Mi iniciación, y 2
Continuación del relato "mi iniciación". El final de una maravillosa velada....
Mientras estábamos exhaustos en el sofá, vi como Juan Antonio, comenzaba de nuevo a masturbarse…..
Se pajeaba lentamente, con una sonrisa, y mirándonos a Rosana y a mi….
- Me habéis puesto muy caliente cabrones…. , supongo que no habréis acabado ya…..
- Por supuesto que no, capullo, esto sólo ha sido el inicio, dijo Rosana.
Yo permanecía recostado en el sofá, todavía con la polla flácida, pero seguía caliente, muy caliente. Acababa de vivir una experiencia única en mi vida, y muy morbosa. Hasta ese momento nunca me había follado a una mujer casada, y menos….. con el marido delante…
Rosana se acercó de nuevo a mí en el sofá, me puso una mano en la cabeza, y mientras jugaba con mi pelo me besaba en el cuello, notaba como su lengua me lamia el cuello, notaba como me mordía, notaba como su respiración se iba acelerando poco a poco.
Su lengua fue desplazándose por mi cuello, hacia arriba, hacia mi oreja. Cuando llegó allí, me susurró……
- Estás listo precioso? quiero que sigamos…..
Yo estaba listo mentalmente, pero no físicamente todavía, necesitaba esperar unos minutos más. Ella se dio cuenta, y entonces utilizó un “truquito”, que posteriormente he usado más veces para reiniciar mi verga….
Se levantó del sofá, se arrodilló delante mía, me abrió las piernas y se puso a lamerme los huevos de una forma muy, muy dulce, muy delicadamente. Lamiendo, dándome besitos muy cortitos, mientras con su mano derecha me agarró la verga y empezó un sube y baja intentando que se pusiera dura….
Estuvo así sobre un minuto y medio aproximadamente, entonces me dijo:
- Anda, reclínate un poco en el sofá.
Evidentemente, le hice caso…. Me recliné y entonces ella siguió lamiéndome los huevos pero hizo algo más, algo que hizo que mi polla se pusiera tiesa en medio segundo…..
Mientras me lamia los huevos y me masturbaba lentamente, noté como su lengua bajó de mis huevos y se acercó hacia mi culo, empezó a lamerme en esa zona que tenemos los hombres entre el culo y los huevos….
La sensación fue increíble, vaya si lo fue!! Sentir su lengua en esa parte me puso de nuevo a cien…. La polla creció de nuevo, se hinchó de nuevo. Ya estaba listo otra vez!
- Ahhh, mi chico precioso ya está listo de nuevo…., ves Juan, esto es un hombre, enseguida está listo para follar de nuevo no como tu…. –dijo Rosana-
Miré a Juan tras ese comentario, y vi que lo había recibido bien, seguía con su lenta masturbación, mientras con la mano izquierda sujetaba su copa de gin-tonic
Rosana no dejó escapar ni un segundo después de su comentario, rápidamente mi polla se hundió en su boca y comenzó una mamada frenética, parecía hambrienta de polla.
Su cabeza subía y bajaba mientras se ayudaba con sus manos. Me agarraba el pene con su mano izquierda de forma firme, mientras que con la derecha seguía su masaje estimulando mis huevos….
Yo seguía sentado en el sofá, la situación era morbosísima. Mientras mis manos agarraban la cabeza de Rosana y disfrutaba de una mamada maravillosa, mi vista se iba al sofá de enfrente donde Juan, su marido, seguía bebiendo y observándonos, y por lo que veía también disfrutaba, ya que seguía con su erección, aunque ahora no se masturbaba, sólo bebía.
Le dije a Rosana que se levantara, quería disfrutar de sus pechos. Aunque éstos no eran grandes, más bien pequeños, tenía ganas de una paja cubana. Me puse cachondísimo, sólo pensaba en que estaba follándome a la mujer de un colega, y que él nos estaba viendo.
Rosana, se levantó un poco, se agarró los pechos, y con ellos “abrazó” mi polla. Ella comenzó a subir y bajar. Sus tetas “tragaban” mi polla, ésta desaparecía, y de pronto mi capullo volvía a aparecer. Su pecho se llenó de mi líquido pre-seminal.
Continuamos así como unos tres minutos, hasta que la levanté y la tumbe en el sofá.
La abrí las piernas; iba a comenzar una comida de coño espectacular, Rosana se lo merecía, y el cornudo de su marido también; habían despertado mis fantasías más ocultas.
Como decía le abrí las piernas, se las levanté, y empecé a lamerle las piernas, mi lengua se desplazaba por sus pantorrillas, la lamía, la daba mordisquitos suaves, la besaba con besos pequeños y húmedos. Iba cambiando de pierna, las iba simultaneando, poco a poco, fui subiendo por ellas.
Me detuve en sus muslos, son unos muslos fuertes, morenos… me encantan y además estaba excitadísimo, los lamía, los mordía, me fui dirigiendo a la parte interna de éstos donde seguía chupando y lamiendo. Notaba como Rosana se excitaba, se movía, se la notaba ansiosa, su coño quería más…….
Mi boca, mi lengua, al fin, llegaron a su destino…… La punta de mi lengua empezó a bordear sus labios vaginales, Rosana gemía, se movía y yo me excitaba más…..
