Mi jardinero me sembró su semilla.

Siguió su recorrido hasta llegar al borde mi nalga desnuda cuando la palpo sentí recorrer un calor rico que subió por todo mi cuerpo y solté un pequeño gemidito al tiempo que movía mis caderas invitando a este jardinero a que siguiera adelante con su arduo trabajo.

Hola que tal, les mando muchos besitos a tod@s  los que me han hecho el favor de escribirme a mi correo fjgsousa60@gmail.com es para mí muy bonito que me contacten y se dirijan a mi como mejor quieren haciendo las preguntas que deseen, si por alguna causa no te he respondido pido mil disculpas pero ten por seguro que lo haré pronto.

En esta ocasión les voy a relatar mi encuentro con mi jardinero, bueno no es mío, pero si me hizo suya de una manera rica y muy especial.

Fue en la ciudad de Poza Rica en aquel entonces vivía en un departamento de la colonia Poza de Cuero junto a las Gaviotas, me tocaba un departamento de la planta baja y por eso tenía un pequeño jardín el cual por motivo de trabajo y poco cuidado que le había yo dado tenía la hierba muy alta y se puso un poco feo.

Ya habían pasado muchos hombres que se dedican a limpiar y arreglar jardines ofreciendo arreglar el mío, pero o no tenía dinero o no tenía tiempo para cuidar que hicieran bien el trabajo.

Aquí en Poza Rica se da mucho este tipo de personas pues es una ciudad de mucho calor y con mucho verde por donde se le vea, es una ciudad muy especial para mí.

Un domingo paso un hombre ofreciéndose para arreglar el jardín, era delgado, de ese tipo de hombres de campo correoso, como de unos cincuenta y tantos de edad, de estatura media, aunque más alto que yo, manos grandes y callosas por su trabajo con el machete y las tijeras podadoras, con ropa sucia de trabajo manchada por que las plantas de plátano dejan muy manchada la ropa y lo que tocan cuando se cortan.

Este hombre ya había pasado en otras ocasiones, pero nunca le había dado el trabajo, pero este día andaba yo caliente y con ganas de una rica cogida, lo vi que venía ofreciendo su trabajo en otros edificios y pensé rápido en arreglarme para recibirlo por si llegaba a el departamento.

Me vestí muy rápido me puse unas medias negras y un delantal amplio corto de color rosa zapatillas negras altas y nada debajo del delantal.

Me asome a la puerta mosquitero para ver si se acercaba el jardinero, lo vi que salió de la esquina y se enfilo hacia mi departamento me puse un poco nerviosa y cuando llego a la orilla del jardín me pregunto si quería yo que me arreglara el patio, le pregunte el precio sin abrir la puerta mosquitero, me dijo es tanto, bueno le dije hágalo cualquier cosa aquí voy a estar le dije.

Me metí rápido a la cocina e hice unos huevos a la mexicana con mucho chile calenté los frijoles y tortillas e hice café de olla poniendo dos piezas de pan dulce, puse la mesa con su servilleta y lo llamé para que viniera a almorzar.

Cuando entro a la casa y me vio cómo iba vestida me recorrió con la mirada de arriba abajo y su mirada se trasformó de cansancio y monotonía del trabajo a una mirada lujuriosa, morbosa y brillosa como queriendo devorarme a besos.

Lo pase al comedor y caminando frente a él lo dirigí a la mesa, espero que le guste el desayuno que le prepare le dije, claro que si señorita muchas gracias me respondió.

Se sentó y empezó a desayunar, se ve que tenía hambre pues comía deprisa, me puse frente a él para calentar tortillas y también a él pues le daba la espalda para que pusiera verme a su entero gusto.

Le serví un poco más de café y estaba poniendo unas tortillas en la servilleta cuando sentí su mano acariciar despacito una de mis piernas, yo por supuesto me hice la desentendida y me le repegué un poco más para animarlo a ir un poco más de lo que se había atrevido.

Cuando volví a poner las últimas tortillas el ya casi terminaba de comer me acerqué un poco más atrevida y sentí su mano acariciar mi pierna por la parte de atrás de mi muslo me quedé quieta mientras el recorría con su mano áspera mi pierna cubierta por la media.

