Mi humedad (2: el que persevera alcanza)
El vigilante de mi trabajo insistio e insistio y al final obtuvo lo que tanto deseaba,tanto como yo.
Mi humedad II (el que persevera alcanza)
Mi relación con José Luis duro alrededor de 3 meses mas o menos, tiempo en que nuestras relaciones se concretaban a tener sexo en un carro, volvimos a tener sexo en el parque donde fue la primera vez y sola una vez en un hotel, lejos de mi ciudad, aprovechando que tenia que ir a realizar unos tramites así el pidió permiso de faltar ese día y me acompaño, después de hacer los tramites que tenia que hacer, nos metimos al hotel y cogimos de lo mas rico.
Yo me sentía afortunada de esta situación, sin comprometer mi trabajo, podía tener en él al hombre que me hacia sentir mujer.
Pero desgraciadamente como dicen, lo bueno termina pronto, y es que José Luis consiguió un trabajo, para desgracia mía fuera de la ciudad algo retirado, eso me hizo sentir muy mal y durante algún tiempo anduve de muy mal humor y sin ganas de nada.
Pensando positivamente, pensé que el no tener a José Luis cerca pues no tendría ya la tentación de estar cogiendo con él y a veces sentirme culpable por esta situación, pero que equivocada estaba, y es que si, por José Luis tenia cierto cariño que hacia nuestra relación especial, pero quizás era mas la calentura, pues el no tenerlo a el para saciar mis ganas me hizo tener cada pensamiento muy loco, y es que aunado a esto la indiferencia de mi pareja era aun mas notoria, teníamos sexo muy ocasionalmente, por un lado los problemas en su trabajo y otros mas eran la situación de su estado de animo, en el trabajo, las tentaciones estaban a la orden del día, varios compañeros se me insinuaban, pero por lo mismo de la necesidad del trabajo opte por no arriesgarlo por un revolcón, casi lo consigo pero no fue así.
Fue un miércoles, un miércoles anterior al viernes santo, estaba arreglándome para ir a trabajar, algo contenta pues solo trabajaría hasta ese día pues el siguiente fin de semana era festivo, semana santa, tenia ganas de salir pero las ganas se me quitaron cuando mi esposo entro a la recamara y me dijo que ese fin de semana tenia que ir a otra ciudad a ver una maquinaria y regresaría hasta el lunes. Vaya ganas de echarle a perder las ganas a una, me termine de arreglar y me fui al trabajo de un genio de los mil diablos, al llegar a el pensé inmediatamente en José Luis, quizás podría venir y pasar un fin de semana de los más rico, tome el teléfono y le marque varias veces durante el día, pero nada, no contestaba, ya casi a la hora de la salida del trabajo lo intente por ultima vez pero nada.....vaya mala suerte, recogí mis cosas y me salí inmediatamente sin despedirme de nadie, llegue al portón y ahí estaba el vigilante, si ese que no había día que me invitara a salir y que ya definitivamente me había invitado a escondernos en algún hotel, en ningún momento le mostré molestia por estos comentarios, al contrario me mostraba en una actitud coqueta, pero por lo que comente anteriormente, no pensaba arriesgar mi trabajo por una aventura.......
-Hola Liz, ya tan temprano a descansar?
-Hola Vicente, si tu crees?
-quien como Uds., que se van a descansar todos estos días
-Por que? A ti no te dan estos días?
-No, siempre tiene que haber alguien aquí y pues a mí me toco venir el sábado.
-Huy que mala suerte, y yo que quería que alguien me invitara salir el sábado.
-en serio?, por que puedo cambiar el día y podemos ir por ahí a pasarla bien lizita.
-No como crees, ya tengo planes para este fin de semana, bueno que te la pases bien y no te aburras.......
Estaba despidiéndome cuando buscando en mi bolso me di cuenta que no traía mi celular, lo había olvidado en mi escritorio en la ultima vez que intente comunicarme con José Luis, por un momento pensé en dejarlo y recogerlo el día lunes pero opte mejor regresar por el.....
-que paso Liz siempre si va aceptar mi invitación?
-No lo que pasa que se me olvido mi teléfono, voy a pasar por él ok?
-Ok preciosa
Regrese a la oficina, me extraño al ver que no había nadie,
-Y ahora donde se metió todo el mundo- estaba abriendo mi escritorio cuando de la oficina del Lic. se asomo una de las compañeras de la oficina....
-Liz te habla el Lic.
-Heee..este si voy para allá.
Entre a la oficina y vi a todos reunidos, me extraño mucho eso.
