Mi inocente vecina y su puñetera amiga 2
poso su mano sobre mi cabeza mientras suspiraba, yo en cambio continuaba con la punta de la lengua frotándole su vulva y lamiéndosela...
Mi Inocente vecina y su puñetera amiga II
Hola, me llamo Susana, ante todo gracias a todos los que me habéis leído, sobre todo aun más agradecida a aquellos que me habéis escrito. Ante todo perdonarme pues esta nueva confesión aunque satisfactoria al menos para mí, es bastante extensa por lo que os la confesares en dos partes, pues no deseaba cortar o mejor dicho privaros de esos momentos tan satisfactorios.
Esta nueva confesión que os voy a narrar es más el final de aquello que me ocurrió por intentar ser buena vecina o mejor dicho por meterme donde no me llaman, que ha día de hoy os debo decir que estoy mas que escarmentada. Comenzare por deciros que haré lo que pueda por no alargarme demasiado en detallaros el placer obtenido y mucho menos el dado, intentare no cansaros liarme demasiado en detalles o algún anécdota o acontecimiento alguno. Os recuerdo que no se como coño acabe liada en tal situación tampoco tengo justificación para ello.
Os debo recordar que después de la visita "inesperada" por mi parte en su fiesta, en la cual fui supuestamente al menos eso creo, fui drogada y de paso me tendieron una encerrona, pues me hicieron unas fotos subidas de tono con unos menores. Lo que continuación os confesare fueron las peticiones que estas me "pidieron" realizar, por lo que os pido paciencia a la hora de leerlas y de paso que os pongáis cómodos para poderlas disfrutar (y de paso no manchar demasiados) como yo a la hora de relatárosla.
Bueno comienzo o mejor dicho continuo, recuerdo que alcé la vista a hacia Rocío a modo de mirarla como un perro abandonado le mire con tristeza y le pedí compasión, la cual como toda hija de puta actuó como Pilatos lavándose las manos. Tras darme la espalda se dirigió hacia mi cama que tras subirse se sentó sobre mis almohadas echada sobre el cabecero con la mirada desafiante en mí y mostrando un aire desafiante y observadora. Anabel también se dirigió hacia mi cama pero esta en vez de subirse sobre esta se sentó en la orilla a la altura de los pies, tras mirarme y señalándome con su mano me pidió que coño me ordeno que comenzará a desnudarme.
Recuerdo que intentaba hacerla entender que entendía su enfado pero debía de comprenderme que sus ruidos molestaban que en ningún momento quise molestarla y hacerle daño alguno, pero obviamente mis palabras se las llevaba el viento. Pensé en cambiar mi foco de mi defensa llevándola hacia nosotras o mejor dicho lo que para nosotras es realmente es el sexo.
Sabéis recuerdo las palabras de Anabel al intentarme explicar la extraña atracción que sentía hace un tiempo hacia las mujeres, pero que sabia perfectamente que no era tortillera (insulto que duele aunque yo sea bisexual) e ignoraba si era bisexual por lo que deseaba comprobarlo y por ese motivo precisamente entraba yo en juego (joder, la muy cerda pretendía que fuera yo, quien le involucrara en este mundo). Me comentaba que deseaba sentir lo que una mujer siente a través de otra mujer, me comentaba que quería hacer el amor con otra mujer y de paso salir de dudas pues había leído que las mujeres hacíamos disfrutar mas que los hombre.
Tras su voz autoritaria me hizo volver a su petición y tras ordenarme nuevamente que me desnudara a sin lo hice, por lo que comencé por descalzarme primero echando mis zapatos a un lado, continué dirigiendo mis manos hacia mi el final de mi vestido el cual tras sujetarlo por las costuras tire de el hacia arriba, hasta sacármelo por la cabeza y quedarme en ropa interior pensar que apenas en unas horas me lo había puesto.
La voz de Roció me hizo ponerme de mala leche al tiempo que me detuve, pues su comentario tan irónico como sarcástico iba dirigido hacia mi conjunto de ropa interior de encajes negro, pues por tales prendas me insinuó que era todo un putón. Al tiempo que fui a responder la voz autoritaria de Anabel me hizo volver a mi pesadilla, pues está ordenó que continuara desnudándome por lo que continúe quitándome primero el sujetador y finalizando por mis braguitas quedándome completamente desnuda, tras dejarla caer me tape con rapidez mis intimidades.
