Mi Infidelidad
Estuve con otro y ahora soy muy feliz... (Mi estreno como escritora)
Me case muy pequeña, no había conocido aún el mundo, me llamo Leticia Peñaloza y soy hija de una pareja que no pudo tener mas hijos y huerfana de madre desde los 7 años, crecí fuera de mi casa ya que mi padre era muy estricto y además de no tener mas familia cercana, nunca me permitió tener contacto con un mundo feliz, me eduqué en un instituto para señoritas gobernado por monjas, del cual solo salía en las vacaciones o días de fiesta... en esos períodos pasaba mis horas bajo su custodia, y lo único que haciamos era leer y leer y leer. Nunca salí al cine, de fiesta, paseos con amigos y ni siquiera tuve novio antes de casarme.
Papá decía que tenía grandes planes para mi, pero que aun no sabia bien cual era mi destino.
Fuí creciendo en una dualidad de ideas... por un lado la educación que se me inculcaba tanto en casa como en el instituto... por otro lado mis compañeras con mas suerte que si tenian "vida social" me contaban infinidad de cosas del mundo moderno. Fuí descubriendo mi sexualidad a través de ellas, sus charlas y sus deseos escondidos.
Cuando terminé mis estudios básicos e intermedios se me inscribió en una universidad católica... para estudiar una carrera básica que terminara de prepararme para los planes que mi padre ya tenía para mi. Así fué como me convertí en una persona altamente preparada para ser La esposa perfecta.
Miguel es un señor viudo, rico, egoista y castrante, claro, tal como mi padre, por algo son viejos amigos, además de socios de una empresa dedicada a la mineria. Por cierto, Miguel es solo 7 años menor que papá, yo tengo 22, soy de estatura media (1,65) soy una mujer de amplias caderas, piernas largas y torneadas, cintura delgadita y senos pequeños. Tengo facciones atractivas, mis grandes ojos son color verde, mi cara es afilada, nariz recta, boca pequeña y labios muy rojos... Mi cabello corto y rojizo contrasta con mi piel blanca y ligeramente pecosa.
Miguel tiene 43 años, es gordo, bajo de estura, feo, egoista, es mas, parece un sapo... estoy casada con el desde hace 2 meses, mi padre me obligó a casarme y yo no supe hasta hace poco que no tenía porque obedecerlo.
Mi primera noche con Miguel fué mas o menos así...
Salimos de la oficina del Juez, nos subimos al auto y nos dirigimos a una pequeña recepción, con casi 100 invitados, se hizo un breve brindis y partimos hacia una playa a pasar "la luna de miel". Llegamos al hotel, nos instalaron en una suite con una cama enorme, prendieron musica y nos dejaron una botella. Los dos camareros nos dijeron "felicidades" y estiraron la mano para recibir la jugosa propina que mi "flamante esposo" les estaba mostrando... cerraron la puerta tras de si y me quede a solas con él... el hombre que mató mis ilusiones.
Miguel se relamió los labios, se acercó a mi y comenzó a desnudarme, me aventó a la cama, se me encimó y simplemente se metió en mi, dejando las sábanas manchadas de mi virginidad y mi cara empapada en llanto. Quizá unos 7 u 8 minutos después, se salió de mi dejando adentro sus asquerosos fluidos. Esa fué mi noche de bodas y así sigue siendo mi vida marital.
Cuando regresamos a la capital, me instaló en su vacia casa, donde el servicio solo acude por las mañanas y afortunadamente regresó a sus negocios, para mi suerte solo tenemos sexo muy ocasionalmente.
Pues bien, mis deberes como esposa incluyen las labores sociales que conllevan ser la conyugue de un empresario, por lo que comencé a moverme en el círculo social, organizando cenas y asistiendo a fiestas y demás compromisos que implican en nuestra posición. Miguel siempre ha gustado de presumirme ante los demás, claro esta que para el muy feo ser que es, tener una esposa joven y guapa como soy (sin modestias por favor, hablemos al grano) significa mucho, así que siempre que podía me exhibiá ante su círculo de amigos y competidores empresarios.
Este roce social fué el que me llevó a conocer a Emiliano , un joven médico recien especializado, muy alto, ojos casi verdes, nariz aguileña, manos enormes, moreno claro, un perfecto adonis que con su 1,90 de estatura me hizo sentir pequeñisima al verlo. Esa noche era la cena en casa de los Guillén y curiosamente Emiliano era el mas pequeño de los descendientes Guillén.