-Liz, que bueno que te alcanzamos, mira veras le comentaba a los muchachos que debido a la carga de trabajo va a ser necesario que venga alguien este fin de semana, alguien mañana jueves, el viernes y el sábado, ya hortensia se ofreció para venir mañana, solo falta quien venga el viernes y sábado, no se si nos puedas apoyar, pero si ya tienes planes, no te preocupes no te sientas comprometida.
Me quede pensando un poco y recordé que no tenia nada que hacer ese fin de semana mas que estar encerrada en la casa o salir a gastar dinero a lo pendeja.....
-Ok Lic. si quiere puedo venir el mmmmmm, sábado esta bien?
-Perfecto, bueno si quieres ya te puedes retirar Liz, gracias por tu apoyo.
Salí de la oficina, mientras caminaba a lo lejos veía a Vicente, el vigilante y en ese momento recordé lo que me había dicho, que el también iría a trabajar el día sábado, ay diosito, con lo caliente que sabes que soy y me pones en estos aprietos...
-Ahora sí Liz, ya de salida?
-Si pero que crees?-Que?
-Que ya me hicieron venir a trabajar también a mí
-En serio, que días vas a venir?
-El sábado
-Huy pues que suerte la mía, vamos a estar solitos, no te da miedo?
-por que me habría de dar miedo, pero eso si promete portarte bien o cambio mi día.
-No para nada, claro que me voy a portar bien.
-Ok, bueno pues nos vemos el sábado, cuídate bye.
-Adiós preciosa, bye- Me despedí de el con una sonrisa y el me correspondió también con una sonrisa algo perversa.
Llegue a mi casa, me cambien de ropa por algo más cómodo me recosté en la cama a ver Tv. y me quede dormida, desperté ya entrada la noche y en ese momento no sé por que recordé que el día sábado tendría que ir al trabajo y estaría completamente sola con Vicente, mmm en mi mente empezaron a pasar imágenes de los más cachondas, me lo imaginaba detrás de mí tomándome de la cintura totalmente desnudos y él penetrándome, mmmm, me empecé a masturbar de lo más rico hasta que de nuevo cansada me volvió a quedar dormida hasta el otro día.
Deseaba que el día jueves y viernes pasaran de lo más rápido, salí a visitar a familiares, pero bastaba que regresara a mi casa y volver a tener una sesión de sexo conmigo misma imaginándome a Vicente de un y mil formas, sabia que tenia que calmarme o de lo contrario no me podría controlar, por la tarde del viernes, escogí la ropa que llevaría ese día, pensé que por ser sábado, día festivo y además que nadie estaría en la oficina mas que Vicente podría ir en fachas si deseaba, pero no, opte por algo mas acorde, algo mas sugestivo.
Escogí una blusa negra semitransparente que permitía claramente la visión del bra, así que escogí un bra muy coqueto pequeño de encaje también negro, si se ponía mucha atención y algo cerca se llegaban a notar mis pezones, escogí una falda azul marino, no muy corta pero eso si súper ajustada, me llegaba un poco mas arriba de las rodillas, como no me gusta que se me marque la tanga, escogí una, de hilo dental, y muuyyy coqueta, de color negra, pantimedias color natural, zapatillas de tacón negras con tirantes a los tobillos y un saco negro largo cruzado, para cubrirme los pechos así como mis nalgas, no me gustaba andar por la calle alborotando a los hombres, bueno si algo.
Llego la noche y me dispuse a dormir, no sin antes bajo las sabanas, con las piernas totalmente abierta y mi pantaleta hecha a un lado empecé a jugar con mis dedos, a acariciarme mis senos y de vez en vez pasar un dedo muy rico por mi culito, una vez mas acabe de lo más rico, pero muy en mi fondo sabia que eso no era nada comparado con lo que me esperaba el día siguiente, esta es la crónica de una rica cogida anunciada...........
Sábado 26 de Marzo,
06:00 a.m.
Me desperté, somnolienta pero muy, muy caliente, me metí al baño, me quite mi batita de dormir y mi tanga, me metí bajo la regadera y me di una baño muy cuidadosamente, dejando que el agua entrara por todos lados y limpiara todo para que tuviera un olor rico, un olor a limpio.
06:35 a.m.