Siguió su recorrido hasta llegar al borde mi nalga desnuda cuando la palpo sentí recorrer un calor rico que subió por todo mi cuerpo y solté un pequeño gemidito al tiempo que movía mis caderas invitando a este jardinero a que siguiera adelante con su arduo trabajo.

Estaba yo muy caliente y sus caricias a mi trasero se intensificaban mientras permanecía yo parada a su lado y el sentado en la mesa, me acomodo de tal manera que mi trasero quedó frente a él hizo a un lado la tela del delantal y abriendo de par en par mis nalgas me dijo me voy a comer este postre y hundió su cara en medio de mis nalgas abriéndolas con sus manos callosas.

Sentí su lengua rasposa y húmeda recorrer mi ano palpitante sus manos abrían con fuerza mis nalgas y me empezó a dar un beso negro de locura, me lamía chupaba y succionaba mi ano de tal manera que me hacía inclinarme hacía el frente para que fuera más adentro de mi ano.

Su lengua entraba y salía provocando una oleada de placer inimaginable, yo gemía y me retorcía como toda una putita ardiente.

Sus manos pasaron al frente apoyándose en mis piernas recorriéndolas de arriba abajo y yo con las mías abría mis nalgas para que su lengua se metiera lo más que podía en mi ano lujurioso.

Tienes un culo delicioso mamacita linda, me lo voy a comer todo y te voy a llenar de mi leche caliente metiéndote mi verga hasta el fondo.

Me retire un poquito de él y tomándole de la mano lo lleve a mi cuarto, llegando ahí me hinque frete a él desabroche su pantalón baje su cierre y busque con ansias su verga dura y caliente.

Cuando salió pude ver la hermosura que me iba a comer, era una verga negra peluda cabezona y brillaba por el líquido pre seminal, tenía un grosor que me hizo estremecer pues no podía cerrar mi mano al rodearla, sus huevos grandotes colgados como péndulo peludo y oliendo a sudor y orín, media como 25 centímetros.

La tome con mis dos manos y no la abarcaba yo toda, le propine un beso en la puta de su cabezona verga haciendo que un hilillo de su líquido se estirara y rebotara en mis labios sedientos.

Luego pasé mi lengua para saborear ese líquido saladito, recorrí todo su largo y grueso tronco y empecé a masturbarlo con mis manos y a lamer todo lo largo de verga, empezó a gemir y tomándome de la cabeza empujo para que me la metiera en la boca.

Me costó un poco de trabajo pues su grosor hacía que no entrara plenamente, pero llenaba el total de mi boquita de putita mamadora.

Saque su verga de mi boca y la dirigí a sus testículos peludos, se los chupe y succione para que soltaran toda la leche que guardan como un rico manjar que mi culo deseaba ansiosamente.

Se la recorría toda con mi lengua alternando su recorrido con pequeños besitos y chupadas cariñosas y tiernas. Subí mi mirada para ver su rostro y estaba con su mirada vidriosa y lujuriosa disfrutando viéndome como devoraba ese tronco maravilloso de carne.

¿Te gusta papito? Le pregunte con mi vocecita melosa de putita coqueta.

Mamas bien rico morenita, ahorita que te pares te voy a dar una cogida como nuca te la han dado, te voy a dar toda mi semilla hasta el fondo de tu culo rico.

Al escuchar esa promesa tan especial le dedique una mamada muy especial combinada de mi ternura, cariño, lujuria, morbo y puteria, para que cuando él quisiera regresar a trabajar en mi jardín y sembrar en mi ano todo lo que él quisiera.

Después de unos 20 minutos de estar mamando me hizo ponerme de pie volteando de tal modo que le di la espalda, me acaricio por todos lados, me besaba el cuello, las orejas, la espalda, me quito el delantal y quede desuda con mis medias y zapatillas puestas a su entera merced.

Beso mis pezones duritos, beso mis brazos, mis piernas, mis nalgas, mi boca.

