Mi Lunes Favorito

En un día como cualquier Eli, y su amigo Carlos, pasan la barrera de la amistad con lujuria, sexo, sumisión y placer.

El sol estaba algo fuerte, sus rayos quemaban mi rostro mientras dormía, no me había dado cuenta que mama abrió mis cortinas, para que yo despertara.

Lunes, Argg..!!! Que insoportable día, muchos lo odiamos porque las horas son tan lentas, tengo tanto que hacer, limpiar mi cuarto, mi casa, hacer mis trabajos, ir al colegio y en ultima estancia ir al Gym, nada más de pensar lo pesado que es mi día, no quiero ni levantarme.

Ese día comencé a hacer todo lo que debía, así que me puse una ropa cómoda (Blusa de tirantes y un Short corto), amarre mi cabello (con una típica cola de caballo) dejando unos flequillos en mi frente. Los días pasados habían sido bastante calurosos, pero ningún día como este, podía sentir como cada gota de sudor escurría por mi cuerpo, sentía como acariciaba mi piel, en instantes imaginaba como alguien me acariciaba, cerraba mis ojos y mi cabeza se empezaba a llenar de imágenes, de pensamientos eróticos, de fantasías... En realidad yo no quería, trataba de despejarme me lavaba el rostro y tomaba vasos de agua, por último opte por agarrar mi celular, poner los audífonos y escuchar algo de música.

Mientras seguía haciendo mis deberes y escuchaba música, esos pensamientos volvían a mi, en realidad sentía que me dominaban, y aunque yo no quería, comenzaba a gustarme.

Hacia meses que no tenia relaciones sexuales, quizá mi cuerpo pedía ser amado, o acariciado o torturado, pero me reclamaba que ya ni yo lo tocaba o complacía, no tenia tiempo, ya que ocupaba todo mi día.

Me apure a terminar lo que tenia que hacer, ese día decidí no ir al colegio, como estaba sola en casa, me dispuse a tomar una ducha. Mientras sentía el agua fría en mi cuerpo, mis pezones empezaron a ponerse duros, comencé a acariciar mi cuerpo, deslizaba mis manos por cada parte de mi piel, sentía como mi clítoris palpitaba, tenia deseos de ser tocado. Apague la regadera, asenté mi cuerpo en la pared, abrí mis piernas y lo toque, estaba caliente y húmedo. Comencé a meter un dedo, mi aliento comenzaba a ser un poco mas constante, dos dedos y mis piernas comenzaban a temblar, con una mano me tocaba y con otra acariciaba mis senos duros.

Después de unos minutos, ya tenia tres dedos dentro de mi clítoris, mis jadeos comenzaron a tener voz, pero procuraba no hacer tanto ruido por si llegaba alguien inesperado. Adentro, afuera, adentro, afuera... empezaba a hacerlo cada vez mas rápido, ya no aguantaba sentía como mis labios empezaban a hincharse, ya quería venirme, lo gozaba, lo gozaba demasiado... Hasta que ya no pude mas, caí desparramada en el piso del baño, con las piernas temblorosas, con mi corazón palpitando al mil por hora, acalorada y con demasiado sudor.

Prendí de nuevo la ducha, me termine de bañar y me puse un camisón como si ya fuera a dormir (Obviamente sin bra y con unos boxer cacheteros), me aventé en la cama pensando en que no podía creer lo que había hecho, pero que apesar de todo me había encantado, me había gustado y aun estaba excitada y quería mas.

Me había quedado dormida, cuando desperté eran las 8:30Pm, revise mi celular para ver si alguien me había llamado, o mandado algún texto, y para mi sorpresa ahí estaban, los varios mensajes de Carlos preguntando si estaba bien. Carlos es un chico guapo, claro de color, ojos azules, con un cuerpazo a morir, lo conocí en un Chat, un día entre y una amiga me lo presento desde entonces nos hicimos grandes amigos, pero en mi interior siempre eh sentido mas que eso, y aveces en nuestras charlas hay algo de lujuria y deseo que ambos dejamos salir, pero después de unas lineas lo ocultamos.

Le respondí y le dije que me llamara, el sin pensarlo lo hizo, nunca pensamos que esta noche romperíamos esa barrera, de solo amigos. El teléfono sonó, y yo respondí:

-Hola Carlos.

