En esa posición, podía ver como se la movían las tetas al ritmo de la follada de Carlos siempre y cuando este no se las cogiese, que era cada dos por tres. A Carlos se le veía eufórico, sometiendo a mi madre a su antojo, tanto, que sin dejar de follarla, cogio una copa de la mesa y la apuro de un trago. Después tiro la copa al suelo y  la pregunto.

-                     ¿estas disfrutando verdad?

Mi madre no contesto, solo gemía bastante alto y parecía que ya se había resignado a gozar lo posible y a que todo terminase cuanto antes. Pero ese pasotismo a Carlos le sentó mal y la cogio fuertemente del pelo y la atrajo la cabeza hacia el.

-                     TE HE PREGUNTADO SI TE GUSTA COMO TE FOLLO, PUTA.

-                     SI – contesto mi madre con claro signo en su rostro que le estaba haciendo daño.

Entonces Carlos, la beso en la boca y después de chuparle una teta, le cogio las dos con las dos manos y incremento el ritmo de la follada. Estaban los dos empapados en sudor y gimiendo como posesos, hasta que a los dos minutos, Carlos fue decreciendo su ritmo hasta que finalmente saco la polla del coño de mi madre. Se quedo un par de segundos quieto mirándola hasta que finalmente la dijo.

-                     venga, ponte boca arriba.

Esta vez mi madre le hizo caso enseguida, quizás por miedo a otro grito suyo, y se puso como el le dijo encima de la mesa. Carlos enseguida la abrió las piernas y le dijo.

-                     vamos a ver como se porta ese culo tan maravilloso que tienes.

-                     No Carlos por favor – le pidió mi madre en voz baja.

-                     CALLA.

Le costo bastantes segundos metérsela mientras veía como mi madre apretaba los dientes y se agarraba con fuerza a los bordes de la mesa. Cuando consiguió meterla, empezó a follarla a ritmo suave, mientras mi madre gemía con claros gestos de dolor.

-                     que culo tan maravilloso tienes zorra. – dijo Carlos con cara de puro placer.

Por suerte para mi madre, solo duro un par de minutos, ya que Carlos saco su polla y volvió a metérsela por el coño. Aquí empezó a follarla a un ritmo mas animado, cogiendola las tetas y chupandoselas de vez en cuando, antes los gemidos de placer de mi madre que parecia ahora estar disfrutando. Su cuerpo esta precioso por el brillo que le daba el sudor, en especial las tetas, que se movian de un lado a otro sin parar. Entonces, cuando llevaban dos o tres minutos, me quede de piedra al ver que mi madre arengaba a carlos para que fuera mas rapido.

-                     dame, dame que me corro. – dijo mi madre apretandose las tetas.

Carlos le hizo caso y comenzo a follarla a lo bestia, hasta que a los pocos segundos mi madre empezo a gritar como una loca y a retorcerse sobre la mesa.

-                     ASI, ASI, DISFRUTA HIJA DE PUTA. – grito carlos.

Pero ese ritmo y después del tiempo que llevaban follando, paso factura a carlos, que después de que mi madre comenzase a bajar de lo mas alto de su orgasmo, comenzo a bajar el ritmo y a gritar de que se corria.

-                     PREPARATE QUE ME VOY A CORRER ZORRA.

Segundos después, saco la polla de su coño y agarrandola de los pelos la bajo de la mesa.

-                     arrodillate y abre la boca nena.

Mi madre le hizo caso, y se arrodillo con la boca abierta enfrente suya mientras Carlos la agarraba de los pelos y se pajeaba con la polla a un par de centímetros de su boca. De repente, un chorro enorme de lefa salio disparado entrando por completo dentro su boca. Al no esperárselo, mi madre la cerro poniendo cara de asco mientras Carlos  echo un par de chorros por su cara, que iba cayendo por las tetas y manchando sus muslos. Cuando ya no le salio mas, pego la polla contra los labios de mi madre, que pareció entender los deseos de Carlos y se la metió en la boca, ante los gestos de placer de este. Estuvo chupándole y limpiándole la polla el tiempo que duro esta tiesa. Entonces mi madre se levanto, esparciendo la lefa que le caía por las tetas evitando que fueran hacia la falda y se quedo mirando a Carlos.

-                     ha sido maravilloso nena. – dijo Carlos bastante cansado.

Mi madre no contesto en ese momento, con el cuerpo cubierto por sudor y lefa, y después de coger su ropa, dijo como si no hubiera pasado nada.

-                     voy al baño a limpiarme.

-                     Espera que te acompaño. – contesto Carlos poniéndose los calzoncillos.

Los dos se fueron hacia abajo, sin decirse nada el uno al otro y cuando oí como abrían el grifo del lavabo, aproveche para irme sin hacer ruido, alucinado con lo que acababa de ver.