Mi ingenua madre; en casa de un tio aprovechador 4

Mi madre era muy formal al vestir, gustaba de usar vestidos enterizos llenos de botones en la parte delantera que cierren hasta la altura de su cuello, ella era de piel blanca, de cabello castaño ondeado y de labios muy rosados, como de una niña

MI INGENUA MADRE EN CASA DE UN TIO APROVECHADOR 4

Hasta el momento pensé que ya había visto todo sobre mi madre, pero vaya que estaba totalmente equivocado. No entendía por qué mi madre actuaba así, ya que siempre tuve la idea de que mi padre era capas de hacerla feliz.

Hoy que he madurado, comprendo que mis padres tuvieron una relación sexual muy monótona, y que esto fue el motivo que mi madre al probar algo nuevo se abandonara a sus bajas pasiones, entregándose de esa manera con mi tío quien al parecer si tenía mucha experiencia en los artes del amar.

Cuando mi padre regresó de su viaje, se sorprendió al ver a mi madre, ahora ella usaba otro tipo de blusa, por cierto, el que le había regalado mi tío, pero ella dijo que salió de compras por el Jr. De la Unión y que le gustó ese modelo.

En verdad no se trataba de una blusa muy especial, pero si dejaba ver gran parte del seno de mi madre, al ser época de verano estaba acorde con el clima, mi padre sonrió al verla, al parecer fue una muestra de aprobación que mi madre vistiera así.

Pero yo, que era muy curioso y minucioso en mi madre, ya que no tenía un amigo o alguien con quien jugar, me percaté que mi madre andaba sin ropa interior por la casa, andaba con una falda de tela muy ligera a fin de que no se le pegue a la piel, esto me percaté cuando un día en el que mi madre estuvo reposando en la habitación, pude observar por debajo de su falda y observé directamente su vagina, que estaba completamente depilada. Parecía una boca, con unos labios rosados, algo arrugado en ese entonces, ahora comprendo que era por los labios vaginales, los tenía muy grandes, digno del tamaño de mi madre y de su contextura.

Casi nunca mi madre cocinó en casa de mi tío, ni acomodaba otra habitación que no fuera la nuestra, ya que mi tío poseía personal para los trabajos domésticos; por ejemplo, ahí estaba el señor Paco, Francisco era su nombre -según dice era el mejor amigo de mi tío-, quien se encarga de decepcionar e indicar a la gente que llegaba cual era la habitación que debían de ocupar.

La actitud de Paco últimamente era extraña. Era muy galante y muy solicitó con mi madre, apenas mi madre deseaba ir a comprar algo o deseaba algo, él se prestaba para hacerlo, creo que no quería que mi madre salga a la calle. Paco a mi parecer dedicaba mucha atención a la forma de vestir de mi madre, tanto cuando hablaba, o cuando mi madre se daba la vuelta, más de una vez, me percaté de eso, y al parecer mi madre también.

Un día de la semana, mi tío, tenía que dejarnos en el hostal prácticamente solos con Paco, ya que él tenía que hacer un trámite municipal. Al parecer esto le quitaría toda la mañana y casi toda la tarde según nos dijo, y al parecer esto también lo sabía Paco.

Aquel día observe cosas que no esperaba que pasen con mi madre.

Paco, era un tipo de raza trigueña, algo chino, algo lacio, algo negro, algo alto, y muy grueso, no gordo, era como una mole de talla media, mediría 1. 75 cm, casi de la misma talla de mi padre, pero a diferencia de éste, Paco era muy gordo.

Mi padre, siempre salía para la inversión de su vida, mi madre se encontraba conmigo en la habitación. Desde muy temprano la noté muy inquieta, como si algo le atemorizara, o algo le tendría en preocupación.

Luego de alguna manera me enteré que era por un chantaje de Paco, quien sabía de los deslices de mi madre, y la había chantajeado, le dijo que si ella no accedía a estar con él sexualmente él diría todo a mi padre incluso dijo que tenía fotos, ya que mi tío nunca cerraba la puerta cuando estaba con mi madre dentro de su cuarto.

Mi madre, se empezó a vestir, como siempre noté que tampoco traía puesto su ropa interior, en eso me dijo que tenía que salir a comprar algo, me pareció totalmente extraño, pues casi siempre todo lo que ella deseaba lo compraba Paco, era totalmente extraña su conducta de mi madre, incluso se dio un baño para ir a comprar.

Al salir de la habitación mi madre me dejo aún dentro de mi cama, esperaba que cierre la puerta para ir tras de ella. Al seguirla noté que volteó un par de veces, y en una tercera se fue sin mucho cuidado, dirigiéndose a la recepción del hostal donde se metió sin pensarlo.

