Mi jefe quiere convertirme en su zorrita
Me empujo por los hombros hasta conseguir ponerme de rodillas, vi que se desabrochaba el pantalón. Y apareció ante mí una hermosa polla, enorme. Empezó a masturbarse ante mi cara
Llevaba meses sin encontrar un trabajo decente. Desde la inmobiliaria no había vuelto a trabajar todo un mes entero.
Fui a pasar un fin de semana a casa de mi madre y el viernes la fui a buscar al trabajo, allí me presento a sus compañeras. En ese momento bajo su jefe del despacho de arriba, también me presento.
Era un hombre de unos cincuenta y muchos o sesenta y pocos bien llevados. Estrecho mi mano a modo de saludo y se quedó cerca del grupo hablando con una mujer.
Yo les contaba a mis amigas que me había quedado sin trabajo y que buscaba uno desesperadamente, les conté que primero trabaje en unas oficinas y luego llevando los papeles de una inmobiliaria.
El jefe se acercó y me dijo que si quería trabajar, el podía contratarme, necesitaba una asistente personal un poco flexible. Pasamos a su despacho y lo de flexible era encargarme un poco de todo, en casa y en la oficina, el sueldo me dejo en el sitio, era el doble de lo que cobraba y dije que sí. Mi madre se alegró de que me quedara cerca y en su mismo trabajo.
Empecé al día siguiente, la dinámica era que el pasaba solo unas horas en la fábrica, luego el gerente lo organizaba todo y yo trabajaba en su despacho, en su casa, a él le gustaba llevarlo todo desde allí.
Además de eso organizaba la casa, pedía las compras al súper y me encargaba de que la señora que venía todos los días se organizara con comidas y limpiezas. Enseguida me organice, tanto en el despacho, como con la casa.
A la semana de estar por allí, empecé a salir con el hijo de una amiga de mi madre, era de mi edad tenía como yo treinta años, era muy dulce y agradable, diferente a mi ex. Estaría solo ese mes, y aproveche. Casi desde el primer día nos acostábamos, yo sospechaba que tenía novia, pero tampoco me importaba demasiado, al mes se iría.
Llevaba ya unas semanas en mi trabajo, cuando me di cuenta que Simón, mi jefe miraba mi escote, mientras me dictaba una carta, luego lo cace mirándome el culo cuando me agache a por unos papeles y a partir de ese día me fui dando cuenta de cómo me miraba, eso me ponía caliente y empecé a forzar las cosas, vistiéndome de manera más provocativa.
Cruzaba las piernas dejándole ver algo de mis braguitas, me agachaba ante el al entregarle algo dejándole ver gran parte de mis pechos.
Me encantaba provocarle, el intentaba que no me diera cuenta de sus miradas, de su paquete abultado y de sus suspiros cada vez que le rozaba.
Lo lleve al límite lo reconozco, cada día me calentaba más sus reacciones. Un día le pregunte tras enseñarle varias partes de mi anatomía si podía darme un baño en su piscina al terminar el trabajo.
-cuando quieras, yo apenas la uso, era cosa de la estirada de mi exmujer.
Por la tarde al terminar subí a un baño me puse un bikini blanco y baje a bañarme. Me tire al agua y nade un rato, vi que Simón se acercaba al borde
-que tal esta?
-buenísima, deberías aprovecharla
Le dije mientras salía para tirarme de nuevo, me pasee ante él, sabiendo que mi bikini mojado se transparentaba y que podía ver los rizos de mi sexo y por detrás no era diferente, además solo cubría medio trasero, la parte de arriba apretaba y subía mis ya grandes pechos haciéndolos parecer aún más grandes.
Al tirarme vi el bulto en su entrepierna, me zambullí en el agua y él se fue, apareciendo al rato en bañador
-me has convencido
Se metió en agua y al momento le note rozándose conmigo, jugué con él en el agua calentándolo, frotándole mí culito en el bulto y cuando ya no pudo más me agarro por detrás y me abrazo. Yo me zafe de su abrazo y seguí nadando, al rato volvió a intentarlo y yo volví a rechazarlo, quería tontear con el pero no quería que fuera a más.
-déjame tocarte solo un poco, me provocas continuamente, solo quiero tocarte un poco anda, déjame
-vale pero solo un poco, mi novio me está esperando
-solo un poquito acércate, deja que te toque las tetitas
Coge una en cada mano y las soba, las estruja un poquito y pelliza el pezón
-deja que las vea un momento
Deje que las sacara por arriba, mis pezones se endurecieron con el aire y la excitación que me producía el morbo de notarle tan encendido. Frotaba mis pezones friccionándolos entre dos dedos.
-voy a lamer un poquito tus tetitas
Su lengua paso por cada centímetro de la piel que cubría mis pechos, y se demoró en los pezones, hacia círculos con esta alrededor de los mismos, cuando estuvieron bien duros los mordisqueo y succiono. Yo me dejaba hacer, estaba cachondisima.
El teléfono sonó sobre una tumbona y me separe, escondí mis tetas y salí del agua, dejándolo empalmado y excitado dentro.