-Hola Eli, ¿Cómo estas?, donde te habías metido toda la tarde, me tenias preocupado.

-Tu como siempre preocupándote por mi mi vida, le respondí,- ¿Qué va a pasar el día que no sepas de mi, te vas a matar?

  • Jajajajajaja, Soltó una carcajada que retumbo en mi oído,- El día que no sepa de ti, iré a buscarte a donde estas, para ver con mis propios ojos, con quien me estas siendo infiel.

-Jaa!! Yo infiel? Bueno, tengo necesidades, ademas tu estando lejos, ¿Que quieres? Que me caduque, no, así no se puede Jajaja.

-Ah, ¿Tienes necesidades?, pues yo también las tengo, y como tengo ganas, gimeme.

Cuando el dijo eso, me quede sin palabras, no sabia que decir, lo uico que pense fue que el leia mis pensamientos, mis pensamientos llenos de morbo, mi clitoris comenzaba a palpitar y podia sentir como se humedecía.

-¿No dices nada Eli? ¿Hola, tierra hablando a Eli?

  • Jajajaj perdón, me quede pensando.

-En que perversidades estas pensando Eli, cuéntame?

-Nada Carlos, tonterías mías Jajaja, olvídalo.

-Anda no seas timida, quiero saber que piensa esa cabezita.

-Esta bien te platicare, lo que pasa que me acorde lo que hice hoy en la tarde, fue una tarde de locura, me porte mal por asi decirlo.

-¿De verdad? Que hiciste, con razón no fuiste al colegio, pillina.

-Lo que paso Carlos, fue que por primera vez desde hace mucho, me siento llena de vida, ufff no se como explicarlo, estaba haciendo aseo y empece a imaginar cosas, para resumir termine en la ducha masturbándome.

-Jajajaja y bueno, al menos ¿Pensaste en mi?

-Estas loco Carlos.

-Vamos Eli, no me vas a engañar, yo te atraigo asi como tu me atraes, ¿O miento? dime a quien no le va a encantar ese culito y esas tetas que tienes Eli, pues a mi se me antojan.

-Jajaja y a ti que mosca te pico ¿Eh? Nunca me habías hablado así.

-Ahora te vas a dar de santa?, pues nunca se había dado la oportunidad y ahora que esta el tema, ¿No quieres seguir?, Venga yo se que lo deseas, tanto como yo, Eli.

No me lo podia creer, ¿Carlos? Mi amor imposible carlos, pidiéndome tener sexo por el celular, claro que no podia negarme, tenia miedo, pero también tenia deseos que el me hiciera sentir suya, así que con voz temerosa le dije que si.

-Bueno Eli, cierra los ojos e imagina. Imagina que estoy detrás de ti, acariciando tu vagina, besándola, besando tu nuca, tu cuello, oliendo tu cabello, tocando tus pechos, besando tus labios

.

Te digo al oído que te he esperado durante muchos años, que te deseo. Me siento y te siento sobre mis piernas, traes ese camizón

transparente

con el cual te gusta dormir y yo unos boxers, restriegas tu culito contra mi verga, sientes el bulto, la erección; yo sigo en ese ritual de oler tu cabello, inundar mis pulmones de tu esencia. Acaricio tus pezones rosados y que tímidamente se ponen erectos entre mis dedos. Beso tu espalda, levanto tu camizón y busco la humedad entre tus piernas, con mis dedos índice y medio dibujo la forma de tu tierna vagina, agito tu clítoris, lo acaricio y toco tus muslos, y sigo en el

afán

de besarte la nuca, la espalda, y de querer arrancarte los labios a mordidas.

Mete los dedos en tu vagina, imaginando que son los míos, que se deslizan dentro de tu vagina, y que cada vez palpita más. Imagina que te pongo sobre mis rodillas, con las nalgas al aire, y te azoto hasta ponerte rojo ese culito que tienes. Te dejo mis dedos marcados en cada nalga, rojo fuerte, que con tu tono de piel hace un contraste perfecto. Te masturbo y te azoto, acaricio tu espalda, te la muerdo, te la lamo, siente la mezcla de placer y dolor, el jadeo intenso que sale de tu pecho, di mi nombre Eli, jadea para mi, que soy Eli, dilo.

-Carlos, !Oh si!, Mmmmm Si, Ouu.