Salí del baño, con mi toalla cubriéndome mi cuerpo y otra en mi cabello, me senté en la cama mientras veía sobre un sofá que tenemos en la recamara la ropa que usaría, con calma se seque, luego me levante y tome la tanga, me la coloque mientras me miraba al espejo, el negro de la tela contrastaba notablemente con lo blanco de mi piel, les recuerdo que soy guerita, me la coloque y no pude evitar acariciar mi vagina mientras me la acomodaba, me voltee para ver el reflejo de mis caderas en el espejo, mis nalgas se veían muy bien separadas por la tela negra y rematadas en la parte de arriba por un triangulo negro, modestia a parte me veía muy bien.
Me senté frente al tocador y me empecé a maquillar, solo con mi tanguita puesta, con mucho cuidado como siempre suelo hacerlo, me maquille y peine, al terminar me dispuse a ponerme las pantimedias, primero una pierna iba cubriéndose poco a poco por la textura de la media, el color de mis piernas solo cambiaban poco, pero las hacia lucir muy bien, después la otra pierna y me levante para acomodarme bien la panty, al igual que mis piernas, el color de mis nalgas resaltaba mas por las pantys, luego fui cubriendo mis senos con el bra, con el bra puesto yo podía notar claramente mis aureolas y pezones, me coloque la falda, me encantaba ver como se adaptaba a mis caderas y piernas, me encantaba esa falda por que pareciera que estuviera hecha para mí especialmente, me voltee de perfil y ver mi mis caderas, mmm muy bien.
Así solo en falda y bra fui al baño para lavarme la boca, estuve frente al espejo viendo como el cepillo entraba y salía de mi boca, imaginado que en lugar de un cepillo fuera la rica verga de Vicente o de cualquier otro.
Termine de cepillarme y regrese a la recamara, me coloque la blusa, y si mis senos se notaban claramente, así que tome el saco y me lo coloque, me cubrían totalmente mis senos de frente pero de perfil se lograba notar algo muy relevador, escogí varios lápices labiales y escogí el que mejor combinara con el saco, no fue difícil escoger, fue un rojo intenso, acerque mi rostro al espejo y delicadamente pase la punta del lápiz labial sobre mis labios, cuando estuvieron cubiertos por completo por el rojo, me acerque mas al espejo y deje plasmada en el, la huella de mis labios, quizás para recordar ese día. Y por ultimo me coloque las zapatillas, pasando las tiritas de ellas por mis tobillos.
07:40 a.m.
Tome mi bolso, me puse frente al espejo pensé...
-(Ay Vicentito, si con esto no te animas, no sé entonces con que) y es que por muy caliente que estuviera sabia que yo nunca tomaría la iniciativa, quizás eso ha evitado que me convierta en una ninfomanía declarada.
Antes de salir de la recamara, saque del cajón de la cómoda unos condones de mi pareja.
08:00 a.m.
Salí de la casa, eché llave al zaguán y me dirigí hacia la avenida principal, sabia que por ser día festivo no habría mucho transporte así que decidí tomar un taxi.
Igual que muchas veces el taxista me devoraba con la mirada, y me hacia la conversación, en algún otro tiempo, pensaba, pobre tonto si como una mujer como yo podría animarse con él, en este momento en verdad que cualquier cosa podría pasar.
08:20 a.m.
El taxi se estaciono frente a la caseta de seguridad del trabajo, ahí estaba el recargado en la puertita de acceso al personal, esperándome de seguro, así que decidí empezar el día atacando yo, por lo regular cuando le pago al taxista lo hago mientras aun estoy completamente arriba del auto, esta vez, abrí la puerta del auto, saque una pierna y la apoye en la acera, así estuve, sabia que una muy buena parte de mi muslo estaba a la vista de Vicente, mientras yo le pagaba al taxista y esperaba mi cambio, descendí del taxi y me dirigí a la entrada del trabajo.
-Hola Vicente, como amaneciste?
-Hola, Liz, que guapa te ves el día de hoy
-Gracias Vicente, bueno te veo al rato ok? Que tengas bonito día
Caminaba rumbo a mi lugar de trabajo, sabiendo que mis nalgas eran el centro de atención de Vicente, yo las movía como diciéndole, mira lo que te vas a comer papacito.
Llegue a mi escritorio, estaba totalmente caliente, tuve que ir a el sanitarios a limpiarme pues mi humedad estaba tremenda.
Me senté y me dispuse a distraerme un poco frente a la computadora
09:45 a.m. (empieza mi fantasía)
Estaba absorta en la computadora, cuando en el monitor note el reflejo de alguien que se acercaba. Voltee y lo vi
-Que haces Liz, yo estoy muy aburrido allá, no pasa nada.
-Sí verdad esto esta muy aburrido.