-me tengo que ir, es mi novio que me espera en casa.
Salí de la casa, mi sexo chorreaba, por cómo me había puesto ese hombre. Nunca me había excitado tanto, aunque nunca había follado con un hombre como él.
Al día siguiente decidí fingir que no había pasado nada y él no lo menciono, trabajamos un rato en el despacho y luego tenía que hacer la lista de la compra, estaba en la despensa cuando note a alguien detrás, cerró la puerta de la misma y ambos quedamos encerrados dentro, sus manos empezaron a sobar mis pechos sobre la camiseta.
-ayer me dejaste encendido
-le dije que solo un poco, yo cumplí mi trato
-llevas provocándome desde que empezaste y luego te haces la estrecha, crees que puedes jugar conmigo como con los chavales con los que vas?
-lo siento, no volveré hacerlo
-si lo harás
Mientras me dijo eso note que subía mi falda y sobaba mi culito
-que ganas tenia de sobártelo, me lo has enseñado tantas veces, que lo miraba a lo lejos y soñaba como seria sobarlo así.
Me di cuenta que me había pasado jugando con ese hombre y ahora debía atenerme a las consecuencias que mi juego me traía, por si acaso aun intente zafarme.
-estate quieta y calladita, o te oirá la señora que limpia
Podía haber gritado, me estaba dando la oportunidad, la señora paso por al lado de la puerta cerrada para coger la escoba, él no me tapaba la boca pero me calle, tiro de mis braguitas rompiéndolas y no grite, sus dedos hurgaban en mi coñito, eran hábiles, agarro con dos mi clítoris y lo fricciono como el día anterior había hecho con mis pezones, enloqueciéndome de placer.
-estas mojándote putita, en el fondo te da morbo que te fuerce, lo se
-déjeme, no quiero que siga –le dije moviéndome lo que podía-
-calla pequeña zorrita, veras como terminas gozando
Me empujo por los hombros hasta conseguir ponerme de rodillas, vi que se desabrochaba el pantalón. Y apareció ante mí una hermosa polla, enorme. Empezó a masturbarse ante mi cara.
-quieres chupar un poquito, saca la lengüecita nena veras lo que les pasa a las zorritas como tú que van por ahí provocando
Lo hice y me froto la cabeza de su polla, empecé sin ganas, pero al momento empecé a lamerla con ansia, me metía la cabezota en la boca y succionaba fuerte, creía hacerle daño pero note que le excitaba mi rudeza.
Sus suspiros y jadeos crecían, me agarro de la nuca y la metió completamente en mi boca, empezó a entrar y salir follandome la boca sin descanso hasta que no podía más, la saco de mi boca y me cogió por debajo de los brazos levantándome.
-que bien la mamas zorrita, casi haces que me corra en tu boca. Me dio una palmada en la cara, no muy dura. Apenas reconocía a ese hombre
Me da la vuelta y me apoyó en una estantería se pone tras de mí y me la pone en la entrada de mi vagina.
-voy a follarte pequeña zorrita –me dice mientras ya empuja-
Noto todo su tronco entrar en mi vagina, abriéndose paso dentro de mí. Me llena completamente con su polla.
-estas chorreando golfa qué coño más rico tienes.
Empuja fuerte y se la mete completamente, hasta que noto sus huevos golpeándome, sin miramientos, muevo las caderas acoplándome más para que no me haga daño, levanto el culo y el agarrándome empuja más y más, me pellizca los lados cogiéndome fuerte, tengo que agarrarme para no caer de frente mientras bombea fuertemente haciéndome que me corra, ya no puedo reprimir, jadeo como poseída, gimo y hasta lloriqueo.
-te gusta así pequeña zorrita, te gusta que te den polla fuerte verdad?
-sí, no pares follame fuerte
-que diría tu novio si te viera recibir polla de tu jefe en una despensa, seguro que no le gustaría
-me da igual, no pares por favor sigue follandome
-no parare gatita, mueve ese culito, voy a llenárte de leche, la quieres?
-sí, sí, si
Me corrí mientras notaba los chorros de semen en mi coñito, el jadeaba apoyado en mi espalda.
Dos minutos después salí y me fui al baño a limpiarme. Cuando salí fui al despacho y allí estaba el sentado en su sillón.
-me ha encantado follarte gatita, quiero que seas mi zorrita
-porque debería aceptar?
-porque eres una zorrita cariño y te gusta que te den duro y tu noviete no sabe dártelo.
Piénsatelo y me contestas mañana, tienes el resto del día libre, te lo has ganado.
Al salir me dio un billete de cien euros y me dijo:
-cómprate braguitas, me quedo con las rotas.
Cogí el billete, aceptar su dinero me puso cachondisima, me sentía más puta. Esa noche mí novio me hizo el amor tiernamente y cuando al final se quitaba el preservativo, le miraba pensando en lo comedido que era en todo, nunca perdía los papeles, siempre hasta después de acabar de correrse se quitaba el condón lentamente, le hacía un nudito y lo tiraba. Ese día me pareció simplón, lento, flojo. Total echaba de menos a mi jefe.
