Mi Isabel, lesbiana?

Pido consejo urgentemente, les juro que esta historia me dejo caliente, una historia para despejar dudas, tal vez algunas lesbianas o chicas bisexuales podrían darme una manito.

Pido consejo urgentemente, les juro que esta historia me dejo caliente, una historia para despejar dudas, tal vez algunas lesbianas o chicas bisexuales podrían darme una manito.

Hola. Soy Mariano, y solo soy un jugador de cartas. Este es un juego peligroso, porque para jugar cartas con una mujer siempre hay que estar un poco perdido.

Este juego comenzó, hace algunos meses. En un imprevisto viaje que realice a la montaña. Yo soy escritor y aquella vez iba tras una historia que contar. Así me subí a ese bus, en seis horas me dejaría en donde parecía que uno de los hilos de la historia comenzaba a contarse. Uno se sienta, tranquilo, tratando de desaparecer frente a los demás pasajeros que ya iban subiendo.

Fue ahí, cuando apareció ella; Isabel. nada menos, ni nada mas que el personaje de esta historia. Ella me llamó la atención diciendo que yo estaba sentado en su lugar, lo cual pase a confirmar. Terriblemente cierto. Le cedí el asiento, con una sonrisa, la mire, solo para que se sintiera culpable del trajín que me hacia pasar cambiando de lugar las maletas. Seguidamente supo devolverme la sonrisa por una mas coqueta y preguntarme por el libro que me disponía a leer. Luego de intercambios de apreciaciones estéticas, confesiones sin motivo e irregulares miradas, supimos dormirnos. Los dos estabamos cansados, Ella me había nombrado que quería salir de Lima y que no tenía ningún plan de viaje, con la misma casualidad le contesté que yo andaba en el mismo plan. Antes de dormirme hice un resumen claro de la situación. Ella y yo huíamos de la misma ciudad de cielo gris como es Lima. Despertarse al lado de Isabel en ese bus, me produció un vacío en el estomago, pues ella no dejaba de contemplarme.

La conversación saltaba, daba brincos y así ella fue proponiéndome que vayamos a ver un bosque de piedra yo solo pude asentir, dejando que las cartas sigan su rumbo. Yo en realidad me baja un pueblo antes que el de ella, pero quien se puede negar cuando una mujer muy atenta le propone a uno de forma muy directa que deje su rumbo, que la acompañe, precisiones sobre las horas, tiempos, lugares para comer, para pasar la noche, frases todas que salían de su boca negando así la posibilidad de una negativa.

Cuando llegamos era de noche y buscamos un hotel, ella dejó en claro que eran dos habitaciones y no una. Seguidamente salimos a buscar algo que comer, hicimos una caminata por la ciudad en plena lluvia, parando y parando en cualquier lugar que nos resguardara de la lluvia. Fue ahí que me fui enterando que tenia un ex enamorado y que en verdad huía de él. Yo le dije que huir de una ciudad, era como huir de una mujer. Llegamos a un restaurante, entre una comida caliente me pregunto si me gustaban las misiones, le dije que las de guerra no. Ella rió, y me dijo que si podía encomendarme una misión; y es que ella estaba muy deprimida por lo de su novio y quería divertirse y que yo era el encargado de hacerlo esa noche.

Uno que nunca sabe nada, contesté que haría lo posible. Luego de comer nos tomamos un calentito, un trago muy recomendado para calentar todo el cuerpo. Ella siguió con sus preguntas; Y si es que yo creía que un clavo saca a otro clavo? y le dije depende... no quería parecer muy obvio, todavía faltaba mucho juego para descubrir las cartas. Fuimos a bailar, tomamos mucha cerveza. Hablamos de nuestra niñez, de eso de andar de incógnitos en una ciudad perdida y de hacer lo que se antoje. En la quinta cerveza me hizo prometer que por ningún motivo la deje llamar a su novio, que borracha le daban esas reacciones, muy bien acepté, mientras sonreía muy pícaramente.

