Mi host father, el macho que me estrenó (VI)

Acabando la orgía en el edificio en obras

Así estábamos: Calvin sobre mí jadeando y besando mi espalda después de haber inundado mi culo con su leche, mientras Trey, Bruce y John se pajeaban los rabos duros y brillantes que manaban lefa como fuentes.

Calvin giró mi cabeza y me besó para después salir de mi interior y quedar tirado en el suelo apoyado en la pared mientras jadeaba satisfecho.

Como si todo el plan ya estuviera orquestado, Bruce se movió hacia mi retaguardia y me hizo dar la vuelta para quedar estirado sobre mi espalda. Levantó mis piernas, las apoyó en sus hombros y metió de una sola tacada su pollón en mi culo. Mis paredes apretaron esa polla gruesa y larga que casi sentí en mi garganta mientras Bruce empezaba a follarme sin piedad gimiendo como un loco. Yo me empleé y apreté aún más las paredes de mi ano, exprimiendo esa gran polla negra que me perforaba. Los músculos hiper desarrollados de Bruce brillaban de sudor que manaba de todos sus poros como si fueran regueros de agua para acabar impregnado mi cuerpo. Me daba fuerte, duro, inmisericorde mientras los dos gemíamos como perros.

Calvin estaba fuera de escena, pero Trey se había arrodillado y le estaba puliendo el rabo a John: se tragaba la mitad de ese sable descomunal hasta ahogarse, pero no conseguía que se alojara en su garganta. Yo estaba alucinado de ver como mi host father comía ese pollón. Me daba un morbo fuera de todo lugar ver a mi machazo con su cuerpazo musculoso y tapizado de vello rubio tragando polla como si no hubiera mañana.

Mientras, Bruce bajó mis piernas de sus hombros y me cubrió con su cuerpo mientras murmuraba

  • oh fuck bitch-

Yo estaba casi inconsciente por el placer que me estaba dando y cómo sus abdominales presionaban mi polla que estaba como una roca.

Empezó a besarme con pasión, su lengua follaba mi boca como su rabo follaba mi culo. Me daba estocadas cortas llenas de fuerza, como si quisiera fundirse conmigo. Me apretaba contra él mientras yo agarraba su culo musculoso para que me llegara más adentro si eso era posible.

Trey había dejado de comerle el rabo a John y se puso de cuclillas encima de mi cara y enfiló su pollón descomunal hacia mi boca. Me llegó a la garganta a la primera, y él se dedicó a follarme los morros como si de un coño se tratara. Gemía como un loco, mientras empezaba a morrearse con Bruce que continuaba perforando mi culito sin compasión.

Los tres gemíamos como cabrones, mientras ellos dos se saciaban con mi cuerpo, que estaba impregnado del sudor de Bruce.

John contemplaba la escena con cara de salido mientras se pajeaba el pollote. Fue entonces cuando Calvin se colocó detrás suyo, clavó la polla entre las nalgas de John para pajearse con la raja de su culo. Cogió ese monstruo de la naturaleza entre sus manos y empezó a masturbarle suavemente mientras enganchaba los labios a su cuello.

Bruce me seguía follando como un toro, no bajaba de intensidad y de ritmo y yo gemía casi ahogado con el trabuco de Trey en mi garganta. En eso estábamos cuando mi host father cambió su polla por el culo y se sentó en mi cara. Yo separé sus nalgas perfectas y empecé a follarle el ano con mi lengua. Trey gemía como un loco, mientras contorneaba su cintura e intentaba meterse mi lengua más al fondo. En ese momento, Bruce empezó a darme más fuerte y más rápido mientras sus gemidos subían de volumen, casi gritó cuando se descargó en mi culo, algo que yo sentí como una marea de leche que me lubricaba completamente.

Trey se levantó de mi cara y con un par de sacudidas se corrió encima de mi cuerpo, mientras me miraba con cara de vicio. Mi cuerpo brillaba con el sudor de Bruce que después de haberse comportado como un bestia conmigo clavándome su rabo, ahora lo retiraba suavemente, con delicadeza, como su tuviera miedo de hacerme daño. Pero la verdad a mí ni me importaba, porque John se había deshecho del abrazo de Calvin y ya se dirigía hacia mí con ese monstruo de la naturaleza duro como un hierro y dispuesto a destrozarme el culo.

Se arrodilló con esa masa de carne apuntando a mi ano, mientras se pajeaba suavemente relamiéndose ante el festín que se iba a dar con mi cuerpo.

