Mi iniciación sexual - capítulo 1°
Historia de ficción de mi despertar sexual en manos de un maestro. Despues varios hombres confirmaron mis preferencias sexuales y me llevaron a queres ser una mujer completa.
Mi iniciación sexual - capitulo 1
Hola amigos, les voy a contar una historia de ficción que sin embargo contiene algunas realidades que ocurrieron en mi vida, algunas fechas y lugares fueron cambiados. No es nada nuevo que no le haya pasado a algunos jóvenes inexpertos al encontrar un buen maestro que llevan en el corazón a quien nada hay que reprochar.
Me encontraba viviendo junto a mamá en una ciudad de Argentina, mi padre había fallecido siendo yo un niño por lo que solo mi madre fue mi guía de vida. Tenía por nombre Antonio y era un chico delgado de piel blanca con modales suaves casi femeninos, este comportamiento también comenzó a formar mi mente y cuerpo que comenzaba a sentir deseos sexuales y mucha curiosidad sobre las relaciones de hombres y mujeres.
Como era natural me gustaban las chicas pero a la par miraba con interés a algunos hombres varoniles y maduros que vivían cerca de casa a quienes atraían mis modales casi femeninos que no podía disimular.
Como dije mi madre estaba sola, debía trabajar mucho para mantenernos y necesitaba compañía de un hombre, en esas épocas se acercó a ella un hombre de 48 años llamado Mario viajante comercial de profesión, actividad que realizaba durante los días de semana. El trataba de ayudarla en todo pero no paso de ser un amigo para ella.
Mario era un hombre moreno, con aspecto muy varonil que a diferencia de mamá, yo percibí. En poco tiempo entramos en confianza llenando el vacío de información que buscaba obtener, así llegamos a ser confidentes, siendo maestro y alumno me enseñaba cosas del mundo adulto que desconocía. Él vivía cerca de casa y con permiso de mamá iba a almorzar con él algunos fines de semana, momentos que aprovechaba para pedirle revistas ver videos y hablar de sexo.
Pasados unos meses, llegaron las vacaciones escolares, como ya era habitual visitarlo en su casa, él avanzó un paso más y me invito a pasar un sábado por la noche con él, con la excusa de ir a bailar con amigos fui a su casa. Era una buena oportunidad para seguir aprehendiendo de sexo y por fin comenzar a tener mis propias experiencias, esa noche en su casa hizo una rica cena y elegí un video suecos para ver.
Mientras veíamos el video lo interrogaba sobre todo lo que veía, lentamente fue llevando la charla a nosotros.
- Comenzaste a masturbaste – preguntó
- No, no sé cómo hacerlo - respondí.
Seguidamente comenzó a acariciarme, esto me sorprendió pero por efecto del video de los suecos no me desagrado.
- Que cosas me haces - pregunte
- Solo cosas lindas, que van a gustarte, si me dejas hacer - respondió.
Como lo deje hacer desprendió los botones de mi camisa y bajo un poco mis pantalones para acariciar mi piel, luego bajo mi slip dejando libre mi pene que estaba erecto pero era muy pequeño en sus manos (con los años tampoco creció), así comenzó un sube y baja manual que supe ahí era una masturbación, en unos minutos descargue por primera vez mi semen manchándome piernas y estómago.
Me llevo al baño para lavarme, para no mojar mi ropa me desvestí por completo y él hizo lo mismo, ahora estábamos bajo la ducha desnudos y pude ver que su miembro viril, muy oscuro y más grande que el mio, palpitaba tratando de erguirse, esto despertó aun mas mi curiosidad. Me enjabono, lavo y seco todo el cuerpo, luego hizo lo mismo con su cuerpo y pene, una vez secos me condujo a su habitación y desnudos como estábamos me invito a acostarme con él para recuperar el calor corporal. Nos acostamos de lado, él atrás mio quedamos en modo cucharita, me abrazo y sentí todo su cuerpo pegado al mio. En un momento levanto mi pierna coloco su pene totalmente erecto entre mis muslos cerca de mi cola y bajo mi pierna de modo que quedó atrapado. En silencio mi corazón seguía agitado, mi cabeza trataba de asimilar lo vivido pero mi cuerpo estaba muy a gusto.
Al rato sentí que me besaba tiernamente el cuello y espalda haciéndome estremecer, esto me agradaba por lo que lo deje seguir. También correspondí sus besos cuando busco besarme en los labios.
Me puso boca arriba, él seguía de lado recomenzando sus caricias y besos por todo mi cuerpo, se sentía muy bien, volvió a masturbarme pero ahora lo hizo con mano y boca. Después llevo mi mano a su pedazo firme que agarre inseguro y sin saber cómo tratarlo, me pidió que lo masturbara, comencé a hace como él me lo hacía. Su pija estaba muy dura pero era muy suave al tacto y estaba muy caliente, así estuve masturbándolo un buen rato comenzando a brotarle algunas gotas de líquido pre eyaculador. Él detuvo mis movimientos. A esta altura de la noche estaban claros los roles, él era el hombre y yo la mujer como en los videos, eso no lo puse en duda.
Seguidamente acerco mi cara a su pene, sentí el aroma de un hombre, siguiendo sus indicaciones, comencé a darle besos secos a su cabecita, lo metí en la boca, tenía sabor a piel limpia, torpemente comencé, a chupar a meter y sacarlo de mi boca. Estuve un corto momento lamiendo y chupando esa pija, hasta que sentí mi boca inundada por su eyaculación, escupí parte del semen, trague un poco y otro poco quedo en mi boca como saboreándolo, era mi primer trago de leche masculina.
Todo esto que viví eran nuevas experiencias bastante placenteras para mí. Me abrazo y beso suavemente, por la hora que era me lave, vestí y volví a casa. Antes de irme Mario me pregunto como lo había pasado y cuando volvería, me dijo que fue uno de los días más felices de su vida. En el camino a mi casa con un poco de culpa e incredulidad comencé a recordar todo lo que viví, pensé si volvería otra vez a su casa a verlo. Que sentiría mañana y como sería nuestra amistad.
Esta historia siguió en otros capítulos…