La besé….., empecé a besarle los labios vaginales, como si fueran los de su boca, fue un beso con lengua……. Mis labios besaban sus labios vaginales y mi lengua buscaba en su interior…. Notaba como se llenaba de líquido, como sus líquidos fluían, y se mezclaban con mi saliva…., jugué con su clítoris, lo lamí, lo mordí, lo succioné.
Su coño olía a sexo puro, y eso era gasolina para mi, si estaba a cien, me había puesto a doscientos…… rebosaba líquido, mi lengua se volvió a introducir dentro de ella, la apreté contra mi, quería que mi lengua llegara a su ombligo…., lamía como si fuera un sediento en el desierto, mi nariz golpeaba su vagina, ella gritaba, se convulsionaba, me animaba a seguir más…..
Quería follármela una vez más, definitivamente, me había vuelto loco de sexo.
Me aparté de ella, y me senté de nuevo en el sofá, con las piernas abiertas y la polla en su máximo.
Rosana, -le dije-, ven a cabalgar, quiero que me folles bien, soy tu caballito. Y como el capullo de tu marido sigue ahí, sin proporcionarme condones, te vas a follar mi polla a pelo, vamos cariño….
Rosana se levantó, me besó, pero sin tardar ni un segundo, se puso encima, comenzó a comerme la boca, a besarme con pasión, como si fuera el último beso de su vida, y finalmente se sentó de golpe. Estaba demasiado lubricada para hacerlo poco a poco.
Nada más meterse mi polla, se puso a cabalgar, se movía como una amazona…., era una diosa para mí en ese momento. En seguida consiguió un ritmo elevado, mi polla entraba y salía, mientras ella gemía, solo decía “que gusto cabrón”, o “ necesitaba una polla así….”
Ella seguía cabalgándome, sus manos me agarraban los hombros mientras saltaba en mi polla. A veces paraba de saltar, y sólo movía sus caderas, hacía con mi polla lo que quería…. Yo mientras le lamia los pechos, disfrutaba de todo su cuerpo…, sobre todo, disfrutaba de la situación morbosa de la que era protagonista…
Mi frenesí no disminuía, al contrario, cada vez era mayor, sobre todo cuando pensaba en Juan Antonio, que estaba allí, mirando, pajeandose. Le gustaba que disfrutara de su mujer como si fuera una puta cualquiera.
Volvimos a cambiar de posición, la tumbé en el sofá, le abrí las piernas y la embestí sin dilación, mi polla entraba muy fácilmente ya que estaba muy lubricada, y yo tenía también la polla impregnada totalmente de líquidos.
Empecé un mete y saca brutal…., en cada embestida gemía, cada embestida la levantaba un poco del sofá. En la estancia sólo se oían los gemidos de ambos, el golpe de mis embestidas y el más morboso de los sonidos, el de la mezcla de flujos……
Mientras me la follaba en el sofá aprovechaba para comerle las tetas, morderle el cuello, beberme todo el sudor que desprendía su cuerpo….
En un determinado momento, ella empezó a gemir de una forma más profunda… se movía de forma más rápida, sus manos me agarraron las nalgas, yo aumente todavía más el ritmo, notaba como su vagina se estrechaba, se convulsionaba, me apretaba más la polla……
Se estaba corriendo…., me apretaba con fuerza las nalgas, me clavó las cuñas en el culo…., noté como se corrió, parecía que tenía un corazón entre mi polla que palpitaba sin parar. Yo estaba a punto de correrme….., la seguía embistiendo con fuerza, mientras ella permanecía inerte en el sofá….
Juan Antonio se levantó con la mano en su polla, se puso delante de ella en el sofá y empezó a correrse en su cara, yo lo imité, saque mi polla, y comencé a cascármela de forma frenética…., hasta correrme en su cuerpo, en su barriga, en sus tetas….
Le solté toda la leche que me quedaba hasta dejarla vacía.., le acerqué la polla a su boca para que me la limpiara, cosa que hizo de forma obediente… Se la volvió a meter en la boca, chupándomela hasta que quedó totalmente limpia de leche…
Me senté desnudo en un sillón, mientras ella todavía suspiraba en el sofá, y Juan Antonio se había sentado junto a ella acariciándola…
Me vestí, y les dije que había sido una noche increíble, que habían despertado un morbo oculto que tenía dentro, me despedí de Juan Antonio dándole una palmada en la espalda, y diciéndole que nos veríamos el Lunes en el trabajo.
Respecto a Sonia, que la habíamos dejado durmiendo en el dormitorio, no se lo que pasaría. Al siguiente Lunes, Juan Antonio me dijo que se levantó sobre las 10h del día siguiente sin haberse enterado de nada, les dio las gracias por dejarla dormir en su casa y se marchó….
La verdad, con el lío que formamos, no se si de verdad no se enteró o “no quiso enterarse”, pero bueno, eso ya no era problema mío…..
A partir de ese día me he volví mucho más morboso, haciendo que los encuentros con cornudos como mi amigo Juan Antonio fueran mucho más frecuentes hasta volverme adicto al sexo morboso……
Os iré relatando más experiencias….