Mi inicio como fetichista

Esta es mi verdadera historia.

MI INICIO COMO FETICHISTA

Yo tendría unos 10 años cuando solía ir a patinar a un parque que tenía una pista para los aficionados. Hasta ese entonces había practicado la masturbación sin tener eyaculación, llegando a un "orgasmo seco" a través de ella y sin necesidad de fijarme en nada en especial. Pero un día, después de patinar toda una tarde, y de observar como lo hacía una pareja de unos veinte años, me salí de la pista y quitándome los patines de rueda me dirigí hacia un balcón del jardín, que se hallaba en una especie de barranca, y cansado, me recosté en el suelo, mirando a través de los barrotes del mismo. En un momento dado, se acercó hasta casi debajo del balcón, a unos diez metros, la pareja de jóvenes patinadores. El vestía un pantalón y una blusa de vivos colores y bastante ajustada al cuerpo, en cambio ella una blusa como de seda, con mangas largas pero con un amplio escote y una cortísima falda como de bailarina. Yo había estado observándolos en sus evoluciones al patinar y me había gustado la gracia de sus movimientos, pero no me habían transmitido sensaciones excitantes. Sentándose en un largo banco que había allí, la joven subió sus piernas hasta poner sus patines sobre el banco.

El joven, se sentó sobre sus talones frente a ella y comenzó a desatar los largos cordones de los patines de ella. La muchacha se reía con alegría y el joven sonriendo le hablaba en voz tan baja que yo no entendía lo que expresaba. Cuando quitó los patines de la chica y ésta quedó con unas gruesas medias blancas que le llegaban a media pierna, él empezó a friccionar los pies de ella, como para hacerles circular la sangre. Ella comenzó a reírse moderadamente, cuando él le quitó las medias y sus fricciones se convirtieron en caricias a sus pies desnudos. Al ver yo como acariciaba sus níveos pies y como ella movía los dedos con satisfacción, noté que se me producía una erección. Comencé entonces a apretarme el miembro a través de mi pantalón, logrando placer en esto.

Cuando un poco más seria ya, ella sacó de su bolso un par de medias largas de nylon y él tomándolas comenzó a colocárselas, me excitó mucho más pues para esto, ella levantaba en el aire la pierna, ofreciéndole el pie ante la cara de él para que le colocara la media. El joven se las colocaba lentamente y les quitaba las arrugas acariciando lentamente desde las plantas de los pies hasta los muslos. Era evidente que a ella le provocaba satisfacción pues se estiró hacia atrás en el banco, quedando ya acostada sobre él y tenía una sonrisa de aprobación y satisfacción. Entonces él se llevó a sus labios los pies de ella y comenzó a besarle las plantas de sus pies.

Cuando esto sucedía yo ya había desprendido los botones de mi pantalón y al introducir mi mano bajo el calzoncillo, apretaba mi pene totalmente erguido. Ella estiró lánguidamente su mano y del bolso sacó unas sandalias de tiras muy finitas y tacos altos se las extendió a él, quien comenzó a colocárselas con mucho amor. Par lograrlo, él puso una rodilla en tierra y ella colocó su pie sobre la rodilla de la otra pierna. Cuando él le calzó la sandalia, ella le pisó la entrepierna y le ofreció su otro pie, pero pisándole el rostro. Él en ese momento besaba la planta de ese pie y le acariciaba con una mano el otro pie con sandalia que le pisaba su miembro, pero introdujo su otra mano bajo la breve falda de ella y corriendo hacia un costado su bombachita, le introdujo el dedo en la vagina.

Comenzó a moverlo, masturbándola, mientras ella se acariciaba sus pechos. Cuando comenzó a retorcerse y a cambiar su silenciosa sonrisa por unos lentos quejidos de placer, yo noté que ya me estaba masturbando habiendo sacado mi miembro fuera del pantalón. Y yo observaba con una mirada fija en los pies de ella cuando de pronto llegué a mi orgasmo, pero esta fue una ocasión en que salió líquido de mi pene. Se me mojó el pantalón al salir con fuerza el líquido. Y cuando recorro con mi mirada la figura de ella, subiendo por sus piernas, sus pechos, al llegar a su cara, salté de sorpresa pues ella me estaba observando cuando yo me masturbaba. Me invadió una tremenda vergüenza al ser descubierto por ella. Y él le siguió la mirada y también me descubrió, con mi miembro afuera del pantalón y yo aún agarrándolo. Rápidamente metí bajo el pantalón mi pene todo mojado y de un salto me incorporé y me retiré de allí. Aún avergonzado por mi experiencia, me senté en un banco en otro lugar del parque. Tendría que esperar que se me secara el pantalón mojado, pensé, pues no podría viajar en el colectivo a mi casa sin que la gente se diera cuenta del detalle. De pronto se presentaron ante mí los dos, la pareja que había observado se aproximaron a mí, y ella entonces se detuvo y girando media vuelta se enfrentó a él. Extendió su mano y lo tomó a él de la entrepierna por sobre el pantalón y mirándome a los ojos, sonriente, me dijo "¿Te gustó lo que viste?" y luego bajando su vista hasta mi pantalón continuó "parece que sí porque te hiciste la paja y volcaste tu lechita". Y riéndose ambos se fueron.

Cuando se retiraban, avergonzado, humillado, los seguí con mi vista pues había quedado inmóvil ante la sorpresa, pero no pude contenerme de mirar sus pies calzados con sus sandalias al caminar. Y con asombro noté una inmediata respuesta de mi pene, que se puso duro en un segundo. Me levanté y corriendo me alejé del parque. Caminando llegue a mi casa por no atreverme a exponerme en el colectivo ante la gente. Cuando entré, rápidamente me dirigí a mi dormitorio antes de que mis padres me vieran y tomando un nuevo pantalón fui al baño. Allí me desnudé y me metí bajo la lluvia de agua caliente, pero no podía sacar de mi mente la imagen de esos pies, descalzos, con sandalias, que tanta excitación me provocaron, y entonces me masturbé de nuevo, logrando un intenso placer al volcar de nuevo ese líquido de mi pene. A partir de allí, no puedo dejar de detener mi mirada en pies de mujeres, especialmente cuando van calzados con sandalias taco alto. Y me provocan tanta excitación que en ocasiones con sólo mirar he logrado orgasmos y eyaculaciones, sin tener que recurrir a manipular mi pene.

Continuaré "mi inicio como fetichista" pero en mi correo *besapies

21@yahoo.com.ar* puedo compartir con gusto otras experiencias propias y que me cuenten las logradas por quienes sientan lo mismo que yo ante pies de mujeres. Y si sos mujer, con enorme placer me gustaría saber tu opinión de los pies.