La recepción del hostal era casi impenetrable, salvo por un pequeño tragaluz que desde mi cuarto se veía a Paco conversando algunas veces con mi tío. Fui arriesgado al deslizarme por mi ventana seguro que vería algo si llegase a ese tragaluz, en verdad todo esa parte era sucio, y fácilmente podía ser observado por cualquiera que se aproxime a las ventanas del tragaluz.

Al llegar justo a la pequeña ventana, pude ver que se trataba de un baño, y mi cuerpo fácilmente podía ingresar, si me atrevía. Quité de mi, mi clásica timidez, para meter medio cuerpo por la pequeña ventana, grande fue mi sorpresa al ver que bajar por aquella ventana sería muy fácil, ya para eso, podía oír claramente la voz de paco y de mi madre.

Logré ingresar al pequeño baño, todo el cuerpo me temblaba de miedo, quería ver donde estaban ellos, busque donde ocultarme, al salir del baño me fije que ambos estaban en la habitación de Paco, la cual quedaba al costadito de la recepción, solo quedaba ocultarme bien y disfrutar del espectáculo, ya que del baño a la habitación, no existía puerta alguna, dicho espacio era exclusivamente ocupado por Paco, ahora comprendo que las veces que platicaba Paco con mi tío, era en su habitación.

Me oculte en el mueble de las toallas, desde donde pude ver cada detalle que a continuación les cuento:

Ya mientras bajaba, escuché Paco decirle a mi madre, pensé que no amabas al cornudo de tu marido, pero veo que me equivoqué, de inmediato mi madre respondió, no lo hago por él, lo hago por mi hijo, no quiero que sepa lo que hace o hizo su madre alguna vez.

Pude entender entonces porque mi madre estaba ahí con ese hombre, quien la observaba a manera de inspección ocular, fue en esa plática, que Paco plantó en una de las nalgas de mi madre su gorda mano. Mi madre, sólo pudo reaccionar con un no rotundo, a lo que acababa de hacer Paco, pero él la sujetó e inició con sus propuestas deshonestas a mi candida madre.

Por lo que notaba, mi madre se encontraba en un gran lío. Ya que al parecer ella no quería nada con este señor que de alguna forma había logrado que ella esté en ese momento a solas con él, mientras tanto, Paco pasó a remangar la falda de mi madre hasta la cintura para meter su mano entre sus gordas y bien formadas piernas, recorriendo de esta manera sus partes íntimas y apretando fuertemente para arriba, buscando llegar hasta ese coño que se encontraba expuesto a su merced ya que ella no traía su ropa interior, de alguna manera había dejado de usarlo desde que fue penetrada por mi tío. Mi madre estaba paralizada. A pesar de sus súplicas, Paco siguió con su tarea. Respiraba muy fuerte alrededor de la nuca de mi madre, y su verga desde donde yo estaba se podía apreciar que estaba totalmente erecta pegada al culo de mi madre.

Mi madre en un silencio cómplice, para mi parecer, se dejaba hacer. Oí decir a Paco en el oído de mi madre, casi con una voz muy excitada, que aquello sólo consistiría en un par de días y después todo volvería a la normalidad. Ella no reaccionó, por lo que lo consideré como un asentimiento.

Paco, inclinó sobre ella sus labios, de esta forma besó la nuca de mi madre, mientras asía esto, los brazos de mi madre, yacían inmóviles a los costados de su aletargado cuerpo. Esperé alguna reacción por su parte, pero solo sentí que su corazón se aceleraba.

Paco deslizó su mano derecha hasta las caderas de mi bien formada madre, para rodear su delgada cintura y aproximarla a su cuerpo, a la vez que alzando su barbilla, empezó a besar el rostro entristecido de mi madre, ella no respondía a sus caricias. Algo susurró paco al oído de mi madre, Entonces la dio vuelta y sin decir palabra, la besó en la boca, le mordía los labios. Ella se dejaba pero intentaba mantenerlos cerrados. La mordió nuevamente un labio. Poco a poco mi madre los fue abriendo, momento que aprovechó Paco para introducirle su lengua.

Entraba y salía la lengua de Paco de la boca de mi madre con rapidez y empezó a jugar con la suya. Las manos de paco ya se habían apoderado del culito de mi madre. Ella permanecía rígida, por lo que oí a paco decirle a mi madre que se relajara. - Por favor... déjame... en paz... no quiero... – balbuceó mi madre, mientras podía zafarse de la lengua de paco. - Relájate me tienes loco – dijo Paco-. Una mujer como tú esta hecha para follar.

Las manos de Paco se habían apoderado de las nalgas de mi madre, de tal manera que no dejaba de magrearlas mientras apretaba su culo contra su cintura, me imagino para que pudiera sentir entre sus piernas la dureza de la polla de Paco.

