Mi imaginación vuela gracias a un amigo
Insistí para que mi amigo escribiera relatos eroticos y no me equivoqué.
Estaba en el baño de la oficina mirándome al espejo.
Acababa de almorzar, quizás un poco apurada por la promesa de un amigo de enviarme por mail otro relato erótico escrito por el. El primero lo recibí hace 15 días y de verdad me éxito mucho. Siempre supe que mi amigo era algo atrevido y pícaro en eso de las cosas del sexo pero nunca me imagine que tuviera facilidad para escribir y expresar de una manera tan clara y provocativa sus experiencias Después de haber leído su relato le insistí mucho para que siguiera escribiendo, y hoy es el día en que voy a cumplir mi deseo.
Comencé a cepillarme los dientes para regresar a mi puesto, y por culpa de intentar adivinar lo que pudiera venir escrito en el relato, me sentí imaginado que el cepillo no era tal sino un rico pene que entraba y salía de mi boca dando vueltas por todas partes con movimientos circulares, y que la espuma que produce el efecto de la pasta dental en la cepillada era el semen blancuzco que brotaba del pene y llenaba toda mi boca como por arte de magia.
Reaccione al sentir que mi mano acariciaba mi seno y que de mi pezón brotaba un poco de leche que me mojaba el sostén y traspasaba hasta la blusa. (Tengo una bebe de 5 mese y estoy en pleno periodo de lactancia)
Sentí mucha pena en el momento, pero al comprobar que no había mas nadie en el baño me tranquilice y salí del baño luego de haber culminado mi rutina de higiene.
Al ver la pantalla del computador comprobé que mi amigo no me había defraudado, y que tal como me lo había prometido tenía ante mí un nuevo relato erótico que estaba segura me despertaría mucho morbo. Sin siquiera haber abierto el archivo ya sentía que algo jugoso corría por mis partes mojándome la ropa interior.
El teléfono sonó. Era mi jefe convocando a todo el departamento en el que trabajo a una reunión en 5 minutos en su oficina.
Sentí rabia por un momento al saber que no podía leer de inmediato lo que me habían enviado, pero la espera despertaba en mí un morbo que sabia iba a ser satisfecho pronto.
Debo confesar que aunque la reunión duro aproximadamente una hora y media, el tiempo paso relativamente rápido para mi, ya que me pase todo el rato pensando en la historia y rozando, de vez en cuando y por debajo de la mesa, mis partes para comprobar que cada vez estaba mas mojada. De haber llevado pantalón se me notaria, pero afortunadamente ese día me puse falda.
De nuevo en mi puesto no pude aguantar más y abrí casi de manera desesperada el tan esperado relato, comprobando, desde la primera línea del mismo que el haber insistido a mi amigo para que escribiera de nuevo no había sido en vano.
Con cada frase que iba leyendo se iba despertando en mí un deseo de ser acariciada por todo mi cuerpo, y mis jugos brotaban sin ningún tipo de reparo hasta mojar de tal manera mis pantaletas que empecé a sentir la humedad en la parte interna de mis muslos.
Sin ningún tipo de escrúpulo acerque la silla lo más que pude al escritorio para poder introducir mi mano por debajo de mi falda y tratar por todos los medios de quitarme las pantaletas para poder tocarme libremente. Al fin lo logre. Creía yo que sin novedad.
Seguí leyendo cada vez mas excitada y sin dejar de tocarme introduje un dedo en mi vagina, a lo cual reaccione por el gemido que produje al sentirme penetrada por mi misma.
Al voltear la cara por instinto de precaución pude ver que una de mis compañeras de trabajo estaba absorta viendo desde hacia rato todos los raros (para ella) movimientos (placenteros para mi) que hacia en el escritorio. Sentí mucha vergüenza y la sensación de frustración fue tal como la que sientes cuanto estas a punto de acabar y te cortan la nota.
Intente acomodarme en el puesto pero ella me hizo una seña que no entendí, hasta que me escribió en el Messenger que por favor no parara y que hiciera como que si ella no me estuviera viendo. Siempre se había rumorado por la oficina que la chica era bisexual, pero yo nunca lo había creído hasta ese día.
No se porque razón (a mi no me gustan las mujeres) me éxito mucho el hecho de que me viera mientras yo seguía con mis cosas, así que proseguí con la lectura hasta alcanzar de nuevo el nivel de excitación que tenia antes de este pequeño incidente.
De vez en cuando volteaba a verla y sabia, por sus movimientos y los gestos que hacia, que ella también se estaba tocando, inclusive de forma mas descarada que yo porque una de sus manos estaba completamente dentro de su blusa acariciando sus senos.
Yo también tenia muchas ganas de acariciar los míos, pero el temor que producía en mí el hecho de que la leche me manchara toda la blusa me lo impedía.
El relato de mi amigo narraba de forma abierta una fantasía que tiene conmigo y que yo, pienso que por razones más de escrúpulos que de deseo no le he querido complacer.
El quiere locamente, y asi me lo ha hecho saber, acariciarme y besarme los senos y sentir como brota leche de mis pezones hasta llenarle la boca y saciar su sed. El leer la historia, e imaginarme que lo estaba complaciendo, era lo que realmente me tenia loca. Era la chispa que encendía todos mis deseos y que permitía que mi timidez quedara a un lado para que brotara de mi interior la persona que soy en realidad cuando estoy excitada y caliente y que él, sin saberlo, y a través de sus relatos, ha logrado despertar.
Levante el teléfono para llamarlo y decirle que pasara por mí al final de la tarde. Mi intención era hacer todas las cosas que me había imaginado minutos atrás. Pero no me atreví a marcar. Quisiera saber que mas hace falta para decidirme de una vez por todas a jugar con él, pero no hallo la respuesta.
No se cuantos orgasmos tuve. Por lo menos dos. De mi amiga, ni me pregunten, pero estoy segura que también disfrutó mucho. Hasta el día de hoy nunca he hablado con ella sobre el tema. Mientras me decido, le seguiré proponiendo argumentos a mi amigo para que siga escribiendo Un beso..