Mi inicio y final
Sus primos le dieron lo que queria, el definio su vida.
A mis catorce años las vacaciones eran la principal fuente de contacto entre los primos, siendo chico recordaba mis juegos desde introducirme cosas en mi ano, las pajas desde que me empezó a saltar semen, los primos visitantes tenían entre dos a tres años más, fue en los baños de ducha juntos después de jugar a la pelota, la circunstancia me dejo solo con el, esa tarde, sabia que me gustaba sentirme mujer, pero fue ese momento donde despertó en mi las ganas de ver, tocar y sentir el cuerpo de Juan, su pene colgaba junto a sus testículos también enormes, sentí que mis ojos no podían evitar mirarlo, en ese momento cerrando mis ojos lo imagine dentro mío, como leyendo mi mente cerro la puerta tomo mi mano y con ella sobaba su falo en mi nalgas , que empezó a crecer, recorría mis nalgas , mientras despacio al oído me decía.
Serás mía mi puta hermosa.
Tomando con su mano mis tetillas suavemente supe que era lo que deseaba, me besaba el cuello y acariciaba mi cuerpo mientras enjuagábamos nuestros cuerpos del jabón, sus dedos jugaron con mis esfínter, mi entrega se preparaba, una ducha fría, bajo la mutua calentura permitiendo que las toallas cubrieran nuestro alzadura por lo menos hasta llegar a la pieza de arriba donde dormíamos junto con el otro primo que esa tarde se iba de vacaciones a la costa.
Las cosas se daban, me dijo al pasar que comiera poco, para que estuviera "liviana", sonriendo consentí y espere ese mi primer entrega , cuando llego cerró la puerta con llave, prendió la luz desnudando ese hermoso aparato que crecía, mientras lo miraba, no pude dejar de preguntarme ¿cómo seria? con su mano me llamo, me hizo arrodillar, naturalmente abrí la boca, apoyando su glande en mi lengua cerré en un acto de succión, sus movimientos en mi boca eran acompañados por gemidos de goce, con sus manos sostenía mi cabeza , mientras mi lengua y labios hacían el trabajo de una verdadera puta, su leche inundo mi garganta quedando como único recurso tragar y limpiar con mi lengua, el gusto salado y neutro, dio satisfacción a mis instintos de entrega, me levanto y beso como lo puta que era, apenas se despego , totalmente dominado, me dio vuelta puso sus dedos ensalivados abriendo mi esfínter.
Mis manos sobre la firme cama, sentí e imagine el falo apoyado, fue penetrando con un bombeo suave y firme, el dolor me hacia saltar lagrimas y el goce regocijar de ser su puta, mi pene se puso erecto, aprovechando que me tomaba de los hombros para entrar al fondo, puse mis dedos juntando mi jugos lamiéndolo, deguste ahora mis jugos como antes lo había hecho con los de el, nos acostamos juntos, en la mañana al evacuar la leche blanca hizo que fuera a destaparlo para repetir todo si fuera posible.
Malhumorado fue a orinar, a la vuelta lamí sus gotas desde su glande, cual helado lo chupe, mi entrega era total, tal cual a la noche me apoye en la cama (para evitar ruidos) recibiendo el primer mañanero de mi vida (no el último), a los cuatro días de mi entrega a mi amante de verano, me extraño ver cuchichear a Juan con mi otro primo (Héctor) , algo me imagine, fue recién a la noche, que al acostarme solamente con unas bragas que Juan me había regalado, vi al prender la luz (como los días anteriores) que eran los dos que se desnudaban, el falo de Héctor no era tan grande, cuando Juan me llamo, fui y me arrodille, el me levanto, sacando mi braga, hizo que Hector se pajeara y yo chupara su falo, mientras el me culeaba.
Quince días siendo la puta de ambos, marcaron definitivamente mi vida, en cada viaje en que nos encontrábamos, principalmente en sus departamentos, me hicieron transformar, primero me puse senos, ahora sus caricias tenían esa cosa más real de mujer, luego me opere el inútil falo, festejando con una entrega a mis dos primos preferidos ahora por ambos canales, ser la transexual que ahora soy.
!Me encanta!