Mi atuendo esa noche era un vestido negro de corte recto, con abertura al frente de mi pierna derecha, espalda muy baja y el frente alto, no era de mi gusto, pero era la elección de mi marido, ya que así podia lucir los diamantes que esa noche me ordenó usar. Acompañe el atuendo con enormes zapatillas negras y como casi siempre mi maquillaje era discreto, cosa que hacia lucir mas mis pecas.
En la cena trascendió que Emiliano acababa de terminar su especialidad ginecológica y la reciente apertura de su clínica, cosa que mi marido aprovechó para solicitar recomendaciones acerca de mis cuidados y precauciones, ya que planeaba embarazarme (el muy desgraciado usó ese léxico). Mis ojos se razaron de lágrimas y excusandome me alejé hacia el sanitario para calmarme y buscar fuerzas para regresar a la recién estropeada velada.
Cuando regresé ya tenía una cita concertada con Emiliano, el cual me esperaba al día siguiente en su consultorio para comenzar los estudios pertinentes con el objetivo de prepararme para ser madre. Presa de coraje solo dije que si, al día siguiente estaría en su consultorio a las 5 en punto.
Por pura dignidad me esmeré en mi arreglo, me enfunde en un Levi´s, me puse una blusita blanca entallada, un sweter corto de cuello de tortuga en color rosa palido y unas botas de tacón de aguja del mismo color que el sweter, mis ojos los maquillé con esmero y puse en mis labios una capa de brillo que resaltaba enormemente el rojo de mis labios.
Mi esposo me trepó al auto, enfiló hacia la clínica y llegando me dió la noticia, salia en ese instante de viaje, es decir que para completar mi humillación, yo sola tendría que visitar a un médico que no quería ver y solicitar un embarazo que no deseaba tener.
Caminé por la pequeña vereda mientras mi marido se alejaba hacia su viaje de negocios y entré a la nueva clínica. Emiliano me escucho entrar y salió a mi encuentro, me guió hacia un hermoso consultorío y me invitó a entrar.
Sus palabra me sorprendieron, fue algo así: - Hola Lety, lamento mucho la situación que estas viviendo y de verdad puedo ayudarte, dime.. ¿realmente quieres embarazarte de Miguel? porque yo puedo evitarlo. -
¡Me dejó sin habla! y de manera instantanea fluyeron las lagrimas, a lo que Emiliano se acercó con un pañuelo y me secó ligeramente las mejillas, me dijo: -No llores, no vale la pena que marchites tus hermosos ojos por él, te propongo algo, hagamosle creer que estarás sometida a un tratamiento médico y tu puedes usar algo para no embarazarte, a menos que tu decidas otra cosa, ese es mi plan.
Ese día planeamos como
no
embarazarme, me indicó un Diafragma Intrauterino, me dijo como usarlo, me dió tambien un espermizida para asegurar su eficacia e iniciamos una linda amistad y en mi surgió algo mas, comencé a enamorarme de Emiliano... las citas se hicieron períodicas con el pretexto de que mi "infertilidad" tenía que ser revisada a fondo y aprovechabamos ese tiempo para platicar, nos fuimos conociendo muy profundamente al grado que nuestra relación un día pasó a otro plano... el de la intimidad.
Ese Miercoles invernal, como cada 15 días, acudí a nuestra cita "médica", curiosamente la clínica estaba muy vacia cuando llegué y la secretaría no se había presentado por enfermedad, según me contó mas tarde Emiliano, otra vez mi marido estaba de viaje, así que ese día me volví a esmerar con mi arreglo. En esta ocasión me puse unas zapatillas azul con blanco, una falda corta de mezclilla deslavada, una blusa de seda color blanco con botones al frente y un saco largo color azul, me coloqué una capa de brillo labial y mis ojos solo los adorné con rimel.
Emiliano cuando me vió entrar a su consultorio, tomó el teléfono y marcó un número, para cancelar su cita de las 6, la última de cada día; se levantó de su escritorio, se acercó a mi cara y susurrando roncamente me dijo: - El primer día que acudiste a consulta quize hacer algo, pero me contuve, hoy me vas a perdonar... pero estas increiblemente deseable - Y entonces sus labios tocaron los mios... yo empecé a temblar como una niña pequeña... mi corazón latió como nunca en mi vida lo habia hecho, sentí en mi cuerpo un calor que jamás me había recorrido, mi piel sintió su cercanía y reaccionó como nunca lo había hecho... por primera vez en mi vida sentí DESEO.