Os juro que jamás he visto una polla más grande y gorda que la de John, el capullo era como una pelota de tenis, pero parecía mucho más grande cuando empezó a intentar abrirse paso en mi culo. Me daba suaves estocadas con la punta de su cañón en pleno ojete y cada vez se abría camino un poco más, entonces la retiraba y volvía a embestir. En una de esas sin avisar hizo más presión y su capullazo se abrió paso en mi ano como un ariete. Dolió mucho y eso que me relajé todo lo que pude y además estaba súper dilatado por la orgía que estaba viviendo en ese edificio en obras. John siguió metiendo su pollazo grueso como un brazo en mi culo mientras se mordía el labio inferior y cerraba los ojos del placer que le estaba dando. Calvin, Trey y Bruce estaban flipando, mirando expectantes como ese manubrio me perforaba lenta pero inexorablemente. Sus pollazas estaban en ristre mostrando respeto a ese obelisco de carne que estaba convirtiendo mi cuerpo en su alojamiento.

De repente paró de empujar, había llegado al tope, me la había clavado entera y yo me sentía pleno, parecía que su pollón me llenaba por todas partes. Tengo que reconocer que dolía, pero a la vez me daba un morbo fuera de toda medida el haber conseguido tragarme por el culo esa barrenadora. Yo gemía de placer y dolor, mientras John jadeaba y abría los ojos como platos por haberlo conseguido y porque mi culo se había tragado su badajo completamente.

Se tumbó sobre mí y empezó a besarme, primero dulcemente, después aumentando la pasión hasta parecer que quería devorarme. Mientras, movía sus caderas suavemente y a la vez que aumentaba la intensidad de sus besos, también lo hacía la intensidad de sus estocadas. En menos de cinco minutos ya me la estaba clavando sin compasión, sacando ese medio metro de polla de mi culo y volviendo a enterrarla con fuerza. Yo ya no gemía, daba alaridos de placer que se mezclaban con los gruñidos guturales de John, los otros tres seguían mirando mientras se pajeaban y se morreaban entre ellos.

John se incorporó y sin sacarla de mi culo me tomó en sus brazos y nos levantamos del suelo. Se acercó a una pared y apoyando mi espalda en ella me sostuvo a pulso y empezó a clavármela de nuevo sin compasión, desde abajo hasta arriba, Yo rebotaba en su mástil mientras lo abrazaban con las piernas y le besaba intercambiando mi saliva con la suya. Le mordía el cuello (cosa que le encantaba) lamía su sudor y me aferraba más a él para fundirme con su cuerpo.

Seguimos un rato más así, yo ya me había acostumbrado y me encantaba, No quería que se acabase nunca la follada de ese toro, pero todo lo bueno tiene un final y en este caso fue la tremenda corrida con la que me regaló: me tenía apoyado en la pared follándome a un ritmo endiablado, su trabuco horadaba mis entrañas y yo me estaba muriendo de placer, parecía que mi ano era un gran próstata estimulada continuamente, sabía que nada iba a ser igual después de esa tremenda follada. Mis labios estaban sellados a los suyos, y a su cuerpo. De repente me sacó la polla del culo, me depositó en el suelo y se dio un par de sacudidas a la polla que empezó a manar leche como un géiser que me cubrió todo el cuerpo. En la vida he visto a alguien correrse de esa forma. Los otros tres espectadores se masturbaban a mi alrededor y uno tras otro se corrieron en mi boca, mientras exhausto yo repartía el semen de John por todo mi cuerpo.

Yo gemía intentado recuperar el aliento cuando Trey me tomó en sus brazos y besándome me llevó a una ducha improvisada que había en el fondo de la planta en obras. Entramos en la ducha y con nosotros los otros tres que me rodearon y me empezaron a besar y a acariciar a la vez. Mientras uno me masturbaba (yo aún no me había corrido) y me besaba el otro frotaba su polla enhiesta entre mis nalgas y los otros dos acariciaban mi cuerpo y se turnaban mi boca. Yo tenía los ojos cerrados y no sabía quién hacía qué. Mi cuerpo se empezó a tensar anunciando el orgasmo, y el que estaba detrás de mí restregando su nabo en mi culo, me lo clavó hasta el fondo, y empezó a embestir, por la manera de follar deduje que era Trey. Tras ocho o nueve estocadas empecé a correrme como un campeón, mientras mi host father se corría de nuevo dentro de mí.

Continuará…