-que haces?
-Aquí trabajando un poco en la computadora, adelantando trabajo.
-Haa que bien, no pues yo no le entiendo a eso de la computadora.
El tomo una de las sillas que se encontraban ahí y la acerco a la mía, se sentó con la silla al revez de tal manera que el respaldo quedaba al frente, sus piernas abiertas, una de ella quedaba exactamente atrás de mi silla y la otra junto a mi pierna, él sentirlo así me prendió de sobre manera, pero intente controlarme y seguir en lo mío.
-no te molesta si me quedo aquí un ratito liz?
-no para nada Vicente
Mientras yo intentaba trabajar frente a la computadora, notaba como el tenia la mirada clavada en mis senos y es que estoy seguro que el espectáculo que él presenciaba era inigualable, yo sabia que en ese momento era materia dispuesta para cualquier cosa, así duramos unos minutos el se iba acercando cada vez mas, hasta tenerme literalmente entre sus piernas, estoy segura que el hecho que no lo rechazaba fue lo que lo motivo a actuar.
Sentí como él coloco su brazo en el respaldo de mi silla y empezó a jugar con mi cabello.
-Vicente, quedamos que te ibas a portar bien.
-Pero si me estoy portando bien preciosa, pues que te estoy haciendo? Malo fuera que hiciera esto- bajo su brazo por el respaldo hasta colocarlo en mi cintura, yo con mis manos en el teclado de la computadora, solo cerré mis ojos y le hice ver que cualquier cosa que hiciera seria bienvenida.
Sentía sus grandes manos como me apretaban la cintura y como fueron bajando mas hasta estas en mis nalgas, las metió por debajo de ellas y empezó a picarme con un dedo entre ellas, yo ya no tenia control sobre mí, tenia unas ganas locas de que me cogieran y no lo iba a evitar.
-Mmm ay lis que ricas nalgas tienes, anda mamita levántate- Me levante quedando frente al escritorio, levante mi culo presintiendo lo que deseaba, él fue levantando lentamente mi falda, sentí como mis nalgas quedaron al descubierto, estaba disfrutando al máximo eso. Él empezó a besar mis nalgas sobre la panti, de repente me tomo de las caderas y me jalo, invitándome a sentarme sobre él, lentamente con la falda levantada me fui sentando hasta sentir el contacto de la tela de su pantalón en mis nalgas y luego ya sentada sobre él sentí su verga totalmente erecta debajo de el, empecé a mover mis nalgas en círculos como deseando que se rompieran las telas y me penetrara ahí mismo.
Ahí estaba en mi escritorio de mi trabajo, con la falda levantada y sentada en las piernas del vigilante de la oficina.
-Así mami, muévelas, haaa que rico- Me decía Vicente mientras yo seguía con mis movimientos de mis nalgas sobre su verga. Después yo me levante me voltee, así me apoye en sus hombros mientras él levanta mi falda por enfrente y metía su mano debajo de mi tanguita y panti para dedearme.
-Haaa, así, por favor no pares haaaa- Me escuchaba decirle mientras sentía sus largos y gruesos dedos entrar en mi y empaparse de mis jugos.
Así yo me fui arrodillando, cuando mi rostro paso por su rostro nos besamos como desesperados, nuestras lenguas se acariciaban y se intercambiaban su saliva, eso no duro mucho pues inmediatamente seguí bajando hasta estar en cuclillas entre sus piernas, con mis brazos apoyados en sus mulos empecé a acariciar el bulto entre sus piernas, pase mi rostro por él mis mejillas sintieron la tela mojada de lo erecto que estaba, después baje su ziper y delicadamente metí mi mano para liberarlo y lo sentí, caliente, duro y algo que me encanto muy venoso, no era muy grande pero si demasiado grueso y su glande era enorme, frente a mi, fui acercando mi boca, le di un delicado beso al glande como lo hice con el espejo en mi recamara, al separarme un hilito viscoso y brillante colgaba de mis labios y de su glande, pase mi mano para limpiarlo, para después recorrer con mi lengua desde la base de su verga has la punta, para después írmelo introduciendo lentamente en mi boca, sentí que Vicente colocaba su mano en mi cabeza haciéndome entender que quería que me lo introdujera por completo, cosa que hice con mucho agrado.
Así estuve bastante tiempo, mamando esa rica verga, acariciándola con mi lengua, humedeciéndola con mi saliva y ella humedeciendo mi lengua con sus jugos, escuchaba sus gemidos, sabia que al igual que José Luis seria una mamada que nunca olvidaría, ya era toda una experta en eso.
