Mi humedad (4: Sombras calientes)

Con nuestras sombras de complices, un extraño me dio una rica y nocturna cogida.

Mi Humedad IV (Sombras Calientes)

Me llego un correo de una mujer, quien me dice que lejos de que mis experiencias me calmen mis ganas de mujer caliente, estas me harán buscar cosas aun mas diferentes, mas placenteras y créanme que creo, tiene razón. Por que digo esto? Pues por mi mas reciente experiencia.

Esto fue lo que paso.

La casa estaba llena de familiares y amigos, era la fiesta del tío de mi pareja, de Don Héctor, Sr. Ya entrados en los 60’s pero aun de muy buen ver, mucho debido a que siempre ha hecho ejercicio y por que en el pasado trabajo mucho tiempo como campesino en los Estados Unidos y un tiempo estuvo de militar, todo un caso, pero eso si, macho a mas no poder, el decía que las mujeres solo estaba hechas para la cocina y para la cama, infiel por naturaleza se le sabían de sus aventuras pero pues nadie le decía nada, le tenían miedo y respeto, pero sobre todo por que tenia por esposa a una mujer sumisa y dejada a mas no poder, en fin.

A mi en lo personal me trataba muy bien, y me gustaba hacer notar del trato que tenia para mi.

Esa noche habían asistido a la fiesta mas gente de la esperada, el ambiente estaba muy bueno, obvio, la bebida a lo que daba, yo platicaba con uno, luego con otro, ahí había mas de uno que presentían mi naturaleza cachonda y disfrutaban haciéndome la platica tocando temas muy comprometedores, a mi me gustaba ese juego, pero ponía mis limites, no tenia intención de tener que ver con nadie de la familia de mi pareja, hasta ese momento.

Las fiesta seguía, el alcohol seguía corriendo, eran las 12 de la noche yo ya estaba cansada sobre todo por esas zapatillas de tacón que llevaba, ese día me había puesto una faldita a la altura de las rodillas muy pegadita, una tanguita como siempre muy sexy azul marino, una blusa de cuello redondo delgadita y ajustadita y bra de encaje negro, la falda era de color gris y la blusa negra, llevaba pantimedias también de color negro y como les dije unas zapatillas de tacón de aguja.

Al sentarme mis piernas acaparaban la atención de varias miradas, así como mis senos que se resaltaban por el tipo de bra que llevaba, me sentía cómoda, además que ese día me quería sentir atractiva y quería que me hicieran sentir deseada.

Llego el momento de la fiesta en que ya todos estaba es sus ondas, yo cansada y aburrida, la esposa de Don Héctor lo noto y me invito a ir a la recamara de una de sus hijas que estaba de vacaciones para descansar un rato, cosa que acepte de inmediato, para llegar a la recamara de Susy había que salir y cruzar el patio, ahí junto con otros cuartos esta la recamara, la puerta estaba entreabierta, entre y vi a dos de los sobrinitos de mi pareja viendo la tv sentados en el piso recargados sobre la cama, yo me senté en la cama, intentando ver un poco la televisión, pero opte mejor por recostarme, como mis zapatillas tenían unas cintitas algo complejas para quitarlas decidí recostarme con ellas puestas.

Me empezó a ganar un sueño muy rico, Cuanto tiempo paso? No lo se pero de repente desperté toda acamorrada, las luces estaba apagadas, la puerta cerrada, solo se notaba la luz de la televisión encendida, la programación había acabado y solo había rayas y un ruidito tenue, estaba muy cansada como para levantarme a apagarla, así que me acosté boca abajo, con la cara volteada a la pared. Estaba de nueva cuenta ganándome el sueño, cuando escuche que alguien abría la puerta, sobre la pared pude notar por la luz que había afuera la sobra de una persona asomándose en la puerta, yo no hice ningún movimiento, pensé que quizás al verme se retiraría, pero no, estuvo ahí por un buen rato, yo me hacia la dormida y por que en verdad tenia algo de sueño, pero ya después de un rato pues si me saco de onda, momentos después vi como se abría aun mas la puerta para luego cerrarse por completo, pero sentía aun la presencia de alguien, yo seguía en mi misma postura, escuchaba la respiración agitada y algo así como el roze de tela, en momentos que la televisión mandaba luz algo fuerte podía notar la silueta de alguien sobre la pared, yo tenia los ojos abiertos pero por estar volteada a la pared quien fuera que estuviera ahí no me veía el rostro.

Momentos después sentí algo que empezó a hacerme sentir cosquillitas en el vientre, sentí como esa persona se sentaba sobre la cama a mi lado, en ese momento me llego el tufo del alcohol, era alguien que estaba totalmente briago, pero no tanto como para darse cuenta de lo que hacia. Yo sabia que ese era el momento para levantarme y retirarme de ahí, pero la puta que llevo adentro pudo mas y decidí seguir ese rico juego de seducción.

