Mi iniciación sexual - capítulo 7°

Concrete mi tranformación con cirugias y tratamiento, ahora era una mujer llamada Katy.

Mi iniciación sexual – capítulo 7°

Luego de mis operaciones pude tener vagina, senos medianos y una cara más femenina, la reprogramación me iba convirtiendo en la mujer que siempre quise ser. El proceso fue largo pero después de 8 años de mi iniciación sexual pude tener el cuerpo de una mujer. Me rebautice como Catalina o simplemente Katy y pensé que al fin podría ser feliz completamente.

Seguía viviendo con Marcos y también nos estábamos reacomodando a nuestra nueva sexualidad que se vio pausada por mis operaciones. Ahora vestía las prendas más cómodas y sexis que encontraba en las tiendas de mujeres. Sabia de las necesidades de mi hombre trataba de calmarlo con mi boca que absorbía todo lo que me daba. Pero sabía que no era suficiente, gracias a su paciencia logre volver a experimentar noches de sexo.

Mis senos y vagina aceptaron recibir las caricias de su dueño. Con grandes previas y mucho amor poco a poco fui deseando ser desvirgada vaginalmente. Decidí que era hora de atender a mi novio como se merecía.

Él puso su cuerpazo encima mio, mi vagina tenía un poco de sensibilidad pero mi deseo era grande con lubricación extra comencé a recibir el tremendo garrote de mi amante, estremecimientos y temblores junto a gritos indicaron que avanzaba ese hierro dentro mio pero no logro entrar totalmente, mi vagina comenzaba a ser mi principal fuente de placer.

A partir de esa noche no dejo de entrar en mi vagina así fuimos amoldándola a cada vena y cm de su estaca. Fue maravilloso ser penetrada vaginalmente en todas las posiciones que antes había experimentado con mi cola. Ahora con mi novio éramos una pareja real una mujer y su hombre.

Después mi madre nos presentó a su nueva pareja, un hombre muy amable. Era su hija Katy  y su novio Marcos, oficialmente era su hija, era muy feliz.

Con Marcos volvimos al Caribe a cumplir mi promesa de regresar como mujer para mis amantes,  a este reencuentro no faltó nadie, todos querían poseer mis orificios nuevamente y yo volver a estar con maduros vigorosos con mi nueva figura.

Estos machazos dieron sexo oral a todo mi cuerpo antes de descargar en ellos toda su batería de carne ardiente y abundante leche. Fue mejor que la despedida de Lorena porque al estar liberada goce y me esmere doblemente.

Al regreso a Argentina nuestro noviazgo siguió un año más hasta que nos separamos porque mi hombre decidió volver a su patria. Nuevamente estaba SOLA, y me propuse buscar el amor de un maduro con quien compartir mi vida. No quería la soledad.

Donde menos lo esperaba lo encontré.