Mi juguete preferido (6)
Un cliente americano me pide una chica de compañía para una noche y le recomiendo a mi novia
Como ya he explicado en anteriores capitulos, mi trabajo consistía en atender a los clientes extranjeros en la empresa donde trabajaba y captar de nuevos. Uno de ellos era de Estados Unidos. Recibo un e-mail de la persona con quien había contactado, un tal Ronald, que proximamente estaría por Barcelona para visitar la fábrica y ver los productos personalmente, ya que su empresa tenía interés en vender nuestros artículos
A media mañana del día convenido, fuí a recogerle a su hotel. Era el mes de Julio y hacía ya bastante calor. Era un tío bien parecido, mas bien alto. Hablaba bastante bien el castellano. Subimos a la oficina y se lo presenté al jefe. Estuvimos un rato charlando y luego pasamos mi oficina para hablar de temas comerciales y para ver si le rascaba un buen pedido.
Bajamos luego a la fábrica, que se encontraba en la planta baja, para que viera in situ el proceso de producción y luego lo llevé a comer a un restaurante. Durante la comida hablamos de todo un poco, pero a medida que la botella de vino fue bajando su nivel, Ronald, rojo como una gamba, empezó a hablar del tema que mas le interesaba: las mujeres.
Me preguntó si conocía alguna escort para que le acompañara esta noche diciendome_
- Yo viajo mucho y a cada sitio que voy, siempre alquilo los servicios de alguna chica de compañía toda la noche. No me gusta dormir sólo.
En este momento se me pasó por la cabeza que Sandra bien podía hacerle este servicio y sacar una buena tajada. Le dije que conocía a una muy guapa, sexy y muy caliente que le haría pasar una buena noche. Quedamos en que le llamaría sobre las ocho y le diría si la chica estaba libre..
Salimos del restaurante y volvimos a la oficina. Estuvimos el resto de la tarde rellenando un jugoso pedido.
Dejé al americano en su hotel. Me insistió de nuevo que le llamara y le dijera si estaba disponible. Y en caso afirmativo que quería le mandara unas fotos para ver si era de su gusto y acordar las condiciones del servicio o buscarse a otra. Le aseguré que le gustaría tanto fisicamente como por su manera de trabajar y que quedaría contento. Me hizo describirla y claro, si era tal como le decía ya dijo que seguro le gustaría. Me preguntó si la había probado. Que iba decirle sino?.
. En cuanto le dejé, llamé rápidamente a Sandra y le dije que fuera directamente para casa. Que tenía que proponerle un asunto que le podría interesar.
Llega a casa y le suelto
- Estas libre esta noche?
- Si
- Un cliente americano de mi empresa busca compañía y le he propuesto que a lo mejor a tí te gustaría alegrarle la noche. Por supuesto no le he dicho nada que eres mi novia. Te he presentado como a una escort que conozco y que trabaja de por libre. He pensado que te podría interesar. Ademas, sé que me haras quedar bien con este cliente.
Sandra se quedó muda. No se esperaba que yo le proporcionara un cliente.
- Eres una cabrón
- Ya lo sé, pero a tí que mas te dá si es un cliente más . Igualmente follarías con otro
- Pero esto es cosa mía
- Solo te proporciono este tío para que te quedes tú el dinero en lugar de que se lo dé a otra. Le puedes pedir 800 euros por toda la noche que el tío te los pagará. Ademas esta de muy buen ver. Te lo pasaras bien con él y yo tengo la garantía que quedará contento.
Tienes razón, para que se lleve el dinero otra, me lo quedo yo.
Veo que piensas con la cabeza.
- Vale, llamalo y dile que sí
- Ahora mismo lo llamo para decirle el precio y le mando una foto tuya por e-mail ya que me dijo que antes quería ver como eras. Si le interesa, le digo que vendrás sobre las 10, así te da tiempo a arreglarte. Cuando salgas coges un taxi para casa y me cuentas como ha ido la fiesta.
Me llamó Ronald enseguida y dijo que le había parecido una chica muy guapa. Le había enviado una foto de Sandra en pelotas. Estaba conforme con el precio y las condiciones.
