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Todo empezó asi
Hola:
Me llamo Angie, tengo 20 años y soy travesti de closet.
Desde que muy pequeña me gusto ponerme la ropa de mi mamá cuando ella no estaba, tenía mucho tiempo libre para hacerlo, porque ella era soltera y yo era su único hijo, ella trabajaba por las tardes y yo estudiaba por las mañanas así que podía vestirme todas las tardes.
Al principio solo me ponía sus sostenes y medias, que me quedaban muy grandes. Como a los 13 comencé a ponerme sus patines y a tratar de comportarme como chica a los 14 me vestí completamente por primera vez y también empecé a maquillarme.
La historia que les relatare a continuación en este y otros relatos es solo producto de mi imaginación, ya que yo solo soy tv de closet y vivo como chico normalmente.
Tenía 14 años cuando empecé a vestirme y maquillarme por completo, me gustaba mucho hacerlo y como mi cuerpo era aun de niño, al maquillarme me veía como una niña de verdad. Poco a poco comencé a desear usar ropa más acorde a mi edad, ya que la ropa de mi mamá era muy seria.
Me daba mucha pena entrar a un almacén a comprar ropa de mujer, por eso se me ocurrió la idea de decir que era para mi hermana.
Había un almacén en un centro comercial cerca de mi casa que lo atendía una mujer, tenía unos 26 años y vendía solo ropa femenina.
Un día por fin me decidí a entrar al almacén pues varias veces había intentado, pero la pena me ganaba
Cuando entre vi una linda faldita escocesas, parecida a la de los uniformes de mi colegio, le pregunte a la mujer cuanto costaba, después de decirme el precio me pregunto qué talla deseaba, yo no tenía ni idea que talla seria:
bueno no sé qué talla es, es para mi hermana.
y que edad tiene?
15- dije un año más que yo para que pareciera convincente, además por que las niñas de 14 eran un poco más bajitas que yo.
y es delgada?
-si
-que tan alta?-
-pues es como de mi estatura, más o menos de mi contextura, pues... tal vez yo podría medírmela para saber si le quedara bien- me sonroje mucho al decirlo, no podía creer que fuera capaz de decir eso. Ella me sonrió y me dijo:
-pasa al vestidor
Me probé la faldita talla 10 yo me cambie en el vestidor, me vi en el espejo y no lo podía creer lo bien que me veía, ella me vio y me dijo:
-seguro le quedara.
Lo pague y me fui. Note la forma en que me veía las tendera, tenía una mirada un poco picara, yo no sabía si me había creído lo de mi hermana o no.
Compre ropa algunas veces más ahí, hasta que un día que entre a ver que había de nuevo la tendera me dijo:
-hola como estas vienes a buscar algo para tu hermana?
- si- conteste
-bueno, porque no le compras algo de lencería?- yo siempre lo había deseado pero me parecía muy atrevido eso de llegar a buscar ropa interior para mi hermana.
Me paso al vestidor una tanguita y un sostén, yo me los puse muy tímidamente, luego me dijo:
-creo que se vería bien tu hermana con esto- y me trajo una faldita de jean a la cadera y una blusita ombliguera, como yo no tenía pechos ella trajo un poco de algodón y lo metió en el sostén diciendo:
-te pondré esto para que veas mejor la silueta que da esta ropa-.
cuando me vi al espejo no lo podía creer, mi cuerpo se veía completamente femenino, mis piernitas aun sin vello, mi cuerpito delgado incluso tenia cinturita como las niñas, solo mi cara no se veía bien, aunque tenía el cabello como hasta las quijada, faltaba algo.
La señorita saco algo de su muestrario, era una balaca blanco, como la blusa, me la coloco y me puso un poco de labial rosado en los labios, cuando me volví al espejo vi a toda una niña, nadie podría dudar que yo fuera de sexo femenino.
-te gusta?- me pregunto
-s...si- dije algo asustada, porque no sabía ella que iba a decir.
En ese momento entro alguien al almacén, era una señora que además vivía cerca de mi casa, yo sentí mucho miedo, y quise esconderme pero la dueña de la tienda me tomo por mi mano y me llevo al muestrario con ella:
-buena tarde doña Natalia- dijo la señora que entro, entonces supe el nombre de la tendera, pues nunca se lo había preguntado.
-Como esta doña María, que se ofrece-
-quería ver su hay medias talla M, y esta niña?, es su hija?- dijo refiriéndose a mí.
-Es una sobrina, se llama Angie-
-o... la- dije con timidez.
-hola linda, eres igual de apuesta a tu tía- y la verdad es que Natalia era muy linda y apenas si revelaba unos 23 años.
Yo me sentí más tranquila de que doña María no me reconoció. Cuando se fue entraron más clientas, y a todas Natalia les dijo que yo era su sobrina, cuando ya eran como las 5:30 yo le dije que tenía que ir a casa.
-y dime te gusto estar así toda la tarde-
-si - dije, no podía mentir porque toda la tarde estuve con una gran sonrisa-
-y dime, tú no tienes hermanas ¿verdad?-
-no- dije sonrojada
- y te gustan los chicos?
Estuvimos hablando como media hora le conté que la ropa era para mí, que si me gustaban los chicos, aunque las chicas también, que lo de vestirme lo quería hacer desde hacía mucho y que me había encantado estar así con ella.
-pues si quieres puedes venir todas las tardes aquí y estar vestida, decimo que eres mi sobrina que estas de visita, te parece?-
-claro dije muy contenta-
-es más te regalo esa ropa, te queda muy bien-
Yo de pedí el favor de guardármela puesto que en mi casa no la podía tener.
En adelante iba cada que podía a la tienda de Natalia y estaba vestida y maquillada todo el tiempo.
En el próximo relato les contare como termino esta historia Besos
Angie Astrid…