Fue nuevamente Rocío quien tras un comentario sarcástico e irónico comentario está vez dirigido hacia el tamaño y firmeza de mis pechos... dejando caer la posibilidad de la ayuda de silicona obviamente es una grandísima hija de puta. Comente tras quedarme desnuda que deseaban ahora azotes, tras responderme Anabel que no le tentara esta se levanto de la cama, comenzando por despojarse de su suéter continuando por bajarse sus pantalones y finalizando por sus braguitas quedándose como dios la trajo al mundo sin pudor alguno. Mientras Roció miraba a su amiga al tiempo que esta la invitaba a hacer lo mismo a desnudarse, tras unos minutos de silencio y ante la impaciencia de su amiga está comenzó a desnudarse hasta quedarse como única prenda unas inocentes braguitas blancas.
Recuerdo una vez más las palabras de Anabel hacia su amiga, la cual le comentaba que sólo era un juego y que de ninguna manera debía de sentir vergüenza de su cuerpo sino todo lo contrario debía de explotarlo todo lo que pudiera, alegando que ella estaba muy segura de su heterosexualidad y que solo quería comprobar lo que se sentía hacerlo con una mujer, no son dudas sino más bien ignorancia. Dicho esto volvió a sentarse sobre la cama, echo su cuerpo hacia atrás al tiempo que colocaba sus pies sobre el filo de está y tras separar sus muslos me invito a acercarme. Os juro que en ese momento su voz me sonó de lo más angelical y al mismo tiempo de lo más perversa y sensual. Mire a Rocío la cual estaba observando con ojos como platos echada sobre la cama perpendicular al cabezal, se mostraba cautiva pero al mismo tiempo ansiosa... o mejor dicho deseosa de ser ella.
Recuerdo que camine hasta ella, tras detenerme me fui arrodillando al tiempo que posaba mis manos sobre cada pierna, al tiempo que me fui acercando fui deslizando mis manos por esa tersa piel, desde sus perfectos tobillos hacia la parte interior de sus muslos al tiempo que notaba como su piel se le erizaba. Os debo afirmar que en ningún momento apartaba mi mirada de sus ojos, pues quería ver como se estremecía está pequeña zorra. Al tiempo que mis manos se posaron sobre sus muslos a la altura de su ingle pose también mi boca, la note nerviosa aunque no creo que más que yo.
Comencé a besar su depiladito coñito... besos tiernos a modo de saborear su esencia, continúe pasándole la lengua a todo lo largo de su hermosa rajita e incluso me ayude con mis propios dedos, pues echaba a un lado sus labios vaginales superiores para poder lamer sus labios vaginales inferiores, recorriéndolo con la yema de mi lengua como sí de una ola se tratara.
Anabel desde el inicio no dejaba de gemir e incluso de convulsionarse de las oleadas de placer que le hacia sentir, observaba como tenía la carne de gallina. Debía de gustarle pues poso su mano sobre mi cabeza mientras suspiraba, yo en cambio continuaba con la punta de la lengua frotándole su vulva y lamiéndosela, deteniéndome para chupársela con mis labios... absorbiéndoselo, como si tratara de arrancándoselo y al mismo tiempo beberme sus jugos mientras está suspiraba entre gritos y suplicas de placer.
Recuerdo que por mi mente en ese momento apareció la figura de un perrito lamiendo un exquisito manjar y no mejor dicho, pues mi lengua pasaba de arriba hacia abajo al tiempo que alzaba la vista y ver como esta disfrutaba de lo que yo hacia. En cambio Roció nos observaba, me miraba y miraba a su amiga como esta se retorcía de placer. Me detuve más por mi posición continuando está vez a pasarle las yemas de mis dedos por sus labios vaginales... muy suavemente comenzando a separárselos para de nuevo pasarle la lengua. Me fije que Anabel se estaba acariciando los pechos e incluso pellizcándose sus pezones al tiempo que con se introducía un dedo dentro de su boca o la posaba sobre mi cabeza, me pedía que no me detuviera... acabando todas sus peticiones con un Dios (Dios mío Dios tal, ji ji ji).
Como bien habéis intuido no me iba a detener ni mucho menos, más cuando comencé a follarmela con la punta de la lengua, al tiempo que comencé a mirar de reojo a Rocío y ver como está estaba también excitada. Para de nuevo continuar con lo mío, poco a poco fui penetrándola y no precisamente con un dedo sino con dos más ante semejante dilatación. Pero no penséis que había dejado de lamer su exquisita rajita sino todo lo contrario continuaba lamiendo y chupando, hasta que entre convulsiones esta logro su primer orgasmo al tiempo que me pedía que me detuviera... que obviamente tampoco hice caso, pues en vez de detenerme continué de manera de saborear y tragarme sus jugos.