Paco estaba muy agitado y excitado, me imagino que sólo pensaba en follar con aquella hermosa mujer. En un momento del descuido de mi madre, posó una mano sobre uno de sus senos, primero por encima de su ropa. La cara de mi madre aparentaba ahora cierta relajación. Al ver esto Paco, subió la blusa de mi madre y para mi sorpresa mi madre tampoco llevaba sujetador, por lo que Paco se apoderó de sus senos sin ninguna dificultad, luego de apretujarlas se dedico a tomarla del pezón.

Ella permanecía con la cabeza para atrás, como si estuviera dormida. Paco, bajo rápidamente sus besos desde su boca a los senos. Ella quería taparlas con sus manos, pero Paco se las separó con dureza mientras la amenazaba diciéndole que nunca se volviera a tapar delante de él.

Paco besaba los senos de mi madre apasionadamente, se los lamía cuanto quiso sin olvidarse de sus ricos pezones, que se pusieron duros al momento, viéndose como dedos señalando el camino del placer.

A pesar de las súplicas y negativas de mi madre, Paco no paraba de tocarla, las manos de paco recorrían por todo su cuerpo. Al continuar observando me percaté que Paco estaba, elogiando "el buen culo que tenía" mientras sus manos se aferraban a sus nalgas. Mi pobre madre imagino que se sentía totalmente humillada.

Ella sin respuesta alguna, intentaba continuamente de persuadirle a Paco de sus intenciones, pero siempre obtenía como respuesta obscenidades y no paraba de manejar sus manos. En uno de esos pude observar como Paco con mucha suavidad colocó en el tupido coño de mi madre su mano. Mi madre cerró los ojos, se quedó quieta, sin decir palabra alguna. Paco al parecer tomo el silencio de mi madre como una aceptación y apartando los labios vaginales de mi madre, metió su dedo índice en el chocho desnudo de mi madre, mientras que con el pulgar, empezó a masajear su clítoris.

Después de un buen rato de tocarla, la hizo sentar en su cama. Le quitó la falda, aquello al parecer no le agrado a mi madre, quien en ese instante decidió zafarse. Él la sujetó con fuerza y tomando su cara le dijo que si quería que él guardase silencio sobre su amorío con mi tío, y conservar su felicidad con mi padre, tenía que pasar por un par de polvos. Paco le dijo a mi madre, que luego de un par de polvos no le pediría nada más y que no era demasiado en comparación al trauma que me ocasionaría si yo me enterase.

Comprendí entonces que mi madre me amaba por eso estaba ahí contra su voluntad, en un descuido me percato que Paco tomó la mano de mi madre y la puso sobre su polla, por encima de su pantalón; guiándola en un suave masaje sobre su pantalón.

Noté que mi madre se encontraba trastornada, estaba haciendo una cosa que no quería hacer. Paco empezó a besar la boca de mi madre de manera salvaje. Su lengua entraba y salía. Se apoderó de su senos, que ya estaban a su libre disposición y ordenó a mi madre temblorosa que le sacará la polla. Como no reaccionaba le repitió. Al final mi madre accedió. Bajó la cremallera de su pantalón, de entre sus calzoncillos sacó la polla de Paco, se veía enorme y prácticamente casi no podía rodearla con su mano.

Al parecer Paco se encontraba totalmente excitado al ver que ella liberó su polla de su pantalón, pero mostró un entrecejo, al ver que mi madre se quedó con la mano parada por lo que tuvo que ordenarla que iniciara un movimiento masturbatorio. Al empezar hacer lo ordenado por Paco, éste, puso sus manos sobre sus muslos de mi madre subiendo para apoderarse de su coño. Ella permanecía con las piernas cerradas, por lo que con un ademán las abrió a la primera. La situación era extraña, mi madre no quería pero estaba ahí haciendo lo ordenado por Paco.

En un continuo magreo mi madre se atareaba con la polla de Paco, mientras que éste con su coño. Sus lenguas no dejaban de jugar. Me percate que de alguna manera mi madre se encontraba entregada al momento, a las caricias de Paco, simplemente el hielo, se había roto.

Notaba que la respiración de mi madre se hacía más profunda y que su lengua se movía ahora con más soltura. Paco hecho a mi madre sobre su cama mal oliente, bajó su cabeza besando los senos mientras con los dedos de la otra mano le recorría la raja de su coño. La mano de mi madre seguía masturbando su polla.

Paco bajó su cabeza al estómago de mi madre y siguió bajando, muy pausadamente, buscando alcanzar su tesoro. Entreabrió sus piernas hasta que se vio aparecer los sensuales pliegues de los labios vaginales de semejante hembra. Paco se quedó contemplando con verdadera veneración la tan anhelada vulva.