Mientras Sandra se duchaba le estuve escogiendo la ropa que debería llevar de la que me acuerdo como si fuera ahora mismo. Unas sandalias muy elegantes de tacón de charol negro con una tira delante. Un micro tanga negro transparente, de los que solía regalarle, que solo tapaba la rajita aunque se veía a través de la fina tela y con un adorno en el trasero donde se juntan los hilos. Un sujetador negro abierto de los que sólo aguantan y empujan las tetas por debajo y lateralmente dejando los pezones libres. Un vestido elegantísimo tambien negro con minifalda que le llegaba a medio muslo y el talle por debajo del ombligo. La parte superior de gasa totalmente transparente. Encima se complementaba con una pequeña chaquetilla abierta de la misma tela que la falda. y que dejaba ver la cintura, el ombligo y parte de sus tetas cubiertas por la gasa transparente. Se ensanchaba en los pectorales para cubrir las transparencias, aunque sólo frontalmente. Lateralmente se le podían ver sin demasiado esfuerzo. Como uno se puede imaginar, era muy provocativo. Lo iba a estrenar esta noche ya que se lo había regalado pocos dias antes. Sería como una autentica puta pero vestida elegantemente.
Cuando salió de la ducha, se maquilló y fué para la habitación a vestirse, al ver la ropa extendida en la cama, me dijo:
Con este vestido se me ven todas la tetas .No pretenderas que vaya por la calle enseñandolas
Te pones la chaquetilla encima para cuando estés en público.
Una vez se vistió, se miró mil veces en el espejo y quedó convencida que todo le sentaba perfectamente. Estaba elegantemente sexy y provocativa como una furcia de categoría. Bajamos al parking para subir al coche. Por el camino no pude resistir la tentación de meterle mano en su entrepierna y acariciarle su coñito para que estuviera bien dispuesto para el americano.
La dejé en la puerta del hotel y la perdí de vista.
Esta noche, apenas había dormido por el calor que hacía, pensando en lo que estaría haciendo y si todo había ido bien, ya que yo había sido el promotor del encuentro
Sobre las 11 de la mañana, se presenta Sandra en casa. Cambio de planes. Ronald estaba abajo esperando en un taxi a que Sandra se cambiara el vestuario y se vistiera para ir a la playa.
- Como? A la playa teneis que ir ahora
Me comentó que Ronald quería ir a la playa con ella antes de coger el avión por la tarde. Ya me contaría por la tarde el porque de este cambio de planes.
Se desnudó rapidamente se puso el microscópico tanga que solía ponerse para ir a la playa y que tantas pasiones provocaba, encima una minifalda muy fina. Un top de los que la cinta rodea la nuca y bajaba cruzado en dos trozos de tela que cubrían los pechos y se anudaba con una cinta por delante , dejando su vientre y toda la espalda al aire. La fina falda marcaba en su culo las tiras del tanga. No solía ponerse el sujetador del bikini, ya que tampoco lo utilizaba para nada, pues siempre hacía topless, y decía que así iba mas cómoda, lo cual nunca se lo discutí.. Toalla, sombrilla, crema y demás bártulos playeros y se fue a la calle hacia el taxi donde Ronald la estaba esperando. Me dijo que no llegaría hasta la tarde porque Ronald no debía de estar hasta las cinco en el hotel para recoger las maletas para irse al aeropuerto hacia Londres .
Sandra llegó a casa a media tarde, después de pasar la noche y parte del día con el americano.
Fue a ducharse. Mientras, le preparé una bebida y nos sentamos cómodamente en el sofá para que me explicara lo que sucedió con detalle y así me lo contó:.
Cuando me dejaste en la puerta del hotel, subí para su habitación. Llamé a su puerta y en cuanto me abrió se quedó babeando admirando mi figura y el provocativo vestido transparente que tú me escogiste. Me hizo pasar y me estampó dos besos, al mismo tiempo que me decía que era mas guapa que en las fotos y que lo ibamos a pasar muy bien.
Me quité la chaquetilla y el tío soltó un Wow, típica expresión de asombro americana, para demostrar su admiración al ver mis tetas ya de entrada. Me hizo sentar y me ofreció una bebida del bar. Se sentó bien pegadito a mí y sin demasiados preámbulos empezó a sobarme las tetas por encima de la blusa y acariciarme las piernas. Me puso de pié y me metió mano por debajo de la falda acariciándo mi coñito por encima del tanga. Yo ya estaba excitada y él todavía mas. Me quitó la falda y se quedó admirando mi coño que se transparentaba a través del tanga. Me metió un dedo y luego dos. Le puse la mano encima su paquete que ya estaba adquiriendo grandes proporciones. Me desnudó del todo sin dejarme de lamerme los pezones y acariciarme el coño y el culo.
