Mi jefe
Por fin y después de un tiempo regreso para contarles mis experiencias, en esta ocasión les cuento como fue mi primera de varias veces con mi jefe, espero les guste, espero sus comentarios. Besitos a todos y a todas.
Hace un poco más de un año me disponía a contarles mis aventuras con mis amigos, amigas y novio, pero han sucedido varias cosas que han cambiado por completo mi vida, en ese sentido iré relatando cada cosa que ha pasado, pero voy a continuar en el relato anterior, el cual pueden encontrarlo en mi perfil.
Desde el día que tuve sexo con Manuel, me dejo sorprendida, no pensé que lo iba a disfrutar como lo hice, había algo que me dejó con ganas de más; aunque con mi novio tenía una vida sexual activa y satisfactoria, sus constantes viajes no nos permitían disfrutar del sexo de manera más regular cosa que con Manuel si podría. En fin, las siguientes semanas Manuel se convirtió en mi chofer particular, me llevaba de mi casa a la oficina dado que vivía por el rumbo y quedaba de paso, aunque nunca llegaba a mi casa ya que mi mamá y mi hermana sabían que salía con Miguel y no queríamos que nada sospechara.
Un día estaba en la oficina trabajando cuando me llego un mensaje de Miguel diciéndome que llegaría el fin de semana y quería que nos viéramos ya que me tenía una buena noticia; estaba en eso cuando mi jefe (Javier) puso sus manos sobre mis hombros y me dijo que nos reuniríamos todos a las 5:00 p.m. para ver los avances de los proyectos que teníamos en curso, al momento de sentir sus manos sentí como me jaló hacia atrás hasta pegarme con su cuerpo, sentí su pierna en mi espalda cosa que no le puse mucha atención hasta que me dijo – Hoy te ves espectacular, ¿tienes algún compromiso por la noche? – A lo que contesté – No, es un día normal –.
Llegó la hora de la junta y presentamos los avances del trabajo, al finalizar la junta me dijo que me quedara y los demás se retiraron, me pidió unos reportes y solo me veía sin decir nada, de repente se paso por atrás de mí y me tomo de la mano que tenía el mouse, estaba muy nerviosa, me paralizó el tenerlo tan cerca, de repente me besó el cuello, el cual me excitó mucho, pero seguía sin poder decir palabra alguna; pero el rompió el silencio:
J - ¿Nos podemos ver al salir de la oficina?
A – No puedo, mi novio viene por mí
J – Ni modo, pero mañana nos vamos a comer y a eso no me puedes decir que no
A – Esta bien, nos vemos mañana
Salí como puede, tomé mis cosas y me fui a mi casa, en el camino me di cuenta que aunque me paralizó el sentir su mano, me gustaron sus besos en mi cuello. Antes de llegar a mi casa me llegó un mensaje de mi jefe diciendo: Hoy te veías hermosa con tu vestido, realza tus piernas, ojalá mañana luzcas de nuevo un vestido.
Al día siguiente me levante y mientras me bañaba recordé el mensaje de mi jefe, decidí ponerme un vestido negro de tipo pluma con un escote discreto y unos tacones negros, quería ver la impresión de mi jefe pero al llegar no estaba, casi a la hora de la comida la secretaria me dice que tomara una llamada de mi jefe, después de preguntarme unas cosas de trabajo me dijo:
J – No podré llegar a comer pero en la tarde hablamos
A – ¿De qué más quieres hablar?
J – Hablamos en la tarde.
En la tarde llego y al saludar, me tomó de la cintura y me pegó a su cuerpo, después cada vez que podía pasaba por mi lugar y me sonreía de forma discreta pero me ponía nerviosa. Al llegar la hora de salir, tome mi bolsa y me pasé a despedir y me paré en la puerta de su oficina.
A – Nos vemos mañana.
J – Pasa un momento por favor. Quiero disculparme por no llegar a comer pero ¿te parece si nos tomamos el lunes y te invito a desayunar el próximo lunes? Así podemos hablar de otras cosas.
A – ¿De qué cosas?
J – De otras cosas que no podemos hablar aquí
A – Ay dime
J – Te marco más tarde, claro si puedes
A – Esta bien, después de las 9
Me di media vuelta y me fui a mi casa, de nuevo rumbo a casa me fui pensando, sabía de que quería hablar conmigo y me ponía nerviosa, pero a la vez quería saber hasta dónde llegaría, siempre quise probar a un hombre maduro como él y ver que se siente y quería me ponía caliente el saber que había una oportunidad de estar con él.