Al final me tuve que detener más por las malas maneras que esta me hizo apartarme, tras incorporarse me incline sobre ella de manera arriesgarme a saborear sus labios, que lo cierto no tuve rechazo sino todo lo contrario nos besábamos con tal ansias que me entrego su lengua. Pero de forma inesperada tanto para Anabel como para mí, Roció nos separo comentando que deseaba unirse a nosotras. Lo cierto es que no me lo creía, quién me hubiera dicho que me liaría con esas dos inocentes niñitas... jamás lo hubiera pensado.
El solo pensar que estaba siendo sometida entre estas dos chiquilla me excitaba muchísimo, más al ser el objeto de deseo de ambas, alternándome entre Rocío y Anabel. Pues mientras Anabel me besaba al mismo tiempo que sus manos acariciaba mis pechos o incluso me tocaba de forma inocente sin saber como hacerlo mi rajita (coño, sin poder suspirar de placer más por que los labios de Rocío me lo impedía). Os admito que en ese momento pensé que me estaban dando una lección de sexo... no eran unas expertas, pero por la edad que tenían no habrían mucho que aprender.
Recuerdo como Anabel intentaba instruir a Rocío el hacer y como hacerlo... como sí ella fuera una experta, le comentaba que se dejara llevar... que no pensara que sí es malo o sucio sino todo lo contrario... que disfrutará, tras esto Anabel se arrodillo comenzándome a besar desde mi cuello descendió por mi espalda besando cada vértebra (uuummm), hasta llegar al inicio de mis nalgas... logró la muy hija de puta erizar mis escasos vellos y hacerme alcanzar un orgasmo que no quise hacérselo saber.
Continuo, comenzó a darme pequeños mordisquitos al tiempo que colocaba sus manos una a cada lado de mis nalgas continuando por lamer y besar mis glúteos. Me sentí en la gloria cuando noté como introducía su rostro entre mis glúteos y lograr arrancarme no sólo un suspiro de placer sino hasta mi segundo orgasmo al tiempo que su lengua rebañaba mi ingle desde mi orificio anal hasta el vaginal.
Recuerdo que al tiempo que Rocío se separó de nosotras y se alejaba sin saber a donde ni tampoco me importaba en esos momentos, Anabel continuaba arrodillada a mi espalda moviéndose en dirección a mi coñito, iniciando el mismo hacer que yo previamente le hice... Dios que placer, que suplicio me estaba haciendo pasar la muy cabrona. Cuando más me estaba satisfaciendo esta apareció Rocío con unos de mis juguetes en mano, la cual pidió ayuda a Anabel para colocármelo, tras separarse de mi lo cogió Anabel por su tronco y tras apoyarlo sobre mi vientre al tiempo que lo sujeto Rocío lo abrocho los correajes del arnés a mi cintura (no os podéis imaginar la mirada perversa de Anabel). No pude evitar soltar un grito de satisfacción más al notar la boca de Rocío sobre mis pechos sobre mis pezones, mientras Anabel comenzó a comerse mi miembro de látex.
Os puedo asegurar y no os mentiría sí os dijera que deseaba hacer mía a Anabel pues desde el primer día que la vi, me tenía por la calle de la amargura... como solemos decir por el sur. Mientras Anabel disfrutaba del miembro de látex como sí este fuera una polla al tiempo que se lo tragaba a modo de penetraciones. Recuerdo que fue en esos precisos momentos en que Rocío nos interrumpió comentándonos... no, pidiéndome su derecho a ser la primera a que yo tomara... quería ejercer su derecho a ser follada por mí.
Obviamente no nos importó mas por que lo que Anabel deseaba era ver a Rocío disfrutar con otra chica... más por ver donde deja está sus prejuicios y los malos rollos, aunque en verdad deseábamos verla disfrutar. Tras tenderse sobre la cama observé que estaba nerviosa, me pidió que me acercara y tras hacerlo me eché sobre ella comentando por besar sus labios al tiempo que su amiga le aconsejaba que se dejara llevar pues yo sabía que hacer. Poco a poco fui descendiendo hasta llegar a sus pechos tras dejar atrás su cuello enrojecido por mis labios, comencé a besarlo inicialmente continuando a pasar mi lengua desde el inicio de su pecho hasta sus pezones y al tiempo que Rocío cerraba sus ojos gemía entre susurros mientras acariciaba mis cabellos.