Me examinó concienzudamente todo mi cuerpo. Se interesó mucho por la pequeña zona blanca en mi pubis y las rayitas en el culo que contrastaban con mi bronceado casi integral. Me preguntó si tomaba el sol en público con este tanguita y si hacía topless. En cuanto le dije que sí a ambas cosas, se quedó muy admirado. Luego en un momento de relax me propuso ir con él a la playa a la mañana siguiente porque le ponía a cien poder ir con una mujer que se exhibiera con las tetas al aire y por supuesto debía ponerme el microtanga que me marcaba el pequeño triangulito blanco que había visto en mi coño. Me explicó que en estados Unidos está prohibido el topless y por esa razón le daba mucho morbo poder estar conmigo en una playa con las tetas al aire. Era una fantasía que quería hacer realidad. Como el tío me había pagado los 800 euros nada mas llegar y luego me añadió 200 mas para acompañarle a la playa, no me podía negar a complacerlo.
Me tenía cogida por detrás, besandome en el cuello y tocandome las tetas, cuando llamaron a la puerta. Era el servicio de habitaciones ya que había encargado una botella de champan. Mi reacción inmediata fue soltarme para taparme con la manos para que el camarero no me viera, pero el muy cabrón le dijo al camarero- pase - y tal como estaba desnuda frente a la puerta, me agarró por los brazos para que no pudiera moverme ni taparme pero tengo que reconocer que no hice ningún esfuerzo para soltarme. En el fondo me excitó muchísimo que el tío me exhibiera desnuda delante del camarero.
Entró el camarero y sin apartar la vista de mi cuerpo, se disculpó y dejó la botella y las copas en la mesa. Con toda la calma se dio media vuelta y se fue. Lo demás me lo imagino. Despues de pajearse a mi costa, luego comentaría con el personal del hotel como había visto a una puta en una de las habitaciónes exhibiendose totalmente desnuda.
Ronald se desnudó en unos segundos y poniéndome delante de él en cuclillas, le cogí su polla y la puse en mi boca. Con sus manos en mi cabeza, acompasaba los movimientos y aprovechaba para hundir mas su polla ,que por cierto no estaba nada mal, en mi boca. Con una mano le acariciaba sus huevos y con la otra le cogía su miembro. El tío estaba con la cabeza mirando al techo con los ojos cerrados y no me soltaba la cabeza para meterla mas adentro. No paraba de soltar gemidos de placer.
Luego paró, supongo para no correrse todavía y llenó las copas. Bebimos un poco y se las llevó junto con la botella hacia la mesita de noche. Me cogió por la cintura y me dijo que me estirara en la cama boca arriba. Se colocó de rodillas a horcajadas de forma que le quedaban sus partes encima de mi coño. Cogió la botella y me empezó a verter el champan por las tetas y el resto de mi cuerpo y empezó a lamerme por todas partes con especial atención a mi clitoris. Esto unido a la sensación del champan frío me excitó mas de lo que estaba.
Me la metió en la boca otra vez y en cuanto la tuvo a punto me pidió que le pusiera el preservativo. Sin más me abrió de piernas y me las puso sobre sus hombros. Levantádome por el culo me penetró y después de follarme un rato, no pude evitar un orgasmo y se corrió en seguida.
Lo estabámos pasando bien. Estuvimos un buen rato en la cama tomando la bebida, mientras nos acariciábamos. Todavía quedaba mucha noche por delante.
Me hizo chupársela otra vez y me colocó en la posición del perrito embistiéndome de nuevo. Parece que no se había recuperado todavía de la corrida por lo que estuvimos un buen rato en esta posición dale que te dale. A mi me vino otro orgasmo. Por fin se corrió y es que ya empezaba tener el coño escocido después del rato que estuvo el tío follandome sin descanso.
Otro relax esta vez mas largo. Esta vez se entretuvo un buen rato masajeandome el clitoris y metiendo sus dedos en mi coñito. Mientras yo le masturbaba su polla manualmente para que volviera en erección alternando con la lengua para dejar su miembro tieso como un poste. Me pidió que le enfundara otro preservativo y me pusiera encima de él para que lo cabalgara. Me metí su polla y le cabalgué salvajemente apoyandome en su pecho y luego inclinandome hacía atras apoyandome en sus piernas Yo me masajeaba el clitoris y mis tetas para alcanzar un placer que se transformó en otro orgasmo. El no paró hasta que se corrió.
Estabamos rendidos, serían las 2 de la noche y nos dormimos. Sobre las 7 de la mañana me despertó una sensación placentera y me veo una mano acariciando mi vagina. Me dió un beso diciendome que lo sentía pero que con el cambio de horarios respecto a su pais, se había despertado pronto. Total que otra vez me tocaba folleteo. Yo estaba como un zombi y ya ni me acuerdo como me penetró pero no me dió tregua. Luego nos duchamos juntos. Me enjabonó todo el cuerpo con atención especial a mis partes.