Luego él me tomo del brazo y me levanto.
-anda mamita, mira todo lo que te vas a comer.
-si papito, pero antes el condón-Saque uno de mi bolsa y lo abrí y de frente a el se lo coloque, después me voltee y le di mis nalgas, él me bajo mi pantimedia a medio muslo y hizo a un lado mi tanguita. Cuando sintió la tibieza de su verga sabia que ese placer era inigualable.
-Haaaa, así, cojéeme papito, anda, mmm.
Me tomo de las caderas y fue introduciendo su verga en mi lentamente el también lo estaba gozando, cuando sentí que la tenia por completo adentro, así se quedo un momento, mientras yo con mi vagina lo apretaba, como queriéndolo estrangularlo dentro de mí, él la fue sacando de nuevo lentamente para volverla a meter, cada vez aumentaba la velocidad de sus embestidas dentro de mi, hasta que llego el momento que eran embestidas salvajes, escuchaba como mis nalgas chocaban con su pelvis.
-Así, así, metemela, ayy, así papi no pares.
Liz, hay que rico coges amor, anda mueve las nalgas para mí.
Luego él me ayudo a quitarme el saco, pero sin dejar de darme verga, luego me empezó a acariciar de una forma violenta pero riquísima mis senos. Metió sus manos por debajo de la blusa y libero mis senos del bra.
Así seguimos cogiendo en esa posición, después, me saco la verga y me volteo, me tomo de la cintura y me levanto sin ninguna dificultad para dejarme sentada sobre mi escritorio, así nos empezamos a besar en la boca, después empezó a chupar mis senos, dejándolos completamente mojados y erectos, luego se separo de mí y se agacho para quitarme mis zapatillas, que loco, termino por quitarme las pantimedias por completo, y me abrió de piernas, me agarro de las nalgas y me coloco a la orilla del escritorio, así de nueva cuenta me volvió a penetrar, empezó un rico movimiento con sus caderas, mientras con una mano me acariciaba mis nalgas y con la otra mis senos y a la vez me besaba como desesperado.
Solo se escuchaban mis gemidos y los de el, solo se escuchaba el golpeteo de mi piel y la de el y el olor a sexo era inconfundible.
Me sentía tan caliente, y por lo mismo le ofrecí algo que sabia no podía rechazar.
-Haaa, detente Vicente-lo separe, me baje del escritorio y me coloque de frente a el, lentamente me fui inclinado hasta que mis senos quedaron sobre mi escritorio y mi culo totalmente al aire, coloque mis manos sobre mis nalgas y las separe lo mas que pude.
-Haaa, mamacita, quieres que te lo meta por el culo?
-Si papacito, por favor, pero antes quítate el condón y damelo- y así lo hizo se lo quito y me lo dio y mientras él dirigía su rica verga hacia mi culo caliente, yo pasaba el condón usado por mi rostro y lo chupaba.
-Haaa así papi, despacio, metemelo, ayy que rico- me lo fue metiendo poco a poco hasta tenerlo por completo dentro de mi culo, abrí mas mis nalgas para empezar el rico vaivén de sus caderas sobre mis nalgas.
Así estuvo un rato mas, y al igual que con José Luis, sentí como empezó a chorrearse dentro de mí, riquísimo.
-Ayyy papacito, así que rico siento mmm
Saco lentamente su verga de mi culito y se recostó un rato en mi, mientras me decía al oído.
-Te gusto mamacita?
-Me encanto papi, de saber que cogias tan rico te doy las nalgas desde antes papi.
-Vamos a descansar un poco y nos echamos otro sale?
-Si papito, todo el día si quieres.
Esos eran nuestros planes, pero minutos después mientras estábamos sentados escuchamos el ruido de un motor, yo tome mi ropa y me fui directito al baño donde me vestí apresuradamente. Ya después salí y fui a asomarme, eran unos trabajadores que venia a hacer un trabajo en unas de las oficinas del edificio, desgraciadamente esto obligaba a Vicente a quedarse en la caseta de vigilancia, de hecho él recibió una amonestación pues en un reporte los contratistas habían dicho que no encontraron a nadie en la caseta de vigilancia cuando llegaron, es obvio decir que los chismes no se hicieron esperar. Yo me regrese al baño y me limpie mi panochita, sin antes recordar lo rico que me habían tratado una vez mas.
Con Vicente volví a coger en otras ocasiones, pero como dicen por ahí, esa es otra historia.
Besos
Lizbeth