Mi jefe me miró con otros ojos

Mi jefe quiso un reporte mucho mas personal. Se lo dí como el quería.

MI JEFE ME MIRO CON OTROS OJOS.

Mi jefe quiso un reporte mucho mas personal. Se lo dí como el quería.

Había entrado a trabajar en una empresa distribuidora de productos de limpieza hacía solo dos meses como supervisor de entrega de bodega. Era una empresa grande que movía buena parte del mercado nacional en el rubro. Se encontraba ubicada en las afueras de la ciudad y para llegar a mi casa tomaba unos 50 minutos a lo menos

Vivo con mis padres y mi hermana, en una villa al sur de la ciudad. Soy el mayor de tres hermanos. Mi hermana menor tiene 16 años y mi otro hermano 22. Yo tengo 27 y estudié en un Instituto Comercial graduándome de contador general.

Mientras estudiaba conocí a un chico de mi clase con el cual tuve relaciones sexuales durante un buen tiempo. Esa experiencia, fue mi primera experiencia sexual con un hombre y desde allí nunca mas tuve relaciones con alguien de mi mismo sexo.

En mi trabajo las cosas funcionaban bien, yo dedicado a controlar los despachos y a supervisar la carga que salía a diario en los camiones de reparto. Julián, mi jefe, recibía también a diario mis reportes de todo el movimiento de mercaderías. Julián es un tipo de 40 años, algo rudo y de difícil trato. Su marcada musculatura y su porte (1,80 mas o menos), lo hacen ser seguro de si mismo, lo que le ayuda a lidiar con camioneros y trabajadores de la empresa. Debo confesar que, al principio, cada vez que entraba a su oficina sentía un cierto temor a sus reacciones, a veces bruscas y de mal trato, que solía tener cuando algo no le parecía bien.

Poco a poco empecé a ganarme su confianza con mi trabajo eficiente y mi siempre buena predisposición para acatar sus órdenes y requerimientos.

Tu sabes interpretarme…me decía….me gusta tu trabajo.

Gracias..hago lo que puedo….le respondía y le miraba a los ojos. Unos ojos negros y grandes que de verdad infundían respeto.

Un día Viernes, me llamó a su oficina para que le diera el reporte de la semana y con ello cerrar la planilla correspondiente. Mientras revisábamos los embarques de los últimos tres días, nos dimos cuenta que había un problema en el balance de cajas salidas, con el dato que nos entregaba la bodega de cajas almacenadas. Tuvimos que revisar embarque por embarque, ficha por ficha, todos los despachos de la semana, lo que nos tomó muchísimo tiempo. Nos dieron las 11 de la noche y después de descubrir el problema, Julián casi inconcientemente y de pura felicidad abrió sus brazos y me abrazó fuertemente. Por fin …me dijo.

Ahora nos podemos tomar un trago…me dijo y fue hasta su estante y sacó una botella de ron….quieres…? Si, le dije, claro que quiero. Bebimos bastante…aunque no lo suficiente para estar ebrios.

Quieres ver una película..?

Una película..? Bueno..

Se levantó del sillón y encendió el video. Casi al instante apareció en la pantalla del televisor de su oficina una escena ardiente de amor homosexual. Dos tipos se besaban y hacían el amor como locos, mientras otro los miraba y se corría una paja.

Te gusta..? me preguntó. Si..le dije algo tímido aún.

Mira como se besan…mira que culo tiene ese putito…Me gustaría estar ahí..? Me dijo.

De verdad ese es su deseo..? Me levanté del asiento como para safarme de la situación, no estaba seguro de volver caer en los brazos de un hombre.

Se acercó hasta donde yo estaba y me tomó de la cintura, atrayéndome hacia su cuerpo. Me colgué de su cuello y nos besamos. Así como estábamos, parados, él levanto mi camisa y su boca empezó a chupar mis tetillas, él estaba muy concentrado y yo, estaba a mil, sentía que mi pija se hinchaba cada vez mas y el culo me latía. Nunca había sentido algo igual… Mientras jugueteaba con mis pezones, sus manos atraparon mi cola. Sentía como sus manos acariciaban cada centímetro de mi cola, y me dejé cuando su dedo dibujó la raya hasta hacer presión en mi ano. Mientras clavaba sus dientes en mis pezones y acariciaba mi culito con maestría.