Continúe mordisqueándolos a tirar de ellos hasta notar como estos estaban endurecidos y sus pezones empitonados, seguí mordisqueándolos no solo por el placer que deseaba que sintiera sino también en parte era por venganza, recorría mi lengua sus sonrosados pezones. Sin querer perder tiempo, agarré el duro miembro de látex por la base de su tronco y tras dirigirlo hacia la entrada vaginal, comencé primero a recorrerlo por esta y tras frotar el grande contra sus hinchados labios vaginales... dulce e inocente coñito. La escuchaba suplicar que se la introdujera de una vez, mientras yo continuaba restregándolo de arriba hacia abajo por esa rajita y tras ponérselo en su entrada vaginal comencé a presionar de manera que el grande de este látex comenzó a introducirse.
Recuerdo como una vez tener el grande en su interior comenzó Roció a pedirme con bastante insistencia que me detuviera... que le dolía mucho, noté que está pequeña putita era virgen aún a pesar de tanto hablar por lo que en vez de retirarme continúe muy despacio, mostrándole toda la ternura que un hombre nunca le mostraría. Comencé a penetrarla muy lentamente introduciendo sólo la cabezota de este al principio de modo de que su entrada vaginal se hiciera a este, mientras Anabel había comenzado a besar y comer nuestros pechos y bocas.
Recuerdo que cada vez empujaba un poco más hasta que tras escuchar un grito ahogado supe que la hacia roto el himen... había dejado de ser virgen, mientras Rocío gemía y suspiraba me pedía que continuará que no parará... que la follara de una puta vez, mi cuerpo se movía al compás de las embestidas hacia esta era increíble que esta chiquilla aguantara mis 18 cm. de látex mientras nos besábamos y le hacia alcanzar el máximo placer, tras sujetarme fuertemente a su cintura, mientras me besaba alcanzo su primer orgasmo y mas lejos de detenerse continuo penetrándola pero en vez de detenerme fui descendiendo mis embestidas a modo de que esta las pudiera disfrutar.
Sabéis recuerdo con satisfacción como Anabel tras levantarse de nuestro lado se coloco detrás mía, pues tras notar sus calidas manos acariciar mi espalda al tiempo que sus labios besaba cada centímetro de piel, descendiendo hasta llegar a mis nalgas haciéndome estremecerme al tiempo que presionaba mis glúteos, con objeto de penetrar a su amiga con más fuerza que ternura. Pero mi recuerdo comienza ahí en ese momento, más cuando note como unas gotas húmedas chocaban contra mis glúteos deslizándolas esta hacia el interior de mis nalgas me gusta uuummm, comenzó a dirigirlas con sus dedos hacia mi orificio anal haciéndome sentir lo puta que es, pues me hizo notar no solo su lengua sino varios de sus dedos.
En dichos momentos Roció comenzó a gemir cada ves mas fuerte al tiempo que mientras que con una de sus manos se sujetaba fuertemente a las sábanas con la otra golpeaba sobre estas, mientras mis embestidas eran cada vez más lentas para que esta explotará entre risas y fuertes suspiros, comentando al tiempo que se sentía mareada y que tenía mucho calor mientras se la fui sacando con la ayuda de su besos lleno de pasión. Tras sacar el miembro de látex lleno de jugos del coñito de Rocío, fue Anabel quien tras tomar este se lo llevo a su boca de manera de poder degustar sabrosos jugos virginales de su amiga.
Os admito que tras observarla bien una vez tras otra, era increíble la habilidad de está niñita aparentemente inocente a la hora de chupar... ni yo misma tenía tal habilidad aún menos a tal edad. Continuo, tras tenderle la mano a Anabel le ayude a incorporarse comenzándola a besar al tiempo que la fui girando sin dejar de besarla, recorriendo su cuello e ir ascendiendo hacia sus orejas sin que está pusiera objeción alguna aun menos al notar el miembro golpear sus nalgas. Pero os puedo afirmar que puso aun menos objeción cuando comencé a presionarlo contra está (creo que fue en ese preciso momento cuando se me ocurrió).
Pues comencé le empuje hacia delante, dejándola caer hasta que ella se apoyo sobre las palmas de las manos y sus rodillas sobre cama y tras imaginar esta lo que pretendía, comenzó a gatear al tiempo que movía su trasero con picardía (Dios, que morbazo daba la muy puta).
Os digo bien que tras detenerse se quedó dándome la espalda y ofreciéndome su culito, comencé a acercarme hacia ella con el miembro de látex en mano comentándole que ahora le tocaba a ella disfrutar, tras ponerme detrás comencé primero a golpear sus glúteos para continuar por introducírselo entre sus muslos y restregárselo por toda su ingle hasta que este chocaba una y otra vez contra su orificio vaginal, sirviéndome sus dilatado y mojados labios vaginales como conducto... presionaba y me retiraba mientras Anabel me exclamaba que la penetrará.