Ya sobre las 9, nos subieron el desayuno. metió sus enseres en la maleta y bajamos a recepción . Pagó la cuenta y dejó la maleta allí, para recogerla por la tarde y fuimos a buscar un taxi. Mi vestido de noche se veía todavía mas transparente a pleno sol de la calle. Mas de un transeunte me estuvo examinando visualmente las tetas y mis transparencias con curiosidad ya que no era precisamente la hora ni el lugar de lucir vestidos de fiesta
Luego ya me viste cuando llegué a casa. Durante el trayecto a casa y luego hacia la playa, el tío no paraba de meterme mano disimuladamente, mientras el taxista no perdía detalle por el retrovisor. Me palpó varias veces en la entrepierna para comprobar si llevaba puesto el tanguita Le dije que estuviera tranquilo que sí lo llevaba y que ya disfrutaría en su momento.
El resto y ya no hace falta que te lo cuente, las reacciones de siempre. Ronald alucinaba de estar conmigo casi desnuda en un lugar público, había bastante gente y tampoco perdía ocasión para mirar a las chicas bonitas que estaban tomando el sol o bañandose en top-less y enseñando el culo. No perdió ocasión cuando se lo pedí, para embadurnarme de crema protectora en la espalda, el culo y las piernas. Por delante me apliqué la crema yo misma para no excitarlo demasiado, pues ya estaba muy palote. Si hubiera podido me habría follado allí mismo. Le notaba una mirada muy viciosa mientras me contemplaba y disfrutaba viendo como me observaba el personal. Pasaron, como siempre, multitud de mirones lo cual le satisfacía muchísimo de ver las miradas lascivas que me dedicaban pues no hace falta que te recuerde, que este microtanga que me regalaste, apenas tapa los labios vaginales.
Luego fuimos al agua y allí estuvimos un buen rato.chapoteando y jugando. Yo me abrazaba a él con las piernas enroscadas y no paraba de morrearme. Luego sobre las 2 me invitó a comer una paella en un chiringuito alli mismo. Despues del café, estuvimos un buen rato haciendo la sobremesa. Al tío se le notaba que tenía unas ganas locas por follarme, y no paraba de acariciar mis piernas por debajo la mesa
Como me tenía muy caliente le propuse irnos al hotel y como ya había dejado la habitación, miraríamos la posibilidad de que me echara el último polvo en los lavabos. Paramos un taxi y el trayecto fue una copia del anterior. Metiéndome mano por debajo del top que dejaba bastante accesibles mis tetas. El taxista, tampoco esta vez no dejó escapar la oportunidad de recrearse por el espejo, lo que me excitaba bastante mas de lo que ya estaba..
En cuanto llegamos al hotel nos metimos sigilosamente en el lavabo de caballeros. Me senté en la taza, se bajó los shorts y me metí su polla en la boca. Cuando la tuvo bien tiesa, me enculó de espaldas apoyando mis manos en la cisterna y sin bajarme el tanga, solo tuvo que apartar a un lado el pequeño triangulito de tela, metió su polla en mi coño hasta el fondo y al poco se corrío como un loco. Parece que nadie nos oyó y si alguien entró, no nos enteramos. Ya tocaba despedirse. Me dijo lo bien que se lo había pasado conmigo y que le diera las gracias a Alberto por haberle proporcionado una chica tan guapa y caliente como yo y que le encantaría repetir en otra ocasión. Le dije que por supuesto podríamos repetir y le dí mi telefono para que me avisara con antelación para reservarme. También me preguntó si yo follaba contigo y le dije que algunas veces. Me dió un morreo que casi me ahoga y nos despedimos hasta la próxima.
Cuando Sandra acabó de explicarme la aventura con el americano, ya estabamos los dos desnudos y excitados. No tuve mas remedio que follarmela salvajemente para apagar mi calentura despues de oir su relato.
Al cabo de unos días, recibía noticias del americano. Me agradecía que le hubiera recomendado a aquella chica, con la que se lo pasó muy bien y me enviaba un sustancioso pedido que triplicaba el inicial que rapidamente se lo presenté al jefe. Lástima que nunca sabría que este voluminoso pedido lo había conseguido gracias a la colaboración de mi putilla. Se lo dije a Sandra para que viera que su acción había sido acertada y la invité a cenar a uno de los restaurantes mas caros de la ciudad como premio por su buena accion..