Observé salir una pesada lengua de la boca de semejante monstruo, quien sin pensarlo pasó su lengua rápidamente por la raja rosada de mi fiel madre, lo hizo de abajo a arriba, asegurándose de que su clítoris se llevara un buen lametazo.

Ella permanecía en silencio casi suplicante, sin atreverse a rechazar caricia alguna, Paco la obligó a incorporarse para continuar chupando sus prominentes senos, ella se incorporó aferrando sus brazos a su pecho, oí claramente como mi madre le suplicó que la dejara. La respuesta fue pronta, de un manotazo Paco separó los brazos de mi madre y la empujó para que permaneciera recostada en el sofá.

Te voy a comer el coñito. Vas a disfrutar como una loca - le dijo.

Mi madre tenía un chochito precioso, de una hembra cachonda, Su vello era ralo, estaba bien cuidado, formando un perfecto triángulo, y bien afeitado, dejando ver perfectamente los labios. Era lo que podía adivinarse al ver el bulto que le formaba su braguita. Paco sin pensarlo se dejó caer de lleno sobre la vagina de mi madre con la lengua afuera y los labios mojados.

Paco con las piernas abiertas de mi madre a su disposición, se encontraba violándola sin ningún tipo de pudor. Empezó a jugar con la punta de la lengua que recorría de un extremo a otro, pasando por los labios del chochito de mi madre, llegando casi al agujero de atrás.

Mi madre creo que por último intento rogó a Paco que la dejara, pero él siguió con su instinto animal, separó los pliegues de la vagina de mi madre, para recorrer con su lengua el interior que ya empezaba a emanar sus fluidos.

La lengua de paco, parecía tener vida propia, exploraba a fondo el sexo de mi madre, noté que el cuerpo de mi hasta ahora renuente madre se encontraba ahora más relajado, producto de las caricias y lamidas que era víctima. Paco en ese momento intentó introducir un dedo por el culito de mi madre, quien al parecer eso no estaba dispuesta a permitirlo, así que le agarró la cabeza, separándola de sus tareas y le rogó una vez más que la dejara tranquila. - No, no, por ahí no, por favor, me va a doler, por ahí no, te lo suplico. - Tranquila, mujer, tranquila, te dolerá un poco al principio, pero te aseguro que pronto descubrirás un mundo nuevo – dijo Paco-.

Paco dio un manotazo a mi madre, quitando su mano de su cabeza. Y siguió comiéndole el coño, mientras su dedo empezaba a perforar su culito. Sudorosa y excitada después de tantas luchas, mi madre empezó a dar pequeños movimientos, cosa que no se le pasó por alto a Paco.

Mi madre empezaba a exteriorizar calladamente el placer que le estaba originando con el insistente lameteo y la falange del dedo de Paco que introducía en su lindo culito.

Paco al notar todo esto, acercó su polla a la vagina de mi madre, por lo que se incorporó apuntando su aparato. En ese momento ella intentó incorporase, diciendo que no permitiría que la follara. Paco tuvo que agarrarla por la cara, mientras le decía: - Tú harás lo que yo te ordene. Si te digo que folles, follaras. Si te digo que me la mames, me la mamaras.

Acto seguido la obligó a recostarse nuevamente y le abrió las piernas. Apuntó su instrumento a la entrada de su coño y tras pasarle varias veces su capullo por su raja lo introdujo, salvajemente. La primera embestida fue rápida y profunda, el pene de Paco se abría paso en el interior de la vagina de mi madre, que estaba perfectamente lubricado.

De un momento a otro, observé que el rostro de dolor que yacía en el rostro de mi madre pasó a ser un rostro de placer. Paco acomodó su cuerpo y el de ella para conseguir una mayor penetración, empezó a bombear con toda fuerza, aumentando el ritmo conforme su polla se adaptaba a la vagina de mi madre, ella empezó a dar pequeños gemidos a cada golpe de entraba y salida de la polla de Paco.

No sé si de dolor o de placer. Cosa que comprendí cuando la miré a la cara. Se encontraba relajada, con los ojos cerrados, inmortalizando aquel momento. Sin duda estaba disfrutando de lo lindo. Mi madre casi gritaba de placer, se encontraba al borde del clímax. Ella dio un gran suspiro y mientras que su cuerpo experimentaba un tremendo e insospechado orgasmo su cuerpo se retorcía con grandes convulsiones.

Ella seguía con su respiración profunda dando también pequeños movimientos que acercaban su coño al cuerpo de Paco, a su polla. Entonces comprendí que esto había terminado al menos por ese día, quería irme y quedarme así que…..

Continuara.

Dedicada al encanto y la dulzura de las mujeres peruanas. Cualquier comentario o deseen platicarme sobre el tema, mi correo es leotodo1@hotmail.com