Javier es un señor de unos 45 años, se mantenía en forma porque de joven hacía ejercicio, alto y de buen vestir; además, sabía que ya anteriormente había tenido sus aventuras con otras chicas de la oficina, tiene una hija de unos 20 años, a veces llegaba a ir a la oficina a verlo; esas dos cosas son las que me hacían dudar, pero si me encuentra en un momento débil, sin dudarlo me iría con él.
Llegué a casa, cene y me metí a bañar, cuando salí vi que tenía una llamada de Javier y obvio no le iba a regresar la llamada ya que no quería ser imprudente si estaba su esposa, así que me fui a dormir y estando en mi cama vuelve a llamar.
J – Hola, pensé que no me contestarías
A – Hola, lo que pasas es que cuando llamaste me estaba bañando y ahorita ya me iba a dormir, así que otro poco y no te contesto, ¿ahora si me vas a decir de qué quieres platicar?
J – Si, mira como te dije en la tarde, quiero invitarte a desayunar el lunes, conozco lugar bonito donde podemos platicar. Eres una chica muy guapa, desde que llegaste me di cuenta que trabajas muy bien y te has superado, y quiero recompensarte por todo lo que me has ayudado.
A – ¡Ok! Pero tengo unos pendientes que deje para el lunes
J – No te preocupes, los puedes hacer el martes.
A – ¿Qué mas vamos a hacer? ¿Nos vamos a tardar todo el día?
J – Pues tenemos todo el día, si quieres después podemos ir a otro lado, pero eso lo hablamos ese día, por lo pronto, descansa
A – Esta bien, descansa
J - ¿Te puedo pedir un favor?
A – Si dime
J – El lunes vístete como vas a la oficina, de preferencia con un vestido, te ves más linda así
A – Esta bien, nos vemos el lunes
El domingo estaba esperando la llegada de Miguel, pero como se retraso su vuelo ya no pude ir por él y quedamos que yo le avisaba si nos veíamos ya que no sabía a que hora me desocuparía con mi jefe.
El lunes me desperté temprano y me metí a bañar, me depile mis partes íntimas ya que supuse que a Javier le gustaría, elegí un vestido color negro al igual que mi ropa interior, pantimedias y tacones, como estaba fría la mañana me puse un abrigo , me maquille discretamente estaba terminando cuando recibí un mensaje de Javier indicándome el lugar donde nos veríamos, era un restaurante en el centro de la CDMX, al llegar me dio un beso casi en los labios y me tomo de la cintura, ya no me daban nervios pero estaba raro, me trataba no como su empleada si no como una cita.
J – Arumi te invite a desayunar además de agradecerte por todo lo que me has apoyado en la oficina para decirte que me pareces una chica muy linda –Me tomo de las manos- y para decirte que me gustas mucho y quisiera que tuviéramos una relación más allá de lo laboral.
A – Pero sabes que yo tengo novio y tú pues tienes a tu esposa
J – Si, lo sé pero es que cada vez que te veo haces que pierda la cabeza – en ese momento una de sus manos se poso en una de mis piernas y empezó a acariciarla
A – Sabes que yo tengo novio y la verdad es que no quisiera que tuviéramos algún tipo de problema en el trabajo
J – Esto no tiene nada que ver con el trabajo, todo seguiría siendo igual, lo único que quisiera es salir cada vez que se pueda y vernos fuera de la oficina
A – La verdad no se qué decirte y no quisiera que en la oficina cambien las cosas, además no quiero que hablen de mi
J – Esto no saldrá de aquí
Al decir esto se acerco y me dio un beso, al sentir sus labios me éxito y empecé a mojarme, fue un beso intenso que me prendió, cuando nos separamos me sonrió.
J – Voy a pedir la cuenta y nos vamos
Al estar en el carro volvió a acariciar mis piernas y nos besamos un rato mas, encendió el carro y nos salimos del estacionamiento, y se dirigió a un hotel cercano, la habitación era amplia con una ventana enorme con vista a un parque, solo corrí una cortina cuando me abrazo por atrás y sentí su verga en mi trasero, empezó a besarme el cuello y acariciar mis senos por encima del vestido, giré para besarlo mientras masajeaba mis nalgas, caminamos a la cama, me ayudo con el vestido y yo con la camisa y el pantalón, me acomode en la cama y con la boca empezó a recorrer mi cuerpo, se detuvo un momento para succionar mis pezones, mientras que con su mano bajaba mi tanga, al quedar completamente desnuda, siguió su camino hasta llegar a mi vagina, la cual succionaba con esmero, yo empezaba a sentir cosquillas y cuando metía su lengua me hizo gemir y mover mis caderas, metió un dedo y después dos, para ese momento deseaba que me penetrara pero se detuvo y me volvió a besar, sus besos con sabor a mis jugos me excitaron, era mi turno para probar su caramelo.