Al día siguiente llegue temprano, el apareció en la cocina
-gatita has decidido ya?
-sí, quiero ser tu zorrita
-harás todo lo que te mande?
-si
-no me puedo creer la suerte que he tenido, lo buena que estas y quieres ser mi zorrita, a veces la vida te depara cosas buenísimas. Desnúdate por completo, te espero en el despacho.
Me desnudo completamente y toco la puerta.
-entra zorrita, ven y ponte de rodillas ahora te toca polla, chúpala bien.
Desabroche su pantalón, saque su polla y empecé a lamer, chupe más de media hora esa polla, como el me pedía, descansaba cuando se ponía demasiado caliente y volvía de nuevo a chupar cuando me mandaba.
-gatita así muy bien, a partir de ahora cuando no esté la mujer de la limpieza quiero que te desnudes al entrar y vayas todo el día así. Cuando este quiero que lleves falda y vayas sin ropa interior para que pueda tocarte cuando me plazca, de acuerdo?
-si le conteste excitadísima.
-voy a convertirte él la gatita más zorra y puta que puedas imaginar
Seguí chupando hasta que me aparto
-basta, vas hacer que me corra pequeña zorra, ponte de pie ante mi e inclínate apoyando las manos en la mesa.
Lo hago y mi sexo queda ante su cara, espero que me chupe, pero lejos de hacerlo noto un fuerte azote, su mano descarga sobre mi culo-
-me haces daño
-calla zorra, no te quejes, cada vez que te quejes de algo te castigare aún mas
Vuelve a pegarme y me quejo pero más flojo, de nuevo me azota, me arde el culo bajo su mano.
-hoy tu castigo será no probar mi lengua, iba a comerte y no lo hare, cuando mañana te chupe sabrás lo que te has perdido. Sube más el culo que voy a follarte y procura no correrte mientras te penetro, estas castigada.
Sin probar como esto, apunta a mi coñito y me la mete de un golpe, no me toca, simplemente me folla, su polla entra y sale dilatando mi vagina, llenándome por completo, jadeo agarrada a la mesa.
-no te corras zorrita hoy no te lo permito, mira cómo voy a correrme yo
Noto de nuevo su semen, que riega por dentro mi coñito, está caliente, espeso y el chilla más que ayer, jadea fuerte.
-si zorrita que buena estas, que placer follarme este coñito tan tierno, si puta toma leche, toma
Me pone cachondisima oírlo decir todas esas cochinadas, estoy a punto, pero me retengo, hoy no puedo correrme, me la saca
-límpiala zorrita
Me afano en dejarla reluciente, se sube el pantalón y nos ponemos a trabajar, me permite ponerme la braga. Me he ido a casa y al volver me desnudo en la entrada y voy al despacho, él está sentado me sonríe y me siento, trabajamos toda la tarde en unos papeles y al final de esta me dicta una carta, mientras escribo se pone tras de mí y coge mis pezones, los estruja y poniéndose delante me dice:
-quítate las bragas abre las piernas y relee la carta en voz alta
Hago las tres cosas y en cuanto empiezo a leer noto sus dedos abriendo mis labios y al segundo su lengua penetra mi vagina sin rozar nada, directamente dentro, doy un grito
-quieta gatita, abre más las piernas
De nuevo con sus dedos me abre y su lengua dura de nuevo me penetra, aguanto el placer que me produce esa caricia tan directa y el mueve su lengua dentro, la mete y la saca y yo dejo de leer.
-zorrita lee, solo lo puedes dejar cuando te dé permiso para correrte
Vuelve a repetir y su lengua vuelve a follarme, la mete y saca como una pequeña polla, es una sensación extraña, mi cuerpo se tensa, se separa y me dice
-te levanto el castigo, puedes correrte cuando quieras
De nuevo me abre pero esta vez no es su lengua, sus labios atrapan mi clítoris y absorbe fuertemente, noto sus dientes, me aprieta, me los clava y me suelta, de nuevo su lengua me penetra, entra y sale, ahora succiona mi botoncito, sus dientes aprietan, se clavan y me suelta, lame, penetra sigue ese ritmo que me está enloqueciendo, me vuelve loca la sucesión de caricias en mi coñito, estoy ardiendo, chorreando, como mama ese hombre, me lleva al paraíso con su boca.
Abre entonces un cajón, saca algo de él y de repente mi vagina se abre, me folla con ese objeto sin dejar de chuparme y me corro cuando de un empujón lo lleva al fondo de mi vagina
-sí, si
-así zorrita dame tus juguitos gatita, córrete para mi
Saca lo que sea que me ha metido y absorbe y chupa con devoción mi coñito. Me vuelvo loca con su boca.
-me encanta el sabor de tu coñito, ni en sueños imagine poder gozar de ti así, no imagine que terminarías siendo mi zorrita. Te gusta serlo?
-si me encanta
-puedes irte preciosa, mañana nos vemos en mi oficina de la fábrica en vez de aquí.