Hice un movimiento como de acomodarme, pero sin hacer notar que me despertaba, en ese movimiento levante mis nalgas un poco como invitando al extraño a tomar la iniciativa y eso paso, de repente sentí como una mano se poso sobre mis nalgas y se quedo quieta por un momento al ver que no había rechazo, empezó a acariciarme las nalgas delicadamente, sentía unas manos en verdad grandes, yo permanecía quieta, a la vez tenia algo de temor de continuar con esto.

El extraño siguió acariciándome las nalgas, hasta que empezó a bajar sus manos hasta tocar mis piernas solo cubiertas por la pantimedia, empezó a subir sus manos por debajo de la falda, acariciándome mis muslos, hasta llegar a mis nalgas para empezarlas a acariciar y apretar de una forma un poco mas violenta. Yo me seguía haciendo la dormida pero sabia que no podría controlarme por mas tiempo.

Y la señal de aceptación de mi parte vino mas por instinto que por otra cosa, abrí mis piernas, cosa que aprovecho el extraño para meter sus dedos entre mis piernas hasta tocar mi panochita, ya totalmente húmeda para ese momento.

Yo aun seguía en la postura de dormida, el extraño empezó a dedearme por encima de mi pantimedia y tanguita, sentí como acerco su rostro a mi nuca y empezó a besarme el cuello.

Yo con los ojos cerrados disfrutaba de esa lengua experta que pasaba sobre la piel de mi cuello, tenia mis puños cerrados para evitar que de mi boca saliera alguna expresión de satisfacción.

De repente sentí como el extraño se subía a la cama y se colocaba sobre mi pero hincado sobre la cama, con mis nalgas entre sus piernas, me tomo con sus enormes manos de la cintura dándome a entender que me volteara, cosa que hice sin ninguna dificultad.

Ya acostada boca arriba, aun con los ojos cerrados, me gustaba ese juego de hacerme la indefensa, escuche el sonido de su cierre, luego me llego ese aroma que me encanta a macho, el aroma iba en aumento hasta que en mis labios sentí la humedad de su glande, el lo paso por mis labios cerrados humedeciéndolos de su liquido preseminal, su miembro estaba semierecto, sabia que era mi responsabilidad el ponerlo duro y rígido como roca.

Mis labios se entreabrieron como invitando a ese trozo de carne a entrar, el glande entro chocando con mis dientes, con mis labios lo acariciaba, el extraño me empezó a acariciar mis mejillas como suplicándome a dejar entrar por completo a su miembro, fui abriendo lentamente mis dientes y su pene fue entrando así también lentamente, Mmmmm era delicioso lo tome con un mano, lo empecé a estimular con mi lengua y si, estaba surtiendo efecto, empezó a crecer y a ponerse duro, realmente duro.

Se la empecé a mamar de los mas rico, puse en practica mis mas mejores técnicas para gozar de una rica verga dentro de mi boca pues sabia que el extraño sabia reconocer una buena mamada.

El se recargo con sus manos sobre la pared dejándome disfrutar por completo de su verga que ya para esos momentos estaba dura y erecta, era muy gorda y cabezona simplemente como me gustan.

El movía ligeramente las caderas haciendo que su verga me llegara hasta las amígdalas, lo tomaba de las nalgas y se las acariciaba mientras le seguía mamando su verga, así estaba cuando vi en la pared como unas sombras calientes, vi como la sombra de ella una puta declarada le mamaba su rica verga a la sombra de el, como ese trozo de carne entraba y salía de su boca y se fundían las sombras en un tintineante movimiento que era ocasionado por la luz del televisor, Mmmmmm sentía mi boca inundada de sus jugos y de mi saliva, pero no quería sacar de ella ese delicioso caramelo de carne. Lo escuchaba gemir, eso me motivaba a seguirle dando unas ricas mamadas, eso me motivaba a no separar mi boca de su tranca.

Me saque mis senos de mi blusa y me los acariciaba y pellizcaba mis pezones totalmente erectos y calientes.

Luego el se separo un poco, así de rodillas aun se volteo y luego se recostó sobre mi, si quería un rico 69, acomodo su cabeza entre mis piernas mientras yo con un poco de dificulta le volvía a mamar su verga. El me bajo las pantimedias junto con la tanguita, ya que las tenia un poco a bajo me empezó a mamar mi rajita.

-Mmmm ay papi, así sigue amor, que rica lengua.

Yo le mamaba con mas frenesí su verga por las conmociones que me producían sus mamadas en mi. Me retorcía movía mis nalgas para poder tener mas de el, le chupe sus huevos llenos de pelos, le acariciaba sus nalgas y piernas que se notaban fuertes.

-Te gusta mamacita?-Me pregunto en medio de chasquidos de saliva y humedad.

-Me encanta papi, me encanta como me lo haces, mmmm.

Sentía como me metía su lengua y como jugaba con ella dentro de mi, era fantástico.

El metió sus enormes manos debajo de mi para acariciarme mis nalgas, abrírmelas y meter un dedo en mi culito.

Yo levantaba mi cadera para que pudiera maniobrar mejor.

Luego el se incorporo y me tomo de la cintura, me levanto y me volteo, quería ponerme de a perrita y eso era en ese momento su perrita caliente en celo.