Recorrí su pecho velludo y varonil baje poco a poco hasta encontrar su verga completamente erecta, bese la cabeza y pase mi lengua para probar su jugo, tenía un sabor dulce, me gustó y seguí recorriendo todo su pene con mi lengua y de pronto lo metí completamente a la boca, me llegaba a la garganta y logré sacar un gemido, tomo mi cabello y empezó el movimiento primero lento y fue aumentando la intensidad poco a poco.
Después de un rato, se detuvo y me acomodé boca arriba, abrí las piernas y el con su pene recorría mi vagina sin penetrarme, sólo jugaba.
A – Métemela papi – suplicaba pero él seguía solo jugando
J – Desde hace mucho quería tenerte así, ahora si te voy a disfrutar
A – Ya por favor, métemela
Y por fin me penetró lento, sentía como poco a poco se abría paso, cuando estuvo totalmente dentro, amasaba mis tetas, jalaba mis pezones y empezó el movimiento, me la metía cada vez más duro, yo gemía del placer que me estaba dando, no podía creer que mi jefe estaba dándome tanto placer. De pronto me la saco, me puso de perrito y volvió a penetrarme, me tomó del cuello y me lo presionaba, y con una mano se aferraba a uno de mis senos.
J - Ahora si gatita, toma lo que querías
A - Si, cógeme así papi, dame duro, subió la intensidad y grité ya que me estaba doliendo
J – Te dolió
A – Si, pero me gustó
Entre cada embestida me daba nalgadas, cada vez más fuertes, pero me estaba dando tanto placer que en ocasiones ni las sentía, estaba disfrutando tanto como cada vez me penetraba más fuerte. De pronto se detuvo y se acostó en la cama, de inmediato lo monté, esta posición es la que más me gusta porque controlaba el ritmo, y él me daba de nalgadas y apretaba mis senos, cada vez que me nalgueaba sentía como venia un orgasmo tras otro, de verdad estaba disfrutando la cogida que me estaba dando.
Me puso de lado y seguía cogiéndome, ahora con menos velocidad pero cada vez que me la metía sentía que me llenaba completamente.
J – Me voy a venir dentro de ti, este culito es solo mío
A – Si papi, dame tu leche, anda por favor, lléname
En ese momento empezó a llenarme de semen, sentía como cada disparo me llenaba de su leche mientras yo al igual llegaba a un orgasmo mas, me encantaba que me llenara de semen y así nos quedamos un rato, descansando mientras él me daba besos en la espalda diciéndome lo hermosa que era mientras su erección fue bajando, hasta salirse de mí y sentí como su semen salía de mi vagina, en eso me levanté y me fui a la regadera, momentos después entro y me empezó a enjabonar entre besos y caricias nos limpiamos mutuamente, volvió su erección y ahí me volvió a penetrar, esta vez sus movimientos eran más lentos pero me estaba mas y llegue más rápido a un orgasmo que sentía que se doblaban mis piernas la sacó y terminamos de bañarnos, cerró la llave y me hinqué para probar su verga de nuevo, empezó a metérmela mas hasta que sus bolas chocaban con mis boca y le pedía que me diera su leche, de pronto sentí como se tensaba, estaba a punto de correrse, detuvo el movimiento y me dispuse a probar su eche la cual salió en menor cantidad y pude saborearla, de nuevo abrió el agua y entre besos terminamos de bañarnos; poco a poco fue bajando la intensidad hasta que nos separamos y nos secamos mutuamente, nos arreglamos mientras platicamos de varias cosas sin importancia.
Salimos del hotel y mientras tomábamos rumbo a mi casa vi que tenía un mensaje de Miguel, le dije que lo esperaba en mi casa.
Me dejó a unas cuadras de mi casa, nos despedimos con un largo beso y baje del carro y caminé lo más rápido que pude, quería llegar a cambiarme para cuando llegara Miguel a la casa.
Seguiré contando mis aventuras, espero sus comentarios para saber que piensan y poder mejorar en mis relatos posteriores, besitos. Ciao.