Me tomó de las manos, me hizó levantar del sillón, me abrazó y me dió un beso invasivo, lo sentí hasta el fondo de mi garganta y la pasión invadio mi ser por vez primera... sentí como mi ropa interior se humedecía, como nunca lo habia hecho...
Emiliano me tomo en brazos y viendome a los ojos me dijo - Te deseo -
Por toda respuesta acerque mis labios a los suyos y en un impulso le mordí ligeramente sus delgados labios, Emiliano supo mi respuesta y comenzó a tocar mi cuerpo por encima de la ropa, inició una danza desde mi cara, con sus labios y dedos comenzó a recorrer toda mi humanidad, provocando en mi sensaciones nunca antes conocidas.
Poco a poco nos hicimos conscientes de donde estabamos y repentinamente Emiliano se quitó la bata, se puso su saco y tomandome de la mano, salimos de su consultorio. Cerró la clínica y corrimos hacia su departamento ubicado a unos metros de la clínica, un piso con toda la elegancia y buen gusto que se podía esperar.
La sala tenía al fondo una chimenea enorme, una alfombra blanca, sillones largos de piel blanca con aplicaciones de ébano, mesas talladas, lamparas de piso y un pequeño bar completaba la decoración, al fondo lucía un elegante comedor tambien de ébano denso y mas allá se adivinaba la habitación principal y demas cuartos que completaban el departamento. Encendio la chimenea ya que afuera hacía frío y una pequeña lluvia nos acababa de sorprender cuando nos desplazabamos a su propiedad, sirvió dos copas de whiskey y las pusó en la mesita mas cercana, nos sentamos ante el fuego para secarnos y mirandome a los ojos me preguntó - ¿Quieres continuar lo que empezamos hace unos minutos? - Temblando como una tonta, me quité el saco y me recoste en su hombro.
Emiliano me besó, me poseyó la boca con su lengua, sus manos comenzaron a desabrochar lentamente mi ropa, besando cada centimetro de mi cara y cuello, su aliento quemaba mi piel, su labios dejaban huella en cada espacio que tocaban, su boca comenzó a deslizarse por sobre la curva de mis senos, provocando sensaciones hasta ese momento escondidas para mi.
Se levantó y tomandome de la mano me llevó a su habitación, donde una cama matrimonial nos aguardaba, me sentó en ella y se despojó de su roja quedando solo en boxer, después me recosto y lentamente continuó desabrochando cada boton de mi blusa, cuidadosamente me la quitó y la puso en un silloncito cercano, lo mismo hizo con mi falda, dejandome mi brassier y mi pequeña pantaleta puesta. Mi ropa interior estaba sumamente húmeda y se notaba tanto que Emiliano me lo dijo, con un brillo tan especial en sus ojos que en ese momento supe que era lo correcto, tener sexo por AMOR; si, estaba enamorada por primera vez en mi vida.
Se recostó a mi lado y admiró mi cuerpo, lo adoró, lo recorrió con sus ojos, sus manos, sus labios, antes de tocar mi zona mas íntima, y entonces toco mis senos, primero con un suave roce de sus dedos después con sus labios llevandome en ese instante al primer orgasmo de mi vida. Al sentir mi reacción me terminó de desnudar, lentamente, con un amor infinito, afuera las nubes negras se descargaban y la lluvia era tan intensa que hasta la luz se había extinguido y el departamento solo era iluminado por el fuego de la chimenea y los rayos que al caer dejaban entrar su luz por las ventanas.
Adentro la tormenta era igual de intensa, ya que finalmente Emiliano me iba haciendo suya con tanta pasión que cada embestida suya la iba sintiendo como la descarga eléctrica que los rayos emitian a cada instante. Repentinamente se detuvo, mirandome fijamente a los ojos me preguntó: - ¿Tienes puesto el diafragma? -
Y yo respondí su pregunta con otra pregunta ¿y si ya quiero embarazarme?
Y por todo respuesta, descargó en mi su semilla...
Tenemos 4 meses de ser amantes, con mi marido usé el diafragma casi todo el tiempo porque sinceramente no quiero un hijo suyo, ahora tengo ya 2 meses de embarazo, Emiliano cree que va a ser niña por la fecha de mi ovulación y el día que estuvimos juntos y no se que mas... yo solo deseo que no haya fallado el método y en realidad sea de él... mi padre acaba de morir de un infarto y creo que el divorcio empieza a ser una opción viable...
Obviamente Emiliano es mi médico y quien lleva el control de mi bebe y...
Ahora soy muy feliz...