Mi linda vecina madurita y su hija
Un joven consigue follarse de una tacada a su madura vecinita y a su hija.
Era sábado y me había levantado estaba solo en casa y me dirigí a la ducha. Empecé a desnudarme. La ropa pegada se resistía a abandonar mi duro cuerpo. Al fin conseguí quedarme desnudo y comencé a mirarme delante del espejo, tenía un cosquilleo en mi pene el cual cada vez crecía y crecía con sólo tocarme la cabecita.
Cuando ya estaba bien duro empecé a masturbarme en nombre de mi vecina. Ella era una mujer de 37 años de edad, vestía muy provocativa con sus minifaldas, lo cual a mí me excitaba cada vez que la veía desde mi ventana. Me empecé a frotar mi verga enorme bien fuerte pensando en sus nalgas y cómo sería coger con ella. Me di por un rato hasta que llegué al orgasmo.
Salí del baño me cambié y me puse a ver TV cuando tocaron a mi puerta era Isabel la hija de mi vecina Martha tenía 17 años, estaba con un short bien ajustado, el cual hacía notar su hermoso culo. Me pidió prestado una herramienta de mi padre para su mamá yo se la presté sin ninguna oposición mientras vi cómo detallaba mi entrepierna. Yo tenía puesto una pantaloneta deportiva la cual hacía notar mi excitación producida por aquel culo. Me sonrió y se fue. Me quedé viendo TV, como a los diez minutos tocaron otra vez. Esta vez era Martha me pidió el favor de que fuera a su casa a ayudarlas con unos muebles, sin dudar me fui. Al llegar me puse a trabajar doña Martha me ofreció un jugo, le dije que encantado y se fue a la cocina a prepararlo. Cuando se puso de espaldas a mí, pude contemplar su hermoso y redondo trasero, fue tanta la excitación que mi verga se puso durísima, doña Martha me trajo el jugo y cuando me lo estaba tomando noté cómo estaba entretenida con mi bulto. Disimulé y hice como si no hubiese dado cuenta. Cuando de pronto doña Martha se acercó y rozó mi entrepierna con sus nalgas cuando fue a agarrar el jugo. Yo estaba a punto de reventar, fue cuando ella me dijo parece que tienes un problema allí... yo no sabía qué decir se acercó y con su mano empezó a tocarme mi verga de pronto me la sacó y me dijo vaya qué verga tienes Carlos y me confesó te he estado observando cuando me espías desde tu ventana y te masturbas quiero que sepas que me excita saber que un joven como tú se excite con una mujer como yo. Ven chúpame quiero sentir tu lengua por mi cuerpo, empecé a desnudarla suavemente pronto quedó en ropa interior y pude contemplar ese hermoso cuerpo le empecé a chupar sus tetas que estaban durísimas de la excitación la recosté en el piso y bajé hasta su vagina depilada y mojada de la excitación. Empecé a chupar su clítoris ummmmm qué delicia decía... le metí dos dedos por su concha mientras chupaba bien fuerte su clítoris empezó a gemir me pedía más chúpame asiiiiiiiiii wow nadie me había chupado así Carlos. Tómame tómame...
La levanté y la puse en cuatro le abrí ese culo inmenso y se la metí todita pegó un salto cuando la sintió. No lo podía creer ahí estaba yo culeándome a la mujer por la cual me había masturbado todos estos meses. Empecé a darle verga, su vagina estaba bien mojada le agarraba sus tetas bien fuerte mientras la penetraba una y otra vez.
De pronto sentí unos ruidos detrás de mí era la hija masturbándose en una silla mientras nos veía follar estaba abierta de piernas con su concha rosada. Yo seguí dándole a su madre bien duro hasta que la hice llegar empezó a gritar como una loca ahhhh así Carlos dame sigueeeeeeee UMMMMMMMMMMMMM eres lo máximooooooooo ME ESTOY CORRIENDOOOOOOOOOOOOO pronto se reincorporó. Entonces yo me acosté y ella se sentó en mi verga la hija se levantó de la silla y me ofreció su vagina para que la chupara Martha empezó a cabalgar mi verga mientras le chupaba el chocho a su hija empezó a moverse cada vez más rápido mientras su hija tenía un orgasmo en mi caraaaaaaa mojándome con sus JUGOS toda mi cara.
Martha seguía moviendo ese culo como una puta mientras su hija me besaba. Estaba a punto de llegar se la saqué y me levanté empezaron a masturbarme hasta llenarle sus caras de lecheeeeeeeeeee me empecé a venir como un loco mientras las dos me chupaban la verga AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH fue lo único que decía ese fue el orgasmo más caliente que he tenido.
Después de recuperarnos Martha y Isabel me confesaron que lo habían planeado todo, así que de vez en cuando siempre voy a su casa a gozar de placer.
Escríbanme Chicas de cualquier edad y maduritas también a ardiente_h@latinmail.com caliéntenme con sus historias