Mi iniciación sexual - capítulo 2°
Relato de ficcion de mi debut sexual con mi maestro maduro,sintiendome cada dia más como una mujercita.
Mi iniciación sexual – capítulo 2
Poco duraron mis dudas respecto a volver a ver a Mario, hombre maduro con el que tuve mis primeras experiencias sexuales.
En esas vacaciones casi todos los sábados salía a bailar y me iba directo a su casa, él despertó mis deseos y yo quería tener más experiencias. Me trataba muy bien siempre preparaba deliciosas cena y ricos postres que acompañaban nuestras sesiones de videos. Varias veces repetimos lo hecho en mi primera vez, siempre estábamos desnudos nuestras caricias mejoraron nos dábamos masajes, recibía y daba sexo oral que después pasaron a ser ricos 69. Aprendimos a saborear nuestras mamadas y acababas. Nuestro sexo oral incluía besos e introducción de un dedo en mi cola.
Lo que todavía no deseaba ni imaginaba era ser penetrado analmente, Mario siempre me pedía y yo rehusaba por temor al dolor y a sufrir algún daño.
Ambos descubrimos lo dispuesto que me ponía atrapar su pija erecta entre mis muslos blancos y suaves. Era el inicio de mi convencimiento.
En una oportunidad después de muchas caricias, besos y dedos lubricados me anime a entregar mi cola, al oído le dije que lo deseaba y que quería ser completamente suyo, esto lo puso a mil porque su pija se puso muy dura.
Todos estos juegos previos me hacían enloquecer de placer como nada lo lograba, nos bañamos y perfumamos para iniciar mi desfloración, estando boca abajo comenzó a besar y lamer toda mi espalda delgada, cuando llego a mi cola beso y chupo mis nalgas, luego exploro toda mi raya con su lengua se detuvo en mi ano con quien jugueteo con su lengua, dedos, saliva, mi cola estaba lubricada naturalmente pero agrego aceite de bebe, comenzó metiendo un dedo y luego dos, primero la punta y luego profundamente ambos para dilatarme.
Mi cola solo esperaba a su dueño, cuando la excitación de ambos fue grande se montó encima de mí y arrimó la cabeza de su pene a mi puerta trasera comenzando lenta y suavemente a penetrarme, poco a poco pero sin detenerse fue entrando en mí. Yo estaba adolorido pero no quería parar este momento en el que quería ser suyo para siempre. Cuando metió toda su pija empezó un mete y saca suave que fue subiendo de velocidad cuando mi esfínter estuvo dilatado a su medida. Me taladro el ano muchos minutos hasta que fuertemente tomó mi cintura y aumento la fuerza de sus estacadas, por su estremecimiento supe que estaba descargando toda su leche en mis entrañas.
Creo que fue un momento único porque me sentía la mujer de un hombre. Luego de unos minutos de descanso fuimos a asearnos como de costumbre. Bajo el agua nos seguimos besando y acariciando. Y tuvimos este dialogo:
- Sabes que mi cuerpo y corazón son tuyos – dije
- Yo también soy tuyo – respondió
- Esto es como lo que vemos en los videos, soy tu mujer de ahora en adelante? - pregunté
- Si, somos como mujer y hombre – contestó
Nos abrazamos y volvió a recorrer su nueva propiedad.
Volvimos a la habitación y sin secarnos nos dimos un gran 69 tome su instrumento de placer y lo deje listo para que volviera a penetrarme.
Esta segunda vez puso mis piernas en sus hombros beso el interior de mis muslos, lubrico mi cola con aceites y volví a sentir la cercanía de su garrote de carne en mi entrada, lo fue guiando con su mano y la metió por segunda vez, de nuevo sentí todo su cuerpo encima mío, clara señal de que había entrado todo su pene, para comprobarlo toque mi ano y sentí sus huevos pegados a mis nalgas, nuevamente estaba total y deliciosamente ensartado. Siguió bombeándome mientras lo miraba a los ojos agradeciendo todo el placer que me daba, hasta que me lleno con su leche.
Mientras nos volvíamos a bañar sentía como su semen escurría por mis nalgas y piernas. Desde ese día comencé a sentirme una mujer en sus manos.
Y no lo iba a desaprovechar.