  • ¿Qué soy Eli, dime?

-Eres mi amo, Carlos.

-Mas fuerte Eli, siéntelo humedecete para mi, gozalo para mi. Eres mia, solo mia, espere tanto y no te dejare, sin que lo disfrutes.

-Si, Carlos.- Perdón, Amo, soy tuya, solo tuya.

-Eso, Eli asi me gusta. Siente como acaricio tu ano y como se dilata, se complace y al mismo tiempo te complaces, quieres acariciarme Eli, pero no, esto es mio, te tengo dominada. Tu mirada tierna, me mata, me hace querer asotarte cada vez mas fuerte, tus labios, cada vez que los muerdes me hace querer arrancártelos, porque solo quiero que sean míos. Luego te pongo de rodillas, mete los dedos con los que te masturbas en tu boca, prueba tu sabor. Imagina que es mi pene flácido que se pone duro al contacto de tu saliva, se comienza a hinchar en tu boca, se pone grueso y sus venas las empiezas a sentir en tu garganta. Desliza tu lengua en la punta de mi tronco y de regreso, humedecelo con tu saliva, gozalo Eli.

Comienzo a bombear un poco,  tomándote del cabello, mientras mi verga cada vez está más dura, lo suficiente para meterse en ti. Imagina que te levanto el camizón, ya no traes esos boxers cacheteros, donde se te ven tus nalgotas. Luego meto lentamente mi pene, sintiendo tu calidez, va entrando con suavidad, entra con delicadeza, como cuando me dices que me quieres. Tócate imaginando mi pene muy erecto, que comienza a atravesarte las entrañas, sientes la dureza  que se agita cada vez más rápido entre tus piernas, escucho tus gemidos tus jadeos, Oh Eli, que rica estas.

-Carlos, Ya no aguanto.

-¿Carlos?

-Perdón amo, ya no puedo mas

-Tienes que aguantar, disminuye un poco cuando metes y sacas tus dedos, siéntelo Eli. Con calma, y respira para mi, quiero escucharte. Sujeto tu cuello apretándolo, te sigo besando y te sigo penetrándo, una y otra vez. Cambiamos de posición, ahora tu te suben encima de mi, mientras yo sigo sentado, me cabalgas y enredas tus manos en mis hombros. Comienzas a rebotar una y otra vez como una buena sumisa, que cae complaciente. Imagina mi corazón a punto de estallar, veo tu rostro, tus ojos, como me encantan. Te pongo en cuatro y comienzo a penetrarte, por el ano, tu ojos se contraen, comienzas a sentir mucho dolor, pero veo que te encanta y sigues esperando a que mi pene entre cada vez mas y mas.

Mi miembro entra entero y comienzo a embestir, como un potro pura sangre, una y otra vez, mientras paso mi cinturón por tu cuello y te aprieto poquito, mientras te humedeces con gemidos entrecortados aprieto tus pechos, tus pezones, respiro tu cabello, dejo caer mi aliento sobre tu espalda, y veo como te quiebras, no quieres que pare, y yo me siento dichoso como un rey, victorioso por obtener un trofeo como tu. Mi pene se endurece aún más y suelta un chorro de tibio semen que se desliza por tus entrañas, también siento como tu te vienes y tus fluidos y los míos comienzan a deslizarse sobre tus piernas. Te abrazo, me abrazas, te beso como si fuera la primera vez y te acuesto sobre mi pecho.

Eli, me encantas y siempre estaré para ti, en las buenas y malas, por siempre y para siempre.

-Y yo para ti, Amo. Siempre seré tuya, y estaré para ti como si fuera la primera vez.

Ambos colgamos el teléfono, fui a la ducha, no podía creer lo que había pasado, lo que habíamos hecho, si aun nos seguiríamos hablando, o si se había roto la amistad que en años nos unía.

Termine de bañarme, me acosté, realmente no conciliaba el sueño, derrepente mi celular sonó, era Carlos, con un mensaje que decía.

-Lo que paso hoy me encanto, En cinco días iré a México, espero verte. Te quiero, mi cielo.

Solo le respondí, con un "Ok, también te quiero", y me dispuse a dormir, pensando que en cinco días, el estaría aquí, frente a mi, ¿Y yo?, yo no sabría que hacer.

Esta historia continuara...

Autora:

C.M.E.G