Allí supe que no tenía retorno: Esa noche iba a conocer, lo que era hacer el amor con el jefe y sentir su pija dentro de mi. Julián, se dio cuenta de lo que estaba sintiendo y tomando mi mano la llevó hasta su bulto. Por encima de su pantalón lo fui acariciando y cada vez me iba animando a más. Desprendí el botón y dejé caer la cremallera, mi mano buscó su piel caliente. Él me besaba haciendo entrar su lengua en mi boca de forma rápida, era un mensaje, su lengua era su pija y quería que yo se la mamara. Él mismo bajó su pantalón y su calzoncillo, marcándome el camino… Dudé e intenté hacerle una paja más violenta, como para saciar su deseo, pero él me presionó hacia abajo y yo me dejé caer arrodillado a sus pies. Mi cara quedó a merced de su verga y mi tentación pudo más que cualquier pudor

La miré, estaba muy cerca, podía sentir su olor. Su tamaño era casi igual al mío. Besé su tronco y luego bese su cabeza. Lamí el líquido que estaba lubricando la punta. Y sin esperar conocer su gusto la introduje en mi boca. Chupe sus huevos y luego me la metí toda dentro… y eso lo puso a mil tanto que la sacó, - No quiero acabar en tu boca, quiero acabar en tu culo, me dijo.

Entonces me empezó a desvestir. Me sacó el pantalón y mis calzoncillos, sacó mi camisa y quedé desnudo frente a él, a su disposición, me sentía desvalido. Pero él también se empelotó y cuando estuvimos desnudos me abrazó suavemente y me hizo sentir su cuerpo olor a axila y sudor de hombre.

Se colocó un condón y de un sobre que venía en la caja de profilácticos, me untó un gel que le hizo más fácil introducirme un dedo. Me esparcía la crema con ansiedad y con placer, yo gozaba de sus caricias y de sus masajes anales.

Me puso en cuatro y colocó la cabeza de su verga en el anillo de mi culo. Ante la presión mi culo fue cediendo, con poco dolor. Pensé que estaba, casi toda dentro, pero todavía no había entrado ni la mitad de su cabeza. Cuando volvió a presionar, sentía que me iba a cortar por la mitad.

Fue entonces que dio un fuerte empujón y sentí como se juntaban mis nalgas con su pelvis. Un grito desgarrador salió de mi garganta. Él esperaba a que mi esfínter se acomodara a su tronco, . Me decía cosas lindas sin dejar que me saliera, pero tratando de no moverse. Cuando me sintió más relajado empezó a moverse, cada vez que lo hacía mi placer era mayor… Su pija iba creciendo dentro de mí.

Yo movía mi culo para darle mas placer hasta que tomamos un acompasado ritmo. Sentía como golpeaban sus huevos contra mis nalgas y como su pija se deslizaba por mi esfínter hasta tocar mis entrañas mas profundas.

A esas alturas yo bramaba de placer. Estaba tocando las estrellas, solo quería seguir siendo poseído por ese hombre al que yo temía, pero que ahora era mi hombre y estaba debajo de él, sintiendo como me gozaba.

De pronto me dijo….date vuelta, quiero ver tu cara de caliente

Me puse cara arriba y él, poniendo mis piernas sobre sus hombros, las abrió y buscó mi ano con su pija. Yo se lo abrí con mis dedos para ponerlo a su disposición, indicándole el camino de la penetración.

Me la metió delicadamente por lo que pude sentir como entraba cada centímetro, mientras con sus manos tomaba mis tobillos y me levantaba para facilitar la penetración. Comenzó a metérmela al mismo ritmo anterior y yo a mover mi cintura y mi culo para facilitar su eyaculación que parece venía pronto, a juzgar por su cara y sus grandes ojos negros.

Sus ojos se achicaron y su rostro se contrajo, al tiempo que yo sentía las convulsiones de su pija dentro de mi. Me voy…me voy….exclamó, luego de lo cual se dejó caer sobre mi pecho, abrazándome por el cuello. Sentí el torrente tibio de su jugo seminal correr por mi interior y luego salir por mi ano abierto, entre los pliegues de su pija que aún me la tenía enterrada y que poco a poco bajaba de volumen.

Estuviste exquisito me dijo. Yo lo miré y le dije……tu también.

Nos vestimos rápidamente, sabiendo que desde ese momento, mi jefe y yo no seríamos los mismos. Existiría un reporte diario de las mercaderías salidas y un deseo de pasión para terminar el día.