Cuando termino de recorrer todo mi cuerpo me puso frente a él ofreciéndole mi trasero travieso, coloco la punta de su verga entre mis nalgas y empujo un poco pero no logro entrar tan solo punteo mi ano palpitante.

Abrí con mis manos mis nalgas para facilitar su labor, entonces volvió a acomodar la punta de su verga en mi ano y empujo un poco, sentí como esa cabezota luchaba por entrar yo puje y jale aire pues me estaba abriendo el ano esa enorme cabezota.

Escupió sobre su verga y unto con sus dedos ásperos mi ano de su saliva, volvió a intentarlo y empujo un poco más fuerte, con el empujón yo quede sujeta a la piesera de mi cama entre un gemido y su empujón con fuerza entro la enorme cabezota de su verga, mis piernas temblaban y casi no tenía fuerzas para sostenerme, volvió a empujar y me pudo meter la mitad de su dura verga, mmmggg gemí como perra en brama.

Un empujón más y por fin me la metió toda hasta el fondo, como un animal empezó a meter y sacar su vergota descomunal de mi ano partido en dos, me tomo por las caderas y me jaló con fuerza hacia él.

Sus embates eran duros pero armoniosos, sus manos recorrían todo mi cuerpo como queriendo decir “todo esto es mío” y me estaba dando una culeada maravillosa, mis ojos estaban en blanco y gemía en cada metida más fuerte.

Su verga me llenaba plenamente, tocaba lo más profundo de mi ser, me sentía como una muñeca de trapo sin fuerzas y usada por este jardinero a su libre deseo concupiscente.

Quede lejos de la cama no tenía forma de sostenerme más que por los brazos que me rodeaban del jardinero, tenía las piernas abiertas hasta donde más podía, sus las metidas que me daba eran tremendas, estábamos sudando los dos, gemíamos a nuestro antojo los dos, sus brazos y sus manos me sostenían en un abrazo profundo y morboso como queriendo que nos hiciéramos una sola persona.

Nuestros cuerpos producían un sonido al chocar plot plot plot.

Te voy a sembrar en lo profundo de tu culo todas mis semillas de semen para que te preñen morenita hermosa, me dijo entre jadeos, hazme lo que quieras papito.

Empezó a acelerar el ritmo metiendo y sacando su vergota cada vez más rápido y más fuerte, me soltó y me tomo de las caderas para arremeter con mayor ritmo y lujuria sus embates, de pronto se tensó todo y de un empujón que dio con su verga empezó a venirse dentro de mí, fue tal su ímpetu que mis pies estaban en el aire, estaba yo sostenida tan solo por su verga bien metida escupiendo toda su carga caliente de semen preñador.

Los nos unimos en un beso de lengua y gimiendo a la vez, los borbotones de semen parecía que no acababan de salir, fueron como diez grandes chorros.

Poco a poco me fue bajando al piso y me soltó de las caderas para acariciar mi espalda y mis nalgas aún empaladas.

Cuando termino de eyacular saco su vergota y me pidió que se la limpiara cosa que hice con mucha ternura y agradecimiento por la cogida que me dio, el ano me quedo súper abierto y de él salía su semen escurriendo por mis piernas.

Me di la vuelta y nos dimos un beso largo en la boca, sus manos sostenían mi trasero y lo acariciaba. Estas riquísima no te voy a cobrar nada por el jardín pues me disté de desayunar y me comí este rico culo que esta delicioso.

Cuando quieras puedes venir a desayunar y volver a comer lo que se te antojé mi amor, le dije, nos despedimos con un beso en la boca tomo su herramienta de trabajo y termino de arreglar el jardín, yo me metí a bañar y estando en la regadera pude sentir como había quedado de abierto mi anito goloso, en verdad que me lo dejo súper abierto, contento y repleto de semen pues después de bañarme como dos horas después aún me salían hilitos de semen de mi culito.

No supe a qué hora se fue el jardinero, pero si sabía que pronto lo volvería ver y que me dejo bien sembrada su semilla en mi culito.

Espero en verdad que les haya gustado, hasta pronto mis mores.