A Isabel le gustó mi sonrisa, pues brindó por ella. La noche pasó, cerca de las tres y media de la madrugada se me acercó al oído y me dijo que por favor la llevara al hotel por que no quería cometer estupideces tras la borrachera que llevábamos. Bueno el mejor jugador de cartas del mundo de los años 70 decía que en el póker hay que saber esperar. Y yo creía hacerlo. Bueno al día siguiente ella fue a buscarme a mi cuarto, salimos a desayunar. Era un día lluvioso y no íbamos a poder ir al bosque de piedra. Le dije que no tenía sentido seguir en aquella ciudad, pues quería seguir mi camino y si ella se animase que vaya conmigo. Dijo que lo pensaría...al pasar el día, me comunico que había hablado con su enamorado y que él venía. Bueno, luego de agradecerle su compañía iba a dedicarme a seguir mi ruta. Ella algo triste me dijo que su enamorado venía mañana y que podía acompañarme a, donde yo me dirigía. Era un convento del siglo 17. Llegamos, llovía y el convento no estaba abierto, ni la cafetería. Yo le ofrecí unos enlatados como atún que sabía a caviar en ese momento por el hambre. Como llovía, necesitamos resguardarnos, entonces ella encontró una puerta abierta del convento, nos metimos era un lugar chico, donde improvisamos sillas y una mesa, dijo que su novio era un miedoso, que no era arriesgado.

Yo la escuchaba muy atenta, queriendo leer entre sus palabras. Comiendo me contó que se sentía con mucha confianza conmigo, como si me hubiese conocido siempre. Yo atribuía esto, a una sola razón, no le había mostrado mis cartas. Luego de hacer el recorrido turístico en el convento. Isabel me propuso dar un paseo, un último paseo, pues ella se regresaba a donde habíamos estado, para al día siguiente recibir a su temeroso novio. Fue ahí cuando Isabel, supo distraer mi atención, supo dejarnos en silencio, al confesarme secamente, que su novio era novia. Jo uno trata de no inmutarse y de hacer como que no pasa nada. Juro que no lo esperaba. Isabel me dijo que porque me había quedado tan callado, le dije que era la lluvia. Seguimos paseando, me dijo que normalmente cuando lo confiaba siempre, le preguntaban como era eso de una relación entre lesbianas y esas cosas. Esa tarde nos despedimos, yo continué mi viaje, ella también. Solo supe de ella, en el viaje cuando llego un recado a mi celular, diciendo " gracias por ciudarmela, Irene" Dios mío, encima me escribía la noviecita. Creí olvidarme rápidamente de esa historia.

Pero la historia no acaba ahí. Dos semanas después, me llamaba reiteradamente para encontrarnos. Ya los dos estabamos de retorno en Lima. Aludía una pelea con su novia. Quedamos en un bar de la ciudad. Estaba maravillosa, nunca la describí hasta ahora; tal vez no era muy alta, una falda escotada, sus ojos brillosos y seductores, una boca bien puesta, una blusa dejando entrever los senos sin brasier. Tomamos dos jarras de cerveza. Ella seguía atraída por mi sonrisa, demasiado seductor decía riendo. Me contó toda la pelea con la novia, me dijo que huyéramos otra vez, que nos largáramos de Lima, que nos fuéramos a Cuzco, sitio donde los dos adorábamos y en donde las formas de perderse es sumamente natural.

Dos jarras de cerveza más y me contaba sobre su vida sexual, la forma como los orgasmos son múltiples. seis jarras de cerveza; Y fue ahí que puso su mano sobre mi boca y me beso en la punta de la nariz. Bueno, ustedes ya se preguntarán, y este cuando hace algo, lo mismo me preguntaba sin tener respuesta alguna, seguí hablando, saben hablando como si no hubiese pasado nada. siete jarras de cerveza, le decía que todo lo que no engorda alimenta. octava jarra de cerveza; ponía su otra mano sobre mis labios, tapándomelos, besándome muy, pero muy abajito de la boca. llendose al baño seguidamente.

Al volver, me dijo nos vamos, me puse la chaqueta, salimos a tomar un taxi. todos los taxistas ofrecieron sus servicios, ella se acercó al primero que vio, trato el precio, volteo a verme y esta vez no puso la mano, me beso, como si siempre hubiera querido hacerlo. tomo el carro y se fue. Pueden creerlo,??? Ella vuelve y termina con la novia, nos escribimos, hace un tiempo que ella no me escribe...ella sabe que me ha dejado caliente, que siempre voy a buscarla para buscar lo que me fue prometiendo luego de cada jarra de cerveza. Ella me confesó que era bisexual. tengo muchas dudas; lo hizo por calentarme?, por sentirse seducida y seducir, ante la mala relación con la novia, lo hizo solo por joder?, tal vez quiere probar ahora con un chico?. la llamo o dejo que ella vuelva a la carga?? díganme algo por favor..... mi correo es; marsano2@hotmail.com