No es por joder ni aún menos sado pero me gustaba escucharla suplicar, noté las calidas manos de Rocío en mi cintura al tiempo que sus labios en mi espalda y sentir un escalofrió al notar la presión de esas manos sobre mi cuerpo y como consecuencia la penetración de Anabel. Os puedo jurar que vi como desaparecía la mitad de mi juguete de látex dentro de su orificio vaginal, obviamente inicialmente grito de dolor más por el grosor de tal, continuando por sustituir estos por gritos de placer y satisfacción sobre todo en cada una de las embestidas, que no sólo yo las ejercías sino que la misma Rocío me ayudaba.
Comencé a juguetear con su orificio anal el cual tras dejar caer un par de certeras gotas de saliva continúe a introducir un par de deditos míos de dentro hacia fuera e incluso algunos de mi joven y en ese momento alumna Rocío. No os podría precisar el tiempo que llevaba penetrándola e incluso ahora recordando tan satisfactorio momento me es difícil precisar pero fue totalmente maravilloso.
Recuerdo ese espléndido trasero como se movía al compás de mis embestidas, no quise estropear tal maravilloso. Pero en mi cabeza no solo era la idea de continuar darle placer sino hacerla sufrir al menos de alguna manera, tras sacarla toda impregnada de sus orgasmo obtenidos, comencé primero a golpear sus glúteos con el miembro a modo de fusta para continuar tras posarla sobre el inicio de su nalgas por el canalillo de sus glúteos hacia su orificio anal y tras detenerme comenzar a presionar al tiempo que Anabel suplicaba que no se la metiera... como chillaba la muy perra, pero en el fondo le gustaba.
Os admito que a pesar de haberla preparado me costo un poco, tuve que presionar logrando inicialmente introducir su grande para retroceder y volver a presionar... hombre si los nervios influyo (estaba muy nerviosa). Tras sentir no solo mis caricias sino hasta mis palabras a modo de consejo de que debería de tranquilizar, poco a poco fue haciéndose a la idea al tiempo que fue relajándose y mi miembro entrando muy despacio hasta observar como al menos la mitad la tenia dentro.
Os debo comentar que de vez en cuando ensalivaba tanto la polla (pues sino olía a plástico quemado) como a su agujerito sin dejar de penetrarla. Pero lo que realmente me gustaba era introducir al mismo tiempo mi dedo dentro del coñito, del cual Roció era la beneficiaria pues tras tomarme la mano se lo metía en la boca a modo de degustarlo. Al tiempo que a esta la penetraba comenzó ella misma a hacerse un dedito acabando por obtener varios orgasmo. Tras finalizar fue Roció la que comento que quería probar, se mostraba muy decidida y dispuesta a repetir lo que minutos previos disfruto Anabel, por lo que no la hice esperar y tras ensartarla le hice disfrutar del sexo anal.
Bueno como todo inicio tiene un final, tras finalizar nos quedamos las tres rendidas sobre la cama o mejor dicho ellas dos, pero cuando mas creía que se quedarían dormidas y me dejarían con tal calentón, se dirigieron hacia mi a modo de jugar ambas conmigo y hacer que descubriera que no solo tienen lengua de víboras sino de otra cosa y que sus dedos son hábiles para todo tipo de placeres. Descubrí en ellas una nueva forma de disfrutar aparte que le enseñé algunas cositas más y ellas a mí, actualmente os debo confesar que con la única que llevo tal practica es con Anabel, pues al final Roció como es tan puritana como hicrocrita y engreída se echo novio a lo cual dejo tal practica.
Ante todo perdonarme por que quizás no me exprese adecuadamente o no plasme lo que realmente me han hecho sentir o me han hecho hacer, pues aunque lo intento una infinidad de veces que las mismas ansias por plasmar lo sucedido, no me doy cuenta y cuando lo leo más tarde me doy cuenta que me he comido tanto palabras como símbolos (interrogaciones o exclamaciones). Lo siento enormemente, pero intentare redactaros lo mejor que pueda mis experiencias, me cuesta a veces escribir todos mis sensaciones, pues el plasmarlas creo que es lo mas difícil.
A aquellos que queráis contactar conmigo hacedlo a mí dirección de email susanabix@hotmail.com. O si queréis pasaros por mi blogs, aunque se que no esta actualizado más por falta de tiempo que por pereza (donde os muestro varias fotos mías), es susanabix-misconfidencias.blogspot.com o buscarme en Facebook o en Twuenti.