Me levante la falda hasta enrollármela en la cintura, me baje un poco mas mi pantimedias junto con la tanguita y me incline colocando mis brazos sobre la cama y mi rostro sobre ellos, así estaba con las nalgas al aire esperando a ser embestida, el me tomo de las nalgas y me las acaricio un poco, de repente sentí que acercaba su rostro a mis nalgas y las empezaba a besar a empapármelas de su saliva, yo no aguantaba mas, pase una mano por entre mis piernas y empecé a masturbarme mientras el seguía besando mis nalgas, de repente y sin previo aviso empezó a pasar su rica lengua por mi hoyito trasero.

-Ahhhhh, que me haces cariño, mmmmmm.

Sentía que mil descargas eléctricas se apoderaban de mi cuerpo, el seguía mamandome mi culito deliciosamente, yo paraba mas mis nalgas deseando que me metiera su lengua en mi ano.

Luego el se levanto y en lugar de su lengua puso un dedo el cual empezaba a preparar el terreno de lo que seria pronto su banquete.

Momentos después sentí la cabeza de su verga en la entrada de mi sexo, la cual se fue abriendo paso lentamente, sentía como me iba llenando lentamente hasta tocar fondo, haaa que rico era estar de nueva cuenta llena de carne caliente.

El empezó el mete y saca, yo movía mis nalgas en círculos para poder gozar aun mas del rocé de su verga con mis paredes vaginales.

De repente el me tomo de los cabellos y me los empezó a jalar fuerte pero a la vez delicadamente.

-Anda mamita, mueva las nalgas, eso así putita, que rica estas mamacita.

Yo no deje de mover las nalgas, mis gemidos eran cada vez mas audibles, voltee a ver las sombras que nos acompañaban en los movimientos, vi el contorno de las nalgas de la puta de la sombra como recibía con agrado a ese invitado grande y grueso.

Mientras me penetraba sentía como sus dedos jugaba con mi hoyito trasero, como poco a poco me penetraba con ellos.

El empezó a penetrarme con mas fuerza y rapidez, sus embestidas me botaban hacia delante y el golpeteo de su pelvis con mis nalgas se escuchaban claramente.

Yo sentía en cada embestida que me partía en dos, era una forma violenta de penetrarme pero la disfrutaba, gozaba como perra cada metida de su verga dentro de mi.

-anda cabrona, mueve las nalgas como lo sabes hacer-Lo escuchaba decirme entre gemidos.

Luego saco su verga de mi y la puso en mi culito el cual ya estaba mas que preparado para recibirla, me abrió mis nalgas hasta mas no poder y me la fue metiendo poco a poco.

Yo estaba totalmente perdida de placer, sentía como me invadía con su tranca en mi culo, sentía como me lo abría con ese trozo de carne y me llenaba hasta que ya no había nada afuera, la tenia toda adentro, que rico!!!!

Yo misma me movía para poder tener aun mas adentro su verga, eso sin lugar a dudas lo hizo ver lo mucho que me encanta el sexo, lo mucho que me encanta coger.

Así me mantuvo algo de tiempo, metiendomela hasta el fondo, el paso una mano por debajo y me empezó a dedear mi rajita, lo que hizo que aun mas enloqueciera de placer, pasaba sus dedos por mis labios vaginales y luego me los metía, mmm, yo me acariciaba mis pezones, que estaban durísimos, luego el saco su verga de mi culito y se empezó a masturbar, sin previo aviso sentí que empezaba a gemir como loco y sentí su leche caliente que caí a borbotones sobre mis nalgas, sobre mi espalda e incluso sobre mi cabello.

Me volteo e hizo que se la volviera a mamar para limpiarla, cosa que hice gustosa, así se la estuve mamando un momento ya luego el se levanto y se empezó a acomodar el pantalón, yo me deje caer de espaldas en la cama mientras veía como el ya terminado de arreglarse la ropa abría la puerta, lo que hizo que la luz le iluminara la cara y poder conocer la identidad de mi amante anónimo.

Yo me acomode mis pantimedias, tanguita y falda, sentía como la tela pegajosa del semen que me derramo en mis nalgas, momentos después volví a caer rendida, con las piernas abiertas, por si llegaba alguien mas y no tuviera problemas en hacer alguna travesura, ajajaja.

Ya avanzada la mañana, mi pareja me fue a despertar para decirme que ya nos íbamos, me levante me arregle el cabello, mientras lo hacia tenia entre verguenza y curiosidad de encontrarme con mi amante anónimo, como seria su reacción?

Salimos del cuarto y nos dirigimos a la sala, donde el ya estaba despierto viendo la tv.

-Ya se van tan temprano?

-Si, pero el próximo fin de semana te caemos por acá-le decía mi pareja a mi cojedor nocturno.

-Bueno se van con cuidado, hasta luego liz, espero que te la hayas pasado muy bien-Me acerque a el para despedirme de beso.

-Claro que me la pase muy bien Don Hector, se duerme muyy rico en su casa, nos vemos.

Salimos, yo con una sonrisa de oreja a oreja, mi esposo con una cruda de los mil demonios.

Besos